Antes de Sangre Azul (6)

Advertencia: lenguaje inapropiado, contenido gráfico y violento, además de temas serios que pueden tocar la sensibilidad del lector.

~Hace 3 años~

~Narra Jimin~

Salté de alegría cuando, derrocado y abatido, ese hombre nos dijo exactamente la dirección, la habitación he incluso agregó información sobre la cantidad de seguridad y vigilancia. Inmediatamente quise dirigirme a la habitación en la que Namjoon guardaba las armas, pero el dueño de esta misma habitación me detuvo en el intento.

-Hey, hey, ¿A dónde vas? - me preguntó, sosteniendome del hombro.

-¡Ya nos dijeron todo, vamos a por mi madre! - dije incrédulo.

Él negó rotundamente, fruncí el ceño, ¿Entonces para que le había disparado en las bolas a ese imbécil si él no planeaba salvar a mi madre?

Lo empujé con rabia, no entendía porque no me permitía ir a buscarla y eso me enfurecía aún más.

-¿No planeas acompañarme? Bien. Solo necesito un par de tus armas... - seguí mi camino, pero él continúo hablando a mis espaldas.

-Moriras si vas solo. - me advirtió, me detuve solo para responderle, mirándole por encima de mi hombro.

-Entonces acompáñame. - lo invité, pero en respuesta, él negó de nueva cuenta.

-Moriremos ambos, y nadie salvará a tu madre.

-¿¡Entonces planeas abandonarla!? - gruñí, aún dándole la espalda.

-Una sola víbora no sobrevive sola. - me dijo, me di vuelta para verlo directamente, no comprendía a qué se refería. - Necesitas un equipo.

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-¿Estás loco? ¿Cómo formar mi propia pandilla? - alcé una de mis cejas para mostrar mi desagrado por la idea.

¿Por qué aspirar tan alto cómo formar mi propia pandilla? Solo quería a mi madre de regreso.

Me senté en la orilla de la cama de Hyung, esperando a que explicará la razón de semejante idiotez.

-Un chico con sed de sangre y otro chico con problemas de alcoholismo no pueden irrumpir en una base llena de gangsters para recuperar a una persona secuestrada sin morir en el intento. - me explicó, a lo que yo rodé mis ojos.

-No soy una persona sociable, no conozco gente del bajo mundo, mis amigos nunca han tocado un arma en su vida. ¿Como planeas que encuentre gente que quiera ayudarme? - le interrogué, harto de la situación. - Te ví pelear, eres fuerte. Yo solo necesito más entrenamiento y podremos entrar y salir rápidamente. ¡No necesito derrocar a Puerto De Lobos, solo quiero de regreso a mi madre!

-¡¡Nadie salvará a tu madre si mueres antes de poder hacerlo!! - me hizo ver, me quedé callado, tan solo analizando sus palabras.

Es verdad que ambos no podremos solos, después de todo, estamos hablando de gente que no le teme a matar a alguien.

-¡¡Hyung!! - le advertí, me levanté rápidamente de la cama y empujé a Namjoon del puño de Xiaolung, que al parecer había escapado de las cuerdas he intentaba sorprender a Namjoon por la espalda.

Afortunadamente, tampoco me golpeó a mi, logré esquivarlo a tiempo.

Lo que si no pude esquivar, fue su siguiente golpe que se dirigió directamente hacia mí. La brutalidad del puñetazo fue tal, que me lanzó a la pared y caí directamente en la cama.

Tosí ruidosamente ya que me había golpeado las costillas.

-¡Ya me tienen harto! - gritó Namjoon, rápidamente agachandose para sacar algo de debajo de la cama. Se trataba de un rifle al que apuntó directamente hacia el de pelo guinda.

Xiaolung no tardó en alzar las manos para mostrar que se encontraba indefenso y se había rendido.

O quizá no, ya que su siguiente movimiento fue hacerse a un lado, dejando ver a Mihal Chá, quien se avalanzó hacia Nam y aunque esté disparó, el cuerpo del enorme hombre cayó encima de él y lo dejó inmóvil.

-Tu vas a venir conmigo. - sonrió Xiaolung, aprovechándose de mi debilidad y subiendome a sus hombros.

Me sacó del búnker, yo no pude oponer resistencia porque sentía náuseas y dolor muscular. Pero aún era consiente de en dónde estaba y que es lo que sucedía a mi alrededor.

Él camino conmigo en sus hombros por las calles sin vergüenza alguna, incluso cruzó un mercado lleno de gente y nadie se atrevió a decir o hacer nada. Todos sabían que formaba parte de Puerto De Lobos, y nadie se atrevería a intervenir.

-Sueltame... - le exigí con un hilo de voz.

-¿Ya despertaste? Que fastidio. Esperaba que siguieras aturdido hasta llegar a mi base y poder matarte. - se burló.

Miré a mi alrededor, seguíamos en el mercado y podía ver claramente como la gente a mi alrededor desviaba la vista y fingía que seguía con su día. No podía culparlos, no querían problemas.

Algo que noté rápidamente fue que, cada vez que él daba un paso, mi cuerpo entero se sacudía, y eso incluía a mis piernas, que de vez en cuando mis pies tocaban su entrepierna. Dejé que caminara un poco más hasta que memoricé la trayectoria.

Lo golpeé tan duro que inevitablemente me soltó y el se arrodilló en el suelo. Me apresuré a tomarlo por la nuca con ambas manos y alzar mi rodilla hasta golpearle el rostro con ella, para aturdirlo.

Estaba claro que eso no sería suficiente para hacerlo desmayar, por lo que, para cuándo se levantó, tomé una de las cestas en las que un anciano comerciante vendía fruta y la estrellé contra la oreja de ese gangster.

-Hijo de puta... - se quejó.

Estaba por levantarse para seguir peleando, sin embargo, alguien a sus espaldas le golpeó la cabeza con un palo de escoba. Se trataba de un chico que reconocí al instante, nadie más y nadie menos que mi primo Min Yoongi.

Inevitablemente, el palo de escoba se rompió, a lo que aprovechó una de las puntas astilladas para encajarsela en la espalda.

-¿¡Dónde habías estado!? ¡¡Mi madre y yo estuvimos buscándolos por todo Goldenleonard!! - me regañó mientras sacaba el palo de su espalda y se la encajaba en el hombro.

No le respondí, estaba demasiado concentrado en la turbia escena de la que mi primo era protagonista. Él no paro de encajarle aquel sangriento palo hasta que era obvio que había muerto.

Cuando Xiaolung perdió la vida, su cuerpo se desplomó en el suelo, lo que pareció no ser suficiente para Yoongi. Por lo que lo tomó de sus cabellos guindas y le estrelló el rostro repetidas veces en el suelo hasta que se cansó.

Mi primo suspiró con cansancio, y con la mano manchada de sangre, se limpió el sudor de la frente.

La gente a mi alrededor, poco a poco, le aplaudió. Ahí me confundí más; todos habíamos visto esa sangrienta y aterradora escena, ¿No?

-¿Va a venir más gente como él? Vámonos, tienes mucho que contarme. - me pidió, extendiendo su mano para que la tomará. Evidentemente rechace su mano llena de sangre.

-¡N~no! - negué rotundamente, recordando que Namjoon se había quedado en el búnker. - ¡U~un amigo me necesita, ayúdame, por favor!

Sin insistirle mucho, él me siguió por todas las calles necesarias hasta llegar al lugar. Abrí la puerta he intenté entrar cuando llegamos.

-Espera. - me detuvo, haciéndome a un lado y entrando él primero. - Si hay alguien peligroso aquí, iré primero.

Asentí, ya que no sabía a ciencia cierta si ese tipo había muerto por los disparos de Hyung. Mientras bajabamos las escaleras en medio de la oscuridad, yo simplemente rezaba para que Namjoon estuviera bien.

-... ¿Hyung? - pregunté entre el silencio. Pasaron segundos que lucieron eternos hasta que Namjoon contestó desde su habitación.

Quise correr hacia la habitación de la que provenía su voz, pero Yoongi me detuvo y avanzó primero, sosteniendo su palo con fuerza.

-¡Jimin! ¡Sacamelo, pesa mucho! - se quejó Namjoon, ya ni siquiera tenía las fuerzas para seguir intentando zafarse.

-¡Hyung! - me arrodille frente al cuerpo de Mihal Chá, que estaba aplastando al de Nam. - ¡Yoongi, ayúdame a levantarlo!

Él no tardó en ayudarme y entre los dos logramos sacar el cuerpo sin vida del peliazul de encima de Namjoon.

-¿¡Estás bien!? - le pregunté a Namjoon, tomándolo de las mejillas, preocupado.

-Estoy bien... Solo me hace falta el aire... - me dijo, sentandose en el piso y respirando agitadamente.

-Jimin, ¿Quien es este tipo? - me preguntó mi primo.

-Es el tipo que nos escondió a mi madre y a mi de Puerto De Lobos, ellos... Mataron a mi padre... - le expliqué, ayudando a levantar a Namjoon.

Mi primo abrió los ojos de forma inconmensurable, la noticia lo tomó por sorpresa.

-... ¿Y~y dónde está mi tía? - preguntó él con temor a la respuesta.

-Ellos la secuestraron, perdóneme, no pude protegerla... - se disculpó Namjoon, a lo que yo puse una mano en su pecho como gesto de consuelo.

-No, no era tu responsabilidad cuidar de ella. Era mía. - le expliqué, a lo que mi primo preguntó.

-¿Y que vas a hacer? ¿C~como la recuperamos? - preguntó.

-Aun no lo sé, yo... - traté de explicarle, pero Namjoon me interrumpió.

-La única forma de recuperarla es haciendo un equipo, juntando a gente, gente que odie a Puerto De Lobos tanto como nosotros. No va a ser muy difícil porque todos en Goldenleonard somos víctimas de sus abusos... - dijo Namjoon, pero mi primo procedió a interrumpirlo.

-Hay mucha gente que los odia, pero muy poca gente que tiene el espíritu necesario para hacerles frente. - reveló Yoongi, pude ver en el rostro de Namjoon que ese dato no lo tenía contemplado. - Afortunadamente para ustedes...

Ambos vimos a Yoongi con sorpresa y confusión.

-Conozco un par que cumplen con los requisitos. - nos reveló.

Namjoon y yo nos miramos entre nosotros, ambos concordamos en varias cosas: no entendimos del todo, pero teníamos un raro presentimiento.

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-¡Jimin, hijo mío! - me abrazó la tía Jun una vez que me vió entrar por su puerta. - ¿¡Dónde habías estado!? ¡Fuimos a visitarlos y su casa estaba patas arriba! ¡Pensamos que los habían asaltado!

-Fue Puerto De Lobos. Mataron a mi tío Dae y secuestraron a mi tía Hana... - dijo Yoongi, seguidamente, entró Namjoon.

El rostro de mi tía cambió por completo, además de eso, pude sentir como sus dedos se encajaban en mis hombros. No supe descifrar si estaba triste o enfurecida.

-¿Esos idiotas... La tienen aún? - preguntó la mujer, a lo que su hijo asintió. - Hijo, llama al señor Yang. Dile que voy a cobrar ese favor.

Un escalofrío me recorrió la espalda, ¿Que estaba pasando?

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