Hoy quiero hablar de los celos.

¿Por qué? Pues hoy recordé lo que es estar celosa. Pero ese es otro tema.

La cuestión es que yo siempre le tuve celos a esa chica. Era tu mejor amiga y una amiga muy cercana a mí.

Hablábamos todo el tiempo.

Tú y ella tenían tanto en común. Te veías tan entusiasmado al hablar de las cosas que te apasionaban con alguien que comprendía esas pasiones.

Y luego nos comparaba a nosotros.

Totalmente opuestos.

Pensaba que en cualquier momento me dejarías y estarías con ella.

Pero eso jamás pasó.

Tú tenías razón. Ella jamás te gustó.

Pero tú no te quedabas atrás.

Decías estar celoso de uno de tus amigos.

León.

Jamás le hablé. Y si le hablaba era para pedirle algo o gritarle (nunca me agradó. Demasiada arrogancia en una sola persona)

Tu decías que él quería ser mi novio, que le gustaba.

Pero él era un completo idiota y yo solo te quería a ti.

Yo aún creo que tenía alguna razón para tener celos porque tú y ella siempre estaban juntos.

Pero león y yo no. Jamás andábamos juntos.

Repito, nunca me agradó.

Para mí mala suerte, tú tenías razón.

León me dijo un día que le gustaba. Y que sabía que yo te quería pero que quería decirme que era la primera persona que le gustaba sin importarle que tuviera novio. Sin importarle mi físico (esas fueron sus palabras) pero que sabía que no podía pasar nada.

Solo me limité a decirle que te quería a ti.

Todo el mundo dice que los celos son una expresión del cariño. El producto del miedo perder que da pensar en perder a alguien. 

Yo ya no lo creo así.