Capítulo Quince.
Jsjsjs, llegamos al capítulo 15. Realmente pensé que está fic sería más cortito. Porque solo hice banners hasta está parte pero buenito, veamos que nos espera ahora a leer, nos vemos en nota final.
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Chanyeol sabía bien que eso iba a pasar en cualquier momento, y ese momento había llegado ya. No podía mentirle todavía más al menor, conocía de sobra al más jóven y sabía que no estaba del todo molesto en ese instante. Trató de mantener la calma, no se iba a alterar, sabiendo que eso podía poner mal a su esposo. Jaló su silla y se sentó frente al más jóven y trató de tomar su mano pero el chico no se lo permitió.
—SeHun me pidió que no te dijera nada —confesó como eran las cosas en realidad—. Acepto mi culpa, tuve muchas oportunidades de decirte lo que pasó entre nosotros antes, de decirte que yo soy tu esposo y los hijos que llevas en tu vientre son míos.
—Sí, las tuviste —recalcó Baekhyun con tono molesto y burlón—. Pero no lo hiciste, ¿qué pasaba por tu cabeza? ¿Pensaste alguna vez lo mal que yo me sentía? ¡Creí que le estaba siendo infiel a mi esposo contigo! ¿Y sabes por quién me sentía mal? Por ti, maldita sea. Eres terrible, Chanyeol. —Soltó un chasquido de su lengua mirando hacia otra parte que no fuera el mayor.
Chanyeol no se preocupó mucho por el tono de voz que el menor empleaba, eso no era nada con el Baekhyun que le echó todo en cara después de lo de Kyungsoo. Esto era solo un inicio.
—Baek, no podía decirte la verdad, por los bebés y por ti —le trató de aclarar, no quería que el menor tuviera una idea errónea de lo que había pasado—. Estabas delicado, las impresiones fuertes te podían hacer daño, a nuestros hijos.
—Pero qué estúpido fui. —Bufó molesto mirando con indignación a Chanyeol, todo estuvo ahí claro y él no lo vio, ¿en qué burbuja se metió que no veía nada obvio?—. Nadie es tan bueno para darle casa, comida y dinero a alguien que apenas conoce, mucho menos se hace cargo de bebés que no son suyos. No, Dios. Debiste haberte reído de mí todo este tiempo.
—Baek, escúchame —pidió Chanyeol tomando el rostro del menor entre sus manos, haciendo que fije la mirada en él—. Solo quería cuidar de ti, estábamos seguros de que tu mente regresaría rápido.
—Yo también estoy seguro de algo, Chanyeol —dijo el menor tomando las manos ajenas y las alejó de su rostro. Esa mirada en el menor le dejaba claro a Chanyeol que estaba seriamente molesto con él—. Estoy terriblemente decepcionado de ti.
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El camino a casa fue en total silencio. El menor no lo miraba, a pesar de que le pidió que lo llevase de vuelta a casa no le dirigía la palabra después de eso. Chanyeol no quería que eso los alejara de nuevo, no quería siquiera imaginar cómo se pondría en cuanto se acuerde de la razón por la cual estaban peleados.
—¿Quieres comer algo primero antes de ir a casa? —preguntó con voz baja, esperando a que el menor no se siguiera portando indiferente con él—. Baek.
—Solo quiero llegar a la casa y dormir, estoy cansado —pidió sin siquiera mirarlo, mantenía la mirada clavada en la ventana y su mano en su vientre tocando este con suavidad.
Chanyeol solo asintió y no insistió más en ello. Solo siguió su camino hacia la casa, sabía que el menor ahora que recordaba las cosas no iba a querer estar con él, pero no pensaba tocar ese tema de inicio, aunque no podía fingir que no le dolía.
Al llegar al edificio bajó del auto y rodeó el mismo yendo del lado del menor, a quien le abrió la puerta y le tendió la mano para ayudarle. Baekhyun le miró serio y de mala gana le dio la mano y bajó también. Se acomodó el blusón que llevaba y comenzó a caminar hacia el elevador que gracias a Dios ya servía. Ambos entraron al mismo y cada uno en una esquina se quedaron callados.
El silencio para Chanyeol estaba siendo abrumador. Al abrirse las puertas de elevador, Baekhyun no esperó al más alto, solo salió de ahí y caminó directo hacia el departamento que estaban compartiendo actualmente. ChanYeol se apresuró en alcanzarlo y le abrió la puerta, el menor entró y antes de que Chanyeol entrara y cerrara la puerta lo encaró. El más alto esperaba ya cualquier cosa en ese momento.
—Mejor sí, quiero espaguetis con albondigas —pidió el menor haciendo un pequeño mohín en sus labios, de pronto estaba deseando comer eso como si de ello dependiera su vida—. También un pastel de tres leches, y una soda de fresa, mientras iré a dormir un rato.
Chanyeol se quedó ahí, a mitad de cerrar la puerta con los ojos bien abiertos, olvidándose de pestañear y también con la boca abierta por la impresión que eso le causó. ¿Qué había sido eso? No pudo preguntarle al menor porque en efecto, se había metido al cuarto y se encerró en este. Sin otra opción y porque sabía lo importante que era cumplir los antojos de su esposo salió de nuevo de la casa y fue a buscar los espaguetis.
Baekhyun vio como el más alto salía del departamento de nuevo. Soltó un suspiro cargado de culpa, sí quería comer eso, pero sabía que había hecho mal al pedirle eso hasta que llegaron a casa cuando el chico se lo había preguntado antes.
Caminó hasta la cama donde se sentó. Tocó su vientre, este estaba ya demasiado grande, le cansaba mucho pero le hacía sentir feliz, porque sabía que sus hijos en unos meses estarían con él, en sus brazos. El saber que Chanyeol era el padre de sus bebés le daba gusto, porque no había mentido que eso era lo que él deseaba, quizá siempre estubo consciente de que amaba a Chanyeol, porque eso tampoco lo dudaba. Pero había algo que lo inquietaba, era esa sensación de decepción que sentía cuando veía al más alto.
¿Era por sentirse engañado antes? Lo dudaba, porque sí entendía que su esposo le ocultó la verdad por su estabilidad en ese momento. Soltó un suspiro.
—¿Saben que su papá es un tonto? —les dijo a sus bebés mientras se acariciaba el vientre—. Debió de haberme dicho que éramos pareja, pero bueno... Ya estamos juntos, su papi nunca los abandonó y los ama mucho, ¿ustedes sabían que era él, verdad? Siempre se mueven cuando él está cerca —platicó un momento haciendo un puchero.
Sacó su teléfono, buscó el contacto de Luhan. Tenía que hablar muy seriamente con él y con SeHun, ¿por qué también ellos le habían ocultado la verdad? Con esos amigos para qué iba a querer enemigos.
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Hizo la cola para esperar su pedido que había hecho en caja, había tres personas delante de él, sería algo rápido al parecer. Por fin había encontrado las albóndigas que conocía le gustaban a su esposo. Porque Baekhyun era un selecto en las comidas a pesar de que él no sabía cocinar mucho.
Cuando por fin fue su turno, pagó por su pedido y lo recibió. Agradeció y comenzó a caminar hacia la salida del lugar mientras revisaba la hora en su teléfono. Abrió la puerta y salió del local quedándose estático al toparse con esa persona a quien realmente no quería volver a ver después de ese día.
—Cuánto tiempo, Chanyeol —dijo el más bajo esbozando una sonrisa amplia en sus labios, mirando de pies a cabeza al médico—. ¿Acaso no estás feliz de verme, cariño?
—Debes estar bromeando —dijo Chanyeol con molestia, su voz sonó un poco más profunda, quizá por la misma causa que su ceño se frunció.
—¿Por qué esa actitud? —preguntó cómo si no fuera bastante obvia la molestia del contrario. Se encogió de hombros y ambos solo miraban a la gente que iba entrando al local—. Deberías agradecerme que te quité de encima a ese niño estúpido que ni siquiera te amaba. —Bufó rodando los ojos.
Chanyeol se tuvo que contener para no decirle que no, que no le había funcionado porque estaba con Baekhyun en ese momento. Pues sabía bien que Kyungsoo seguiría molestando a ambos si lo sabía y en ese momento no pensaba exponer a Baekhyun a algo que le hiciera daño tanto a él como a los bebés.
—Es una pérdida de tiempo hablar contigo —concluyó y quiso seguir su camino, pero Kyungsoo lo tomó del brazo y lo jaló hacia él, Chanyeol optó una postura defensiva—. ¿Qué Diablos quieres? Quiero que me dejes en paz.
—Si ya no estás con él, ¿por qué no nos damos una oportunidad? —pidió sujetando con un poco más de fuerza la mano del más alto. Chanyeol lo miró como si no creyera la tontería que el chico de ojos marrones decía—. Yo te sigo amando y sé que tú sentías algo por mí, solo que estabas encaprichado por Baekhyun.
—¿Cómo voy a tener algo contigo después de lo que hiciste para dañarme? —preguntó con sorna. Kyungsoo hundió el entrecejo—. Lo que pasó entre tú y yo acabó el mismo día que te dije que estaría con Baek, ¿por qué no lo entendiste? No ibas a ganar nada separándome de él, ni ahora ni después, así que ya, olvídate de mí, es lo más sano para todos. Ya llegará alguien que te pueda corresponder y dar lo que quieres. —Jaló su mano alejándose del contacto del chico más bajo. Kyungsoo se veía molesto.
—¿Sigues con ese estúpido?
Esa pregunta detuvo el andar de Chanyeol, quien miró a Kyungsoo brevemente y rodó los ojos. No iba a seguir con esa conversación. Siguió su camino para subir a su auto, pero Kyungsoo no pensaba en dar por terminada su conversación.
—Maldición, Park Chanyeol —gruñó impidiéndole que abriera la puerta del auto, ChanYeol comenzaba a sentirse desesperado por la situación—. Responde, ¿sigues con ese estúpido? ¿te perdonó?
—Eso no es asunto tuyo, Do. Ya déjame en paz, ¿quieres? Sino tendré que tomar medidas extremas contigo —advirtió jalando la puerta del auto para abrirla, pero el bajito lo impidió—. Kyungsoo, ya basta.
—No hay nadie viviendo en tu casa. ¿En dónde te estás quedando ahora? —insistió.
Chanyeol deseó arrancarse los cabellos. El chico más bajo parecía no estarlo escuchando, solo parecía querer tener la información que deseaba, y eso comenzaba a ponerle los pelos de punta. Lo tomó por los hombros y lo empujó un poco alejando al chico del auto. Kyungsoo intentó acercarse de nuevo pero Chanyeol subió al auto rápido y lo encendió. Gracias a Dios tenía las ventanas cerradas, que le ayudó a ignorar lo que el chico decía y se puso pronto en marcha, apenas viendo por el retrovisor a Kyungsoo rabiar porque se había ido.
¿Que había hecho mal ese día para que las cosas fueran así de horribles para él? ¿Por qué tuvo que verlo de nuevo? Su sola presencia le preocupaba. Era esa misma sensación de angustia que sentía cada que Jackson aparecía.
Al llegar al departamento se apresuró a subir a su piso. Al entrar al mismo dejó escapar un suspiro. Dio un ligero brinco cuando se topó con el menor en la puerta de la pequeña cocina, llevaba en las manos un vaso con agua y puesto solo una de sus camisas blancas que usaba de vez en cuando para ir al trabajo. Esta apenas y le llegaba al muslo, gracias a esa barriga que hacía que esta se encogiera un poco.
—Me asustaste, pensé que estarías durmiendo —dijo Chanyeol descalzándose para adentrarse por completo al departamento, Baekhyun negó con su cabeza—. Compré las albóndigas que tanto te gustan, los fideos y el dulce que me pediste —le informó con una sonrisa, fingiendo que antes no había existido tensión entre los dos y se dirigió hacia el pequeño comedor para poder poner todo ahí.
Baekhyun le siguió con la mirada hasta que se fue a sentar en la mesa viendo como el mayor servía los platos para ambos. La comida se veía muy rica. Cuando Chanyeol terminó de servir todo, Baekhyun tomó su plato y comenzó a comer, o al menos eso parecía porque solo estaba jugando con el tenedor en su comida.
—Lamento mi actitud de hace rato —se disculpó sin mirar al más alto. Chanyeol solo lo miró sin decir nada—. Las emociones me ganaron, y dejé que el enojo me llevase, lo siento mucho. Ahora sé que lo hiciste por nuestro bien, no debió de ser fácil para ti tampoco, te insinué muchas veces que nuestros hijos eran de otra persona, incluso de Jackson. Seguro te lastimé con eso, perdón.
Chanyeol estiró su mano hacia el menor y tomó la misma, la acarició con sus pulgares y negó cuando el menor lo miró, su sonrisa se mostró hacia el más joven quien hizo un puchero. El menor se sentía culpable.
—No importa eso, solo que no quisiera que nos distanciemos —pidió y besó su mano, Baekhyun asintió—. Eres mi vida entera, pequeño. Y no sabes cuánto me dolería perderte de nuevo.
Baekhyun se quedó callado, solo mirando a Chanyeol ante sus palabras. Todavía tenía la duda del porque en el momento que se enteró de su embarazo ellos dos no estaban juntos. La mayoría de sus recuerdos estaban ahí, todo desde que se había conocido con Chanyeol hasta el día del accidente, o al menos eso creía, pues había partes que las sentía tan confusas, como si algo faltara.
Al terminar de comer, el mayor le ayudó a tomar una ducha. A Chanyeol le preocupaba que el más bajo fuera a resbalar en la bañera y se hiciera daño, por lo cual las duchas juntos se estaban haciendo rutina. Y Baekhyun no iba a negar que eso le gustaba. Ahora que entendía porque esa extraña atracción a Chanyeol le era más cómodo pedir las cosas, como un beso o una caricia. Esa sensación de culpa estaba siendo nula ya.
—Listo —dijo el mayor cuando terminó de sobar los tobillos de Baekhyun, quien tenía las mejillas rojas y sus labios haciendo un puchero. Chanyeol al notarlo lo miró confundido—. ¿Pasa algo, bebé?
—No —respondió bajito. La forma en la que dijo eso no fue muy convincente para Chanyeol. Lo observó con atención y pasó lento la yema de su dedo por la planta del pie del menor, mismo que se contrajo haciéndolo sonrojar todavía más. Chanyeol sonrió, había descubierto algo nuevo en el menor. Repitió la acción—. Channie...
—Me gusta más cuando me llamas doctor Park —le confesó tomando el pie del menor y lo alzó un poco, dejó un beso en el dorso del mismo haciendo estremecer al más bajo, quien apretó sus manos en las sabanas de la cama sobre la cual estaban sentados—. ¿A ti no? —pregunto dando más besos a lo largo de la pierna del menor, yendo subiendo hasta su pantorrilla donde mordió suavemente.
Baekhyun gimió. Y para Chanyeol fue música pura que amó. Conocía a la perfección el cuerpo de su esposo, había descubierto en él cada centímetro sensible antes, pero al parecer su embarazo había dejado vulnerable otra zona que le estaba encantando tocar.
—Channie... Detente, me da cosa —pidió el menor, pero ChanYeol fuera de hacerle caso siguió besando, sintiendo al menor temblar hasta que llegó a los muslos internos del mismo, Baekhyun intentó cerrar sus piernas a causa del placer que los besos húmedos del mayor le causaron pero ChanYeol no se lo permitió.
El alto recostó al menor, de manera que este quedó con la mirada clavada al techo, las mejillas rojas y su respiración siendo cada vez mas pesada. Sus ojos se cerraron al momento que sus labios se abrieron soltando un suspiro por los labios tibios y humedos de ChanYeol tocando sus muslos internos, muy cerca de su zona genital.
Las sensaciones eran indescriptibles de alguna manera, solo podía decir que el calor de su cuerpo iba en aumento, y como una corriente eléctrica esas sensación de cosquilleos recorrió su columna yendo directo a su cadera para extenderse en su vientre bajo y hacer punzar su miembro. Chanyeol colocó sus dos manos en los bordes del boxer del menor, el mismo que se puso húmedo en el centro ante su miembro comenzando a mojarse. Le gustaba esa imagen al más alto, no lo iba a negar.
La manera en la que Baekhyun parecía querer resistirse a esas emociones le encantaba, pero no haría más de lo que el menor le permitiera. Bajó lento el boxer del chico, dejando su zona baja desnuda, retiró por completo la prenda mirando con ojos brillosos del deseo el cuerpo del menor. Apoyado en sus rodillas pudo apreciar por completo el rostro del menor, este estaba totalmente rojo de las mejillas.
—Eres hermoso, Baekkie —susurró tomando la extensión semidura del menor haciéndolo gemir, estaba demasiado sensible. El menor le miró, hizo un mohín, demasiado tierno para lo que expresaban sus ojos, los cuales le suplicaban porque lo siguiera tocando. Sonrió y se agachó hacia el menor dándole un beso en su pelvis, la misma que estaba ligeramente abultada y descendió lento hacia la hombría de su chico, la cual sintió punzar, caliente e hinchada.
—Nngh —gimió el menor estirando una de sus piernas, ChanYeol apenas pudo tocar con la punta de su lengua el miembro de su chico cuando este gritó y se comenzó a remover tratando de tocarse su pantorrilla derecha—. ¡Aaaagh, me duele, me duele! —se quejó lloriqueando.
ChanYeol se sorprendió pero al ver lo que hacía el menor se aguantó las ganas de reír, el menor se había estirado de más y se calambró su pantorrilla.
—Espera, no te muevas —le pidió sabiendo lo doloroso que era que eso pasara, por lo cual tomó la pierna de su esposo y trató de presionar su pantorrilla que se había puesto mas dura que su hombría—. Dios calma, no te muevas tanto, ya pasará.
—No, me duele, ¡agh! —siguió quejándose el menor quien trataba de tocarse pero por su abultado vientre no podía hacerlo.
ChanYeol no supo cuantos minutos pasaron para cuando el calambre se fue y el menor dejó de gritar y llorar. Ambos estaban ahí, en la cama, sentados viéndose el uno al otro mientras ChanYeol sobaba suave las piernas ajenas. El alto podía ver los ojitos del menor llenos de lágrimas, el calambre había sido doloroso.
—¿Ya no duele? —preguntó el mayor y el más bajo negó—. Que bueno, ¿y ese puchero?
—Es que... —Negó con su cabeza tomando una de las almohadas y con ella se cubrió el rostro diciendo cosas que resultaron poco entendibles para ChanYeol, pues solo parecía ser que berreaba sin decir nada claro.
—Baek.
ChanYeol le quitó la almohada y miró a Baekhyun, sus ojitos estaban ocusos, su nariz roja, dejando ver a un niño chiqueado que él conocía bien y tanto amaba, le acarició con suavidad el rostro.
—Yo quería... Pero, se fue la magia por el calambre —Se quejó abultando más sus labios, ChanYeol dejó escapar una carcajada por ello y sin darle tiempo al menor de refutar por reírse le besó la boca, un beso húmedo y profundo que Baekhyun no se negó a corresponder, si la magia se había ido ChanYeol estaba dispuesto a hacerse un mago con tal de regresarla y complacer a su pequeño.
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ChanYeol estaba pensando que había estado exagerando con lo que esperaba de reacción del menor, pues en esa semana que había pasado después de que el menor recordó qué eran ellos dos y el accidente, todo iba mejor. Baekhyun era el mismo chico con él, el niño berrinchudo que lo enamoró cuando apenas tenía 17 y también, ese niño tímido que conoció cuando lo salvó después del accidente. Sin duda, esa nueva manera de ser del menor lo traían loco, le gustaba y demasiado.
Baekhyun le había comentado de la sorpresa que SeHun quería hacerle a Luhan, para dar ese paso especial entre los dos, algo que le pareció maravilloso pues le hacía feliz por sus dos amigos. Por ello mismo, después del trabajo, Baekhyun lo traía de un lado a otro con los preparativos, pues quería asegurarse que fuera inolvidable para su amigo, a quien le fue como en feria con fuegos artificiales cuando Baekhyun le reclamó no haberle dicho la verdad, pero el enojo pronto pasó.
Por ello era que después de haber dejado todo bien montado, encargándose de que Luhan y SeHun pasarán una noche inolvidable —Algo que Baek y ChanYeol sabían sería así por las sorpresa mutuas que se tenían— y así pronto pudieran estar preparando las cosas para la boda, Baekhyun y él regresaban a su departamento. O eso creyó el menor hasta que se dio cuenta de hacia donde ChanYeol se dirigía.
Cuando bajaron del auto, el más alto le tendió la mano a su esposo y le ayudó a caminar con cuidado por el camino de pedrería hasta entrada de la casa. Baekhyun apretó sus labios. ¿Cómo no había reconocido su casa cuando estuvo ahí con ChanYeol meses atrás? Si tenían tantos recuerdos juntos.
El sabía lo que esa casa significaba. ChanYeol había comprado gran parte de esos terrenos con la herencia que le dejó su abuelo, un dinero que no pensó tocar hasta ese entonces. Ellos dos habían regresado, después de aquella semana que pasaron juntos tras la muerte de su madre, Chanyeol se encargó prácticamente de él, viendo tanto por su bienestar emocional como económico, al punto que comenzaron a vivir juntos. Primero en el pequeño departamento de ChanYeol, y después de que el alto comenzó con la construcción de la casa, se mudaron ahí.
Esa casa tenía los mejores recuerdos de su relación con ChanYeol. Ahí ambos aprendieron muchas cosas del otro, como que él era un desordenado y ChanYeol un amante del orden, por lo cual siempre el más alto estaba detrás de él ordenando todo. También como el hecho de que odiaba la oscuridad por lo cual, siempre tenían que dormir con luces encendidas en la casa, mismo que Chanyeol solucionó con lamparas de lava, que daban menos luz pero mantenían todo claro, o los candelabros pequeños que permitían tener velas que se reciclaban.
Habían muchas cosas que ambos habían aprendido del otro durante todo el tiempo que vivieron juntos antes de casarse. Y Baekhyun atesoraba todo eso como lo mejor de su vida, eso nunca iba a cambiar. Y en ese momento que entrañan a la sala principal de la casa los sentía tan presente.
Se podía ver a si mismo, sentado por largas horas en ese sofá, el más grande, leyendo los libros de medicina de Chanyeol, los mismos que trataba de entender y palabras que no entendía esperaba a que Chanyeol llegase o los buscaba en Internet. Recordar eso le hizo sonreír, al final había optado por estudiar lo mismo que su esposo, quería ser médico para pasar gran tiempo de su vida con Chanyeol. El más alto soltó sus manos y se encaminó hacia la ventana abriendo las persianas. Esa acción le recordaba la manera en la que Chanyeol siempre lo despertaba los domingos, abriendo las cortinas y dejando que el sol le diera de lleno en la cara, y siempre terminaban en una guerra de cosquillas y besos.
—Estás muy pensativo —comentó Chanyeol llamándolo con él para subir a la segunda planta e ir a las habitaciones. Baekhyun se acercó a él y volvió a tomar su mano—. ¿Qué pasa?
—Umh nada, solo recordaba nuestra vida aquí —mencionó suavemente mientras subían escalón a escalón para llegar al que recordaba era su cuarto—. ¿Que hacemos aquí? —preguntó con curiosidad. Chanyeol sonrió—. Hace mucho tiempo que no ponía un pie en esta casa.
—Seis meses a ser exactos —le dijo y le acarició con suavidad sus manos—. Solo quería mostrarte algo que hice para ti —le dijo y le sonrió nuevamente cuando estuvieron en la planta alta.
Baekhyun no dijo nada, pero había pensando que entrarían a su antiguo cuarto, pero no, ambos siguieron caminando hacia el cuarto que siempre se mantuvo vacío en esa área. Chanyeol abrió la puerta y dejó que el menor entrara primero. Baekhyun se maravilló de ver el mismo decorado del departamento en ese cuarto, la misma decoración de las paredes del cuarto de sus hijos, pero ahora en color azul, todo era de niño. Le gustaba mucho.
—Pero... Ya tenemos nuestro cuarto en...
—¿Quisieras regresar a vivir aquí después de que nuestros hijos nazcan? —preguntó Chanyeol tocando el vientre de su esposo y acarició con suavidad este—. A nosotros siempre nos gustó este lugar, estar lejos de todos y ser feliz en nuestro mundo, ¿podemos serlo nuevamente pero ahora con nuestros pequeños hijos?
Baekhyun esbozó una sonrisa, enternecido por lo que su esposo decía. Asintió sin dudarlo. Él amaba ese lugar, a pesar de estar lejos de la ciudad, prefería el campo con estrellas que la ciudad con nubes de humo.
—Está bien, después de que nazcan nuestros hijos estaremos aquí —dijo y le besó la mejilla al más alto quien le tomó suave su rostro y besó sus labios.
Después de eso, pasaron toda la tarde en su lugar favorito de aquel lugar, bajo la enorme sombra de ese arbol, comiendo bocadillos que Chanyeol compró y recordando momentos entre los dos. Era un ejercicio que el médico le había recomendado al menor para asegurarse de que sus recuerdos hayan regresado por completo.
Con su espalda apoyada en el amplio pecho de Chanyeol, Baekhyun le daba de comer pequeños tajos de durazno en almíbar, mientras Chanyeol le acariciaba con suavidad su vientre.
—¿Te gusta cuando se mueven? —preguntó Baekhyun comiendo también pero fresas en almíbar.
—Sí, pero para ti es doloroso y no quiero que te duela —respondió Chanyeol besando la mejilla ajena—. Sabes, sentí muy bonito cuando me dijiste que querías llamarlos ChanGyul y HyunYeol, ambos tiene mi nombre y el tuyo. Casi moría de amor ese día.
Baekhyun se sonrojó y negó con su cabeza acomodándose hasta ir quedando de lado y poder ver bien al mayor.
—La verdad es que, creo que mi corazón sabía bien que te amaba, que solo lo pensé por ti, deseaba realmente que tuvieran mis hijos un padre como tú —le contó lo que había Estado sintiendo todo ese tiempo, tomando por sorpresa al mayor—. Eres un chico excepcional, eso lo sabes. Tus atenciones y cuidados conmigo y nuestros hijos, me hacían pensar que ellos serían muy dichosos y felices con un padre como tú.
—Eso es lindo —dijo bajito tomando la mano del menor y le colocó el anillo de bodas que el menor no había usado todo ese tiempo—. ¿Y tú? ¿Te sentirás muy dichoso y feliz de tenerme de esposo?
La pregunta hizo sonrojar al bajito.
Fin.
Nota final:
Ah, no se crean. Este no es el final ajsksk.
¿a que son lindos el ChanBaek? Bueno, todo parece que se va acomodando. Baekhyun y Yeol parecen quevan por buen camino.
Que creen que pasé con ellos en el siguiente cap? Quisieran ver la sorpresa del HunHan? Si es así comenten aquí
Y Bueno, Kyung ya vio a Chanyeol, creen que se quede tranquilo?
Esperemos a ver al próximo cap.
Si les gustó no se olviden de comentar y votar. Chao Chao.
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