Capítulo diez.

Hola.  Cómo andan?  Ya sé.  Me tardé en traer la actu.  Pero por más que quise no podía,  no ando bien de ánimos y pues no tenia nada escrito 🤣 pero hoy lo acabé y dije ya le toca.  Así que aquí está.

Espero que lo disfruten mucho.  Gracias por votar,  leer y comentar,  los adoro.  🤭❤

[>>>]

El mayor se acercó al de más baja estatura abrazando al mismo a su cuerpo.  Sus manos acariciaron con suavidad la menuda espalda del menor,  quien sollozó contra su pecho aferrándose de su camisa.  Sabía que lo que fuera a decir no iba a poder calmar las emociones del menor en ese momento.  Las hormonas del embarazo era lo que causaba que el impacto de esos recuerdos llegaran como si recién los estuviera viviendo.

El menor se abrazó con fuerza al cuerpo de su médico.  Dolía su pecho demasiado,  haber recordado los momentos más felices de su infancia en ese momento le cayó como un balde de agua fría con muchos hielos incluidos.  Su madre era el ser que más amaba en su vida,  era lo único que tenía en la vida,  quién cuidaba de él y le hacía feliz.  Sorbiendo la nariz miró al más alto. 

Chanyeol debía de aceptar que aunque no le gustara ver al menor llorar,  tenerlo ahí con sus ojitos ocusos y la nariz roja por el llanto lo hacía lucir adorable.  Le secó las lágrimas mirando un poco preocupado al menor.

—¿Qué pasó,  pequeño?  ¿Por qué has comenzado a llorar?  —preguntó un poco preocupado por eso.  Se daba a la idea de lo que pudo haber sido,  pero quería saberlo de boca del menor.

Baekhyun negó con su cabeza.  Había muchas lagunas en su mente en ese momento,  muchas cosas revueltas que lo hacían sentir aturdido.  Solo sabía que esa mujer que le hacia sonreír,  lo cuidaba y lo amaba era su madre.

—Mi mamá —dijo bajito haciendo que Chanyeol se tensara un poco ante los posibles recuerdos del menor—. Mi mamá murió,  ¿verdad?  —dijo el bajito con el pecho doliendo por esa noticia,  que estaba tan viva en su corazón como si hubiese sucedido recién—. Ya no está conmigo...  Me dejó.

—Pequeño.

Chanyeol lo abrazó de nuevo con fuerza a su cuerpo,  ahogando el llanto del menor.  Sabía en ese momento que para el menor esos recuerdos serían muy dolorosos.  Él sabía cuánto sufrió el menor en esa etapa de su vida,  cuando su madre no pudo vencer el cáncer y terminó partiendo de ese mundo un año después de que se conocieron.  Había pasado ya un tiempo desde entonces.

Lo llevó hasta aquel árbol,  lo hizo sentarse sobre la manta que ya había previsto antes,  el menor seguía con esa expresión triste en su rostro.  Si hubiese imaginado que algunos recuerdos vendrían a su cabeza no lo hubiera llevado a ese lugar,  mucho menos si esos recuerdos eran dolorosos.  Regresó a su auto a unos cuantos metros y de la cajuela sacó varias cosas,  entre ellas una hielera con comida y bebida fresca,  mantas,  lámparas y ese preciado telescopio que habían ocupado años atrás. 

Sabía a lo que se estaba arriesgando en ese momento,  pero tampoco quería vivir todo el tiempo en una cortina de humo que no le permitiera volverá  ver al Baekhyun risueño,  directo y feliz de toda la vida.

Al dejar las cosas cerca de la manta Baekhyun le miró,  su expresión confundida y triste le daba una ternura inmensa,  amaba esas expresiones en el bajito,  no lo iba a negar.  Se sentó a su lado y acarició con suavidad su mejilla,  sin decir nada el menor se recostó sobre su hombro.  Chanyeol solo tomó una de sus manos y jugó con esos dedos suaves y bien cuidados que el chico poseía,  besó el dorso de sus manos haciendo reír levemente al menor.

—Sabes que no me gusta que hagas eso —soltó el menor haciendo un puchero y escondió su mano dentro de su blusón.  Chanyeol se quedó sin aire—. Me da cosquillas y se siente raro —dijo nuevamente el bajito mirando al más alto,  quien le miraba con los ojos muy abiertos y el rostro un poco pálido—. ¿Se siente mal?  Se puso pálido.

Chanyeol negó con su cabeza.  La forma de hablar del menor fue tan fluida,  sin timidez,  como siempre solía hablarle.  Sintió que su corazón después de detenerse un momento estaba ahí,  latiendo como un loco corriendo en pleno mataron.  Baekhyun le tocó la frente para corroborar que no tuviera algo pero Chanyeol tomó su mano negando en el proceso.

—Estoy bien,  Baek —respondió y trató de esbozar una sonrisa,  pero se sentía abrumado.  ¿El menor lo recordaba?  En ese momento esa pregunta lo estaba martirizando—.  Baek tú...

—Hay muchas cosas en mi cabeza,  doctor...  Me siento abrumado,  perdón por no disfrutar la salida —se disculpó el menor bajando la mirada y jugando con sus manos en su vientre—. Este lugar me recuerda mucho a mi madre,  tengo muchos recuerdos con ella en este sitio aunque ha cambiado mucho,  esa casa de ahí no estaba antes y...  El pasto ahora es más corto,  como si le dieran mantenimiento,  ¿alguien habrá comprado aquí? 

Chanyeol apretó sus labios y se encogió un poco de hombros,  como si realmente no supiera de qué estaba hablando el menor cuando todo estaba muy claro.  Sí,  había comprado alguién ese lugar y esa casa que parecía deshabitada tenía dueños con muchos recuerdos perdidos.

—Es por que tu memoria está volviendo,  mañana te llevaré el hospital para que te hagan una revisión y veamos el progreso en este tiempo —mencionó Chanyeol fingiendo que no le asustaba eso.  El menor asintió,  si eso le haría sentir mejor iría sin problemas aunque le diera miedo recordar quién era y quién era esa persona con quien se casó—. ¿Quieres comer un poco de pastel?  Es de zarzamora como te gusta.

Baekhyun miró las acciones de Chanyeol de sacar de la hielera el pastel que dijo.  Sonrió porque sintió como sus bebés al parecer sí querían comer de ese rico postre.  Asintió sin dudarlo.  Chanyeol sonrió de ver esa bonita expresión alegre en el menor y le destapó el platito dándoselo al chico quien lo tomó encantado.  El menor cogió el cubierto y partió un pedazo de pastel llevándolo a la boca del más alto.

—A ver,  come —dijo sonriente esperando a que el mayor reciba lo que le ofrecía.

Chanyeol lo dudó.  Él no eran fan de esa fruta pero aún así comió el pedazo de pastel que el chico le estaba dando y fingió que lo disfrutaba.  Baekhyun mordió sus labios y sonrió desviando un poco la mirada al meter en su boca un pedazo del pastel también,  disfrutando de este que a sus bebés también le habían gustado.

—Ya quiero saber qué serán mis hijos,  quiero ver sus nombres y también,  buscaré un trabajo para comprarles ropita,  mucha ropita —contó con emoción mientras comía de su pastel.  Chanyeol solo le miraba,  verlo hablar con esa energía le daba felicidad a su corazón—.  Ya falta cada vez más poco para conocerlos.

—No necesitas buscar trabajo —dijo Chanyeol estando de acuerdo en todo menos en eso.  El menor no necesitaba trabajar en ninguna parte,  mucho menos ponerse en peligro ni él ni a los bebés.  Baekhyun le miró con un mohín en sus labios,  dejando ver que no estaba de acuerdo en eso—. Yo puedo comprar...

—No quiero abusar de su gentileza —interrumpió Baekhyun negando con su cabeza y dejó el platito de lado—. Aunque usted me guste,  no son sus hijos,  no tiene porqué cargar con nosotros... Ya bastante ha hecho estos meses,  que hasta vergüenza me da saber que he sido una carga.

—No eres una carga,  sabes que yo te amo.

Ambos se quedaron en silencio ante lo dicho.  Baekhyun sintió que sus mejillas se sonrojaron por completo e incluso todo su rostro se sentía caliente y no dudaba que se veía rojo en ese momento.  ChanYeol parecía una estatua en ese instante,  decirle eso al menor no estaba en sus planes en ese momento.  ¿Cómo iba a explicarle eso?  No quería incómodar al menor,  una cosa era gustarse y otra amar a alguien.

[>>>]

El menor le hizo una seña de que guardase silencio al más alto mientras lo jalaba por la muñeca hacia el interior de su casa.  Eran apenas las seis de la tarde,  su madre de seguro estaba dormida en ese momento.  El más alto se tuvo que aguantar la risa cuando chocó contra el sillón por lo apresurado que lo estaba jalando el más jóven.  Sabía bien que él era el mayor,  pero aún así se dejaba influenciar por las travesuras del chico.

—Baek —susurró ChanYeol divertido cuando llegaron  a la parte trasera de la casa.  Era su día de descanso por lo cual había aceptado pasar el día entero con el menor.  El más bajo le sonrió sin responder aún—.  ¿Qué haremos aquí?

—Una pijamada —dijo el menor sonriendo y le dio un beso en la mejilla—. Espera aquí,  ahora vengo iré por las cosas —dijo emocionado el chico y se adentró de nuevo a la casa.

ChanYeol sonrió.  Había estado antes en esa casa,  pero solo en la sala y en el cuarto de la madre del menor, cuando venía a ver su estado de salud.  El jardín trasero de la casa era muy bonito,  el pasto era verde y bien cortado,  así mismo las jardineras que había ahí  lucían bastante hermosas, llenas de flores y rosas blancas.  Se notaba que había mucho cuidado en ello.  Caminó por el jardín observando cada detalle del mismo,  imaginaba que le tenían mucho amor a ese lugar.  Giró un poco su torso al escuchar la risa del menor,  parecía que hablaba con su madre. 

La señora Byun era una persona bastante cálida y amable,  se notaba que amaba a su hijo con todo su corazón y estaba angustiada por su enfermedad.  ChanYeol sabía que no estaba siendo ético al ocultarle al menor que su madre cada vez estaba peor,  el cáncer la estaba matando lentamente.  La mujer era fuerte,  pero la enfermedad estaba muy avanzada.

Salió de sus pensamientos cuando el menor apareció por la puerta y al verlo le sonrió.  Baekhyun llevaba en sus manos muchas cosas,  las mismas que ChanYeol tomó cuando se acercó al más bajo.  El menor le indicó dónde y cómo debía poner las cosas,  armar la casa de campaña y colocar la pequeña fogata artificial.

ChanYeol estaba de acuerdo en que todo eso que el menor habían preparado era muy lindo.  Se había fijado en cada detalle para tener una acampada como si estuvieran en las montañas.  Al acabar,  ChanYeol sacudió sus manos y miró al más joven.

—Listo,  pequeño Baek —informó a lo cual el menor asintió emocionado dándole un beso en la mejilla al más alto,  aunque muy cerca de sus labios.  ChanYeol sentía que el corazón se le saldría del pecho—. ¿Tú mamá está bien con que pase la noche aquí?

Las mejillas del menor se pusieron rojas de pensar en ello.  Dormir por completo con ChanYeol era un sueño que se estaba volviendo realidad.  Su corazón se emocionó de solo pensarlo.

—No tiene problema —respondió tomando la mano del más alto y apretó la misma—. Mi mamá dice que usted es un buen muchacho,  que hago bien en salir con usted,  doctor Park.

La confesión del menor le tomó por sorpresa.  Había sido muy diferente a lo que pensó que diría la madre del menor.  Él era varios años mayor que Baekhyun,  esperaba que su madre se negase siquiera a la idea de que fueran amigos.  Pero saber que no era así,  le hizo sonreír y acariciar suave las mejillas ruborizadas del menor,  quien le miraba con sus ojos brillosos y su sonrisa retangular amplia.

—Entonces,  me deja más tranquilo —susurró el alto besando la frente del menor.

Sin darse cuenta del tiempo ambos habían recibido la noche ya dentro de la tienda de campaña,  jugando con la lámpara y haciendo figuras de animales con sus manos y las sombras.  La risa de Baekhyun era contagiosa,  haciendo que Chanyeol también riera como si no hubiera mañana.   El menor dejó la lámpara de lado y tomando por sorpresa al más alto se echó sobre el mismo abrazándolo del cuello y besando sus labios de manera profunda y húmeda.

Chanyeol lo abrazó también,  con delicadeza por la cintura,  correspondiendo hábilmente los labios del menor,  quién no dudaba en besarlo como si no hubiera mañana.  Chanyeol amaba la forma en la que esos pequeños labios se amoldaban a los suyos y esas manos delicadas tocaban sus cabellos que caían libres en su nuca,  haciéndolo estremecer de alguna manera.  Chanyeol sabía lo que el menor buscaba,  lo entendía,  era esa edad difícil donde querían experimentar,  pero no podía ser así.

Su mano apretó suave la cadera del menor y en un movimiento hábil lo dejó sobre las mantas y quedó sobre el cuerpo del menor.  Alejó su boca de los labios ajenos pudiendo apreciar bien el rostro ruborizado del menor,  quien al verse debajo del cuerpo fornido del mayor se sintió muy nervioso.

—Channie.

—Pequeño —susurró Chanyeol acariciando suave los cabellos del más joven,  recorriendo con el filo de sus dedos la suave piel de su rostro hasta bajar a su cuello y besó sus labios de forma suave y lenta,  haciendo estremecer al menor,  quien se aferró de la camisa ajena cuando la mano del más alto se adentró por debajo de la camisa del menor.  Chanyeol sonrió y se alejó un poco de él—. Aún eres muy joven,  no estás listo.

—Pero yo...  —Baekhyun hizo un puchero,  mirando al más alto quien le miraba con dulzura condescendiente—. ¿No le gusto?  —preguntó con los labios abultados.

—Me gustas y demasiado,  Baekkie pero. —Besó su mejilla y bajó hasta el cuello ajeno,  haciendo jadear pesado al menor—. Todavía no es el momento,  además,  todavía no te he pedido que seas mi novio,  ¿quieres ser mi novio?  —preguntó esbozando una sonrisa y alzó su rostro esperando una respuesta del menor.

Baekhyun estaba como en shock al haber escuchado eso.  Lo había soñado tanto en esos días que escucharlo en ese momento le había paralizado el corazón.

—Sí...  ¡Sí,  sí, sí quiero!  —respondió el menor olvidando todo y solo abrazó más al mayor besando sus labios una vez más y por primera vez como novio oficiales.

[>>>]

Las palabras del más alto se repetían constantemente en su cabeza,  causando que su corazón fuera latiendo cada vez más acelerado cada que lo recordaba.  Mordió sus labios mientras su mano movía la cucharilla dentro de su café,  revolviendo el azúcar y con su otra mano acariciaba su vientre abultado. 

—Qué debo hacer —susurró para sí mismo sentándose en la silla al pie de la mesa y soltó un ligero bufido.

No había dicho nada esa noche,  solo se había avergonzado al igual que Chanyeol,  pero aún así pasaron aquella velada aunque un poco incómoda por no saber cómo portarse con el contrario terminó disfrutándola mucho.  Desde esa noche tenía muchas cosas en su cabeza,  cómo los recuerdos de su madre,  algunos otros tantos de amigos y conocidos del pasado.

Mientras bebía de su café con leche,  sentando al pie de la mesa y tocando su vientre pensaba en esa persona que ocupaba gran parte de sus recuerdos recientes.  La pregunta estaba ahí,  pero no había querido decirle nada al doctor por no hacerlo sentir mal,  ¿pero era posible que ese chico fuera su esposo?  La sola idea le daba escalofríos.  Los recuerdos que tenía de esa persona no eran del todo agradables.

El celular que Luhan le había dado antes comenzó a sonar.  Saliendo de sus pensamientos y un poco apresurado Baekhyun fue a la sala y tomó el mismo del bolso que dejó antes en el sillón.  Era una llamada de Luhan.

—Hola —atendió la llamada escuchando las risas de SeHun y Luhan—. Dime Hannie...

—Pasaremos por ti en media hora,  para que estés listo —informó el chico con voz emocionada,  Baekhyun se sintió confundido—. Channie está esperando una operación de cuatro horas,  pero me pidió con Hunnie que fuéramos por ti a comprar ropa para los bebés y ver las cosas para el decorado del cuarto.

—Oh —Baekhyun susurró formando una o con sus labios y asintió a pesar de que nadie lo veía.  Una sonrisa se pintó en sus labios al saber que Chanyeol a pesar de todo seguía con la idea de querer hacerse responsable de él—. Entonces Chan estará ocupado todo el día...

—Hasta las ocho de la noche,  de ahí nos alcanzará para cenar,  no te preocupes lo verás —dijo con tono coqueto haciendo sonrojar al menor—. También te llevará las noticias de tus estudios,  así que,  anda alistate que pasamos por ti ya mismo.

Diciendo eso colgó la llamada.  Baekhyun formó un puchero y metió de nuevo su teléfono a su bolso de hombre caminando hacia su cuarto.  Sabía que tardaría para ver a Chanyeol pero a pesar de eso creía que sería bueno arreglarse pensando en él.

Mientras buscaba ropa y se preparaba para tomar una ducha pensaba en lo que podía ser el resultado de los estudios.  Tal como Chanyeol se lo había dicho al día siguiente de la cita fueron al médico y le realizaron los estudios necesarios para saber su estado.  El médico especialistas le había dicho que parecía había mejoría y que su memoria estaba volviendo poco a poco,  que era algo realmente bueno,  pero no dejaba de asustarle. ¿Y si al recordar no le gustaba lo que era su vida?  Sentía que a sus recuerdos tendría que irse del lado de Chanyeol y eso era lo que menos quería.

Tal como Luhan se le dijo, a la media hora ya estaba esperando porque terminara de arreglarse junto con SeHun,  quien atendía asuntos con su teléfono mientras Luhan platicaba con el menor sobre tiendas que serían ideales para conseguir las cosas de bebé que querían.

—Te ves hermoso —dijo el castaño esbozando una sonrisa al ver al pequeño chico de cabellos semi rubios,  con una pantalón maternal de mezclilla ajustado a sus piernas y una camisa de vestir a tres cuartos color rosa pastel y un suéter sobre sus hombros,  acompañado de esa sonrisa que siempre le seguía a todas partes—. Chan se va a morir al verte.

—Qué dices,  no exageres —dijo el menor apenado mordiendo sus labios brevemente.  Luhan se rió y se levantó de la cama sobre la que había estado sentado—. Vamos entonces.

Los tres chicos salieron del piso que ocupaba Baekhyun y fueron directo al auto de SeHun,  quien les abrió la puerta para que subieran.  Baekhyun lo hizo en la parte de atrás y Luhan al copiloto como siempre pero sentado de lado para ver a su novio y amigo.

—Por cierto Baekkie —dijo LuHan mientras SeHun conducía—. Chan me dijo que te han hecho un nuevo eco para saber qué serán y no se han dejado ver —comentó lo que sabía viendo al menor asentir con un puchero en los labios mientras se miraba la barriga—. Le pregunté a mi madre —dijo LuHan rebuscando en el bolso que antes había dejado en la guantera del auto—. Y me dijo que comas chocolate,  que eso quizá te pueda ayudar a que los bebés dejen ver su sexo.

El menor se sorprendió de eso y tomó la barra de chocolate que LuHan había sacado de su bolso y le tendía.

—¿En verdad?  —preguntó emocionado el chico.  La idea de saber qué serían sus bebés le emocionaba mucho.

—Sí. —Sonrió LuHan a lo cual SeHun rió.

—¿Y no quisieras que los bebés te den una sorpresa?  —preguntó SeHun mirando por el retrovisor sin dejar de conducir hasta el centro comercial más grande de la ciudad.  Baekhyun puchereó—. Estás ya en tu quinto mes,  faltarían cuatro nada más.

—Son muchos —se quejó el menor cruzándose de brazos,  no quería esperar tanto—. Además,  quiero buscar sus nombres por si son niñas o niños —dijo el más joven formando una nueva sonrisa en sus labios.

El imaginar dos pequeños bebés,  con sus cuerpecitos,  manitos y sus rostros pequeños y rojos al nacer hacían que algo cálido se instale en su pecho.  La pareja sonrió,  podían ver que el chico era feliz al llevar su embarazo.

Al llegar al centro comercial,  Baekhyun se vio bastante animado cuando LuHan y SeHun lo llevaron a la primera tienda de artículos de bebés,  incluso ellos compartieron esa emoción.  Es que ver tantas cosas tan pequeñitas y bonitas era hermoso,  hacía que hasta los corazones más duros se ablandasen por un momento.  El menor andaba de un lado a otro,  viendo con añoranza cada ropita que veía.

La pareja podía darse cuenta que el más joven tenía más alusión por la ropa de niña,  las miraba mucho,  y era de esperarse cuando había una gran variedad de prendas pequeñas,  bonitas y tiernas.  El carrito que habían tomado para las compras estaba casi lleno,  varios paquetes de pañales para recién nacidos,  mamilas,  baberos,  conjutitos unisex e incluso cosas para una buena ducha.  Todo eso escogido por el mismo Baekhyun,  quien no dejaba de sonreír en ningún momento.

—Creo que sería todo —mencionó el menor algo cansado pues sus dos manos fueron a dar a su espalda,  el peso de su vientre algo grande ya con dos bebés dentro lo agotaban más rápido—. Ojalá Chanyeol estuviera aquí —dijo el menor haciendo un puchero.

SeHun sonrió besando la mejilla de su novio y ambos le señalaron al menor hacia la entrada de la tienda por donde iba pasando el aludido.  Los ojos de Baekhyun brillaron de la emoción al igual que su amplia sonrisa.  Chanyeol al verlo correspondió el gesto y caminó hasta ellos siendo recibido por un beso en la boca de parte del menor.  Que a pesar de no haberlo esperado nadie no les sorprendió.

—Hola Baekkie. 

Saludó Chanyeol acariciando suave las mejillas del chico a lo cual el menor sonrió apenado por sus impulsos.

—Hola,  doctor Park —saludó el menor tímidamente tomando la mano del más alto—. Pensé que lo vería hasta la noche.

—Yo también,  pero salí antes,  además después de aquí tengo una sorpresa que darte —mencionó el más alto sin dejar de sonreír y le besó la frente a lo cual el menor asintió—. Ya compraron todo,  ¿no?

—Sí —respondió LuHan tomado de la mano de su novio—. Bueno,  iremos con Hunnie a pagar esto,  mientras ustedes vayan a comprar algo para cenar al restaurante que está en la terraza de aquí —indicó el chico empujando el carrito junto con su pareja hacia el área de cajas.

Chanyeol asintió y tomando la mano del menor sonrió siendo correspondido y ambos comenzaron a caminar hacia la parte del elevador para poder subir a la terraza.  Mientras caminaban el menor le platicaba al más alto sobre las cosas que había elegido y lo mucho que le emocionaba ver cosas de bebés.  Chanyeol lo escuchaba con atención,  le gustaba ver con esos ánimos al más joven.

Cuando llegaron al elevador ambos subieron al mismo picando la planta alta.  El último piso del edificio.  El menor se miraba constantemente al espejo,  viendo su cuerpo que estaba ya bastante gordito de algunas partes.  Chanyeol al darse cuenta de ese puchero que el menor formó en sus labios ante su imagen le besó la mejilla y le sonrió tocando su pancita.

—Cada día te ves más y más hermoso,  Baekkie —susurró con sinceridad,  el menor se ruborizó—. Me gusta mucho tu pancita.

—¿En verdad?  —preguntó el menor con una ligera sonrisa tímida en sus labios.  Chanyeol asintió sin dudarlo mientras su mano seguia acariciando suave la barriga del menor—. Usted me gusta a mí...

—Eres correspondido —susurró Chanyeol viendo como el menor se giraba hacia él y le besó los labios con suavidad pero siendo profundo.

Hubiese querido disfrutar más de los labios finos del menor pero llegaron a su destino y tenían que salir,  ambos salieron del elevador tomados de la mano y caminaron hacia una de las mesas vacías junto al ventanal.  Chanyeol le abrió la silla al menor quien con cuidado tomó asiento haciendo que el más alto tomara asiento junto suyo.

—Doctor Park...  ¿Le dijeron algo de mí en el hospital?  —preguntó con interés el más bajo tomando la mano del mayor quien asintió y de su maletín que cargaba consigo sacó unos papeles que le entregó al menor,   Baekhyun las tomó y revisó las mismas,  eran las placas de su cerebro,  no entendía nada—. Se ve raro.

—Aun hay lagunas en tu cabeza,  pero todo va bien contigo,  al parecer es cuestión de tiempo para que todos tus recuerdos regresen,  quizá hay algo que los ha estado bloqueando.  Quizá algo que tu subconsciente no quiere recordar —mencionó según el médico especialista que atendió a Baek—. Así que,  ten paciencia,  pronto sabrás quien eres.

—Sé quién soy —dijo el menor tomando por sorpresa al más alto.  ChanYeol le miró con los ojos bien abiertos—. Sé que soy Byun Baekhyun,  tengo 21 años,  recuerdo que soy estudiante de Medicina general,  y que no tengo más familia que mi madre que murió hace unos años,  también recuerdo a Luhan y a SeHun, pero...  —El menor guardó silencio sin darse cuenta de cómo ChanYeol estaba sudando frío en ese momento—. No recuerdo porque no estoy estudiando,  porque no recuerdo mi antigua casa y quién es mi esposo...  Tampoco lo recuerdo a usted,  ¿me casé con Jackson?  —preguntó negando con su cabeza,  deseaba que no fuera así.

ChanYeol sintió que el alma le abonaba el cuerpo al oir ese nombre.  La pesadilla de toda su vida tenía nombre de ese chico,  y sabía que Baekhyun también tenía ese nombre bien grabado en la cabeza,  imposible de sacarlo del cuento nada más porque sí.  El menor lo regresó a ver en espera de una respuesta,  quizá y el médico no estaba equivocado,  ahora entendía porque el menor sonaba tan como antes a pesar de que lo seguía viendo con amor.

—¿Recuerdas también a Jackson?  —preguntó al fin el más alto,  Baekhyun hizo una mueca y asintió,  ChanYeol quería decirle que no lo pensara,  que no lo trajera de nuevo a su vida,  pero no pudo—. ¿Recuerdas a Kyu...

—Ya quedó chicos —dijo SeHun al llegar con su pareja a la mesa,  después de haber dejado todo en su coche.  ChanYeol y Baekhyun le miraron—. ¿Pasa algo?, están muy serios.

—No es nada,  siéntese —pidió ChanYeol esperando que el tema pudieran retomarlo después.  Aunque,  al mirar a Baekhyun este seguía viéndose tranquilo,  de recordar a ese chico seguro el menor lo estaría odiando en ese momento.

Fue todo.  Espero que sí les haya gustado.  Me tardé todo el día escribiendo,  okno.  Pero pues me esforcé por traerles la actu.

Dejen sus bellos votos y comentarios,  ¿siguen creyendo que Park es el papá?

Nos leemos

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top