Capitulo 42: Empezando de nuevo.

TENEMOS NUEVA PORTADAAAA.

Soy felis🦄
Jeje
Los méritos van para AngiePotterhead , genial en hacer portadas :")

He visto ya tres veces en el cine la nueva pelicula de Cazafantasmas. ❤️La amo demasiado❤️
~Holtzmann es genial~
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Un rayo de sol se posó en mi cara, y me obligó a despertar.

Poco a poco logré enfocar la vista, y vi que las cortinas de mi cama estaban abiertas, cuando claramente las había dejado cerradas.
Las ventanas también estaban abiertas, y una suave y fresca brisa acarició mi mejilla.

- ¿Miranda...?

- Tampoco me importaría que me llamaras "Mamá", aun que delante de los demás estudiantes sonaría raro.

Sonreí levemente y me incorporé. Las camas a mi al rededor estaban vacías, y nuestras cosas estaban al fin ordenadas. Junto a Adler y Miranda me había trasladado a una habitación "extra", de la torre de Gryffindor, en la que dormíamos las tres junto a Sarah.

Habían pasado seis días desde que les contamos la verdad a nuestros familiares, y para que nos conozcamos mejor, Albus nos había dado un permiso especial de dos semanas, en las cuales no tendríamos que ir a clase; incluyendo a los Merodeadores al completo.

Albus y Mcgonagall habían llamado a Peter Pettigrew al despacho del director aquella tarde, y le sacaron la verdad facilmente. Todavía no lo era, pero le habían ofrecido el puesto en las filas de Voldemort que lo convertiría en mortífago, y traidor de los Potter. Con algo de Legermancia se enteraron de que actos había cometido hasta la fecha, y bastaban para encerrarle en azkaban durante muchos años.
Algo raro que sentí ese día fue una sacudida en el estómago. No por hambre o emoción, sino por alguna cosa que no lograba explicar.

1997

Harry James Potter estaba sentado delante de la cama en la que yacía su padrino.
Tenía los ojos rojos, y unas profundas ojeras que se apoderaba de su jovialidad. Sus manos temblaban levemente a causa del frío que sentía, y se echó la manta que tenía sobre el regazo por los hombros.
Pero, en verdad, no hacía frío. Nadie sentía frío en esa época del año. Nadie excepto Harry.

Desde hacía unas semanas comenzaba a sentirse diferente, y la cosa empeoró cuando su padrino y los señores Betling cayeron en un estado de inconsciencia. El hijo de la pareja lloró tanto que se quedó dormido en los brazos de Hermione cuando sucedió, y Ron colocó sus cuerpos en sus respectivas camas junto a Harry.

Había sucedido así sin más. De repente se habían "dormido", y no despertaban. Una gran sorpresa fue cuando apareció por la casa el ex-director de Hogwarts, y después de un largo y extremadamente delicado interrogatorio, corroboraron que era él en persona.
Le habían llevado hasta los adultos inconscientes, y el trio de oro se estremeció al escuchar su deliberación:

- Es simple, y bastante peligroso... Olivia y Sarah han viajado al pasado, a la "época Merodeadora"; Y están cambiando sus pasados, y ya que sus mentes tienen que añadir nuevos recuerdos de gran importancia para ellos... Provoca que caigan en una especie de trance, del cual no se les puede sacar. Lamento esto pero hay que esperar a que despierten por vía propia, si es que lo hacen.

1977

Después de una ducha fresca y un cambio de ropa, salí del dormitorio y bajé las escaleras hasta la sala común. Estaba aparentemente vacía, y me dispuse a ir al gran comedor, en donde había quedado con mi madre para desayunar; pero unas risas me detuvieron.

Venían de los dormitorios de los chicos, y con bastante curiosidad subí hasta donde provenía el ruido. Era la risa de Sarah, junto a otra que parecía hasta un poco perruna.

La puerta estaba abierta, asi que me asomé, y la escena que vi me causó tanta ternura y tanta risa que tuve que contener una carcajada: Sentados en el centro de la habitación, estaban Canuto y la niña, "tomando el té". Ambos llevaban una tiara de princesa, y llevaban unas alas de hada atadas con unas pequeñas correas a la espalda.

- ¿Quieres más té?

- Sí, por favor.- Sarah alzó la tetera y virtió en la taza el contenido imaginario.- Muchas gracias.

Ambos "bebieron", de sus tazas, estirando los meñiques.

- ¿Quieres azucar?

- No, gracias. Estoy a dieta. ¿No tendrías por casualidad polvos de hada light?

Sarah asintió y le virtió polvos imaginarios a su té imaginario.

- Mucho mejor. Gracias, muñeca.- Sirius posó su mirada sobre los accesorios que llavaba Sarah, y al reconocer uno de los collares preguntó-: ¿De donde has sacado los collares y la pulsera?

Sarah fijó su vista en las cosas nombradas, sorprendida por la pregunta.

- La pulsera y el collar dorado eran de mami, antes de...- Sirius asintió, ahorrandole el mal trago.- Y el otro collar me lo has regalado tú, cuando me adoptaste. Hay una foto nuestra dentro, pero Dumbledore me ha dicho que no se la puedo enseñar a nadie.

- ¿Y por qué no?

- Dice que es demasiado peligroso que veas como eres en el futuro.

- Pero...

- ¡Hola!- entré en la habitación, atrayendo la atención de Sarah hacia mi.- ¿Jugais a la hora del té?¿Sin mi?

- Lo siento, Liv... Mami me dijo que te dejara dormir más. Se ha ido al gran comedor con tu madre.

- Sabes que su madre es tu tía, ¿no?

- Sí, pero se me hace raro.

- ¿Quieres venir ya a desayunar, Sarah?- asintió y la ayudé a quitarse el disfraz.

- ¿Y el té? Hace un rato has dicho que ya estabas llena de comer tantas galletas de hada.

- Papi, era un juego. Ahora quiero ir a comer de verdad. ¿Me esperas aquí, Liv? Voy a dejar el disfraz arriba.- asentí y se fue a nuestra habitación.

Me giré al escuchar suspirar a Sirius, y vi que ya se había quitado el disfraz. Le ayudé a recoger las tazitas y el resto y lo dejamos sobre su baúl.
Se sentó en la cama, con la tiara que llevaba en la mano. La miraba pensativo, y me senté junto a el.

- ¿Qué ocurre?

- ¿Sarah de verdad piensa que soy su padre?

Me quedé algo shokeada, pero me recompuse.

- ¿A qué te refieres?

- A que yo no soy su verdadero padre. Es un muggle, y no llego a entender del todo por qué me trata como si lo fuera.

- Sirius... Es algo que yo tampoco entiendo todavía, y ya me está resultando algo cansino tener que explicar estar cosas. Basta con que sepas que Adler le hablaba de ti en su casa, y supongo que aún sabiendo que su padre no eras tú... Decidió que serías su "nuevo" padre. Más tarde la adoptaste, así que también supongo que de verdad sentiste algo por ella.

- Si tanto la quiero en el futuro, debo de estar sintiendome bastante mal con que haya desaparecido.

- Confío en que Albus te explique a ti y a los demás qué puede haber pasado... Venga, vamos a desayunar. Tengo hambre.

- Espera un momento... Si Adler se fue, también dejó su carrera de sanadora, ¿verdad?

- De auror. Por circumstancias que desconozco se cambió o cambiará a esa.

(...)

El frío había llegado, y finalmente también una de las más ansiadas celebraciones del año escolar: Halloween.
Los premios anuales de Gryffindor, junto a los prefectos, organizaron una fiesta de disfraces después de la cena en la sala común. Lo que pasa es que los merodeadores no pudieron asistir, ya que Remus estaba en pleno ciclo lunar. Las chicas decidimos no ir tampoco, y aprovechamos una de las salidas a Hogsmeade para comprar dulces y otras cosas para celebrar en nuestra habitación.

Sarah corría de un lado a otro para mirar todos los escaparates de las tiendas, mientras que Adler y Susanne corrían detrás de ella. Miranda, Lily y Marlene iban conmigo, y hablabamos sobre qué comprar.
Ví que Sarah y su madre entraron en Zonkos, y Susanne se iba con Mason Betling.

- Nosotras vamos a las tres escobas. Hasta luego.- la rubia arrastró a Lily con ella, y solo quedamos mi madre y yo.

- ¿Quieres ir a Honeydukes?

- Claro.

La tienda estaba totalmente abarrotada de estudiantes de Hogwarts, y tuve que luchar con un Hufflepuff regordete por unos caramelos de chocolate y crema. Miranda tropezó y se le pegó al pelo un caramelo amarillo. Una de las empleadas de la tienda se la llevó al almacén para quitarselo con cuidado (y magia). Mientras, yo seguía en la cola para pagar con todos los dulces que habíamos escogido, y cuando por fin llegué al mostrador la dependienta tardó un buen rato en contar cuantas cosas llevaba.

- Son tres galeones y ocho knuts.- Abrí mi bolso para sacar el dinero, pero entonces recordé que quien tenía el dinero era mi madre.- Chica, hay más gente que quiere pagar.

- No tengo el dinero...- un hililló de voz salió de mi boca.

- ¿Qué has dicho?

- El dinero lo tiene... Mi amiga. Está abajo quitandose caramelo del pelo. ¿Puedo esperar unos minutos?

Las personas detrás de mi empezaron a quejarse y a bufar enfadados y mis mejillas se pusieron rojas. La dependienta estaba retirando mis cosas del mostrador cuando una mano detuvo su brazo mientras agarraba ranas de chocolate.

- Pago yo.

El chico puso el dinero sobre el mostrador y la dependienta puso todo en dos bolsas. Agarró las bolsas y me llevó fuera.

- ¿Regulus?

- ¿Sí?

- ¿Qué haces?

- He pensado que podríamos pasar un rato juntos, ya sabes...

- Sí, claro...- suspiré al sentir la calma de la calle principal, y miré a mi al rededor.- Mi madre sigue dentro.

- Ya saldrá. ¿Paseamos?

- Esperamos a Miranda, y después paseamos.- bufó resignado y se sentó en un banco con las bolsas mientras yo esperaba junto a la puerta. A los cinco minutos salió, y se había recogido el pelo con una coleta para que no se notara lo pringoso que se había quedado.

- Me siento como si tuviera cinco mil caramelos pegados al pelo. La chica esa me ha dicho que cuando llegue al colegio le diga a Madame Pomfrey que intente quitarmelo mejor. ¿Y las chuches?

- Las tiene el.- señalé el banco detrás suya, y se sorprendió al ver a mi padre ahí. Éste se levantó y vino hacia nosotras.

- ¿Regulus?

- Hola, Miranda.- ambos parecían muy incómodos, y el viento frio que comenzó a soplar no mejoraba la escena.

- ¿No íbamos a pasear?

- Por supuesto.

- Así nos conocemos... Mejor.- se pusieron cada uno al lado mia, dejandome en medio de ambos. Era como su escudo para no tener contacto físico.

Inicié la marcha, y a pesar de que nadie decía nada en absoluto y el echo de que yo misma estaba incómoda, todo iba bien.

- ¿Juegas al Quidditch, Olivia?

- No. ¿Y tú?

- Como buscador. Este año ganaremos la copa de Quidditch.

- ¿Y como estás tan seguro?- preguntó algo altiva, mi madre.

- Los de Gryffindor no tienen oportunidad.

- Tu hermano está en ese equipo, Regulus. Ten respeto por el padre de tu sobrina.

- No es su hija.

- Sí que lo es.

- No es de su sangre.

- ¿Y qué más da?

- Pues que en realidad no es su hija.

- Pero ella lo considera así.

- Pero no es mi sobrina.

- Es la hija de mi hermana, asi que es tu sobrina.

- Ni siquiera estamos saliendo juntos.

- Pero al parecer en un futuro tendremos una hija en común.

- Pero Sarah no será mi sobrina hasta entonces.

- ¡Basta ya!- ambos me miraron, y se separaron el uno del otro, ya que con su discusión se habían ido acercando poco a poco... Y yo me había ido alejando de ellos poco a poco.

- Olivia, mejor nos vemos otro día....- mi padre se me acercó y me dió un abrazo corto. Me tendió las bolsas y las cogí.- Miranda...

Antes de que dijera nada se fue caminando calle arriba, y le perdimos de vista cuando un grupo de gente salió de zonkos. Entre ellos estaban Sarah y su madre, y llevaban una bolsa llena de cosas.
Adler llevaba a Sarah de la mano, y vinieron hacia nosotras en cuanto nos vieron.

- ¡Liv! ¡Mira! ¡Es una pluma de caramelo!

Corrió hacia mi y me la enseñó, y seguidamente se la puso en la boca para chuparla.

- ¿Qué tal Honeydukes? ¿Teneis todo?

- Sí. ¿A donde vamos ahora?

- ¿Y si vamos a la casa de los gritos a ver a los chicos? Creo que están ahí ahora.

Después de deliberar decidimos ir ahí, y cuando pasamos al lado de las tres escobas Lily se nos unió para ver a James.
Por fin, salían juntos... O algo así.

- ¡Pelirroja! Que alegria verte. Anda, cogeme esta bolsa, ¿quieres? Soy tu cuñada, anda...- Lily bufó resinada y divertida y cogió la bolsa que le tendía Adler.

Llegamos a la valla, y nos aseguramos de que nadie nos viera para que no nos siguieran.

- Mami, ¿A donde vamos?

- A ver a papá y a los tios. Remus está... Enfermo, y le hacen compañía mientras se recupera.

- Mami, ya sé que es un hombre lobo.

Adler frunció el ceño y me miró:

- ¿De verdad?- asentí. Volvió a mirar a Sarah.- ¿Sabes que tu padre se transforma en perro, verdad?

- Sí, pero no lo hacía tan a menudo.

- Tu tía y yo también somos animagas, ¿Eso lo sabías?- Sarah negó.- ¿Quieres saber en qué nos transformamos?- asintió.- ¡Pues ven!

Adler y Miranda echaron a correr mientras reían a carcajadas (algo imprudente dado a que no queríamos que nos siguieran), y Sarah corrió tras ellas unos segundos más tarde. Las tres salieron de nuestro campo de visión, y fuimos a ver a donde habían ido.

- ¿Sarah?

La encontramos detrás de una roca, sentada en el suelo. Sobre el brazo derecho tenía a una águila pequeñita, y en su regazo tenía a una gata blanca que maullaba tranquila. Sarah nos vió y sonrió; los animales se separaron de ella y se transformaron en sus formas humanas.

- ¿Te transformas en gato y tu novio se transforma en perro?- Adler rió y asintió.
Seguimos caminando hasta la entrada de la casa, y ya dentro subimos las escaleras hasta el dormitorio principal.

No había vuelto a tener visiones ya que al saber ya del todo qué tipo de vidente era, tomaba una poción que me impedía tener visiones de día.

Lo cierto era que la casa estaba más arreglada que en mi epoca, pero el dormitorio estaba practicamente igual de destrozado.

- ¡Papi!

Sarah corrió hacia Sirius, quien estaba tumbado en el diván boca abajo. James le estaba curando un corte de la espalda, y él mismo tenía el brazo envuelto en una benda. Las novias de los chicos también fueron con ellos, y examinaron las heridas bastante preocupadas.

- James... Dijiste que tendríais cuidado.

- Lo mismo digo, Sirius. Este corte...

- Estoy bi... ¡JAMES! ¡Eso duele hijo de...!

- ¡Sirius!- Adler le pegó una colleja, pero inmediatamente despues se dilculpó y ayudó a James a curarle el corte.

- Papi...- parecía que iba a decir algo más pero su voz se entrecortó y sus ojitos se llenaron de lagrimas.

- Eh, eh... No llores, estoy bien...- se tuvo que incorporar para que le pusieran una benda al rededor del tórax, y cuando estuvo bien incorporado dejó que Sarah se sentara en su regazo y le abrazara. Le devolvió el abrazo, y minutos más tarde comenzaron a mirar el contenido de la bolsa de zonko.

- ¿Donde está Remus?

- Poppy se lo ha llevado a la enfermería esta mañana. Volverá al anochecer, para su ultima sesión de tortura del mes.

- No solo la suya, sino que también la vuestra.

Al final Halloween resultó bastante dulce para nosotras, a causa de las chuches, pero las demás estaban muy preocupadas por los chicos, y, para que negarlo, yo también.

De un solo golpe, Sarah cayó sobre mi y irremediablemente me desperté.

- ¡SARAH! ¿¡Por qué...?!

No dije nada más por que comenzó a reir, y bufé. Me incorporé algo dolorida por el golpe, y miré al rededor. No había nadie más excepto nosotras, y eso era raro, ya que era domingo por la mañana.
Solíamos dormir todas hasta tarde. Aunque claro, sabía la razón por la cual Adler no estaba ahí, pero no por qué no estaba mi madre.

- ¿Qué hora es?

- Las nueve.

Se quedó callada, mirandome, sin intentar ocultar la sonrisa de su rostro.
Me levanté poco a poco, y noté que la cabeza me pesaba más de lo habitual. Maldita resaca.

Era la primera vez que había tomado algo de alcohol, y admito que durante la acción lo disfruté, pero por la mañana... Recomiendo no pasarse con el wiskey de fuego, y con eso me refiero a no tomar más de tres copas en una noche.

Ya era bien entrada la noche, casi las doce. Estabamos en la habitación de los merodeadores junto a estos, y nos sentamos en circulo, mirandonos unos a otros, con unas botellas de alcohol en el centro, frente a nosotros. Éramos siete en total: Lily y James, Remus y Miranda, Sirius y Adler, y, por último, yo.

- Damas y gilipollas, señoritas y catetos, estamos aquí reunidos para celebrar de forma privada y adulta el cumpleaños de este asteroide que tengo en frente: Sirius Black.- alzó su copa lleva de wiskey, y continuó-: Canuto... Viejo amigo... Ahora que eres mayor de edad, puedes comprarme todo el alcohol que te pida en Hogsmeade, y no lo digo en broma.- Lily le dió una colleja y se disculpó.- Ya, ya... Ahora en serio... Te quiero, hermano. Feliz cumpleaños.

- Y yo ya me esperaba un buen discurso.- Adler comenzó a reir, y el resto con ella. Todos bebimos un trago de nuestras copas, y suspiramos.

- ¡Bien! Como futuro padrino de boda que soy.- Adler alzó una ceja, y Sirius se encogió de hombros.- Por que está claro que conseguiremos que este mamón pase por el altar, y espero que sea contigo, Adler.- le guiñó un ojo.- Me he tomado la libertad de presidir esta celebración, y decidir la actividad que se efectuará en ella.

- ¿Beber?

- ¡Qué lista eres, Olivia! Pero no solo eso, no... Es un juego muy especial al que jugamos desde hace unos años... Y sí, también incluye beber.

- Consiste en que cada uno dice "Yo nunca...", y lo que se le ocurra que no haya hecho nunca, y quien sí lo haya hecho tiene que beber. Si eres el único de tu ronda, bebes igualmente.

- Le estás quitanto emoción, Lunático. Pero da igual, ¡Empiezo yo! Yo nunca he probado la pizza.

- ¿En serio? ¿Nunca? James, el año pasado fuimos a comer a una pizzeria con tus padres, ¿recuerdas?

- Mierda, es verdad... ¿Alguien? Mierda...- bebió solo su copa, y se la volvió a llenar.- Vale, Lily, tu turno.

- Bien... Yo nunca... He besado a una chica.- sonrió con autosuficiencia cuando los chicos bebieron, y se atragantaron cuando Adler y Miranda bebieron su copa.

- ¿Has besado a una chica? ¿Cuando ibas a decirmelo?

- Pues... No sé... Supongo que nunca.- Adler le sacó la lengua a Canuto.

- Fue el resultado de una navidad muy loca... ¿No es cierto, Adler?

- Por supuesto, hermanita. Pero de las mejores hasta ahora.

Los chicos parecían desconcertados, y yo no podía parar de reir.

- Ahora por reirte te toca, sobrina.

Bufé y alcé mi copa.

- Yo nunca... he nadado desnuda en una playa.- ahí todos se quedaron callados, y bastante sonrojados Sirius y su novia bebieron de sus copas.

- ¡¿Qué?! ¡Canuto yo te mato!- James se lanzó contra su amigo, pero Sirius logró apartarse a tiempo.

- ¡James Charlus Potter! Lo que hagan solos es cosa suya, no tuya.- resignado se sentó junto a su pelirroja.

Las rondas fueron pasando, y poco a poco nos fuimos sumergiendo en la agradable sensación que ofrecía el alcohol.

- ¡Ahora me toca!- exclamó Miranda ya borracha.- ¡Y sé que vosotros dos idiotas vais a beber!- señaló a James y a Sirius. Era una clara venganza por el "yo nunca" anterior... Mejor no entrar en detalles.- ¡Yo nunca he tenido un sueño erótico con nadie de los que están aquí!

Sonrió triumfal y los dos merodeadores bebieron sus tragos... Junto a sus novias. Al rato pasamos a jugar a verdad o atrevimiento, y también fue... Entrañable.

- James, amigo mio... ¿Verdad o reto?- Sirius tenía mucho aguante, pero ya estaba del todo borracho.

- ¡Reto!- se había atado la corbata del uniforme al rededor de la cabeza, y decía que era un pirata.

- Te reto a besar a la chica más guapa de esta habitación... Y nota que he dicho "chica", y no "persona". Por que afrontemoslo, yo os gano a todas, perras.- todos reimos, y James se lanzó a besar a Lily.

Al poco rato James y Lily se fueron con la capa de invisibilidad de James mientras se besaban... Mejor no entrar en detalles; y Remus se vino con Miranda y conmigo a nuestra habitación a dormir.
Sirius y Adler se quedaron solos... Solo añadiré que seguramente le dio su regalo de cumpleaños "personal".

Sarah dormía ya desde hacía horas, y eran las dos de la madrugada cuando me tiré en mi cama, y caí dormida abrazandola.

Realmente, esa fue una de las mejores noches de mi vida... A la vez que una de las más locas. Volviendo a la mañana siguiente...

- ¿Donde están Miranda y Remus?

- No sé... Cuando me he despertado ya no estaban.

- ¿Y cuando te has despertado?

- Hace una media hora, más o menos...

Volvió a sonreirme sin disimular, y le dije que iba a darme una ducha para despejarme. La cual, realmente sirvió.
Había conseguido librarme del dolor de cabeza rapidamente con una poción que había en el lavabo, y ya vestida estaba como nueva. Y, de golpe, había recordado qué día era. La razón por la cual Sarah sonreía de esa forma.
Salí corriendo del baño veinte minutos después de haber entrado, y corrí hacia Sarah y la abracé.

- Feliz cumpleaños, ardillita...

- ¿No te has olvidado?

- Claro que no. Es solo que estaba todavía medio dormida cuando me he despertado, eso es todo.- me abrazó, y caminé hacia mi cama. Saqué su regalo de mi escondite, y se lo di.
Era una foto de ella con sus padres. La había hecho cuando estaban jugando en el lago y no miraban. Eso hacía el momento de la foto aún más especial.

- Vamos a buscar a mami y a papi.

Me cogió de la mano y practicamente me arrastró hasta las escaleras.

- Sarah... No creo que sea tan buena idea...

- ¿Por qué no?

- Seguro que todavía duermen... Ayer estuvimos todos despiertos hasta tarde... Y ellos aún más tiempo.

- ¿Por qué?- comenzé a parpadear rápidamente buscando una respuesta que pudiera creerse, pero no encontré nada. Nada de nada.

- Vamos a verlos. Es tu cumple, hoy es tu dia... Ya deberían saber que deben estar al menos presentables.

Sonrió y bajamos corriendo las escaleras hasta la sala común. Remus y Miranda estaban ahí, pero mi madre no se percató de nuestra presencia ya que se había quedado dormida en el sillón.

- ¿Tampoco habeis dormido mucho?

- Ojalá... Se les oía hasta las dos y media, pero por suerte insonorizaron la habitación.- rodé los ojos.- Pero supongo que estarán algo vestidos. Ya avisé a Sirius ayer, por si pasaba... Eso.

- Gracias, Remus.

- ¡Eh! ¡Esperad!- se levantó y se arrodilló delante de Sarah.- Feliz cumpleaños, renacuaja.

Le dio un beso en la mejilla y subimos corriendo hasta la habitación de los chicos, y con un alohomora abrí la puerta. Es cierto que había algo se ropa por el suelo, y las botellas vacías indicaban que la fiesta de la noche anterior fue real.
Todas las camas estaban echas excepto una. Ésta tenía las cortinas medio echadas, y las sábanas completamente revueltas, pero entre estas se podían divisar a Sirius y a Adler, profundamente dormidos, y abrazados. Al menos llevaban camiseta, según se veía.

- ¿Puedo despertarles como a ti?- sería muy imprudente, así que no se lo permití. Al fin y al cabo la noche anterior era todavía (de alguna forma), la del cumpleaños de Sirius. También se merecía celebrar y despertar bien a la mañana siguiente.

- No, pero puedes despertarles con delicadeza.

Se molestó un poco, pero lo dejó pasar. Pensó unos minutos como despertarles, y se sentó en el borde de la cama, al lado de Adler. Se agachó sobre su cara y le dió un beso en la mejilla.

- Mami... Mami... Mami...- la chica se removió, y abrió un poco los ojos. La niña le dió otro beso en la mejilla, y se tumbó a su lado.- ¿Estás despierta?- Adler asintió suavemente y abrazó a Sarah contra si. Parecía que quería seguir durmiendo.
Comprensible.

Me senté en la cama de James a esperar, y al final Sarah y yo nos hartamos. Ella empezó a hablar más alto (aunque Sirius seguía roncando), y yo me acerqué a su cama y abrí las cortinas de golpe. Toda la luz que entraba por la ventana que tenían al lado les dió en la cara, y me aparté justo a tiempo de que Sirius me aplastara cayendo al suelo.

- ¡Soy un vampiro!- se tapó la cara con ambos brazos, y poco a poco se fue levantando.

- ¿Qué hora es?- preguntó, restregandose los ojos, Adler.

- Las nueve y algo más... Puede que ya sean las diez. - asintió y ambos bostezaron. Se levantó lentamente, y por suerte ambos estaban en pijama.

- Voy a darme una ducha...- Sirius se fue al baño, y Adler se estiró un poco.

- ¿Por qué nos habeis despertado...? Es domingo...- cogió una bata que había en el suelo, y se la puso. Parecía de Sirius.

- Sí, es domingo. Y ayer fue el cumpleaños de Sirius.- me senté de nuevo en la cama de James, a esperar a que se diera cuenta.

- Ayer...- se sentó en la cama al lado de Sarah.- Ayer era el cumpleaños de Sirius... ¡Oh, por Merlín!- se abalanzó sobre su hija y le llenó la cara de besos.- ¡Es tu cumple! ¡Merlín! ¿Como he podido olvidarme? Sarah, lo siento mucho cariño... ¿Me perdonas?- asintió y se lanzó a los brazos de su madre.- ¿Sabes que te quiero mucho, no? Nunca más me despertaré un cuatro de Noviembre sin recordar que es tu cumple, ¿vale? Te quiero mucho, princesa...

Al poco rato salió Sirius del baño, y al ver a Adler abrazando compulsivamente a Sarah también se acordó.

- Merlín, es tu cumpleaños... Adler, somos malos padres, nos hemos olvidado... ¿Nos perdonas? ¿Me perdonas?- todo acabó en un abrazó, así que está claro que le perdonó.

Bajamos a la sala común, y desayunamos todos ahí. James y Remus habían traido comida de las cocinas, y más tarde salimos a los jardines a pasar el dia.
Sirius y James le habían regalado una escoba para su edad, y no era de juguete. Lily se escandalizó un poco, y decía que era muy pequeña para aprender a montar. Pero, ya que ni Adler se quejaba, sus quejas no sirvieron.

- A ver, sigue nuestros pasos.- Canuto y Cornamenta se colocarón a ambos lados de Sarah.- Para comenzar bien una clase de vuelo, se debe dejar claro que la escoba es algo para ti. Tienes que extender el brazo sobre la escoba y decir: ¡arriba!

Sarah tomó aire profundamente, y hizo lo que le dijeron.

- ¡Arriba!- la escoba saltó inmediatamente hacia su mano.

- ¡Muy bien! Ahora coloca la escoba entre tus piernas, así.- James hizo una demostración.

- Y das una patada enérgica en el suelo, y te mantienes unos segundos en el aire para practicar. ¿Lista?

- Sí.- siguió paso a paso las instrucciones, y a la media hora ya volaba a dos metros del suelo con su padre a su lado.

- ¿Tu tenías una escoba?

- Sí... Una saeta de fuego, la más rápida de mi año.

(...)

La navidad también fue genial. La mayoría de los alumnos de Gryffindor se fueron a sus casas para celebrar las fiestas, y los pocos que quedaban aparte de nosotros eran de séptimo y se pasaban día y noche en la biblioteca estudiando.
Hubo regalos, risas, abrazos y otras cosas de las que no voy a hablar. En fin... A pesar de que Regulus se fue a su casa, lo pasamos genial. Claro que no podía parar de pensar en Harry, Ron, Hermione... Pero confiaba en que en algún momento, conseguiríamos volver.

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