Capitulo 35: ¿Visiones? ¿Eing?

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""El sol estaba en lo alto del cielo, sin ninguna nube a su al rededor, por lo tanto iluminando la faz de la tierra sin ningún inconveniente.

Una casa, preciosa, era iluminada por esa gran estrella, y en frente suya un enorme jardin verde poblado por una gran cantidad de flores y arboles brillaba a causa de las gotas de rocío que no se habían dispersado del todo desde la mañana.

La puerta de la casa que daba al jardin se abrió, y una niña de cabellos negros como la noche cruzó el umbral de la puerta y se internó en la flora de su hogar seguida por cuatro niños. Uno de ellos tenía el cabello castaño oscuro, casi negro, y tenía unos ojos grises, con una aureola marrón al rededor de la pupila. Parecía tener su misma edad. El segundo niño era más menudo que el primero; tenía el pelo más claro que su hermano, pero los ojos eran los mismos. El tercer infante que había tenía el cabello azabache, y unos ojos como esmeraldas que brillaban con la luz del sol a través de sus gafitas redondas, y parecía tener la edad de los primeros dos. Por último, otra niña; tenía una flamante melena pelirroja, y unos ojos marrones como el chocolate, y aparentaba tener la edad del tercer niño que cruzó al jardín.

Sus risas se hicieron notar, y casi de inmediato otras personas les siguieron al exterior. Estos se sentaron al rededor de la gran mesa cubierta por un toldo, y observaron como los niños reían mientras corrían al rededor de los arboles y rosales que crecían en aquel jardin.

Las tres mujeres presentes sonreían al ver a los niños (claramente eran las madres de ellos), y comentaban sobre alguna cosa de la que hablaban.

Dos de los hombres tenían un gran parecido entre si. El mayor de ellos estaba más entrenado fisicamente, algo más bronceado, y su pelo era marron oscuro; pero esas eran las unicas diferencias respecto a su hermano pequeño, ya que este era más menudo y tenía el pelo negro, que contrastaba con su piel blanca.
Ambos se caracterizaban por sus ojos grises.

El otro hombre que quedaba era claramente el padre de los ultimos dos infantes que habían entrado al jardín, y eso se sabía gracias a su indomable cabello azabache (igual al del pequeño), sus gafas redondas y sus ojos castaños.
En los brazos de la mujer de cabello negro y ojos avellanas iguales a los de su hermana estaba sentada una pequeña niña de tres años igual a ella. Esta reclamó ir con su padre, y se cambió de sitio hacia este.

Así lo hizo también la otra niña presente, de un año de edad, que estaba en los brazos de su madre. Extendió ambos bracitos hacia su padre, y este la cogió en brazos sonriendo.

Regulus Black (a quien se le podían ver ambos brazos a causa de su camiseta, dejando ver que no tenía ninguna marca), sonrió al ver a su hermano mayor con la hija de este en brazos, y se enterneció al igual que los demás al ver como le decía al oido cuanto la quería.

Le comenzó a hacer caras graciosas a su propia hija, la cual seguía teniendo sobre su regazo. Su mujer, Miranda, reía al igual que su pequeña niña, y el mismo rió al ver que su hermano y el mejor amigo de este le hacian caras semejantes a la otra bebé. Su sobrina reía, y notó que su cuñada Adler sonreía con ternura admirando a su hija, al igual que la otra mujer, Lily Evans, por entonces ya desde hacía tiempo la señora Potter.

Regulus vió que su hija mayor venía hacia el, y extendió un brazo para abrazarla.

Así mismo lo hicieron las demás parejas con sus hijos; Adler y Sirius fueron atacados por dos niños, ambos ya con el pelo revuelto por correr, los cuales arrebataron de los brazos de su padre a su hermana pequeña y comenzaron a jugar con ella; y los Potter con su hijo de gafas redondas y su hija de melena en llamas.

Era una mañana de primavera perfecta... Hasta que de un momento a otro el cielo azul se volvió oscuro, casi negro.

El jardín estaba seco, como si no hubiese rozado el agua en decadas, y la casa estaba en ruinas. Aparte de la niña de cabello negro no había nadie; todos habían desaparecido.

La pequeña habia crecido de repente, y tenia la apariencia de una adolescente.

La joven miró atemorizada a su al rededor, llamando a sus padres y a sus tios. Las risas calidas y felices de sus familiares había desaparecido, dando paso a una risa fría y escalofriante que le puso los pelos de punta.

Una sombra tomó forma a lo lejos, y un ser con ojos rojos se fue acercando hacia la chica, y esta retrocedió hasta chocar contra la pared de ladrillo casi desprendida. La sombra se fue acercando más y más, hasta que de una varita mágica blanca y huesuda salió un gran rayo de luz verde dirigido hacia ella.
La chica gritó con todas sus fuerzas, y escuchó a alguien llamandola desde la lejanía.""

- ¡OLIVIA!

Abrí los ojos de golpe y contuve un alarido al ver cuatro cabezas sobre la mia.
Sirius, Harry, Hermione y Remus me miraban asustados, y seguidamente mi tio y mi "ex" me ayudaron a incorporarme. Mi habitación estaba llena de personas, entre ellas los gemelos y Ron, quienes estaban a los pies de la cama, ya que al rededor ya no había más sitio. Una voz potente echó a todos de la estancia menos a Sirius, quien se sentó al lado mia en la cama y me dió un vaso de agua.

Lo tomé agradecida, y cuando acabé me lo quitó y lo dejó en la mesita de noche, para seguidamente pasar un brazo por mis hombros y abrazarme contra el.

- ¿Qué ha pasado, Canuto?

- Él te lo explicará.- señaló a alguien que estaba en la puerta, obligando a Hermione a salir. Cuando lo consiguió noté de inmediato que era Albus, ya que mi visión no estaba todavía del todo clara.

- ¿Te encuentras mejor, Olivia?

- Si... Albus... ¿Que ha pasado?

- Esto es algo que debería haberte contado antes... Pero no lo creía conveniente.

- ¿A que te refieres?- suspiró, y se acercó más a la cama. Se apoyó con las manos en el cabezal inferior, y me miró a los ojos.

- Tienes un don muy especial, Olivia. Es un don que hasta ahora solo unas pocas personas han tenido; esa es la razón por la que Voldemort te quiere a su lado.

- ¿Qué? ¿Qué tiene que ver Voldemort con esto?

- Es un don que hasta ahora no tiene un nombre especifico dada su rareza, pero se sabe que consiste en ver lo que pasa en otras realidades.- mi cara debía de estar reflejando mi confusión, ya que agregó.-: Voldemort te quiere matar por que teme que consigas anticipar sus movimientos y derrotarle.

- Pero profesor.- miramos a Sirius, quien no me habia soltado.- ¿No ha dicho que lo que podía ver eran... "Escenas" de otras realidades?

- Efectivamente. Y eso es lo que Voldemort no sabe. El piensa que eres una vidente, y de alguna forma u otra lo eres; solo que una muy especial.

La habitacion quedó en silencio el resto unos minutos; el tiempo que tardé en asimilar la noticia.

- Ahora; ¿me harías el favor de decirme qué es lo que has visto? Cuéntanos todos los detalles.

- Yo...

- Es para ayudarte a controlarlo, ya que puede volver a pasar.

- Está bien. - no creía que serviría para controlarlo, pero daba igual. Me estiré un poco, y Sirius me soltó para que me apoyara en el respaldo de la cama.- Era una casa... Había un jardin grande lleno de árboles y flores... Y me vi a mi misma con unos nueve o diez años. Había más niños; uno era Harry, de eso estoy segura. Luego habia una niña pelirroja, y otros dos niños: Uno con el pelo castaño oscuro y los ojos grises, pero con una aureola marrón al rededor de la pupila, y otro niño igual que el pero con el pelo algo más claro. Todos tendríamos entre ocho y diez años. Jugabamos en el jardin, y unos adultos salieron tambien de la casa. Eran Lily y James Potter, Sirius y Adler y mis padres. Mi padre no tenía la marca tenebrosa. Mi madre llevaba a una niña pequeña, muy parecida a mi la verdad, y Adler llevaba a una bebé de más o menos un año de edad. Las dos niñas se fueron con sus padres, y Sirius le decía a la bebé que la quería mucho, y  despues les hacían caras graciosas junto a James. Despues los demás niños y yo fuimos hacia los adultos, y junto a Harry y la niña pelirroja los abrazamos; mientras que los otros dos niños agarraron a la bebé y comenzaron a jugar con ella.- hice una pausa para tomar aire, y seguí.- De pronto el cielo se puso negro, y el jardin mustio. La casa estaba en ruinas y yo era una adolescente, como ahora. Todos habían desaparecido, y a lo lejos apareció una sombra negra, que era como humo... Se fue acercando, y vi unos ojos rojos. Una varita parecida a un hueso... me apuntó y lanzó la maldición asesina contra mi. Grité, y en ese momentó desperté con cuatro cabezas sobre la mia.

Tardaron muchisimo en asimilar toda la información. Miré un reloj que había colgado en la pared, y vi que pasaron cinco minutos hasta que se volvió a escuchar una voz en la estancia:

- ¿De verdad era yo? ¿Junto a Adler? ¿Y con una bebé?

- Si.

- ¿Qué significa esto, profesor?

- Está claro que lo que ha visto Olivia es una escena de su vida, pero en otra dimensión; es decir: En otra realidad. En esa realidad, segun parece, los Potter siguen vivos, y con una hija más. Miranda y Regulus también, claro, y con otra hija. Y por último tú y Adler, con dos hijos y una hija, que según creo podría haber sido Sarah, solo que algo distinta ya que en esa realidad según parece era tu hija biológica.

Sirius se quedó callado, sumergido en sus pensamientos.

- ¿Albus... Que hago ahora?

- ¿Ahora mismo, dices?- asentí.- Preparar tu baúl. Hoy volveis a Hogwarts, recuerdas? Ya hablaremos sobre esto mañana en mi despacho... Y esta noche toma esto antes de dormir.- sacó la varita de sauco y conjuró un frasquito azul.- Evitará que tengas otra visión fuera de lugar.

- Gracias.- el director asintió, y se levantó. Antes de abrir la puerta me levanté y le detuve.- ¿La sombra que he visto era Voldemort, cierto? ¿Por qué ha aparecido en mi visión si era una realidad en la que no existía?

- Eso es por que tu propia mente te estaba intentando proteger. Ver las visiones que tu ves es peligroso, ya que aun que no estés ahí presente físicamente, corres el riesgo de quedar atrapada si no paras a tiempo. Claro que si alguien ajeno consigue "despertarte", no hay ningún problema, pero si estás sola, tu mente recurre a un miedo muy potente para que te alejes de la otra realidad, y vuelvas a la tuya.
No tengo más tiempo, Olivia. Nos veremos en Hogwarts.

Se desapareció dejando un pequeño remolino de polvo en el aire, y me tiré al lado de mi tio en la cama.

- ¿Como estás, Canuto?

Pero no respondió. Me apoyé en mis codos, y le miré. Tenía los ojos cerrados, y se notaba que estaba despierto.

- ¿Como... Como era?

- ¿El qué?- abrió los ojos y se incorporó hacia mi.

- Esa realidad.

- Pues... ¿Que quieres que te diga? Se notaba que eramos una familia feliz. Tu con tus tres hijos y tu mujer; los Potter y sus hijos y mis padres conmigo y con mi hermana. Era... Bonito.

- Tres hijos con Adler...

Se volvió a tumbar en la cama y cerró
los ojos, seguramente intentando viajar a esa realidad distinta a la nuestra, en la que no había ni hubo guerra.
Una realidad en la que se había casado con el amor de su vida, y había tenido tres hijos de su sangre, entre ellos la hija que ya tenía por entonces, pero adoptada.

Una realidad en la que todo parecía mejor que en la nuestra.

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ESTE ES EL CAP MÁS LARGO DE ESTA NOVELA.
Uiiiiiii

Shoy un unicornio felish

Que os parece???

A mi me encanta
Jeje

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Se despide vuestro Unicornio Black Fox.

Besosss y difuuuu

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