Capitulo 31: Incidentes navideños.

Leer abajo, super importante👇🏻

La navidad de ese año fue... Estresante. Hubo tres fechas o actos que destacaron entre los demás.
El primero fue el cumpleaños de Sirius y Sarah. Esas fueron las únicas fechas "especiales", que fueron bonitas. Albus nos dejó salir de Hogwarts dos días, ya que el cumpleaños de Sirius fue un domingo y... Raramente el lunes estuvimos los cuatro enfermos (Harry, Ron, Herms y yo). La fiesta se hizo el domingo en la madriguera, para ambos, y jugamos al quidditch y comimos bastante comida. Todo un banquete.

Estábamos sentado al rededor de una gran mesa colocada en el jardín de la madriguera. En la cabeza de la mesa estaba Sirius, a du derecha Sarah, seguida por Tonks, Remus, Molly y Arthur. Al otro lado estabamos Harry a la izquierda de Sirius, quien estaba seguido por mi, y Hermione, Ron, Fred y George.

Molly trajo a la mesa dos pasteles increíbles: Ambos tenían una foto en la cubierta (parecido a los pasteles muggles), solo que éstas cambiaban entre si y por otras. Raro, increíble y comestible. Lo realmente bonito de esas tartas era la dedicación que le había puesto Molly en ellas.
Era como una disculpa debido a su desconfianza hacia Sirius, respecto a poder criar el a Sarah.
Era capaz, y ahora todos lo admitían.

Buckbeak estaba allí para poder desplegar sus alas, y casi todos volamos un rato sobre el.

El segundo acontecimiento importante fue la fiesta de navidad del profesor Slughorn.

Junto a Hermione salimos de nuestro cuarto, y bajamos juntas a la sala común. Harry estaba sentado en el sofá observando el fuego de la chimenea, y me acerqué lentamente a el y lo abracé por los hombros. Se giró y sonrió.
Nos dimos un dulce beso, y salimos cogidos de la mano por el retrato.

Últimamente Harry tuvo ataques de celos, dado a que solía desaparecer unas horas casi todos los días.
Iba con Draco a la sala de los menesteres, o con Albus, y el no debía saberlo; razón por la cual estabamos más cariñosos cuando se le pasaban los celos.

Fuera nos estaban esperando Hermione junto a su pareja. Había conseguido acelerar las cosas, y por fin Herms y Ron admitieron que sentían algo por el otro (claro, a su propia manera).
Ron era su pareja para la fiesta.

Caminamos contando chistes hacia el despacho del profesor Slughorn, y después de que comprobaron nuestros nombres en las listas, entramos.
Horace estaba en el centro de la sala, saludando a unos alumnos de Slytherin, a los cuales dejó plantados al vernos entrar. Las serpientes refunfuñaron.

- ¡Harry! ¡Señorita Black! ¡Señorita Granger! 'Que alegría que hayan podido asistir a la fiesta!- nos saludó efusivamente, y se fijó en Ron- Ah, Señor weasley... Veo que también ha venido.

- He venido con Hermione.

- Entiendo... ¡Disfrutad de la fiesta! Hay bebidas y pinchitos con comida. Si me excusais, tengo que ir a hablar con el señor Mclaggen. ¡Luego quiero una foto con vosotros dos!- nos señaló a Harry y a mi, y se fue hacia Cormac, el cual ya estaba rodeado por más profesores.

La fiesta transcurrió con normalidad, y con algunos alumnos comentabamos sobre el accidente que tuvo Katie días atrás jugando al quidditch.
Menos mal que era eso, y no la maldición del collar.

Slughorn de nos acercó, cuando Filch irrumpió en la sala, arrastrando a un chico con el. Era Draco.

- ¡Ha intentado colarse!

Snape se acercó a ellos, y se hizo cargo de Draco. Vi como Harry salía sigilosamente por la puerta, sacando su capa invisible. Como si fuera un ninja, lo seguí. Veía sus pies al final de la capa, ya que había crecido tanto que tenía que ir encorvado para que se ocultara del todo. Severus reprendía a Draco un pasillo más allá, y antes de que pudiera intervenir se fueron.

Harry se quitó la capa, y se giró. Me miró sorprendido, y me llevó a un aula vacía.

- ¿Qué hacías?

- No eres el único cotilla aquí, ¿sabes?

- Si, lo sé...- se abalanzó sobre mi, y atacó mis labios con rudeza y pasión. Le seguí el beso, y inevitablemente llevé mis manos a su nuca, y el las suyas a mi cintura. Profundizé el beso, y comenzé a sacarle la chaqueta...
Hasta que alguien abrió la puerta. Era Cormac Mclaggen, junto a una Ravenclaw rubia y demasiado maquillada.

Harry y yo nos separamos, y nos colocamos bien la ropa. Sin mirar a los otros dos a la cara, salimos al pasillo y andamos apresuradamente hasta perderles de vista. Una gárgola apareció delante nuestra, y recordé algo.

- Harry... Debo hablar con Albus. ¿Me esperas aquí? Será un momento...

- Cla-claro... No hay problema.
Suspiré algo sonrojada, y pronuncié la contraseña para entrar.

Le eché la bronca algo exagerada a Albus, al no impedir que Draco apareciera por la fiesta. Habíamos acordado que nada de eso debía suceder, pero... El plan fue al traste, en ese aspecto.
El tercer y último incidente importante de las navidades de 1996 fue el que tuvo lugar en la madriguera.

Remus estaba sentado en un sillón delante mía, mientras discutía con Tonks, quien estaba frente a Arthur. Junto al padre de Ron y Harry estaba sentada en el sofá, escuchando como discutían sobre si Snape había hecho un juramento inquebrantable.
Me miraban de reojo cada dos segundos, asi que acabé llendome a la cocina junto a los demás.

Molly cocinaba algo que olía demasiado bien.
Fred y George repartían obsequios de su tienda "Sortilegios Weasley".
Sirius comía galletas de chocolate. Sarah comía galletas de chocolate mientras leía un libro: Las cronicas de Narnia. Ardillita lectora.
Ginny montaba la mesa, y fui a ayudarla.

Me llevaba bien con la hermana de Ron, a decir verdad, mucho mejor desde que ella y Dean Thomas comenzaron a salir. Yo sabía que ella tenía un flechazo por Harry desde un principio, pero mi llegada cambió las cosas. Además, se pasaba todo el tiempo hablando de Dean, o hablando con el mediante lechuza.
Esta vez, estaba enamorada de verdad.

Terminamos, y nos sentamos a la mesa a esperar, mientras hablabamos, y escuchabamos la radio.

- Podría alimentarme solo de estas galletas por el resto de mi vida...

- Sirius, creo que tus pensamientos deberían quedarse en tu cerebro.- reí junto a Ginny, y Sarah levantó la mirada.

- Están demasiado ricas. Papi tiene razón.- cogió otra galleta, y se la metió en la boca.

- ¡Esa es mi chica!- chocaron los cinco, y la niña siguió leyendo. Sirius la miraba embobado, seguramente acordandose de Adler.

Pero había un pequeño detalle, que el si notaba: Sarah no era Adler. Era cierto que eran casi idénticas en todo, pero, ambos (yo también, por el diario de la mujer), apreciabamos como eran ambas realmente, iguales y completamente distintas a la vez.

Molly llamó a los demás a la mesa, y no podía evitar mirar constantemente por la ventana, asegurandome de que no habría mortífagos. Los adultos habían colocado encantamientos para proteger la casa, pero me era innevitable no preocuparme.

Llegó la hora de los regalos, y cada uno repartió los suyos. Todos recibimos una prenda Weasley, con nuestra inicial cosida en ella. Eramos tantos que no me enteré de todos los regalo que había, pero si que sé que por parte de Remus todos recibimos chocolate, y de parte de Tonks para las chicas ropa. A Sarah le regalaron libros, y a Harry articulos de quidditch.

Nos levantamos y fuimos al salón, y nos sentamos frente a la chimenea, mientras hablabamos con los demás, leíamos algún libro y bebíamos nuestro chocolate caliente. A la hora Remus se quiso ir, y junto a los señores Weasley le acompañé hasta la puerta. Tonks también se iba.

- Feliz navidad, Lunático...- lo abracé, y seguidamente hize lo mismo con Tonks.
Estaban por irse, cuando un sonido les distrajo. Provenía del cielo, y cada vez se fue haciendo más potente.

La barrera protectora rugió, y nosotros sacamos nuestras varitas. No era mayor de edad pero si alguien amenaza a los míos... ¡A la mierda las reglas!
La barrera volvió a rugir, y esta vez se formó una grieta enorme. La tercera vez que rugió, los demás ya estaban asomados por la ventana, y los adultos por la puerta; y la barrera finalmente se rompió.

Bellatrix Lestrange entró en su forma de humo en el terreno de los Weasley, y incenció los alrededores, haciendo un circulo perfecto que nos mantenía encerrados. Remus y Tonks fueron a apagar las llamas, y yo entré abruptamente en la casa, y fui hacia mi tío.

- ¡Canuto, llevatela de aquí!- señalé a Sarah, y el la cogió en brazos.

Rapidamente (con un accio), recogí todos los regalos que les pertenecían y los metí en una bolsa- ¡Sirius! ¡Llevate a Sarah de aquí, YA!

- ¡No voy a huir así por...!
- ¡NO HUYES! ¡Estás protegiendo a tu hija! ¡La ultima vez que te enfrentaste a Bellatrix casi...!

- ¡Vale!- parecía enfadado, pero seguidamente me abrazó.- Cuidate...

- No lo dudes.- les dí un beso en la mejilla, y se desapareció con Sarah en brazos en el mismo instante en que una llama de fuego alcanzaba el ático de la casa. Salí corriendo al exterior, y noté que Harry, Remus, Tonks y Arthur no estaban.

Apunté al ático con mi varita, y con un conjuro aprendido por Albus, apagué un poco las llamas, dejando la casa casi intacta. Repetí el conjuro las veces que hacía falta, y los demás volvieron cuando los mortífagos se fueron.

La casa estaba bien. Mi familia estaba bien. Pero yo no estaba bien; me desmayé.

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No me mateis!!
Hace muuuchooo que no actualizo, pero hay una razón...
Nenas!!! He aprobado todooooo!!!!
Ahora el segundo motivo: HE ESTADO ESCRIBIENDO COLABORATIVAMENTE CON MI MJA EN UNA NOVELA SUYA. SU PERFIL ES Angie13fangirl , Y la novela es una que se llama LA VIDA NO ES UN SUEÑO.
LEEDLA!!!!
Otra cosa... Se me había ido la inspiración, asiq os propongo que deis ideas para la novela, y si me gustan las incluyo.
Además, este ha sido el cap mas largo del book asiq...

Bessoooss comentaaadd y difuuu

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