Querido Diario:

Fue una terrible idea ir a nadar el último día de vacaciones, no sé en qué estaba pensando. Me siento adolorida de los brazos y piernas, me imagino que los demás se encuentran igual.
Quizá para la próxima vez que decida ir a nadar, será en un día de descanso en que no tenga que venir a la escuela.

Inevitablemente el inicio escolar se hizo presente, mi primer día de mi último año de bachillerato. Evitaré pensar en lo que eso significa y en las decisiones futuras que deberé tomar.

No negaré que disfrute lo más que pude las vacaciones de verano y sentí feo regresar al colegio; pues ya me había acostumbrado a mi rutina diaria.

Lamentablemente todo lo que inicia tiene que acabar.

Y vaya forma de hacerlo.

Pareciera que un momento de irresponsabilidad, influenciado por el alcohol puede costarte caro y perseguirte aún cuando quieras dejarlo atrás y seguir con tu vida.

Mientras caminaba por los pasillos de la escuela, sentía las miradas de los demás estudiantes juzgándome. Es algo raro porque usualmente suelen ser indiferentes ante mi presencia pero ahora de pronto medio colegio piensa que soy la culpable por la pelea entre Jampier y Austin.

Tal vez crean que soy una cualquiera por besarme con él rubio. Y la situación se complica, con nuestro amorío secreto.

Me siento culpable de ocultárselo  a mis amigos y a Consuelo, después de nuestra plática de aquella noche pero simplemente perdí el control de la situación, se me nublo el juicio. ¿Es eso un pecado? No sé lo que haré al respecto.

Ayer cuando regresé a mi casa, Austin me escribió por mensaje. Me dijo que me veía hermosa en mi traje de baño morado, y que le hubiera gustado poder estar a solas conmigo.
Acordamos que mantendríamos esto en secreto pero parece que él no continuará con nuestro acuerdo;  Quiere estar conmigo públicamente y la verdad siento temor.

No soy muy afectuosa ante ante las muestras de afecto,y menos públicamente; simplemente es algo que me aterra. Y más con alguien con quién no siento absolutamente nada.
Cuando estamos a solas, mi corazón se acelera demasiado. Y aunque me gusta el modo en que me trata, sé que todo es falso. Y eso me pesa muy en el fondo.

Apesar del mal momento el resto día fue relativamente bueno salvo por otro pequeñísimo detalle del que te hablaré enseguida. Entre otras cosas, comparto la mayoría de clases con Lorraine, salvo por arte. Sino hubiese sido por el cansancio y esos pequeños detalles el día habría sido distinto.

No te he mencionado ésto porque lo creía irrelevante, entre la transición y la emoción que me embargaba por iniciar el bachillerato y los retos que involucró a lo largo de la mitad de curso; pero parece que los estragos del año pasado me vuelven a atormentar. Quizá sea bueno desahogarme de esta repentina frustración que me embarga.

Al iniciar el bachillerato, me encontré con un trío de insoportables chicas. Quienes eran muy arrogantes, siempre se la pasaban criticando y menospreciando a los demás con sus comentarios déspotas y superficiales: desde la ropa, color de piel, situación económica, entre otros aspectos clasistas. Pues yo creo firmemente en qué  no debe juzgarse a una persona por lo que tiene sino por quién es.

La simple presencia de las tres chicas en el salón creaba una atmósfera de tensión y desconfianza. Sentías que te juzgaban desde el momento en que ponías un pie en el aula.

Me sentí molesta en cuanto las vi cruzar por el umbral de la puerta. Tendré que aguantarme, porque dudo que pueda cambiar la materia optativa que elegí, no les daré el gusto de joderme la vida en éste último año escolar.

Mónica, Elisa y Jessica no volverán a hacerme sentir mal, ni a provocarme una sola lágrima.

Ya he dicho que mi propósito es mejorar como persona. No ha sido fácil, y estoy lejos de ser una buena persona. Me he equivocado y fallado a mí misma, pero está bien reconocerlo.

No sé que me esperé durante este último año, siento un poco de nervios con tanto que lidiar pero intentaré mantener la calma ante todo.

Dicen que la vida es como una caja de chocolates y nunca sabes lo que habrá adentro. Quizá me esperen muchas sorpresas por descubrir. No puedo esperar a ver qué es lo que me deparará el futuro.

Vale la pena volver a empezar una y mil veces mientras uno este vivo.

Gabriel García Márquez

Nos leemos pronto Diario.

Att. Kim

Se vienen cosas más profundas, y difíciles tanto para Kim la protagonista, sus amigos, personajes cercanos e inclusive los que detesta porque todos merecemos un poco comprensión aunque no tengamos remedio.

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