Carta 38

Querido Diario:

La vida no es como un cuento de hadas rosa y endulzado. No hay valientes caballeros montando su corcel, peleando a muerte contra un feroz dragón para rescatarte y mucho menos existen los finales felices. Hoy en día vivimos en un mundo donde cada quien debe librar sus propias batallas, domar al dragón del miedo para así poder escapar de la torre más alta. Y  sobre todo resignarse al amor que jamás vendrá.

Es una interesante analogía sobre los cuentos antaños y los tiempos modernos en qué vivimos. Pero ¿A qué quiero llegar con esto? No sé cómo explicarlo, se me ocurrió usar este ejemplo para iniciar mi relató.

No sé que me pasa exactamente. Al llegar a casa me sentí confundida de repente, entre en una crisis sin motivo alguno.
Me sentí vulnerable, me cuestione muchas cosas: las decisiones que he tomado en la vida e incluso mi forma de ser.

De pronto sentí duda por todo.

Hay momentos en la vida, en los que te cuestionas sobre en lo que verdaderamente eres bueno. Y es normal sentirse así porque somos humanos, debemos permitirnos sentirnos inseguros y vulnerables para poder luchar contra esas voces que rondan en nuestra cabeza y nos llenan de incertidumbre.

Lo que nunca me imaginé es quien  terminaría pensando.

En aquel chico rubio, a quien había estado evitando últimamente. "Austin".

Por algún extraño motivo inundó mis pensamientos, decidí meditar mi desición respecto a él. Y contrario a lo que me esperaba me sorprendí.

La verdad es que no sabía nada sobre él, y eso limitaba mi paradigma de opciones. Siempre me gusta analizar ampliamente el panorama, pero simplemente no podía hacerlo en esta ocasión.

¿Qué alternativa tenía? Él había mostrado interés en mí aunque yo no tuviera intención de corresponderle.

¿Y si no tuviera que hacerlo?  No hay protocolos que marquen como deben de ser las relaciones ideales, puesto que la nuestra no lo sería.

¿Qué podría perder? Debería darme la oportunidad de experimentar y gozar un poco. De todos modos, tarde que temprano algo en la vida me terminara decepcionado, sin embargo nadie me quitará lo bailado.

En ese momento cogí mi móvil para avisarle de mi elección tomada.

                         Austin, tengo que decirte algo.
  Pensé sobre la propuesta de la otra vez y ...
                                                                Acepto.

Quizá exageré un poco con los mensajes pero tenía que hacerlo. Seguramente es una pésima decisión tomada en el peor momento con el juicio nublado pero tengo que sacarme está duda de la cabeza de una vez por todas.

No me ilusionarse ni me crearé alguna expectativa con esto. Ni él ni yo estamos pára jugar al romance.

Únicamente me limitaré a disfruta el momento mientras dure este desquité.

Nos leemos pronto Diario.

Att. Kim

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top