Querido Diario:

He notado qué últimamente el rumbo de mi vida ha estado muy perdido, como si caminará sola en un sombrío de sendero sin salida. Incapaz de ver la luz al final del camino.

No será ninguna sorpresa si dijera que en varias ocasiones me he sentido sola, aún estando acompañada. La tristeza me ha abrazado, recordándome que sin importar lo que haga no me libraré de ella .

Ya lo sé, estoy dañada.

Llevó años luchando contra la depresión, desde que tenía catorce, no obstante, no es una batalla fácil de vencer.

Es como si tuviera por dentro un demonio con el que me he acostumbrado a vivir, sé que es incorrecto pensar así sin embargo la tristeza formado parte esencial de mi vida, que no concibo vivir sin ella.

Pese a eso, no estoy escribiendo está carta para contar mis penas. Quiero hacer algo diferente en esta ocasión, deseo crear conciencia conmigo misma y cambiar mi percepción de la vida.

Por esa razón hoy decidí cambiar, crecer como persona. Solar y dejar atrás todas aquellas cargas que no me permiten avanzar.

A partir de hoy optaré por no darle mucha importancia a las situaciones inevitables de la vida. Dejaré de sobre pensar, no puedo tener el control sobre todas las cosas; He comprendido que solo consigo estresarme y decepcionarme, yo misma me perjudico y soy la única afectada.

Lo peor de esté asunto, es que todo mi esfuerzo es en vano.

A veces pienso que la vida tiene favoritos, y que sin importar cuánto me esfuerce siempre consigo fracasar. Por más que intenté actuar como la buena hecho todo a perder, siendo la mala de la historia.

No importa más.

Yo soy la bruja de mi propio cuento y no dejaré, que príncipes, reyes ni lobos vengan a joderme la existencia. La hoguera la enciendo yo misma.

Por ello mismo decidí tomarme un momento de paz, para meditar y reflexionar las decisiones que he tomado en mi vida, así como el rumbo que está tomará.

Lo lograré, superaré las heridas de mi infancia, sanando a mi niña interior.

Nos leemos pronto Diario.

Att. Kim.