𝔻í𝕒 𝕕𝕠𝕤

Querido Chispas,

Ver tu gesto de confusión al encontrar la carta en tu mesa me ha hecho el día. Lo digo por tu expresión, adoro tu forma de arrugar la nariz cuando descubres algo nuevo que te llama la atención. Y mientras la leías... Casi he podido ver los engranajes moverse en esa linda cabeza tuya. Realmente adoro la ternura que irradias cuando encuentras algo que te emociona.

Y sé que dirás lo mismo de siempre, que no eres tierno, que no sobresales en ser adorable. Pero a pesar de ello seguiré insistiendo una y otra vez, porque cada vez que dibujas esos gestos llenos de infinita ternura no puedo sino evitar quedarme embobado. Cualquiera diría que lo que más adoro de ti es tu rostro, siempre tan dulce, con esas pecas que solo aparecen en los días de sol que tan poco te gustan porque sientes que la gente se reirá de ellas. Pero te insistiré una y otra vez aquí lo mucho que adoro cada pequeña marca sobre tu nariz. Si pensaba que tu sonrisa iluminaba, con tus pecas brilla aún más.

Y si te lo preguntas, sí, sé que te parece extraño que un tal Hypnos te escriba cartas, pero no puedo evitarlo. Supongo que es algo cursi por mi parte, quizá incluso no te guste, pero... Necesito escribir lo que siento, dejar constancia de mis sentimientos para entenderlos de una vez, desenredar de una vez el intrincado nudo que son mis sentimientos hacia ti.

Pero aún es pronto para entenderlo y no creo que sea buena idea revelar mi identidad.

Con aprecio,

Hypnos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top