Querido amor confuso:

No sé qué pensar. 

Son demasiadas las vueltas que llevo dando en la cama, y, aún, no he logrado encontrar la posición correcta.

Tampoco es que pueda dormir.

Estoy tan confusa que ya ni sé quién soy.

"¿CUÁL ES MI NOMBRE? AYUDAAAA", pienso a todas horas.

No estoy segura de qué es lo que realmente siento por ti; porque es tan fuerte, que me causa temor enfrentarlo.

A veces hasta duele.

Pero de alguna manera sé que no debería permitir que siga agrandándose, ya que ninguno de los dos estará dispuesto a dar el paso.

Yo por mi cobardía.

Tú porque, en realidad, no sientes lo que mis amigos, por otro lado, me intentan hacer creer.

Solo lo sé.