❤️🩹Duele❤️🩹
Él recuerda muy bien ese día.
Estaba sentado junto a su madre, su cuerpo vibraba por la emoción mientras mostraba una sonrisa infantil genuina, vestía traje, después de todo hoy era Domingo y acababan de ir a la iglesia.
Sus piernas se balanceaban con nervios mientras su madre reía suavemente, aprovechando la soledad de la habitación de la sala de espera del consultorio para dejar que su aroma a frambuesas se esparciera y así tratar de calmar un poco a su inquieto cachorro.
"¿Emocionado?" -preguntó la mujer de tez morena y ojos chocolate, sabía la respuesta pero de verdad quería escucharla por parte de su pequeño.
"¡Si!" -respondió agrandando su sonrisa- "Vas a ver que ser-"
"Sr. Lucine"
Y la pequeña conversación que apenas había iniciado se interrumpió por el doctor que salió de su oficina para asomarse y dedicarle un mirada seria a la mujer y una mirada extraña al niño.
"...Adelante" -y sin más su madre se puso de pie sacudió su vestido, acomodo su traje y se dirigió al interior del consultorio, dejandolo solo.
"¡¿OMEGA?!"
"¡JAMES CÁLMATE!"
"¡¿CALMARME?! ¡¿TIENES IDEA DE QUE SIGNIFICA ESTO?!"
Platos rotos y muebles estaban tirados en el piso. El hombre de piel clara colocó sus manos sobre su cabello rubio con ira, su olor a rosas se hizo tan fuerte hasta el punto de hacer difícil respirar.
La mujer trataba de calmarlo, liberando su propio aroma pero no podía hacer nada, el olor del Alfa era demasiado.
En la esquina estaba el niño ya sin su sonrisa presente, sus ojos estaban rojos por las lágrimas, pero se mordía el labio con fuerza para evitar soltar algún sollozo que haga enojar más a su padre.
Arrodillado con sus lentes empañados y con tono morado en su bronceada piel justo en su mejilla, miraba el papel ya húmedo y arrugado entre sus manos, había muchas palabras y números pero solo había una cosa importante.
Omega
Ahí remarcada con tinta más oscura estaba su casta, como si quisiera que lo aceptará más rápido.
Ese día fue el más importante de su vida, el que marco su destino, su tormento.
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Entonces se despertó en su cama, su habitación estaba hecha un desastre y su cabeza dolía demasiado.
Y entonces lo noto, no tenía su clásica gabardina, y su camisa no estaba presente. Con pánico se sacó las sábanas que lo cubrían y se puso de pie.
Estaba vestido.
Un suspiro de alivió puro salió de sus labios, su sonrisa seguía tensa y sus orejas bajaron lentamente, estaba cansado, entonces vió gotas negras caer hacia el piso.
Se llevó sus manos a su rostro y sintió el líquido negro como la brea que desde que calló al Infierno fueron sus lágrimas.
Río como loco.
Se sentía horrible, se sentía débil.
Y entonces sintió una presencia.
Sus ojos se volvieron diales y sus astas crecieron al igual que sus extremidades. No permitiría que alguien lo vea en ese estado.
"¡JEFE!" -la pequeña pecadora no le importo la apariencia del pecador rojizo, y se lanzo a sus brazos como una niña mientras lloraba- "¡DESPERTASTE!"
Alastor parpadeó procesando que no había amenaza y acomodo a Nifthy en sus brazos.
"Nifthy... Querida ¿Qué pasó?" -y a pesar de que odia el contacto físico, su pequeña alma era la excepción, además quería saber que había pasado, además de notar que la cíclope además de llorar a mares estaba cubierta de sangre.
"Me llamaste..." -dijo la más pequeña mientras se secaba su único ojo- "Estabas en el suelo..."
Su sonrisa se tenso para tragarse su orgullo, en un acto de desesperación invocó a una de sus almas, por suerte fue su pequeña beta, por qué no puede ni imaginar que hubiera pasado si hubiera invocado a Husker.
"Te dí supresores" -siguiendo el relato ante el silencio del más alto, señalando el pequeño montículo de supresores, bueno eso explicaba porque le dolía el cuerpo- "¿Llegó... Esa época?"
"No"
Fue cortante, y su voz se distorsionó.
"¿Estás bien?"
"Si"
Nifthy lo miro con sospecha.
"¿Me vas a decir porque estás cubierta de sangre?"
"No"
Alastor suspiro y dejo a Nifthy delicadamente en el suelo, se carcajeó para darle unas palmaditas en la cabeza a la pequeña.
"Solo yo entiendo tu loca mentesilla~" -y sin más de un chasquido se colocó su camisa que estaba tirada en suelo junto a su gabardina roja, se sacudió el traje y se dispuso a salir de su habitación como si nada hubiera pasado.
Se moría de hambre, por todo lo de la mañana, no había podido probar bocado, y en estos momentos mataría por tener algo en su estómago, ya quería bajar a desayunar.
Nifthy se unió a su caminata por el pasillo- "El almuerzo ya está listo" -y entonces la cíclope saco su aguja y se adelantó mientras perseguía a una cucaracha.
"¡¿Almuerzo?!" -pensó Alastor mientras su sonrisa se tensaba-
*Horas antes*
Charlie bajó por las escaleras, con su típica sonrisa infantil y saludo a Husker quien limpiaba algunos vasos de vidrio.
"¡Buenos días!" -la princesa hizo un pequeña mueca, al ver cómo el gato se tenso al inicio, pero luego suspiro para darle una mirada de fastidio más que de odio, para el eterno alivio de Charlie- "¿Cómo amaneciste hoy?"
"Cómo la mierda"
"¡Me alegro!" -y entonces Charlie se dió cuenta de lo que Husk dijo e inmediatamente se tapó la boca.
La princesa entro en pánico, pero luego vio como Husker soltó una ligera risa, mientras colocaba un vaso de vidrio en el estante, Charlie también río un poco.
Cuando Husker llegó al hotel por invocación de Alastor... Su instinto no reaccionó bien, cosa que debió esperar, durante un buen tiempo había vivido rodeada de Omegas o betas y cuando llegó el minino con su fuerte olor a whisky... Pues digamos que se lo tomo como un desafío que casi termina con el gato alado chamuscado.
"¿Dónde está Alastor?" -y aunque se había prometido ya no acercarse más a él, se le hacía raro no poder olfatear el rico olor del desayuno que solo el Demonio De la Radio podía preparar, después de varias semanas, se había acostumbrado- "¿Salió?" -Charlie se removió temerosa, no quería pensar que por el inconveniente de l mañana el Omega la halla tachado de rarita, bueno más de lo que ya era.
"De hecho... Desde que subió detrás de la gruñona no ha vuelto a bajar" -el gato alado destapó una botella de licor y empezó a beber sin preocuparle que sea demasiado temprano- "Pensé que estaban conversando o algo... Además, No ha terminado de hacer el desayuno"
"¡Y MUERO DE HAMBRE!" -AngelDust se unió a la conversación para quejarse- "¡YA SON LAS 10:30! Y AÚN NO DESAYUNAMOS"
"Pues prepárate tu propio desayuno" -Ahora se unió Vaggi, quien se cruzó de brazos claramente fastidiada con el hecho de que Angel empezó a chillar- "No necesitamos a un Alfa egocéntrico para que nos cuide como si no fuéramos capaces de hacer las cosas por si mismos"
Angel dejó de chichar por un momento y miró a Vaggi con cara de estúpida.
"¡VAGGI ANTES DE QUE LLEGARA EL VENADO SOLIAMOS PEDIR COMIDA A DOMICILIO!" -se quejo la araña mientras se agarra el cabello- ¡TU NI SIQUIERA PUEDES FREIR UN PUTO HUEVO!"
Vaggatha le dió una mirada asesina. Ambos estaban enojados y sus olores se volvieron amargos.
"Bien, bien, cálmense" -trato de relajar el ambiente Charlie- "Todos podemos encontrar una solución a este problema"
"Desde que llegó Alastor solo hay más problemas" -se enojo la tuerta- "¡No tenemos que-"
Y como si su propio cuerpo la traicionara, su estómago gruñó, haciendo que se sonrojara de vergüenza.
"Pero... Si quiero su comida casera"
Se rindió Vaggatha.
"¡Yo puedo ayudar!" -y entonces Sir Pentius llegó con su sonrisa entusiasta rodeado de sus huevecillos- "Tal vez mi sazón no sea comparable al de Nuestro Sr.Radio, pero puedo intentar"
Charlie duda un poco, ofrecerle la cocina a uno de sus colegas más propensos al desastre, no quería ocasionar un incendio en el hotel recién remodelado, pero no pudo evitar sucumbir ante los ojos de perrito de la serpiente que lo miraba con ilusión de poder ser útil.
"Bueno... No veo porque no"
Sorprendentemente no salió mal, la comida fue del agrado de todos, pues fue un desayuno tardío pero agradable. No tanto como lo hubiera hecho Alastor, pero todos agradecían tener comida en sus estómagos hasta que el ciervo llegará.
"¡¿AÚN NO BAJA?!"
Vaggi estaba enojada, su olor a limón se intensificó y su moño se afiló para parecer cuernos.
"Si..." -Husker estaba tranquilo en la barra bebiendo un trago y jugando una ronda de cartas con AngelDust, quien tenía cara de hambriento.
"¡SON LAS 3:50 DE LA TARDE!"
Y aunque la demonio tuerta no lo admitiera, eso ya era preocupante, además estaba demasiado retrasada con el papeleo del hotel, aunque no hubiera huéspedes a multitud, aún tenían que organizar actividades y sobretodo las cuentas y a pesar de que Charlie no escatimaba en gastos, era necesario tener un presupuesto, y siempre había Sido un dolor de cabeza, pero desde la llegada del "Alfa egocéntrico" había Sido más ameno.
"¿Estará enfermo?" -Charlie estaba vibrando en nervios, su instinto le estaba rogando ir a averiguar que le había pasado al Omega- "¿Los ciervos se enferman?"
"¡Y OTRA VEZ NOS VAMOS A QUEDAR SIN COMIDA!" -grito el albino dramáticamente- "¡Y LA SERPIENTE NO ESTÁ PARA QUE HAGA DE COMER!" -empezó a chillar mientras su olor a gelato se hacía amargo para reflejar su estado de ánimo-
La princesa se frotó las manos nerviosa, mientras veía al Omega albino ser consolado por el gato alado dando palmadas en su espalda.
"¡VOY A HACERLO BAJAR EN ESTOS MOMENTOS!" -declaró la chica más bajá mientras tomaba su lanza y se disponía a subir las escaleras.
"¡Espera!" -Charlie frenó a Vaggi- "Yo voy a ir a verlo"
La mirada de la peliceniza se suavizó
"¿Estás segura Char?" -preguntó con genuina preocupación-
"¡Si! ¡Después de todo yo acepte que se quedará debo asegurarme de que cumpla su trabajo! -la princesa sonrió y levanto los pulgares- "Además tengo que asegurarme de que esté bien"
Y es que su instinto protector estaba volviéndose loco, por un lado no le gustaba ver a los que consideraba parte de "posible manada" sufrir, y no es que tache a los Omegas de débiles, pero siente que el deber de un Alfa es protegerlos, y por otro quería saber si el pecador rojizo estaba bien.
Sin esperar la respuesta de la más baja con toda la motivación del mundo empezó a subir las escaleras, no sin antes decir que se quedarán a esperar.
Charlie subió las escaleras y empezó a recorrer los pasillos del segundo piso, la habitación del demonio ciervo estaba demasiado alejada, prácticamente si te dirigieras a ese lugar en la penumbra de la noche nadie escucharía tus gritos pedir ayuda, además de brindar la privacidad y tranquilidad que seguro el pecado quería.
Mientras la rubia se acercaba algo empezó a llegar a su nariz.
Ella lo reconoció de inmediato.
"No no no" -Entro en pánico, el olor era siempre tenue, imperceptible, pero por alguna razón sentía que en este caso en particular, era especial, pero Charlie no se dió tiempo de pensar antes de que el olor nublara sus sentidos, se cubrió la nariz y se dispuso a alejarse... O eso es lo que planeaba al menos- "¿Qué haces Charlie?" -penso en voz alta pero en susurro mientras abría la puerta mientras sus manos temblaban.
Mala idea, apenas la puerta fue abierta el exquisito aroma a fresas con crema le choco en todo el rostro.
Su rostro se enrojeció ligeramente y sus ojos se volvieron rojos, Charlie sabía que si seguía ahí iba a enloquecer ¿Entrar sin permiso al cuarto de Alastor? ¡De verdad estaba enferma! Sobre todo porque quería seguir olfateando ese aroma, y si era directo de la fuente era un idea exquisita.
"Alfa..."
Una débil voz, casi en un susurro, parece que no se había dado cuenta por estar centrada en el aroma, así que volteó.
Sus cuernos y su cola surgieron, sus ojos se volvieron de un rojizo intenso su rostro estaba en extremo sonrojado y su boca no paraba de babear.
Su vista fue bendecida.
Y es que ahí estaba el Gran Demonio De La Radio, con su astas crecidas acostado en su cama hecho un desastre, con el sudor empapando su piel grisácea, aún con su sonrisa pero temblorosa.
"Alfa..."
Y la estaba llamando.
¿Entro... En esa época?
No lo creía, estaba segura que le hubiera dicho, o aunque sea hubiera desaparecido del hotel, no se hubiera quedado.
Charlie volvió en si cuando el olor se hizo más fuerte como si tratara de llamar su atención, su propio aroma a pay de manzana se unió por instinto.
Mala idea.
El pecador rojizo trato de ponerse de pie con dificultad sobre la cama, mientras la seguía llamando.
Su respiración era pesada y sus orejas se aplastaron sobre su cabello mientras se acercaba al borde la cama, Charlie ya estaba practicamente cara a cara, apenas controlaba su cuerpo que parecía ser atraído como un imán, y es que estaba tratando de mantener el poco control que tenía.
"Alfa..."
Alastor se inclino hacía adelante de manera coqueta, algo que Charlie nunca pensaría ver, pero por impulso ella también se acercó para tomar una de las orejas de ciervo entre sus manos y apretarla.
El pecador se estremeció bajo el toque por su sensibilidad actual, soltando un ligero suspiro.
Y eso rompió el autocontrol de la princesa quien sin pensarlo dos veces se abalanzó sobre el demonio rojizo y lo apreso sobre la cama, su larga cola se enredo en una de las piernas del contrario. La princesa empezó a babear y de un chasquido la camisa de Alastor no estaba, dejando al descubierto su suave pelaje del pecho, la rubia se acercó al cuello del Omega aspirando todo el olor posible mientras el ciervo se retorcía por el toque de su nariz.
Charlie abrió la boca mostrando sus colmillos ya grandes listos para morder el cuello, hasta que sintió una molestia en la espalda baja, el fastidio se convirtió en dolor debido a la confusión.
Ahí estaba la pequeña Nifthy, con su aguja en mano apuñalando la espalda baja de la mismísima princesa del infierno.
"¡DEJA AL JEFE EN PAZ!" -grito la cíclope, sin importarle una mierda lo que podría pasarle y seguía apuñalando repetidamente a la rubia con su aguja de metal.
Charlie dió una mirada de fastidio a la beta, cuya ausencia todo esté tiempo recién había notado, ese daño tan insignificante no le iba ser daño, pero si la tomo por sorpresa.
Pero fue gracias a la sensación de su propia sangre caliente sobre sus ropas que reaccionó, y se dió cuenta de la situación en la que estaba.
Apartó bruscamente a Alastor y se puso de pie casi tropezando.
"¿Alfa?"
Charlie se tapó la boca para no chillar de emoción al ver al Omega inclinar su cabeza, aún con sus orejas caídas y con genuina confusión.
¿Qué estaba haciendo?
Por poco... Ella... ¡¿Se estaba aprovechando?!
Ella... Por poco...
Mierda
¡Mala Charlie!
Charlie decidió salir de allí lo más pronto posible, antes de que la situación se volviera a salir de sus manos nuevamente.
Pero lo que si no espero fueron los lloriqueos del Omega rogando que se quedará, tuvo que cerrar la puerta de la habitación para que no se abalanzara.
Se escucharon portazos, golpes y llantos dentro de la habitación, además de sonidos de berridos que aceleraron su corazón.
"Duele..." -escucho al otro lado de la puerta de roble- "Duele..."
Y eso le partió el corazón.
Charlie quería entrar ahí y abrazarlo, consolar su dolor y su malestar, pero lo que había sucedido hace instantes era una clara prueba de que no se iba a poder controlar.
"Lo siento Alastor..." -y es que de verdad a ella también le dolía escuchar al Omega llorar, estaba segura que nunca iba a poder imaginar el dolor que sufría en estos momentos- "Pero si entró ahora... Me odiaras por toda la eternidad"
Y sin más se dispuso a alejarse triste y avergonzada, ya después el golpe de realidad le golpearía con fuerza.
Mientras en la habitación Alastor seguia rasgando la puerta, sus pensamientos estaban nublados y su Omega tomo el control.
¿Por qué se fue?
¿Tanto le disgustaba?
¿Su olor era el problema?
Sus astas crecieron más pero no podía usar sus poderes ya que no podía pensar con claridad, lloraba a mares manchando su rostro de sus negras lágrimas mientras se estremecía de dolor.
Hasta que sintió un tacto.
Nifthy lo abrazo con fuerza mientras susurraba palabras de consuelo, esperando que su sola presencia fuera algo reconfortante, Alastor correspondió abrazando a la pequeña con fuerza teniendo que ella también se fuera, no le importaba que la pequeña estuviera manchada con sangre, cuyo olor lo calmaba también, la abrazo con fuerza mientras soltaba berridos.
Nifthy aprovecho su apego para hacer que el más grande la siguiera hacia la cama, quien no queriendo que lo dejen la siguió, y lo acomodo nuevamente en la cama y le inyectó otro supresor con cuidado sobre su glándula, ya eran 9.
La pequeña cíclope sabía que su jefe odiaba cuando su instinto tomaba el control, según sus propias palabras "era patético", además de no recordar nada tras pasar a ese estado.
"No sé preocupe Rey cucaracha... Lo protegeré con mi vida" -declaró la pequeña pecadora con su aguja en mano mientras reía como maniática mientras se disponía a seguir limpiando el baño, dejando a Alastor dormido profundamente en la cama.
Alastor miró el reloj del lobby del hotel con un tick en el ojo.
5:30
Eso ya no podía considerarse el almuerzo.
¡¿Qué tan mal había estado?!
"Buenas tardes camaradas" -saludo con su tono animado mientras se encontraba a los residentes del hotel viendo una película en esa horrible caja ruidosa- "Lamento mi ausencia este día, no volverá a pasar" -y por supuesto que no quiere que vuelva a pasar y aunque una disculpa hiera su orgullo aunque sea sentía que con ella tenía un poco más de control.
"Sonrisas~" -Angel saludo coqueto como siempre mientras se acomodaba en el sillón- "Te extrañe mucho~"
"No lo dudo mi afeminado amigo" -Alastor giro su bastón y se empezó a dirigir a la cocina- "Pero si me permiten muero de hambre"
"¡ESPERA!" -la princesa trato de detenerlo Pero Alastor ni se inmuta y entra a la cocina.
Todo está quemado, hay masa en las paredes, torre de platos y ollas sucias, líquidos desconocidos en el suelo y olía a desgracia.
"¿QUÉ LE PASÓ A LA COCINA?"
"¿Sorpresa?" -trato de apaciguar Charlie mostrando un plato humeante con un aroma agradable- "Cocinado entre todos... Cómo estabas *cof* indispuesto... Decidimos sustentarnos todo hoy"
Alastor miró con sospecha el platillo.
"Además fue una buena actividad de integración" -Charlie río nerviosa, para luego suspirar de alivió cuando vió que Alastor tomo el tazón de carne de ciervo entre sus manos.
"Gracias querida" -con tazón en mano se sentó en el sillón invocando una pequeña mesa para poder comer a gusto.
"No recuerda nada" pensó con alivió la princesa, estaba segura que si recordara no la hubiera querido ni mirar.
Pero su preocupación fue reemplazada con felicidad pura, al ver cómo el pecador comía con todo gusto el estofado que habían hecho entre todos.
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(3243 palabras)
Holaaa personitas del futuro!!!
Wattpad me borró el episodio 2 veces jajaja 🥲
Pero, aquí el primer capítulo más largo que he escrito en esta historia.
Siento que me quedo mejor que las primeras versiones.
Me estado informando un poco más de este universo, porque solo sabía lo básico, es bastante interesante y tierno si omites todo el por-
¡Bien! ¡¿Que les pareció?!
F x el venado
AngelDust me representa cuando tengo hambre XD
Lo siento, tengo un gusto por ver a Alastor vulnerable ✋😔
Charlie sabe que los Omegas se respetan, pero sus instintos por poco le ganan, por suerte no pasó nada 🧐
En el siguiente episodio se verán más escenas tiernas, pero obviamente con el toque que caracteriza a este tipo de dinámicas.
Además recuerden, está historia de OMEGAVERSE y Alastor es un Omega.
Para buscar más imágenes, me terminó de encantar el Charlastor ❤️
Recuerda, ¡si estás en 2070 cuídate de los zombies! Randi mikU 🐺 se despide!!!
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