Querida yo:

Debes entender que los príncipes no existen... Y tampoco las princesas (aunque sé que no buscas una princesa).
Sólo existen personas, y las personas no son perfectas. Eso ya lo sabes, pero creo que aún no lo comprendes del todo.
Debes comprenderlo.
Te estás enamorando de alguien... ¡Qué bueno, te felicito! Y lo digo en serio, pero cometerías un grave error si lo llegas a comparar con alguien que ya no quiere nada de forma romántica contigo. Mejor disfruta su esencia, su forma de ser y de pensar. Y no lo cambies, sólo hazlo mejor persona. Disfruta TODOS Y CADA UNO de los momentos a su lado.

Evita las peleas, pero con esto no quiero decir que vayas a dejar que te haga lo que le plazca. Ni tú a él, obviamente. Todo debe estar nivelado. En un equilibrio.

Créeme que si no es para ti, ya lo sabremos, pero mientras... Enamórate, no te lo voy a impedir. No me lo voy a impedir.
Si me caigo, me levanto y me sacudo y sigo caminando. Y si me rompo, encuentro las piezas y me vuelvo a formar. Y así con lo que me pase.

Sé que tienes miedo, pero... Ya nos hace falta soltarnos un poco. Volver a ser cursis, valga. Derramar miel y decirle lo mucho que lo amamos. Total, si él no quiere, ¡de lo que se pierde, cariño! Pero, afortunadamente, todo indica que también nos quiere, y ese es un buen comienzo. Y durará lo que tenga que durar, ¿de acuerdo?

Bueno, sabiendo esto, te deseo las mejores de las suertes. Enamórate de lo lindo y disfrútalo al máximo, bonita.
Feliz Cumpleaños, Fer (a veces hay que auto felicitarse, ¿sabes?).
Y, nena, no quieras volar antes de aprender a caminar.

Con mucho amor,
Quien nunca te abandonará.