Robin mordía el lápiz mientras observaba la pizarra.

A Nancy le había tocado salir para hacer unos ejercicios de matemáticas. No podía dejar de mirarla, la forma en que movía la mano y en como colocaba esta en su mejilla para pensar en la respuesta, era hipnotizante.

—Está perfecto, Nancy— la profesora sonrió y asintió con la cabeza. Estaba aliviada de que alguien de la clase le prestara atención.

—Gracias.

—Jennifer, sal a hacer el siguiente ejercicio— ordenó.

Ella maldijo a la profesora. Odiaba las matemáticas, siempre lo había hecho, no le gustaban y no sé le daban especialmente bien.

Se levantó de su silla algo apurada, no había estado prestando atención y no tenía ni idea de cómo hacer la operación de la pizarra.

—Este ejercicio tiene trampa, qué mala suerte— le dijo Jason a Robin mirándola de reojo con una leve mueca.

Jennifer cogió la tiza sin saber qué hacer. Su mirada se desvió hacia Evelyn, la cual le escribió la respuesta en un papel sin que la profesora se diera cuenta. Esta la copió en la pizarra.

Robin no entendía por qué Evelyn intentaba ser amable con Jennifer, cuando ella no ponía de su parte.

—Está perfecto— susurró extrañada—Muy bien Jennifer, espero que me lo hagas así en el examen.

La chica pecosa observaba la pizarra y copiaba los ejercicios. Siempre se le habían dado mejor las lenguas que los números, pero lo entendía de todas formas.

—¿Qué te ocurre?— preguntó Jason. Robin había estado algo seria desde la penúltima hora.

—Es una tontería, solo he visto a Steve y a Nancy besarse...—suspiró—Es lo normal, son novios.

El chico castaño agarró su mano y sonrió. Le hubiera dado un abrazo si no estuvieran en clase.

—Tranquila. No sabemos lo que pasará. Pero estoy seguro de que saldrá bien— la sonrisa de Jason era deslumbrante.

Aquellas palabras la tranquilizaron mucho, más de lo que Jason había pensado.

Siempre estaba bien tener a alguien que te dijera que las cosas iban a salir bien.

—Piensa que ayer hablasteis, ella habló contigo, es un gran paso.

Robin sonrió. Él tenía razón, al llegar a casa ayer estaba muy feliz, Nancy le había hablado y sabía su nombre.

—A lo mejor llegáis a ser amigas, y algo más...nunca se sabe— sonrió.

—No me des ilusiones— respondió ella haciendo un puchero.

Cuando el timbre sonó anunció la hora de salida.

Robin intentó salir antes que Nancy, y aprovechó que la taquilla de Jason estaba cerca de la de ojos azules para colocar la nota sin crear sospechas.

¿Matemáticas es un auténtico sufrimiento, verdad? Bueno, a ti parece que se te dan especialmente bien. Es increíble.

Hoy te he visto con Steve de nuevo. En el fondo me alegro de que estés bien con él, después de todo parece que os queréis. Y ser querida es lo que te mereces.

Por cierto Nancy Wheeler, me encanta que seas tan inteligente ¿Hay algo que no sepas hacer?

Robin sonrió alejándose por los pasillos junto a Jason. Steve miró a ambos sin que ellos se dieran cuenta.