Aquella mañana Jennifer buscaba a Jason.

Evelyn le había contado todo lo ocurrido, así que decidió que hablaría con él sobre el tema, quería que dejase en paz aquel estúpido flechazo y sobre todo a Evelyn. No iba a permitir que siguiera molestando a su novia.

El chico estaba guardando unas cosas en su taquilla. Ella se acercó.

—Jason, necesito hablar contigo.

Él se sobresaltó.

—Claro ¿Qué ocurre?— sonrió levemente, algo nervioso.

—Seré directa, no saldré contigo nunca Jason, así que quiero que dejes en paz a Evelyn y a mí también. Podemos ser amigos, eso es todo.

El castaño clavó sus ojos azules en los de Jennifer. Tenía que hacerlo, él podía. Sus ojos se desviaron hacia sus labios y sin pensárselo dos veces intentó besarla.

La de ojos verdes evitó su acción apartándose. Para su suerte, no había mucha gente allí viendo la escena.

—¿Pero es que no me acabas de oír? No es no y punto.

Jennifer le miró desconcertada y algo enfadada por su repentina acción.

—Estoy siendo valiente y directo ¿No te gustan los chicos así?

—No me gustas Jason, y no lo harás. No puedes intentar besarme simplemente porque te apetezca ¿Tengo pareja, sabes?

Suspiró. Su paciencia se estaba empezando a agotar.

—¿Qué tengo de malo?

—Nada, pero no me gustas. Deja el tema, por favor. Déjalo antes de que me enfade de verdad.

Él suspiró, pero no cedió.

—No me creo que estés saliendo con alguien. Suena a excusa.

—¿Perdona?

Jennifer entreabrió los labios apretando los puños.

—¿Acaso me equivoco? Te has besado al menos con medio instituto ¿Quieres que me crea que ahora sales con alguien?

—No me conoces.

—Sé que la persona que esté saliendo contigo debe de estar pasándolo mal con alguien como tú.

Ante sus palabras, la de ojos verdes vio que Evelyn había visto aquella escena.

—Solo juegas con los sentimientos de los demás, les das ilusiones y luego las tiras a la basura. Seguro que es lo mismo ahora con ese chico.

Ella solo lo hizo para sentirse "normal". Pensó que así dejarían de gustarle las chicas, y sobre todo Evelyn. Nunca quiso hacerlo. No con esa intención.

Evelyn quiso intervenir, pero de pronto una gran multitud se había acumulado en esa zona queriendo escuchar algo de la conversación.

—No quise hacer eso.

Él la interrumpió. Jennifer notaba que las paredes se cerraban.

—¿Ah no? Nadie te cree. Estoy segura de que ni tu propia hermana lo hace.

Jason tuvo que callarse unos segundos y procesar todo lo que había dicho. A veces, cuando estaba agobiado, soltaba cosas que no quería.

Robin al ver aquella escena corrió en dirección al chico.

—¿Qué se supone que estás haciendo, Jason?

Jennifer la miró. No se esperaba su ayuda. Estaba inmovilizada.

—¿Ahora estás de su parte?—la miró un poco dolido.

Evelyn empujó a uno de los chicos pudiendo pasar.

—¿Quién te crees que eres para meterte con ella? Te dije que no te metieras.

Jason no dijo nada más, y Jennifer, al notar todas las miradas sobre ella, empezó a correr.

Evelyn y Nancy, la cual se había incorporado atraída por la multitud, la siguieron mientras que Robin agarraba del brazo a Jason.

—No pareces el mismo.

—No quiero hablar ahora, Robin.

Él se alejó de allí.

Robin le miró con una expresión de dolor.

Siento no haberte escrito ayer. Tuve un mal día, un amigo mío me dijo que no tengo posibilidades contigo, que cuando me conozcas lo retirarás. He estado pensando en ello, y aun así seguiré escribiéndote Nancy.

No sé si leerás esta nota hoy, simplemente decirte que espero que todo vaya bien. Estaba presente cuando aquel chico le ha dicho esas cosas a Jennifer. Nadie merece ser juzgado así. Espero que esté bien de todo corazón.