Día 12 | Tercera parte
Nancy se dirigió hacia la segunda enfermería, no se encontraba muy lejos de la primera.
Al llegar, se encontró a Jason sentado en la camilla mientras Robin le curaba algunas de las heridas, por suerte no eran demasiado graves.
—¿Estáis bien?— preguntó.
Ambos se sorprendieron al oír su voz, se miraron entre ellos y Robin desvió la mirada. Notaba que las palabras no salían de su boca.
—Sí, tranquila— Jason le dedicó una sonrisa tranquilizadora.
La castaña suspiró y se sentó en una de las sillas que se encontraban en el lugar. Se sentía culpable, igual que Robin.
—Lo siento mucho, no sabía que Steve iba a hacer algo así, ni siquiera sabíais de lo que hablaba...
Nancy agachó la mirada.
—No Nancy, no ha sido culpa tuya. Son cosas que pasan.
Robin al ver su estado consiguió hablar. Odiaba verla triste, y no podía permitir que se echara la culpa por algo que ella no había cometido.
—Yo...— miró a ambos y decidió contarles la verdad—Alguien me estuvo escribiendo unas notas, Steve se enteró y debió pensar que habías sido tú, Jason.
Ambos entreabrieron los labios simulando sorpresa. Nancy no podía sospechar que ellos ya lo sabían.
—Oh, claro. Ahora entiendo por qué me dijo todo eso— fingió Jason.
—¡Lo siento mucho! Por mi culpa ambos y Jennifer habéis resultado heridos.
Nancy cerró los ojos con fuerza arrepentida. Tenía que hacer algo con Steve cuanto antes.
—No importa Nancy, estamos bien.
Robin se levantó dirigiéndose hacia ella dedicándola una sonrisa. No sabía cómo había cogido el valor para hacer aquello.
—Todo saldrá bien. Estamos bien. El único culpable de lo que ha pasado ha sido Steve, no tú— sonrió con decisión.
Aunque Robin pensaba que la única culpable había sido ella misma. Sus notas habían provocado aquello.
Nancy escuchó sus palabras y sonrió agradecida. Sin duda la habían ayudado mucho. La habían tranquilizado.
—Gracias.
—Ahora ¿Qué harás con Steve?— preguntó Robin.
La castaña suspiró mirando a ambos. Era curioso que esta fuera la primera conversación de verdad que mantenía con ellos.
—Lo encontraré y romperé con él, definitivamente— nunca había estado tan segura de algo en su vida.
—Eso está bien— opinó.
Robin estaba más que feliz. Feliz por Nancy, por fin dejaría a Steve, siempre había sabido que no era alguien bueno para ella.
Se merecía a alguien mejor. A alguien como ella.
—¿Por qué Jennifer mintió?— se interesó Jason de pronto.
La de ojos azules le miró pensando una respuesta.
—No lo sé. Tal vez pensó que era lo mejor para todos— suspiró para mirar a Robin—Ella no es tan horrible como todos piensan.
Robin desvió la mirada avergonzada y sonrió. Jason acabó de colocarse un algodón en la ceja.
—Lo importante es que estamos bien. Podría haber sido peor ¿No?— dijo él.
—Tienes razón— sonrió.
Minutos después, Nancy decidió irse para dejarles intimidad.
Se dirigió a su taquilla, le haría mucha falta una nota aquel día.
¿Estás bien? Me he enterado de lo que ha ocurrido. Lo siento mucho, todo ha sido culpa mía, si yo no te hubiera empezado a escribir las notas, tu relación con Steve no habría acabado así...Además he herido a tus amigos ¡Lo siento de verdad!
Me gustaría ayudar. De verdad que sí, Steve no te merece. Eres fantástica, te mereces ser querida en todos los sentidos.
Por cierto, dile a Jennifer que lo siento, parece que la juzgué mal. Ahora no sé qué decisión tomarás ante Steve, pero sea cual sea, yo la respetaré e intentaré ayudarte desde la distancia.
Ánimos Nancy Wheeler. No dejes de sonreír.
Nancy sonrió.
Aquellas notas la ayudaban, lo había sabido desde el principio.
La castaña se tranquilizó y deseó decirle a aquella persona de las notas que no era su culpa, no la era, así que cogió un rotulador negro y escribió "Gracias" en uno de los lados de la taquilla.
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