Carta 30.

Dos borrachos;

Como el te quiero
que se juran y perjuran dos borrachos
y que luego ninguno de ellos recuerda.
Así nos quisimos.
Con la intensidad del vómito
y el olvido de la resaca.

Y eso que ninguno de los dos
sabe de alcohol ni borracheras.

A veces tengo el presentimiento
de que te encontraré en algún bar de mierda
con gente de mierda
y con olor a estupefacción humana
siendo otros que ya no somos nosotros
pero queriéndonos igual.

Y nos reiremos al recordar
la ironía de lo que prometimos
que nunca íbamos a ser.

Y nos dará por remover todos nuestros pasados
y por crear todos los futuros que podríamos haber sido y no quisimos.
Por miedo o por cobardes.
Que más da.

La cuestión es que buscaremos
cualquier salida de emergencia
como unos críos.

Nos diremos cosas a los odios
y yo reiré como la tonta que soy
de cualquier guarrada que me digas.

Te cantaré todas las canciones
que me vengan a la cabeza
hasta que me mandes a la mierda
porque no puedes esperar más a comerme.

Comerme o devorarme no sé.
Espero que el tiempo tampoco entienda de esas ansias que tenías siempre de mi.

Y te diré:
no hemos cambiado tanto
siempre hemos sido un desastre.

Pero que bien se nos da comernos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top