Querido principio y fin;

Dudar de otros es normal. Dudar de ti mismo es humano. Hace tiempo que guardo todos estos momentos en quizás y a ti en para siempre. Llevo la cuenta de los besos que debí darte en su momento y de los que no aprendidos de carretilla. Tengo que cronometrar los pasos que doy atrás por no pensar la cosas a tiempo y para saber cuanto debo coger de delantera. Ahora solo repito tu nombre sin parar para saber que estas, que no te vas a ir sin que yo te lo pida. Permíteme ser egoísta pero desde que me sonríes yo ya he perdido la practica a soltarte la mano. Tengo todos los futuros enzarzados y ninguno claro. El destino es metamorfosis de la vida pero no destino final. Ser humano es cambiar todas la veces que quieras si al final acabas encontrándote un poco más. Estoy cansada de miedos internos y monstruos exteriores, del ahora que te marcan y no el de cuando tú decides. Y sé que me quedan infinitas caídas para volver a caerme con un poco más de elegancia y sofisticación. Y estoy aprendido que nadie lleva un pan debajo el brazo sino que tu buscas tu propia suerte. Que con un poco de constancia se consigue lo que quieras y yo cada vez me siento más valiente. Tengo el brillo de cualquier que te quiera y las ganas de luchar por todo lo que merezca la pena más que nadie. Tengo en las venas la felicidad momentánea que proporciona una buena canción y todos mis bailes tristes que terminan en saltos en la cama y en risas sobre mi propia existencia. Estoy tan contenta de sobrevivir a la vida que respirar me produce placer y los latidos me excitan. Voy a comerme el suelo y voy a curarme las herida con todo lo que pille menos el olvido. Que a ti no hay que no lo haga. Alguien se vuelve eterno en el segundo que sientes que nada volverá a ser como aquello. Que nuestros caminos son correctos. Que vas a vivir en la memoria de esta niña toda una vida. Y que soy una niña, pero que te quiero.

PD: Y hola, enteramente hola;