Carta 24.

Querida risa;

Porqué,
porqué esta risa no es mía.
Porqué tengo un reflejo aquí dentro,
en mi garganta,
del eco de la tuya
cuando soy yo la única que sonríe
cada vez me enseñas que es posible volar incluso bajo techo que lo impida.

Porqué está risa no es mía.
Porque no me pertenece ni lo hará.
Suena a una mezcla de recopilatorios
de todas las putas risa
que he escuchado a lo largo de mi vida.
Hasta a la tuya,
y no me extraña
porque todo me lleva a ti.

Porqué está risa no es mía.
Porque tengo una cruz en el pecho
preparada para ti,
pero todos tus intentos siempre son nulos.
Cuando vas a aprender
que tus balas son mías.
Cuando vas a venir aquí
a decirme que está risa,
esta que tanto odio y es sinónimo de ti,
sigue siendo la más bonita de todas.

Porqué está risa no es mía.
Porque hoy,
después de tanto encontrarme a mi misma
siendo la única superviviente al olvido
he empezado a ser consciente
del abandono a mi libertad.
Y siempre he sido tan libre
que tengo miedo,
miedo a que no sepas entenderlo,
miedo a que no sepas entenderme.

Porqué está risa no es mía.
Porque tiene regusto a ayer
y a alma de hoy.
Porque sonreír a la vida
solo es un privilegio más
y no voy a negarme a ello.
Y tú
ya hace mucho
que me tienes en espera,
en menajes sin ganas,
a caricias a medias.

Porque está risa no es mía
porque siempre les a pertenecido
un poquito más a todos
que a mi.

Porque esta risa no es mía,
pero eso tú ya lo sabes.

PD: Al final creo que acabo hablando más de mi que de todo lo que quiero que tengas presente.
...

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