63 Un frío Diciembre lleno de decisiones.

Querida Barcelona:

Hoy las calles de mi corazón están adornadas con un tenue resplandor navideño, pero en su fondo, hay sombras que se entrelazan con mis emociones. El café en mi mano es el amargo reflejo de las verdades ocultas que se han desvelado en este camino de incertidumbre.

Él, mi amado Pablo, es como una melodía inacabada, llena de notas que parecen perderse en el eco de sus pensamientos. Aun así, sus ojos me hablan de un futuro que ansía, un futuro que ve lejano como las estrellas en el cielo, pero que ansía alcanzar con pasión.

Y sin embargo, entre los susurros de las estrellas y los latidos de mi corazón, se cierne un dilema. Como las ramas de un árbol en invierno, nuestras almas parecen desnudas ante la realidad, revelando miedos que antes habíamos dejado escondidos en el rincón más oscuro de nuestra relación.

Tal vez, como en un cuento de hadas, las decisiones que tomamos a veces se parecen a la risa de un bebé, nacen hadas en el aire pero también despiertan demonios que acechan en la penumbra. Y yo, querida Barcelona, me siento atrapada entre la magia y la sombra de ese momento.

La cafetería que una vez fue símbolo de mi anclaje ahora se asemeja a un faro en medio de la tormenta. Quiero sostenerlo, protegerlo, pero también quiero seguir a este hombre que ha sido mi compañero en la danza de la vida. Como hojas en el viento, mis pensamientos danzan en torno a la pregunta que parece no tener respuesta.

El adiós es como un verso sin rima, una melodía que se desvanece en el viento. Pero la verdad es que entre susurros y miradas, decidimos soltar nuestras manos, permitir que el destino sea el capitán de nuestras vidas por un tiempo. Es un adiós, pero también un "hasta luego", aunque el eco de la incertidumbre tiñe esas palabras de tristeza.

Así, mientras escribo estas líneas, siento como las lágrimas son las tinta que dibuja mis palabras. Querida Barcelona, la ciudad que ha sido testigo de mis alegrías y penas, ahora también conoce este capítulo de mi historia. No sé qué nos depara el mañana, pero sé que aunque las páginas de esta relación se cierren, el amor que sentimos quedará plasmado como la huella de un beso en la arena.

Cansada de cambios, se despide:

Jude W.

Jude

Las calles de Barcelona estaban adornadas  con un estilo Navideño, ya que en tres días celebraríamos navidad, yo portaba un café en mi mano, mientras camino junto a Pablo, habíamos comprado los regalos para nuestros amigos, ya que en esta ocasión, pasaríamos Navidad junto a los padres de Pablo, ellos vendrían mañana para pasar bien las fiestas, y claramente enviaríamos los regalos de nuestros amigos mañana a destinos como: Sevilla, Canarias, Londres y Holanda.

-¿Crees que a Taylor le gustará su regalo?- me pregunta Pablo mientras bebe un poco de café después.

-Pabs,cariño, es un bebé, él no entiende el concepto de regalo- le contesté y ambos nos reímos.-pero seguro que Gavi y Alice estarán encantados con el regalo- le respondí y el asciende con la cabeza.

-¿Que opinas de hacer galletas para navidad?- me pregunta mientras me toma de la mano lentamente, yo lo miré con una sonrisa.

-Suena un plan perfecto, yo encantada de hacer las galletas- le confirmé y él se limitó a sonreírme, pero dentro de mi, sentía un mal presentimiento, por parte de él, hay algo en mi que me dice que él esconde algo, ¡y no!, no hablo de una pedida de mano, es algo más profundo que a él lo tiene nervioso.

Él cree que no me eh dado cuenta, pero días después del nacimiento de Taylor, le ha costado dormir, y tiene que tomarse pastillas para conciliar el sueño, recuerdo que tuvo una charla con Xavi dos días después del nacimiento de Taylor y desde allí noté una preocupación en su rostro, posiblemente querían cambiarlo de equipo o el entrenador le estaba exigiendo más de la cuenta, pero me preocupa su nerviosismo.

-Oye Pabs- llamé su atención y el castaño me mira con duda mientras comenzamos a guardar las bolsas en la cajuela de mi auto.

-Dime Juds- me da la oportunidad de preguntar, pero justo comenzó a sonar su teléfono- espera- me pide y yo ascendí con la cabeza, el castaño se alejó y atendió la llamada, podía verlo a unos metros, peinarse el cabello para atrás y colocar una cara de queja, minutos después regreso

-¿Todo bien?- le pregunté dudosa.

-Si, el trabajo, pero se resuelve fácil- me dice sin más, para sacar las llaves de mi auto de su bolsillo, y subirse como piloto, negué con la cabeza molesta, no me gustaba cuando él me ocultaba algo, segundos después me subí como copiloto.

-Me estás ocultando algo en mi propia cara- fue lo primero que le dije mientras el manejaba con dirección a casa.

-¿De que hablas?- me pregunta con una voz frágil.

-¿Te estás acostando con alguien más o porque tu nerviosismo cuando hablamos?- le pregunté y él abrió sus ojos como platos.

-¿Cómo dices?- me pregunta sorprendido yo me límite a verlo seriamente.- Sabes que únicamente te amo a ti, solo que....., es algo complicado, luego te lo diré- me responde para suspirar y seguir manejando.

-Como quieras- me límite a contestar, mientras tomo mi teléfono y miro algunos mensajes de las chicas de la cafetería y estadísticas financieras.

Luego de 20 minutos sin hablar en el auto, llegamos a casa y bajamos las cosas, subimos las escaleras y fuimos a mi oficina para empaquetar algunos regalos y colocarles sus postales.

-Iré por un vaso de agua- le informé a mi novio, él cual ascendió con la cabeza- ¿tu quieres agua?- le pregunté y él negó con la cabeza, así que baje a la cocina y me serví un vaso de agua, regresé nuevamente a la oficina y cuando estaba por tomar asiento, Pablo me hablo.

 -Jude, hay algo que necesito decirte.- comienza hablando el castaño mientras deja de un lado la envoltura que tiene en sus manos.

-¿Qué pasa, Pabli?- le pregunto mientras bebo un poco de agua.

-El Manchester City me ha propuesto que me cedan a su equipo por un año.- me informa el castaño para al final suspirar, estoy casi por atragantarme con el agua y bote el vaso de cristal, escuché el sonido estruendoso contra el piso y como Pablo cerro los ojos apenas.

-¿Qué?, ¿un año en Manchester?- cuestioné mientras me aclaro la garganta.

-Sí, quieren que juegue con ellos por un tiempo, no sé qué hacer Jude.- me contesta mientras yo trato de pensar que todo esto es un sueño.- ¿Qué opinas tú?- me pregunta el castaño luego de tener un buen tiempo sin decir nada mientras me mira a los ojos.

- Yo... no sé qué decir, quiero que hagas lo que te haga feliz Pabli.- le contesté mientras trato de acomodar todos mis pensamientos.

-Pero... ¿qué quieres tú?- me cuestiona mientras se muerde el labio con preocupado.

-No lo sé Pablo, no sé qué es lo que quiero en este momento.- le respondí mientras me comienzo a acariciar el cuello con ciertos nervios.

- Yo quiero irme a Manchester, es una oportunidad increíble.- me contesta sincero mientras tiene un rostro serio.

-¿Y nosotros?, ¿Qué pasará con nosotros?, ¿y con todo lo que hemos construido aquí en Barcelona?- le cuestioné mientras me llevó un dedo a la boca y comienzo a morderlo con nerviosismo.

-No lo sé Jude, pero si quiero irme a Manchester.- responde seguro mientras intenta tomar mi mano, yo la alejé y me levanté abruptamente.

-Eres un egoísta.- le llame mientras él niega con la cabeza.

-¿Egoísta?, ¿y tú qué?, ¿recuerdas la cafetería?, yo siempre te apoyé, incluso cuando Fred estuvo de gilipollas contigo- me contesta mientras también se levanta de su lugar.

-No es lo mismo Pablo, no pensé en irme a otro país por tanto tiempo.- le respondí mientras me cruzo de brazos.

-Y tú tampoco pensaste en cómo me sentía cuando te ibas varias semanas a otros países, esto es lo mismo- me responde un Pablo serio, un Pablo que pensé que no volvería a aparecer.

-Esto es diferente Pablo.- le aseguré mientras sigo con los brazos cruzados.

-¿Por qué?, ¿Por qué tú tienes la razón y yo no?- me pregunta mientras ambos nos miramos a los ojos.

-No, porque yo no pensé en irme tan lejos de ti por tanto tiempo, lo mío era únicamente por negocios, no te abandoné por meses, fueron apenas unas cuantas semanas- me defendí, porque si el quería sacar nuestros problemas pasajeros, yo también estaba dispuesta a hacerlo, y si eso también requería traer a Abigail al tema, estaba dispuesta a jugar sucio, simplemente la sangre me hervía.

-¿Y qué quieres que haga?, ¿ que renuncie a una oportunidad como esta?- me pregunta mientras noté como traga saliva y se acerca un poco a mi.

-No Pablo, no quiero que renuncies, pro tampoco puedo seguirte a Manchester, tengo la cafetería, mi trabajo aquí.- le contesté tratando se hacerle sentar cabeza y demostrarle que todo lo ponía en riesgo, principalmente nuestra relación.

-No pensaba pedirte que te vengas conmigo.- me responde y sentí una apuñalada en el corazón, sentí como se me empañaron los ojos.

-Pues, no lo habría hecho de todas formas, tengo responsabilidades aquí.- le contesté mientras salgo de la oficina y comienzo a caminar hacia nuestra habitación, escuchaba como sus pasos me seguían.

-¿Y crees que yo no las tengo?, tengo un contrato con el Barcelona también.- me expresa frustrado y yo giré molesta.

-Pues entonces haz lo que quieras Pablo, yo me quedo aquí.- fue lo último que le dije, para ingresar a la habitación y cerrar la puerta en su cara.

Durante varias horas, me dedique en llorar a más no poder, mientras abrazaba una almohada, escuché como abrieron la puerta y sabía que era Pablo.

-Jude...- me llama con un tono suave, yo me giré para verlo, con los ojos rojos.

-¿Qué?- le pregunté mientras me acomodo en la cama y me limpió las lágrimas.

-Lo siento, no era mi intención pelear contigo.- se disculpa mientras se acerca a mi y comienza a acariciar mi espalda.

-Tienes tus sueños y tus metas, y yo tengo la cafetería, ¿cómo crees que funcionará esto?- le contesté frustrada.

- No lo sé Jude, pero quiero que sepas que si decido irme, no es porque no te ame.- le asegura mientras toma mis manos y me mira tiernamente.

-¿Entonces qué haremos?, ¿cómo vamos a estar separados por tanto tiempo?- le cuestioné mientras apretaba ligeramente sus manos.

-Yo nunca pensé en pedirte que te fueras conmigo, sé cuánto significa la cafetería para ti.- comienza hablando y sentí otra apuñalada en mi corazón, solté su agarre y miré por la ventana, la vista de una arboleda y varias casas.

-Así que tampoco pensabas en incluirme en tus planes.- le respondí mientras vuelvo a verle.

-No es eso, simplemente no quiero que sientas que debes sacrificar todo por mí.- me contesta mientras acaricia lentamente mi mejilla.

-Pues entonces, ¿qué?, ¿terminamos?- expresé con una gran rabia mientras me levanto de la cama.

-No quiero que sea así Jude.- responde con tristeza mientras miraba dolor en sus ojos.

-No puedo creer que estés considerando esto.- le respondí enfadada.

-No quiero perderte Jude, pero también tengo miedo de perder esta oportunidad.- me explica mientras vuelve a tomar mis manos, yo miré al techo y suspire para verle de nuevo.

-No sé qué hacer Pablo, no quiero que te vayas.- le aseguré mientras me acerco a él y lo abrazo, sintiendo como me estaba desboronando en sus brazos.

- Entonces, ¿qué decidimos?- me pregunta mientras acaricia mi espalda.

-No lo sé... Pero no puedo ir contigo a Manchester, tengo que quedarme aquí, trabajar en la cafetería.- le respondí triste.

-¿Lo hablamos después de año nuevo?- me pregunta y yo ascendí con la cabeza apenas, mientras me largo a llorar, mi corazón estaba comenzando a romperse de nuevo y realmente pensaba si podría con otra situación como estas.

............................

Hace dos días que Pablo y yo discutimos y hablamos sobre ese tema y decidimos dejarlo de un lado y pasarla bien con los padres del castaño, era algo como "fingir" hasta año nuevo.

-¡Feliz Noche Buena a todos!, estamos muy contentos de poder pasar estas fiestas con ustedes.- expresa el padre de Pablo mientras nos encontramos cenando en noche buena.

-Sí, es maravilloso estar aquí en su casa, el tiempo pasa muy rápido y es muy especial como nuestra familia esta creciendo.- concuerda Maite, la madre de Pablo.

-Me alegra escuchar eso, realmente estamos felices de tenerlos aquí con nosotros en Barcelona.-expresa un Pablo lleno de alegría y emoción.

-Sí, es una Navidad especial.- concordé mientras tomaba ligeramente la mano de Pablo, para después continuar cenando.

-¡Buah Jude!, la comida te ha quedado deliciosa- expresa Maite y el padre de Pablo asciende con la cabeza y yo sonreí.

-Me alegro que les haya gustado, es un platillo muy famoso en Inglaterra y pensé que era bueno mostrarles un poco de mi cultura- les respondí alegre.

-Pues nos ha encantado querida, cocinas excelente, y eso significa que nuestro Pabli esta en buenas manos- expresa Esteban mientras me brinda una sonrisa.

-Bueno, tampoco hay que desmeritar a Pablo, el también es un gran cocinero, y más con su especialidad...- iba a seguir hablando hasta que Maite completo lo que iba a decir.

-Spaguetti con albóndigas- decimos ambas a la vez y todos nos reímos.

-Tengo que admitir que su especialidad ayudo a que me enamorará más de él- expresé y sus padres rieron aún más, mientras el Cántabro me abrazo por los hombros y me dio un beso en el cabello.

Seguimos con la cena, entre risas y charlas, hasta que el padre de Pablo reanudo la conversación después de hablar sobre mi trabajo.

-Bueno, aunque también no puedo evitar emocionarme por tu cesión al Manchester City, hijo, ¡es una gran oportunidad!- expresa un Esteban emocionado mientras le dedica una sonrisa a Pablo.

-¿Cómo saben eso?- pregunté sorprendida, se supone que era un tema que no muchos sabían.

-Desde el 14 de Diciembre, cuando Xavi le comentó la propuesta, querida.- me responde Maite y yo voltee a fulminar con la mirada a Pablo, sintiéndome traicionada, por el hecho de que los Padres de Pablo sabían mucho antes que yo esa noticia.

-¿Cómo es que tus padres saben esto desde el 14 y a mi me lo cuentas apenas hace dos días?- le pregunté molesta, tenía todo el derecho, ¿no?.

-Jude, yo...- intenta excusarse.

-No entiendo Pablo, ¿de qué otra cosa has estado ocultándome?- le respondí mientras arqueo una ceja dudosa de lo que él este haciendo.

-Jude, entiendo que puedas estar sorprendida....- intenta alivianar la situación la madre de Pablo.

-¿En serio, Maite?, ¿Cómo esperan que sigamos adelante si se toman decisiones que afectan a nuestra relación sin consultarme?- le cuestioné ahora a ella, es que simplemente no podía creer lo que estaba pasando.

-Lo siento Jude, no fue mi intención herirte.- es lo único que sabe decir Pablo, una y otra vez, una y otra vez yo aceptarlo y seguir con lo nuestro, esto ya parecía rutina.

-No sé si pueda seguir adelante con esto, me siento traicionada y herida.- le expresé al Cántabro sin dejar de verlo.

-Jude, nena, sé que puede ser difícil, pero las relaciones a larga distancia también pueden funcionar.- intenta salvar la situación Maite.

-No soy de ese tipo Suegra, no quiero una relación en la que solo veo a mi pareja a través de una pantalla.- le expresé segura de lo que yo sentía y quería.

-Jude, entiende que Pablo tiene una oportunidad única en su carrera.- me intenta "abrir los ojos" el padre de Pablo.

-¿Y qué pasa con nosotros?, ¿Dónde quedamos en todo esto?- le cuestioné al castaño para volver a verlo con duda.

-Lo hablamos en otro momento- termina de expresar el futbolista mientras se levanta de su lugar y va a por el postre.

-Hija, corazón, no todo esta perdido, podrías mudarte con el a Manchester, ¿no crees?- me habla Maite mientras se acerca a mi y me abraza, yo recibí el abrazo para después verla.

-No puedo irme así de fácil, tengo una cafetería a mi cargo, no puedo- le respondí más calmada a la madre de Pablo.

-A veces tenemos que arriesgar algunas cosas por personas que amamos- me comenta Esteban, pero yo negué con la cabeza.

-Ambos hemos arriesgado en varias ocasiones nuestra relación, creo que lo mejor es que ambos sigamos nuestros caminos, aparte- terminé de expresar para volver a tomar mi asiento, segundos después regreso Pablo con el postre y dejamos de un lado el tema de Manchester.

Después de comer el postre y charlar un buen rato, llegó la hora de ir a dormir, así que mientras los padres de Pablo se fueron a una de dos habitaciones de huéspedes, Pablo y yo fuimos a nuestra habitación.

-Jude, entiendo tu enojo y dolor, pero quiero que sepas que te amo y no quiero perder nuestra relación.- me comienza a decir el castaño mientras se coloca la pijama, yo mientras me estaba lavando la cara en el baño.

-Pablo, siento que nuestra relación no nos está llevando a ningún lugar, quizás es mejor que nos enfoquemos en nosotros mismos.- le expresé mientras me seco el rostro y salgo del baño.

-No quiero terminar contigo Jude.- me responde el castaño mientras se acerca a mi y me acaricia la mejilla.

-Yo tampoco quiero terminar contigo, pero no veo cómo podamos seguir adelante si seguimos tomando decisiones importantes sin considerarnos mutuamente.-le contesté y él se mordió el labio con desesperación.

-Jude, lo siento mucho, no quería lastimarte de esta manera.- me expresa mientras me coloca un mechón de cabello detrás de mi oreja.

-Pero lo hiciste Pablo, sabes que siempre te voy a amar, pero no podemos lastimarnos siempre, la verdad es que me duele el echo de que casi 3 años de relación se vallan a la basura, pero créeme que aprendí muchas cosas estando a tu lado, tal vez el tiempo nos haga entender muchas cosas y si eso significa estar con otras personas, tal vez puede ser lo mejor- le expresé lo que sentía y él negó con la cabeza.

-Tú más que nadie sabes que con otro hombre jamás serás feliz, ni yo con otra chica, podemos ser pacientes, un año seguro que pasará muy rápido, y recuerda que a pesar de todo, te apoyaré a la distancia- me responde mientras me da un beso en los labios, el cual yo seguí.

-Te deseo lo mejor en Manchester Pabli- le expresé para abrazarlo fuertemente.

-No olvides que te amo Jude, sin importar que, siempre serás mi Lover- me asegura, para después ambos acostarnos en la cama, pero esta vez se sentía diferente, ahora no dormí acostada en su pecho, ahora ambos nos dábamos la espalda y escuché como después de unos minutos, él se quedó profundamente dormido, mientras yo sentía como las lágrimas se apoderaban más y cada vez más de mi, me levanté de la cama y me dirigí hacia mi oficina, para tomar asiento y mirar a mi alrededor, mi vista se posó en la casa de muñecas y recordé las tardes donde jugábamos e inventábamos muchas historias, después miré algunos recuerdos de nuestros viajes, para al final posar mi vista en la foto que nos tomamos en el concierto de Tay y mi corazón se hizo pequeño, y las lágrimas salieron mucho más fuertes, yo tomé la foto y la coloque en mi pecho, no podía creer que ahora ya no seríamos pareja, ahora ya no seríamos Pablo y Jude, o Jude y Pablo, ahora seríamos solo Jude o solo Pablo..................

Continuará...................................




¡He vuelto finalmente!, perdón por desparecer pero tuve un bloqueo de escritor muy fuerte, pero ya volví, no me funen, confíen en mi y en el buen final que les voy a dar............

¡Nos leemos prontooooooooooooooooooooo!.

PD: finalmente ya sé cuál es el nombre de la madre de Pablo JAJAJA.

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