"Felicidades... Es una niña"

Palabras sabias de un viejo doctor, una niña destinada a ser una alfa había nacido de un milagro.

Un lobo omega había sido emparejado con el alfa de la manada de gatos monteses, dando a luz nueve meses después a una hermosa niña.

Jung HaeYin, ese seria el nombre de la pequeña alfa, un milagro nacido de un milagro.

"Los dioses tienen un gran futuro para ella"

Upssss

Lastima que no contaban conque ese milagro seria una pesadilla, una, que vendría empacada en pucheros adorables, carácter arrogante y malas palabras.

16 años mas tarde

­­­—¡¡¡Hae!!!— el rugido molesto de un imponente alfa se escucho por todo el territorio de los gatos monteses, la joven gata se había ensañado contra su pobre padre, decidida a hacerle la vida imposible por no comprarle aquel vestido que quería para su futuro cumpleaños. —¡¡¡Dame eso en este mismo instante jovensita!!!—

La pequeña Hae bufo, sacándole la lengua a su padre quien se encontraba en lo alto de aquel árbol.

Ella era lista, y sabia mejor que nadie el profundo miedo que sentía su padre a las alturas, entre una risa divertida empezó a hablar, llevándose con sus palabras las miradas curiosas de los gatos que pasaban por hay, presenciando la forma en la que el alfa de la manada era humillado por una gata de apenas 15 años.

—Si me das tu tarjeta pondré la escalera en su lugar y te dejare bajar, de otra forma... te dejare a que disfrutes del ocaso— su sonrisa demostraba cuanta gracia le daba el echo de ver a su fornido padre tomarse fuertemente de una rama la cual parecía que se rompería en cualquier momento por aguantar aquel peso.

—¡¡¡Y una mierda!!! ¡¡¡Gata arrogante!!!—

La joven negro varias veces fingiendo decepción, se dio vuelta imitando el conocido silbido del bellísimo lobo que el alfa tenia como pareja, su piel se erizo, no quería quedarse allí asta que Taehyung llegara, seria su muerte definitiva.

"¿¡Que clase de alfa se deja humillar por su propia cría!?"

Tragó saliva, su instinto felino le advertía del peligro. Tae era su omega, pero era tan difícil como su animal interior.

No, en definitiva no quería escuchar a aquel omega embarazado gritar ese día.

—Y-yin— la pequeña gata sonrió complacida, su padre siempre la llamaba así cuando estaba apunto de darle lo que quería, se dio la vuelta con una sonrisa de superioridad plasmada en sus finos labios y con voz fina y sutil pronuncio un calmado:

—¿Si, papi?

—T-te comprare ese vestido...— la joven, con ingenio superior a un millón de gatos extendió su mano hacia su padre, demostrando su desconfianza ante esa promesa y obteniendo por recompensa una pequeña tarjeta plateada con el nombre "Jung Hoseok" grabada en ella.

Con una sonrisa malévola se dio la vuelta, llevándose consigo la escalera mientras estallaba en risa por los gritos desesperados de su padre.

"He ganado de nuevo"

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Parece joda pero yo moría por publicar esto de nuevo, aunque nadie lo lea me hace feliz escribirlo y ya que tengo muchos capítulos listos dije... Porque no???
:"D

×RainYuka×