𝒄𝒊𝒏𝒄𝒐
De él solo conocía su voz, que le gustaba la pizza con piña, y las películas de Charles Chaplin, que era alérgico a los mariscos, que tenía la manía de siempre comerse las galletas por los bordes primero, que prefería el rock, pero también escuchaba baladas cursis de amor.
No sabía su apellido, no sabía de qué color tenía los ojos, o cómo era su cabello, si era alto, si era gordo, si era narizón, si tenía pecas o no. Ella no lo conocía, no de verdad. Él había llegado a su vida de la nada, un extraño que simplemente le dirigió la palabra por una razón que Muriel ignoraba y quizás siempre lo haría.
Pero, aunque ella no lo conocía, Muriel había dudado.
¿No había nada que quisiera fuera de su lugar seguro?
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top