04.
Hey, tu ojos ¿Qué paso? Ya no tienes el brillo que me encantaban de ellos.
Estaba con Sucrette mirándote en la cafetería sentada sola con audífonos, leyendo un libro y con tus rodillas en tu pecho.
Hacías un esfuerzo para no llorar.
Castiel y Lysandro se sentaron a tu lado parecía animarte y tú solo sonreíste.
Vaya que sonrisa tan falsa.
Parecía que después que terminamos mis amigos, se volvieron tus amigos. Rosalya se acercó a ellos y por primera vez en semanas te vi comer y con una ligera sonrisa verdadera.
No sabes lo feliz que me hiciste al verte comer.
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