05.

Hoy Monoma llegó a insultarme, a mí, no a la clase A como generalmente lo hacía.

Me repetía una y otra vez lo imbécil que era y que no te merecía.

Ni la mismísima Kendo lo detuvo esta vez, ni mis mismos compañeros de la clase A le recriminaron o algo.

Me lo merecía.

Me merecía una y otra vez los insultos de Monoma o los de quien fueran.

Tú llegaste y le dijiste que no valía la pena, que debía irse.

Quería hablar contigo, detenerte para que no te fueras pero...

No lo hice. 

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top