En Tus Brazos
Estaba haciendo frio, podía notarlo por como salía el vapor cada vez que Trixie respiraba, además que aquello que traía puesto no la abrigaba para nada.
No quería pensar todavía en porque la encontró allí, en un lugar lleno de todas esas señoritas y también lleno de personas del bajo mundo, obviamente sabía perfectamente que estaba ocurriendo, pero eso no le quitará la enorme alegría que está teniendo ahora mismo con la chica que más adora en el mundo nuevamente entre sus brazos, ya hablarán de esto más tarde, tal vez habrá lágrimas y decepción en el camino, pero Sunset sabía que el tiempo lo cura todo y el sentimiento que tiene por Trixie es más fuerte que cualquier cosa que haya hecho Trixie en todo este tiempo.
Sin mentir ni exagerar, ambas chicas debieron estar abrazadas la una con la otra al menos por media hora, solamente ellas dos en el mundo compartiendo un abrazo lleno de lágrimas y llanto de parte de ambas que no podía creer lo que estaba ocurriendo ahora mismo. Ninguna de las dos se atrevía a hablar, aunque de hecho no eran necesarias las palabras en ese instante, lo único que necesitan es sentirse mutuamente, saber que las dos existen y que todo esto es realidad, Sunset necesita convencerse que nada de esto es un maldito sueño, que no tuvo algún accidente de camino a este lugar y que estaba muerta y todo esto era un sueño, Trixie es la que ruega de que esto no sea un puto juego de su mente que trata de destruirla como siempre, necesita saber que esto es completamente autentico y que su mejor amiga vino desde otra ciudad para encontrarla a ella y no por casualidad manejaba por allí y la vio parada debajo de un poste esperando para que alguien la usara como un juguete.
Solo se escuchaba el ruido de los autos pasar, las voces lejanas de personas que reían u otras que discutían, música desagradable junto con personas que salían de los moteles aparentemente drogados o borrachos.
Pero nada de eso importaba, el mundo podría desmoronarse en ese mismo instante, un meteoro podría caer justo en ese lugar, podría iniciar una cuarta guerra mundial justo en ese instante... Pero ellas no se separarían de ese cálido abrazo, ni aunque bajara el mismo Dios e intentara fallidamente de llevarse a una y dejar a la otra, eso sería imposible, tendría que llevárselas a ambas o si no el paraíso ardería en llamas.
Pero lo bueno no dura para siempre, uno se da cuenta de las peores maneras posibles.
- Me pregunto si tu amiguita no se sentirá asqueada por tocar una puta – esas voces violentas nuevamente comenzaban a volver, primero con aquel jodido comentario ahora con pequeños susurros que eran insoportables a medida que pasaba el tiempo.
Trixie comenzó a moverse incomoda entre los brazos de Sunset tratando de soltarse de estos, cosa que inmediatamente se dio cuenta la mayor.
- Dios ella debe estar sentirse completamente sucia tan solo toca...
- ¿Estás bien Trix?
Todas las voces se callaron.
Los susurros, los comentarios dejaron de escucharse, nuevamente sintió algo cálido en lugar de sentirse terrible, la forma en como le hablaba Sunny era sin lugar a dudas algo de otro mundo.
- ¿Tienes frio? – le preguntó bastante preocupada y sin necesidad de tener una respuesta cargó a Trixie hasta la camioneta, dejando a la ilusionista a su merced, nerviosa y ansiosa por todo este asunto.
Creyó haber olvidado como era Sunset con ella, como era de sobreprotectora y como era tan buena con ella, pero ahora ella estaba allí, cargándola de manera torpe y metiéndola con mucho cuidado en el lugar del copiloto, como si todo el tiempo que estuvieron separadas jamás hubiera pasado y que nada de lo ocurrido antes al día que Trixie desapareció de su vida nunca hubiese ocurrido.
Las manos le temblaban de emoción, miedo, confusión, rabia, amor... y de muchas cosas que se le venían a la mente de la pelirroja. Según Octavia y su amiga, dijeron que Trixie se encontraba a salvó en una casa, le dieron direcciones para llegar, aunque Sunset no tenía un GPS en el celular que le dio Octavia, tenía muy buen sentido de orientación y con solo echarle un vistazo al mapa que tenía en la camioneta podía ubicarse tranquilamente no importase donde se encontrará.
Una vez que Trixie estaba asegurada cruzaron miradas muchísimas veces, en las cuales Sunset siempre le daba una cálida sonrisa para decirle sin palabras que todo estaba bien hora que ella se encontraba con ella. Por su parte, Trixie devolvía con una leve mueca y miraba a otro lado con la vista gacha, como si la hubieran regañado, eso no le gustaba a Sunset, le hacía pensar que ella hizo algo malo.
Se tomó su tiempo para cerrar la puerta de Trixie, seguía viéndola por la ventana de la camioneta, con miedo de que cuando vaya al lugar del conductor la ilusionista desaparezca por arte de magia como la última vez. Se apresuró en entrar al auto y se quedó allí sentada al lado de su mejor amiga que no veía ya más de un mes, que estaba tiritando de frio mientras se abrazaba como podía, con las rodillas pegadas a su mentón y su cara hecha un desastre por cuanto tiempo estuvieron llorando en la calle, seguramente la pelirroja este igual que ella o peor, pero ella no sentía frio ahora mismo, era todo lo contrario, ahora que la tenía a su lado se sentía abrigada con su sola presencia.
- Ha pasado tiempo – una voz casi inaudible se atrevió a salir de la boca de Trixie que seguramente comenzaba a sentirse incomoda por el silencio de su amiga que solo se ocupaba de mirarla de reojo, no se dio cuenta de que llevaban varios minutos así.
Sunset apenas la escucho, pero pudo entenderla a la perfección.
- Si... no descanse ni un solo instante hasta poder encontrarte Trix – no sabe exactamente por qué, pero tenía una fuerte necesidad de que Trixie supiera que hubo alguien que realmente se preocupó por ella, para que darle a entender que ella siempre estuvo buscándola, conociendo lo pesimista que es la ilusionista tal vez creía que ella vendría con sus excusas de que nadie la quería o nadie la soportaba en Canterlot, pero estaba muy equivocada si ese fuese el caso.
- Es algo que solo tu harías Sunny – se escuchaba muy, muy cansada, pero había algo que le gustaba a Sunset en ello, como si en lo desgastada que se encontraba Trixie, parecía tranquila, no estaba nerviosa al estar con ella, aunque aún seguía sin verla a la cara.
- Me ayudaron – dijo acomodándose en su asiento e inconscientemente acercándose más a Trixie – La camioneta es de los Apple, también las chicas me están cubriendo en el colegio –
Por alguna razón eso último enojo un poco a Trixie por el hecho de que Sunset tenía más amigas aparte de ella y que las podía llamar de esa manera y de otras que solo la pelirroja lo hacía.
- Solo eres una amiga más –
- No eres especi...
- Pero sabes, debo agradecer a muchas personas en realidad, ya que de no ser por ellas no hubiera podido estar ahora aquí contigo –
La mano de Sunset se apoyó sobre el hombro de Trixie mientras la veía con una tierna sonrisa, mientras que Trixie nuevamente se sorprendió con como todo lo que escuchaba en su mente se desvanecía cada vez que su amiga le hablaba.
- También conocí a Vinyl Scratch – dijo de pronto Sunset logrando que el corazón de Trixie casi saliera por su garganta – Ella fue quien me dijo dónde podía encontrarte, por eso vino inmediatamente a esta ciudad.
La ilusionista no dijo nada, parecía asustada, de todas las personas en el mundo, no quería que Sunset supiera todo lo que había pasado este último mes, siente personalmente que ella estaría decepcionada de ella si se enterase que no pudo hacer absolutamente nada por sí misma, que necesito ayuda de mucha personas que ella tuvo que abandonar para tratar de seguir adelante y que de todas formas no pudo seguir sola, eso incluye a Vinyl a quien le debe mucho y que Trixie siente que le falló terriblemente.
Por nada del mundo quisiera fallarle a Sunset... no otra vez, no lo resistiría nuevamente, no resistiría defraudar a alguien más.
Debe huir nuevamente.
- Sabes lo que tienes que hacer pequeña – aquella voz amable nuevamente vino a su mente y le habló calmadamente y haciéndose escuchar claramente por la albina.
- No debiste haberte molestado Sunny – dijo Trixie sosteniendo la mano que Sunset había puesto en su hombro – Yo estoy bien, agradezco que vinieras por mí, pero puedo cuidarme sola – una leve sonrisa apareció en el rostro de Trixie mientras le daba una mirada rápida a Sunset.
"No es cierto" pensó Trixie en su mente a sabiendas que no era lo que realmente quería decir.
Pero esas palabras prendieron por completo a Sunset que estaba teniendo problemas para digerir todo lo que estaba pasando, y ella enserio que aún no podía controlarse bien.
- ¿No debí haberme molestado? Recorrí toda una ciudad porque estaba preocupada por ti Trixie – dijo con algo de enojo en su voz y quitando la mano del hombro de Trixie que esta misma se maldijo a si misma por perder el afecto de la pelirroja – Además no creo que estés bien – señalo todo el cuerpo de Trixie con su mano – No creo que lo que estás haciendo sea lo correcto.
- Se lo que hago Sunny – dijo Trixie calmadamente... pero no parecía ella misma.
- ¡Por supuesto que no sabes lo que haces! – Sunset comenzó a levantar la voz logrando asustar a Trixie y que ella recobré el sentido de ella misma.
- No... No me gri... - trató de decir Trixie
- La he pasado muy mal Trixie, no pude dormir por muchos días pensando en ti, en que si estabas bien, si tenías comida y una cama para dormir, estuve en prisión, no pasó ni un solo día en el que no tuviera miedo... pero tenía miedo de no poder encontrarte... ¿¡Y dices que no debí haberme molestado!?
- ¡Nadie te pidió tu ayuda! – respondió Trixie gritando con lágrimas en los ojos
Sunset se quedó completamente callada con un nudo en la garganta.
- ¡Si tanto mal pasaste por mi culpa! ¿¡Porque no te rendiste!? – dijo Trixie ahora con dolor en sus palabras, parecía que Sunset pensaba que ella no lo había pasado peor que ella – Si crees que pasaste por un mal momento por mi culpa entonces no debiste esforzarte tanto por alguien como yo ¿no crees?
En ese mismo instante Sunset sintió unas ganas terribles de responderle de manera contundente, pero lo siguiente que dijo Trixie la dejó helada.
- Ni siquiera sé porque estoy aún con vida – dijo destrozada la ilusionista – Si piensas que tu pasaste por malos ratos, entonces yo conocí el mismo infierno Shimmer, nunca pedí nada de esto... solo... solo quería demostrarme que podía valerme por mi misma, pero no es fácil, nunca lo fue, pero Dios sabe que lo intente, carajo que lo intente... Y no voy a soportar que me recrimines nuevamente por mis malas decisiones, yo sé muy bien que no sé lo que estoy haciendo, pero jamás deje de intentar, pero nada sale como quiero – mientras mas hablaba, más se calmaba, se estaba desahogando, pero las lágrimas no paraban de salir – Ya no quiero seguir Sunset... Estoy agotada, no me soporto... ya no quiero seguir viviendo... quiero terminar con todo esto – Trixie ocultó su rostro entre sus rodillas y siguió llorando.
Aquí es donde nació la incógnita dentro de Sunset...
Ella no tenía ni la menor idea de que es lo que ocurría dentro de la cabeza de Trixie, después de todo lo que pasó y experimento en prisión, había olvidado por completo que este viaje no se trataba de ella, si no de Trixie y en la manera en cómo podría salvarla, pero cuando la vio... solo dijo lo primero lo que se le vino a la mente cegada por las emociones que sentía en ese momento... y también enojada por la manera en como la encontró... como si ella fuera una...
- Tienes razón Trix... - dijo Sunset relajándose un poco y encendiendo la camioneta – No tengo el derecho de recriminarte nada, es tu vida y respeto eso – dijo comenzando a avanzar el auto lentamente – Pero lo que no voy a permitir es que quieras dejar de vivir, eso jamás – eso ultimo lo dijo con la voz quebrada.
Trixie alzó unos instantes la mirada para ver a Sunset con una lágrima traicionera que viajaba suavemente por su mejilla.
Dolía ver a la pelirroja de esa manera, le oprimía el pecho el verla tan callada y con el rostro dolido, pero no podía decir nada más, el daño ya estaba hecho... había roto su promesa de no volver a hablar de ese tema.
- Mañana ya no la volveremos a ver – nuevamente esa voz que creía que tenía tanta razón la estaba envolviendo en sus palabras que supuestamente le mostraban la mejor ruta, la única salvación para ambas.
Después de unos minutos una pequeña realización vino a la mente de Trixie, a pesar de todo lo que paso unos minutos atrás, jamás se puso a pensar a donde se estaban dirigiendo, Sunset solo conducía por la carretera sin decir absolutamente nada, todas las estructuras que pertenecían a la ciudad comenzaban a disminuir y en cambio ahora habían pequeños campos llenos de huertos y algunas casas bonitas.
- ¿A dónde vamos? – dijo con timidez Trixie con cierto miedo de que la conductora no le responda o en su caso le responde de mala manera.
La pelirroja no reaccionó en los primeros segundos, pero si escucho la pregunta, así que con algo de cansancio respondió suavemente.
- No lo sé – dijo sinceramente – Pensaba regresar a Canterlot de inmediato... pero parece que aún no estas lista para volver ¿no? – dijo con media sonrisa al percatarse que Trixie se sorprendió mientras ocultaba su rostro otra vez – También sé que estás pensando escapar otra vez.
Por primera vez la ilusionista miro fijamente de golpe a Sunset, se podía escuchar los latidos de su corazón golpear con fuerza, eso ultimo dicho pareciera que Sunset lo supo leyendo su mente...
- Créeme Trix, te conozco muy bien – dijo con algo de gracia – Al menos lo suficiente que tú me dejaste sobre ti – lo dijo de igual manera, pero se notaba un poco de nostalgia en su voz.
- No quiero volver a Canterlot, no todavía – Trixie sonaba asustada y cansada de todo este asunto, además su voz estaba ronca por tanto llorar – Quiero seguir intentándolo... pero también quiero terminar con todo esto.
- Trixie... - Sunset le advirtió mientras apretaba con fuerza el volante
- No, me refiero a rendirme con mi tonta idea de lograr poder hacer algo por mí misma, ya me quedó claro que es imposible – estaba decepcionada y claramente se notaba ante los ojos de Sunset.
- Es difícil escucharte decir que te rindes – dijo Sunset seriamente – La Trixie que conozco jamás se rinde así de fácil.
- Pues la gran y poderosa Trixie que conoces fue destrozada hace mucho tiempo Sunny – dijo ahora deprimida – Han acabado con ella, con sus esperanzas y sueños...
- Yo no lo veo así, aun te queda algo por que luchar, o mejor dicho alguien – la pelirroja sabía exactamente lo único que podía poner a Trixie de humor.
- Sam – con tan solo decir ese nombre la ilusionista sonrió inconscientemente y los ojos le brillaron como si estuvieran llenos de magia, como dos estrellas en el cielo – Es cierto... ella me está esperando.
- Dijiste que no descansarías hasta encontrarla – le recordó Sunset las incontables veces que Trixie le recordaba que algún día la volvería a encontrar.
- De hecho, si la encontré – con energía renovada, la albina se sentó derecha en el asiento, mientras tomaba aire para poder hablar – Cuando llegué a Hoofington me quedé en el centro de adopción de Sweetie – dijo su nombre con una sonrisa nostálgica – Y entre todos los niños que conocí estaba Samanta... había crecido un poco y también no estaba tan delgada como antes, estaba hermosa...
Las lágrimas que salían por las mejillas en ese instante eran de pura emoción por recordar todo aquello, también contagio a Sunset, que tuvo que bajar la velocidad a casi un paso de tortuga con tal de escuchar bien lo que había dicho Trixie, se moría de ganas de detenerse y abrazarla por tan buenas noticias, de llenarla de besos y felicitarla, pero la historia continuaba y no quería interrumpir a Trixie.
- Ella tuvo que irse nuevamente, Sweetie no pudo continuar con nosotros, el centro tenía deudas y no podríamos seguir allí con los niños, así que Lyra y Bon Bon tuvieron que irse con los niños a su pueblo natal para cuidar de ellos, de Sam también, hasta que yo pueda ir por ella, es mi hija...
El auto prácticamente se detuvo a un costado de la carretera.
Sunset no tenía ni idea de las personas que nombró Trixie mientras relataba su pequeña historia, pero no podía evitar sentirse emocionada por solo escucharla, por su parte, la ilusionista sonría tan feliz por recordar nuevamente a Sam y pensar que todo lo que intentó fallidamente hasta ahora fue más que nada por ella, fuera de su deseo de valerse por sí misma en la vida, todo lo que buscaba era con tal de poder ser alguien de quien Sam pueda estar orgullosa en un futuro cercano.
- Ven acá – Sunset la llamó con los brazos abiertos
Trixie vio esto e inmediatamente fue a abrazar a Sunset, por segunda vez esta noche, ahora realmente no quería soltarla por nada.
- No hiciste nada malo Trixie, a veces las cosas no salen como uno quiere, pero eso no quiere decir que estuvieras equivocada, lo hiciste grandioso, ahora es hora descansar un poco... ya estoy aquí – de manera ágil y con calma Sunset se las arregló para llevarlas a ambas a los asientos traseros, sin lastimar a Trixie y sin soltarla ni un solo instante – Y si sigues pensando que ya no quieres continuar con tu vida... entonces entrégamela y yo me encargare de ella para siempre.
Trixie estaba muy cansada, con los ojos hinchados y la boca reseca, el sueño la estaba acabando y tener al lado a Sunset simplemente la ponía en una burbuja en la cual se sentía segura y a salvo, las últimas palabras de Sunset la llenaron con un sentimiento tan cálido y dulce que simplemente se entregó a los brazos de Morfeo y comenzó a perder poco a poco la conciencia en los brazos de su mejor amiga, cubierta de su aroma que era único para ella y que la volvía a hacer sentir segura y poderosa otra vez.
- Trixie te entrega su vida Shimmer... - dijo con su último aliento antes de quedarse dormida casi de inmediato.
La pelirroja sonrió con genuina alegría y satisfecha.
- Bienvenida de nuevo, Lulamoon.
La carretera estaba en completa oscuridad, no había autos que pasaran por ningún lado, pero no estaban lejos de varias casas que pertenecían a una urbanización privada, así que estaban seguras. Por ese motivo también la pelirroja comenzó a quedarse dormida poco a poco, abrazando con más fuerza a Trixie y acomodando la cabeza de esta en su pecho, se echó en los asientos traseros de tal manera que Trixie quedara encima suyo, como era más pequeña y ahora mucho más delgada no hubo inconveniente, entrelazando sus piernas con las de la menor y abrazándola por la cintura para sujetarla bien fue que Sunset por fin pudo dormir más tranquila con un pensamiento que rápidamente se le vino a la mente.
"Empezar de cero, salvarla por completo"
Es exactamente lo que tenía pensado hacer.
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- Sujétenla –
Las manos sucias de aquellos sujetos que eran los cómplices de Tyrek recorrían todo el cuerpo de Trixie, eran bruscos y torpes, no dudaban un segundo en dejar pellizcos que causarían más adelante feos moretones, con tal de oír a la chica gritar por el miedo y dolor.
Trixie trataba de zafarse como podía, pero los dos sujetos eran miles veces más fuertes que ella y además estaba Tyrek que miraba divertido todo el asunto mientras se desabrochaba el pantalón y se reía con fuerza a la par que hablaba.
- No eres nadie –
En un parpadeo Trixie apareció delante Vinyl y Adagio, quienes la veían con asco.
- No puedo creer como pude tenerte en mi casa – dijo Adagio escupiendo las palabras.
Fue entonces cuando la ilusionista se dio cuenta que estaba en la acera de una calle de mal aspecto, justo al lado de un bote de basura mientras en sus manos tenía un cartel que decía "Hago lo que sea por comida"
- Repugnante – dijo Vinyl girando el rostro sin siquiera aguantar ver a la pobre chica que no sabía que estaba ocurriendo, ellas jamás le hablarían de ese modo – No puedo soportar ver "esto" más tiempo, vámonos Ady – le dijo Vinyl a su amiga para después darle una mirada cargada de rencor a Trixie e irse del lugar.
La peliblanca no pudo decir ni una sola palabra, no sabía cómo defenderse realmente y solo le quedaba escuchar todo eso con un nudo en la garganta... hasta que llegó ella.
- ¿Pequeña? –
La simple voz hizo que las lágrimas vinieran rápidamente y que tratara de explicar lo que estaba ocurriendo, que todo era un sueño, que nada de esto es real... pero no podía articualr ninguna palabra, ni siquiera un sonido.
- Mi pequeña Trixie... - Sweet Hearth miraba con lágrimas en los ojos a Trixie, quien ahora estaba con ropa sucia y rota, pero ahora tenía la barriga hinchada, como si estuviera embarazada, el cartel que tenía en manos decía "Hago lo que sea por dinero" y con la marca de unos labios manchados con labial al lado – Estoy tan decepcionada – Sweetie no pudo soportar por más tiempo ver a Trixie así y entre llantos camino lejos de ella. Trixie como pudo, se paró de golpe del suelo y camino hasta la señora para tratar de detenerla, pero apenas se pudo acercar a ella, un golpe con puño cerrado fue a parar a su rostro con tal fuerza que la tiró al suelo con mucha violencia.
- ¡No la toques! – Lyra fue quien golpeó a Trixie mientras Bon Bon agarró del brazo a Sweetie y se fue con ella con calma y calmándola mitras le daba una mirada de muerte a Trixie – Ni siquiera intentes acercarte nuevamente a nosotras, ya hiciste mucho daño malnacida – nunca había imaginado ver de esta manera a la tan genial Lyra... esto es sin lugar a dudas lo peor que jamás haya imaginado...
Pero...
Una mano pequeña se posó en el lugar donde Lyra la golpeo y comenzó a amasarla de manera suave y gentil, como si quisiera que el dolor se marchara.
Después todo se puso negro, solo se encontraba ella y Sam en medio del vacío absoluto, su querida Sam le sonría de manera amable y cariñosa mientras le brindaba una de esas sonrisas que solamente ella en el mundo era capaz de hacer, una sonrisa tan grande y tan radiante que curaba el alma de Trixie...
"Te he extrañado tanto" decía en su mente Trixie mientras abrazaba a Sam con fuerza, tratando de olvidar lo que acababa de pasar hace unos minutos.
Pero la pesadilla no había terminado...
Sam se libró del abrazo de Trixie mientras seguía sonriendo, se acercó a su rostro y le dio un tierno beso en la mejilla.
A lo lejos había las siluetas de dos personas, un hombre y una mujer adultos.
Trixie veía confundida a Sam, que de pronto comenzó a alejarse de ella y estaba yendo en dirección a aquellas personas desconocidas.
La peliblanca no quería soltar por nada del nada a Sam, sacó fuerzas y trató de agarrarla...
Pero no pudo alcanzarla.
Solo se quedó inmóvil viendo como Sam corría a los brazos de aquel hombre y este la alzaba en sus brazos y la hacía dar vueltas en el aire, como un padre haría con su hija. La mujer se acercó cuando el hombre termino de jugar con Sam y esta le dio un beso en la frente a Sam y los tres compartieron un abrazo familiar mientras que Trixie estaba destrozada viendo todo aquello, sin poder decir nada.
- Te amo mami – salió de los labios de Sam... pero esas palabras no eran dirigidas a Trixie.
- ¡Nooo! – gritó de repente la ilusionista moviéndose a todas partes de manera desesperada – ¡Por favor ya basta!
- Es tu futuro – una voz con tono de burla se escuchó en la cabeza de Trixie.
- No mereces ser feliz –
- Solo eres un pedazo de mierda
- Seria mejor si te murie...
- ¡Trixie!
Unos brazos fuertes agarraron la cintura de Trixie, tratando de calmar los movimientos violetos que estaba haciendo por culpa de una pesadilla seguramente.
- Trixie soy yo, estoy contigo – Sunset pudo contratar a Trixie de alguna manera, enrollando sus piernas con las de ella y poniendo su cabeza en medio de su cuello y hombro para tener mejor agarre de su amiga – Nadie te está haciendo daño, estoy aquí contigo.
Poco a poco Trixie comenzó a entrar en sí, y rápidamente recordó que Sunset había venido por ella, estaban en la camioneta de Applejack, estaban durmiendo... ahora Sunset tenía el rostro lleno de sangre.
- ¿Sunny? – le llamó con terror en el rostro y con el corazón a punto de salir de su pecho, al ver bien a Sunset vio como de su nariz no paraba de salir sangre.
La había golpeado mientras dormía.
La ilusionista se desesperó nuevamente negando con la cabeza de manera histérica mientras se separaba de su amiga que estaba debajo de ella, se sentó de golpe en el asiento y llevó ambas manos a su rostro tapándose la cara por la vergüenza y el enojo con ella misma por haber lastimado a Sunset.
- Soy una estúpida – se dijo así misma mientras se jalaba el pelo con fuerza - ¡Soy una estúpida! – ahora quien realemente se estaba lastimando era ella misma.
- Golpeaste a la única persona a quien le importas –
"¡Fue sin querer!"
- Ahora Sunset también te odia, bien hecho –
"¡No es cierto...!"
- Esta sangrando mucho, todo por culpa tuya –
"No quise lastimarla..."
En la cabeza de Trixie todo era un caos, apenas podía escucharse asi misma, solo oia susurros y risas horribles que la estaban denigrando y haciéndola sentirse terrible, y ver el asiento lleno de la sangre de Sunset fue peor, lastimó a la chica que acababa de salvarla... su cabeza le dolia, parece que alguien le estuviera arrancando su cabello, pero ella no sabe porque, ¿acaso ella misma se estaba lastimando?
"Me lo merezco" dijo Trixie con rabia y tristeza mezclada.
- Basura -
- Sal de la camioneta -
- No mereces a Sunset -
- Ojala alguien más te hubiera recogido en ese lugar –
- ¿Por qué no te mue...?
- ¡Ya basta! – las manos de Sunset rápidamente agarraron las muñecas de Trixie deteniéndola por completo – Trixie estoy bien – la pelirroja uso todo el peso de su cuerpo para ponerse encima de Trixie y lograr que esta la miré directamente al rostro y notando que la sangre no era nada más que una simple línea roja que le recorría la quijada...
- P...pero –
- Apenas me rozaste Trix – la voz de Sunset trataba de sonar calmada y comprensiva, pero realmente se había asustado por verla de esa manera – Tú jamás me lastimarías Trixie, créeme, todo está bien – relajó el agarré y se quitó poco a poco para dejar respirar a su amiga.
- Había sangre por todas partes... - Trixie se levantó rápidamente para ver el asiento.
No tenía ni una sola gota de sangre.
Nuevamente miró a su amiga para ver que apenas se notaba el rastro de sangre que le salía de la nariz.
- Tuviste una pesadilla – hablaba Sunset acercándose a ella – Comenzaste a moverte como loca y tu mano apenas tocó mi nariz y ya sabes como la tengo de sensible a causa de mis antiguas peleas – dijo tratando de consolar a la aturdida ilusionista – No pasó nada Trix, ven aquí – con ambas manos atrajo a la chica que estaba respirando de manera irregular, como si hubiera visto un fantasma. Obviamenet Trixie correspondio el abrazo de inmediato, buscando protegerse de si misma en los brazos seguros de sunset.
- Ya no aguanto esto... - dijo lamentándose – Necesito ayuda Sunny... ya no puedo con esto – Trixie sentía como de nuevo volvían las voces de su cabeza, como susurros y gritos llenos de odio – Siento que voy a enloquecer – se estaba desesperando, estaba a punto de dejar que esas voces tomaran control de ella otra vez.
- Respira profundo mi vida –
Sin mucho más que hacer, Trixie escuchó aquella voz que sabía que era de Sunset que se escuchaba por encima de las demás voces.
- Ahora yo estoy contigo ¿lo recuerdas? – una sensación agradable comenzó a causarle calma, se dio cuenta que era las caricias de Sunset en su espalda.
- No pienses en nada más, solo piensa en mí, olvídate de lo demás, mientras estés conmigo ya no tienes que preocuparte por nada más – sólo quería que de verdad fuera Sunset, no soportaría otra vez ser engañada por si misma otra vez.
Pero por extraño que pareciera, todo desapareció, no había voces, no había nada.
Eran Sunset y Trixie solas en aquella camioneta, en medio de la nada, con la noche en su máximo esplendor y la luz de la luna que dejaba en evidencia el llano que se podía apreciar lo lejos...
Eran las únicas en su mundo, en ese único momento Trixie pudo olvidarse de todo, incluso de Sam, con tal de poder sentir más a su amiga y a ese abrazo que era lo único que necesitaba ahora mismo.
- Tranquila Trix – otra vez la calmó
- Realmente eres mi ángel guardián – dijo Trixie con la voz quebrada ya no soportando tanto daño que ha sufrido.
- Por supuesto que sí, me lo dijiste el día que nos conocimos, nunca dejaré de serlo.
Realmente no necesitaba nada más que eso, las palabras de Sunset era lo único que podían calmarla y también ahuyentaba a las terribles voces... no exageraba cuando decida que ella era su ángel guardia.
- Sunset... - la llamó con un hilo de voz – Quédate conmigo... por favor
La pelirroja escuchó decir esto tuvo que aguantar las ganas de besarla, ahora realmente sabe que Trixie no intentará huir de ella, y eso era lo que más quería justo en ese instante.
- No pienso irme a ningún lado.
Un capítulo entero de solamente Trixie y Sunset.
Acostúmbrense a verlas así, porque no creo que vuelvan a separarse... creo
Ahora... por mi experiencia en varias historias, tenía pensado en hacer que Trixie se ponga terca con Sunset y que no quiera irse con ella por nada del mundo, lastimando a la pobre de la tocino y en consecuencia logrando que esta se enoje y que la obligara a subirse a la camioneta, diciéndole que "pagaría" por sus servicios de dama de compañía, como Trixie tenía pensado en hacer como nuevo oficio.
Al final Sunset llevándola a un motel para asustarla y que Trixie por fin se calmara y que dejará que Sunset la ayudara y se quedara con ella.
Así tenía pensado este capítulo desde hace 4 años... pero luego dije:
"Hay que ser muy hijo de put4 como para hacer sufrir más a Trixie y causarle otro trauma de que su mejor amiga quiera abusar de ella"
Al final deje que el lado protector de Sunset se haga presente y que esta fuera quien la calmará y se ganará a Trixie por las buenas, sin la necesidad de joderla más de lo que ya estaba.
Háganme saber que opinan acerca de esto si fue correcto que lo cambiara o querían la versión original
Posiblemente tenga otro capítulo listo antes de terminar diciembre
Esta entonces
Adior
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