Escuchó como su móvil vibraba repetidas veces, así que tomándolo a escondidas de su mamá subió al cuarto mintiendo que iba al baño pues su madre la había castigado quitándole su celular y ya casi llevaba un día completo sin el, miró que tenia cincuenta llamadas perdidas de todos sus amigos y muchísimos mensajes así que abrió y respondió a todos, por ultimo le marco a el pero para su mala suerte no le respondía así que decidió mandarle un texto tal vez después lo vería

*Franky: Hola! Perdón por no llamarte como te lo prometí la vez pasada que nos vimos, pero después de llegar al anochecer mi mamá me echo un sermón de los que no te imaginas y me castigo quitándome mi celular, pero no te preocupes estoy bien te veo mañana claro si vas a l colegio últimamente faltas mucho y bueno te dejo porque mi mamá me llama y debo devolver el celular a su lugar te quiero 😘 bye.

Bajo y fue directamente al cuarto de su madre aprovechando que se encontraba en el baño y lo deposito en su lugar, se encerró en el cuarto como si no hubiese salido nunca. Ya era la hora de cenar así que de mala gana y aun en pijama bajó al comedor, se sentó a esperar a que le sirvieran, su madre solo la observaba. Para se sinceros su madre nunca la quiso como una madre debería querer a sus hijos, ella se embarazo de Franky a los 17 años por eso le tenía cierto despecho por "arruinar su vida" como cuando era joven ya que por ella no podía salir a fiestas, de compras con sus amigas, tenia que trabajar para mantenerla y ningún chico se fijó de ella por tener una hija, así que ahora las dos estuvieron solas durante un largo tiempo hasta ahora que su madre conoció a un hombre que la acepto con una hija pero el era un hombre de dinero a que tenia las mujeres que quería, era ambicioso en todo sentido y a Franky le daba mala espina se sentía incomoda cuando el estaba, por esa razón siempre madre e hija terminaban discutiendo, es por ese motivo que la morena bajaba a cenar en absoluto silencio y sin ver a su mamá, claro que a ella le dolía no verla y no abrazarla pero ni modos así tenia que ser su madre la odiaba de algún modo y ella tenia que seguir viviendo así como lo a hecho desde hace ya unos años, no tenia que pedir permiso para nada pues con el dinero que ganaba vendiendo zapatos y ropa en línea se valía por si misma y que decir de la ayuda de sus amigas, pero eso si su madre por ningún motivo le dejaba salir con hombres ya que eso para ella era hacerla sufrir al igual que su madre de joven.

Terminó de cenar y subió a su habitación y se dispuso a dormir, escuchó como tocaban a su puerta y decidió abrirla, era su madre que estaba extendiendo su mano y entregándole su celular .

- Terminó tu castigo niña, aquí esta tu teléfono este - dijo tendiéndole la mano con el teléfono agarrado solo por las puntas - ¡Ah! y de una vez te digo que mañana viene Niel y espero te comportes llegando de tu escuelucha, ¿entendido? - reclamó su madre con la cabeza alta.

- Si madre, no te preocupes estaré aquí saliendo de clases y no te molestaré, estaré en mi cuarto toda la tarde - respondió Franky aguantándose las lágrimas.

- Muy bien chiquilla, ahora veté a dormir que no soporto verte - reclamo la madre dándose la vuelta y marchándose sin darle permiso a la morena de responder.

Ella solo cerro la puerta y se cargo en ella dejando caer pesadas lágrimas sobre su rostro, odiaba que su mamá la tratara como una desconocida y mas que trajera a ese hombre a su casa que además creía que era suya, lloraba amargamente por su patética vida cuando escucho como alguien tocaba su ventana se seco las lágrimas como pudo y se fue acercando a su balcón lentamente, abrió su ventana y cuando miro a Devon. Lo jalo hacia adentro y lo abrazo por el cuello dejando caer nuevamente lágrimas de dolor, el chico al verla llorar así se sintió demasiado extraño no sabía que era lo que le estaba pasando, tenía la oportunidad de terminar de una vez por todas pero algo se lo impedía y no sabia lo que era. No quiso preguntar y solo dejo que la morena se desahogara con el, así que su subconsciente, ese que le hacía sentir raro cuando estaba con ella salió a flote mientras le acariciaba el cabello. La chica poco a poco dejaba de llorar y solo quedaba en silencio, ella decidió romper el abrazo alejándolo poco a poco hasta que sus miradas chocaron, el la cargo y la recostó en la cama abrigándola y sentándose a su lado escuchando cada palabra que salía de la boca de la morena, ella al contarle sobre el famoso Niel y como el la molestaba tratándola como si fuese una criada se molestaba más aún si saber el porque.

Pudo observar como la chica se había quedado dormida así que poco a poco se acercó a ella y le dio un casto beso en los labios.

-No se lo que está pasando conmigo, pero créeme que nada cambiara tu destino - dijo saliendo de la ventana como un rayo haciendo que las cortinas bailarán dando un poco de tranquilidad a la habitación.

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Se encontraba en la cama bien abrigada, le dolía mucho la cabeza y sus ojos estaban hinchados por haber llorado casi toda la noche, no recordaba nada o mas bien no quería recordar nada de lo que paso anoche, solo se dispuso a pensar en Devon y lo amable que fue en quedarse con ella hasta que se durmiera, era amable y sabia escuchar los problemas de los demás eso la hizo recordar lo que le había dicho la tarde en el parque, que siempre estaría cuando más lo necesitara y también cuando las cosas marcharan bien, sonrió por los recuerdos de el, siempre la hacia sonreír y aunque le pesara aceptarlo ella se empezaba a enamorar del el cada vez más, se levanto y pudo observar la nota que tenía entre las manos sonrió al leer lo que decía y por las ocurrencias de chico con ella beso la nota y después dijo "idiota" fue directo a la ducha ahí estuvo un largo rato hasta que decidió cambiarse para ir a la escuela, tomo sus cosas y salió a escondidas de su madre no quería verla, le bastaba con lo que sucedería en la tarde con el estúpido de Niel.

Llego hasta el portón de la preparatoria y se quedo pensando no tenia ganas de tomar clases, se dio la vuelta y dispuso marcharse cuando alguien la tomo de la cintura y poso sus labios en los oídos de ella.

-¿A donde crees que vas princesa?- comunico el joven que la tenia abrazado - Es muy malo faltar a clases, podrías reprobar tus exámenes, además de que no te vería todo el día que es lo mas portante - termino de decir el chico aún confundido por su comportamiento pero sabía que está era la oportunidad y no habría otra opción.

- Es que me siento mal, no tengo ganas de nada y menos de las clases que son aburridas, porque hoy no tenemos prácticamente puesto que acabaron los exámenes y tenemos una semana de purificación - agregó la joven asiendo comillas con los dedos por lo último, - Pero ¿que te parece si nos escapamos todo un día juntos? Bueno, toda la mañana porque en la tarde tengo que estar en casa - pregunto haciendo un puchero como el gato con botas.

- Lo hubieras dicho antes - Dijo el rubio con una sonrisa.

Tomándose de las manos se alejaron del colegio antes de que algún profesor los viera y mandase reportes, en el camino se la pasaron discutiendo sobre a donde ir, hasta que al joven se le ocurrió una idea, fueron por su coche al estacionamiento más cercano del colegio y condujo hasta una playa no tan lejos de la ciudad, le quedaban cinco horas para regresar, bajaron y corrieron hasta la playa, se mojaron como niños, Devon le enseño a nadar mientras ella solo se reía de como el trataba de ser serio enseñándole y así pasaron la mañana. Se encontraban acostados en la arena sin decir ninguna palabra, hasta que rompiendo el silencio Devon la giro y esta quedó en sima de el, su mirada era tan penetrante que lo dejo hipnotizado ,dibujo cada línea de su rostro con el dedo. Posó su mano en la espalda de la chica y con la otra saco una navaja del pantalón dispuesto a clavar el arma en el cuerpo de la morena. Estaba a unos escasos centímetros del contacto con su piel cuando ella le tomó el rostro y lo beso, lo beso de una manera tan dulce que el rubio soltó el arma y la tomo para besarla de igual manera, poco a poco fueron subiendo la intensidad, el la tomo de la cintura y la atrajo con fuerza a el mientras ella jugaba con su cabello hasta que la falta de oxígeno se hizo presente tuvieron que separarse, la chica estaba totalmente sonrojada por lo que acababa de ocurrir, miro la hora y faltaba casi media para que "saliera del colegio" ,tenia que llegar ya a su casa, tomaron sus cosas y emprendieron el camino a la ciudad.

En una esquina antes de su casa se estaciono un coche del cual una joven bajo y con el rostro aún sonrojado se despidió del rubio el cual solo asintió y le guiño un ojo, acto después ella solo observaba como se alejaba mas y mas así que camino a su casa, cuando estuvo frente a la puerta dio un suspiro y abrió, la sala estaba totalmente vacía fue a la cocina y nada, no quería ir al cuarto de su madre y encontrarse a ese tipo ahí así que solo grito para que su madre supiera de su presencia en la casa.

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Daba vueltas y vueltas alrededor de aquel hombre mientras que en su rostro se dibujaba una enorme sonrisa malvada, mientras el estaba realmente enfurecido sólo la miraba con odio, pero al parecer a ella no le importaba.

- A si que te enamoraste de aquella mortal, ¿ no es así? Amor mío - aseguró la rubia riéndose con más fuerza.

- Eso no es de tu incumbencia Dana, a mí me han encargado esta misión y no tienes porqué meterte, yo se lo que hago - dijo apretando los puños aún sabiendo que todo era verdad

- ¡ Ja! Si claro si no has hecho nada - aseguro abrazando al hombre y besándolo en la comisura de sus labios - solo te la pasas dándole besos como si fueras como ella ¿Me equivoco? además a mi me asignaron la misión contigo pero a diferencia que yo si la voy a cumplir y pues tu al parecer te enamoraste - dijo riéndose.

- Estás equivocada, no te atrevas a meterte en mis deberes - gritó apartándola con brusquedad.

-Claro cariño cuando gustes con mucho gusto puedo ayudarte - decía mientas se acercaba de forma sensual al joven - Yo no tengo corazón - soltó para desaparecer del lugar.

El joven maldijo a la rubia que se acababa de ir, no sabía quién la había mandado si con su superior hicieron un acuerdo de que pediría refuerzos si en un dado caso lo necesitara pero claro está que solo puede con la situación.

Se recostó, aún no estaba cansado de su forma humana y mientras pensaba recordó a una chica igual o parecida a una gran comandante, se puso a recordad exactamente las características de la rubia con mechones negros y de un brinco se levantó y desapareció de la casa que en instantes igual se volvió cenizas.