Devon:

Mi vida había sido perfecta, no tenia que preocuparme por la supuesta felicidad, ya que en mi y mi vida no existían solo me dedicaba a servir a mi señor, el me hacia bien, lo admiraba en todas formas, desde chico quería ser como el "un gran ser de obscuridad" para atormentar a todos esos mortales que solo nos estorbaban en la vida, vivía junto con Dana, Luz y la mano derecha de mi señor que para decir verdad no sabia su nombre.

Entrenabamos siempre, cada día nos volvíamos fuertes y a decir verdad Luz era mas fuerte que nosotros ella aprendía muy rápido por eso no me asombro cuando el hombre mencionado vino por ella para llevarla a la presencia de mi señor.

Cuando ella volvió no se le notaba ninguna expresión en su rostro, solamente nos comunico que partiría de nuestro mundo para caer en la tierra, pues tenia un gran misión .
Todo ocurrió muy rápido al año Luz había regresado, estaba diferente no nos saludo y fue directo al gran trono, podía escuchar como mi señor se llenaba de ira y maldecía a Luz, vi como ella había sido despojada de su forma y era una simple mortal que se marchaba de nuestro mundo.

Me encontraba totalmente petrificado y no era nada raro habían desterrado a uno de nosotros y a la mas fuerte a decir verdad, ¿que pasaría ahora? No lo sabía, solo deje que el tiempo le dijera todo.

Ya habia pasado un par de años y ahora yo era el que estaba en la cabeza, era el mas fuerte, me sentía dueño de todo aunque a veces me daban ganas de matar a  chica que me acosaba tanto, Dana desde pequeños creció conmigo pero ahora se ha vuelto muy empalagosa y ya no la soporto

Estaba entrenando muy duro, ya había aprendido a cambiar de forma,algo que le falto a Luz, si yo quería podía parecerme a un simple mortal, me encontraba sumiso en mis pensamientos asesinos cuando el hombre se me acercó.

—Nuestro señor quiere hablar contigo — informó aquel hombre de voz temblorosa y resonante, yo solo asenti con la cabeza y me deje guiar por aquel hombre, era la primera vez que pisaba los pasillos del gran trono así que sin perder tiempo observe cada cosa que había, el lugar estaba muy obscuro solo iluminado por unas pequeñas luces rojas en las paredes como si estas fueran unos ojos tenebrosos que te asechaban y podías persivir como estos te seguían con la mirada, el suelo era tierra pero no la que te manchaba era como si estuviéramos bajo algo no se es extraño mientras mas nos acercábamos al lugar mas olía a azufre, llegamos a un pasillo con varios tipos de celdas, un lado en donde se encontraban los demonios mal formados que no obedecían ordenes y que nuestro señor sacrificaba y del otro lado habían demonios mas capacitados estos se encargaban de ir a buscar almas en la tierra junto con la gran muerte, observe como las puertas se abrían de par en par y el hombre que antes estaba conmigo ya se había retirado dejandome con mi señor.

—He escuchado que eres un gran demonio ya — me comento

—Si señor he entrenado mucho y ahora ya se cambiar de forma — le respondí

—Perfecto — lo escuche decir — Porque tengo una misión para ti — término de hablar

—Digame — dije asintiendo la cabeza y orgulloso de mi mismo por el gran favor que me hacia

—Hay una chica que quiero que destruyas, se llama Franky ... — me contaba la historia de aquella chica, cuando termino de hablar asentó y salí.

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Algo para mencionar de mi señor era que el no daba detalles, así que yo mismo me tenia que encargar de la misión, de planear mis estrategias y en eso estaba cuando en mi cabeza comencé a escuchar voces de chicas, distingui muy rápido a mi presa, Sonreí descaradamente cuando me dieron mis respuestas ellas solas.

—Así que, ¿tu chico ideal no? — me dije a mi mismo, y es que la verdad yo no conocía a mi presa, reconocía su voz sus pensamientos eso es todo así que prepare rápido mis cosas y me dirigí a la tierra.

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Llegue al departamento y entre si que nadie me escuchara, recordé aquella lista de esa chica estúpida y la aparecí en mis manos, una vez ta leído sus estúpidos deseos me transforme en aquel tipo desagradable que ella describía y salí a apoderarme de alguna familia y hacerme pasar por su hijo.

Al día siguiente salí rápido a aquella institución para encontrarla por fin, cuando llegue la busque por su voz hasta que la encontré, y ahí están ella una hermosa chica morena de ojos hermosos y hermoso cuerpo regalando su mas hermosa sonrisa a sus amigas, sacudí mi cabeza para borrar esos pensamientos y vi  como una chica me observaba, nuestras miradas se cruzaron y la reconocí, era Luz se veía totalmente diferente ella no me reconoció pero yo si, me acerque a la chica e intente abrazarla pero no se dejó, en ese momento supe que era una buena chica y que valía la pena, aun no entendia porque mi señor quería matarla, así que decidí conocerla más y adentrarme en su mundo.

Poco a poco con el pasar de los días me fui enamorando de ella, me encantaba verla reír y mas si es conmigo, pasamos momentos inolvidables y yo la protegía de todo el que quería hacerle daño aunque era ilógico puesto que yo fui destinado para eso, pero ya no quería estaba arrepentido de mi misión hasta que decidí que no lo haría, que me volvería como Luz así que la busque y hable con ella contándole todo con lujo de detalles.

Todo marchaba bien hasta que llego Dana igual y sabía que ella no se iba a detener hasta conseguir lo que quería, molestaba a Franky y yo me sentía mal no sabia que hacer, no sabía si contarle toda la verdad no quería que me odiara o me tuviera miedo por eso, por que soy un demonio totalmente enamorado.

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Todo paso muy rapido, yo me encuentro secuestrado junto con Luz y el amor de mi vida, no se donde esta no se que hacer, cuando por fin me logro desatar corro junto con Luz en busca de mi novia, mis ojos no pueden creer lo que vieron.

¡Franky estaba en el aire!

¡Era un ángel!

Me quede con la boca abierto, no sabia en lo absoluto que ella era de los buenos, hasta que comprendí su historia, y ahora Niel y Dana están muertos, el señor porque ya no es mas mi señor esta desaparecido y se pronto regresara y yo me encuentro junto a mi chica sentándos en la terraza viendo el amanecer.

— Quien iba a imaginar que mi visa diera un gran giro — la escuche decir mientras se sostenía su cabeza en mi hombro

—No lo se mi amor, yo igual estoy sorprendido — le respondí dando un gran suspiro

—Te amo — la escuche hablar de nuevo

—Yo te amo mas — respondí acariciando su cabello mientras ella se quedaba dormida.

He aquí este hermoso capitulo mis amores, a mi me agrado mucho jeje esperó que a ustedes también les haya agradado... Les quiero y nos vemos en el siguiente capítulo.