El reflejo de tu vida
Despertando de aquel largo y doloroso sueño un poco raro que había tenido quiso levantarse de la cama de golpe pero al hacer ese movimiento pudo sentir como su espalda se estremecía de dolor como si le dieran un millón de piquetes de agujas al mismo tiempo, estaba realmente confundido ¿Era un sueño o fue realidad? Se preguntaba en la cabeza mirando a todos lados en busca de algo que le diera una respuesta pero nada, en la habitación no había absolutamente nada diferente solo que se encontraba desnudo del torso para arriba y vendado en la parte de la cintura que apretaba su cuerpo para así poder minimizar el dolor.
Ahora como ya había experimentado el dolor de levantarse bruscamente lo hizo con mucho más cuidado, una vez de pie camino hacia donde todo había ocurrido y nada la cocina estaba totalmente impecable y sin ningún rastro de locura de la noche anterior regreso con sumo cuidado hasta su alcoba y cuando estaba apunto de acostarse escucho el crujir de la puerta abriéndose y dándole entrada a una mujer que en las manos sostenía varios instrumentos quirúrgicos totalmente limpios, el rubio sonrió de medio lado al reconocer aquella mujer que caminaba hacia el.
-¿Cómo estás? - pregunto la chica dejando los instrumentos en una mesita junto a la cama.
-Bien gracias, pero... ¿Qué es todo esto? - dijo el chico señalando todo lo que había a su alrededor.
-Instrumentos de cocina - bromio la chica mostrando una pequeña risita de picardía, -Es broma, todo esto que vez nos sirvió a mí y a las demás chicas para ayudarte, estabas en muy mal estado gracias a Dios que Cloe sabe de esto gracias a sus cursos privados, pero...¿ Qué fue lo que paso exactamente? - pregunto curiosa la chica.
El rubio ya había abierto la boca dispuesto a contar todo lo que había sucedido aquella noche pero fue interrumpido cuando las chicas entraron de golpe a las habitación un tanto agitadas por la corrida o la emoción que tenían
-Luz - soltó la castaña y tomando una bocanada de aire se dispuso a continuar - Hemos visto a Fran.. Blacklady merodiar por el departamento de Devon - termino de hablar la chica mirando la expresión del rubio.
Luz hizo la misma cosa de Ross mirar al joven rubio el cual al escuchar aquello quedó cabizbajo y pensativo, la chica ya conocía a sus amigos y la expresión del rubio no indicaba nada bueno.
-Oh no! Ni se te ocurra Devon - ordenó más la chica que dar una opinión - puede pasarte algo, ella ya no es la Franky que conocemos y si está por aquí eso significa que ella te hizo eso - dijo mirando la heridas vendada del joven.
-Eso no prueba nada ¿ Y qué tal que no fue ella? - respondió el chico más para el que para las demás, sabiendo que cambia la posibilidad que lo que la chica decía fuera cierto.
-No lo se - se limitó a decir la chica tomando las casas de la mesa dispuesta a salir de la habitación - Has lo que creas más conveniente, chicas - dijo mirando las indicando que deberían salir - Por sierto llámanos por cualquier cosa ¿Entendido? - sonrió cerrando la puerta.
No faltó que el chico fuera en busca de la mujer pues ella apenas lo encontró solo apareció en su habitación.
-Hola Devon - dijo la mujer sonriendo de forma burlesca -¿Como estas? -
-Franky mi amor - dijo el joven no pensando mucho en lo que estaba haciendo y con quién estaba en esos momentos y no impprtandole el dolor de sus heridas corrió hacia aquella mujer y la abrazó.
La mujer se quedó paralizada aún en lo más profundo de su alma había esa calidez que aquel chico le dejaba, pudo ser por eso que no puso recistencia a aquel cálido abrazo, pero no tardó mucho cuando la maldad surgió ganándole al amor haciendo empujar al rubio tumbandolo en la cama.
-¿Quién diablos te crees para tocarme? Yo soy la gran soberana de la obscuridad niñato tonto - escupió aquella mujer hiriendo al chico más de lo que había hecho con su cuerpo.
- Franky - mencionó mientras las lágrimas caían de sus ojos - Te amo ¿Acaso es que ya no lo recuerdas?
-Tal vez - dijo acercándose al chico de forma peligrosa y tumbandose encima de él y acercando sus labios a los del chico - Tú noviecita Franky lo recuerde, pero yo no - escupió rodando sus labios y apartadose lo más rápido de el.
-Ahora, acabaré contigo - grito transformándose en el demonio más horrible y peligroso que existia en el Inframundo, dispuesta a matar al rubio sin importar nada, estaba apunto de clavar sus garras al corazón del chico cuando aquel pudo observar como en el corazón de aquel demonio cruzaba algo grande y filoso destrozándole el cuerpo y haciéndolo sangrar, el demonio se quedó inmóvil mientras gritaba se dolor.
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En la sala del trono del Inframundo el príncipe Maikol pudo persivir un gran dolor en su alma que lo hacía retorcerse de dolor y al mismo tiempo se convertía en demonio y humano cada segundo y supo que algo malo le pasaba a su semilla, a la semilla más poderosa que tenía y no podía desperdiciar más tiempo.
-Mi señor, llegó el momento - decia mientras que con todas sus fuerzas se ponía de pie y salía de la sala olvidándose del dolor.
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Luz no era de aquellas que se confiaba tanto cuando de algo malo se trataba así que fue en busca de sus armas y salió en dirección del departamento del rubio, cuando estaba apunto de abrir la puerta de su dormitorio pudo escuchar la voz de aquel demonio soltando su veneno, abrió la puerta con delicadeza sin que nadie la escuchara para poder observar mejor, tenía que atacarla aunque Devon no quisiera tendría que acabar con aquel demonio aún sabiendo que cabía la posibilidad de dañar a su amiga, observó cómo aquella mujer rosaba sus labios con los del joven y por un segundo sintió envidia por ella, desde que vivía en el Inframundo sentía algo por el rubio pero nunca hablo porque era de aquellas chicas que no demostraban sus sentimientos pero cuando vio a Devon en la tierra enamorado de su mejor amiga lo olvidó y si estaba segura de que ya no sentía nada por el, más que cariño y admiración, sacudió la cabeza para sacar el sentimiento de envidia y dispuso a esperar el momento indicado y fue ahí cuando lo vio, corrió lo más rápido que pudo y con todas sus fuerzas clavo una espada demaciado grande en la espalda del demonio que daba directo al corazón.
Una vez asegurada de que no había dañado al chico giro la espada para dañarle más y hacerlo gritar de dolor hasta caer muerto y así lo hizo consiguió que el demonio fuera desapareciendo, pero este no era igual que Dana ni Niel puesto que no era un demonio nacido sino convertido , así que lo último que pudo mirar fue a su amiga tumbada en el suelo inconsciente luchando por su vida.
El rubio después de recuperar toda su consciencia y salir del trance en el que estaba corrió al lado de la chica y la abrazó para después cargarla entre sus brazos.
-Vamos Luz no hay tiempo que perder - dijo saliendo lo más rápido que pudo hacia al hospital, la chica sonrió al ver que todo había acabado, pero una sombra de dolor salio en su rostro, no quería pensarlo, no quería imaginarse haber fallado y lastimado a su amiga de más, así que corrió tras el rubio en auxilio de su amiga.
La gente estaba sorprendida al ver llegar aquellos dos jóvenes demaciado agitados y preocupados como para mirar a su alrededor, pero más sorprendidos estaban al ver aquella chica que se encontraba sobre los brazos del hombre rubio totalmente inconsciente y con sangre en su estómago manchando la delicada tela blanca que llevaba por vestido, el rubio llegó rápido a recepción y sin decir una sola palabra varios enfermeros y doctores se acercaron a él y tomaron a la chica poniéndola en una camilla para llevarla a cirugía y lograr salvar su vida, no había tiempo para pedir explicaciones sobre qué es lo que le había pasado así que el doctor de cabeza les indico que esperarán a ver cómo salía de la operación, los chicos obedecieron y no avanzaron más allá de lo que se les permitía, el rubio no podía estar calmado sabiendo que su novia corría riesgo de perder su vida caminaba de un lado a otro poniendo más nerviosa a la chica que estaba junto a él, Luz no podía articular ninguna palabra sobre lo que estaba sucediendo tal vez era la impresión de que su amiga luchaba por su vida o que ella fue la causante de que este luchando, respiro hondo y armandose de valor agrego.
-Devon, lo siento - pudo pronunciar antes de que las lágrimas cayeran en su rostro y la desesperación se apoderada de ella
El rubio al ver aquel momento paro y fue con su amiga para abrazarla.
-Luz mírame, no tienes nada de que preocuparte eres la mejor amiga de Franky y yo se que lo hiciste para ayudarla creeme cuando te digo que no es culpa tuya, te lo agradesco- dijo el chico tomándola del hombro en forma de apoyo y esperando su respuesta.
Luz al escuchar aquellas palabras de apoyo levantó la vista y trato de sonreír por el amable gesto de su amigo al no culparla por lo sucedido.
Ya habían pasado unas tres horas desde que la castaña había entrado a quirófano y los doctores no daban noticias, el rubio se puso de pie decido a preguntar cuando el doctor salió del quirófano.
-Familiares de la señorita Franky - pregunto el doctor
-Yo soy su esposo - dijo Devon totalmente seguro, mientras que Luz después de tantas horas sonrió de felicidad por lo que acababa de escuchar.
-Bien Señor la señora Franky está fuera de peligro - dijo el médico mientras que los dos chicos suspiraron aliviados - Pero la señora necesita demaciado cuidados y para serle sincero fue demaciado grave u preligroso lo que le pasó así que con permiso señores y en un par de horas podrán verla - comunico el doctor retirándose del lugar
El rubio se encontraba demaciado feliz por la noticia así que decidió esperar para poder ver a su amada después de tanto tiempo de no verla.
Se dirigió a la habitación 200 con un gran ramo de flores blancas y entro encontrándose a la chica sumamente dormida por el tranquilizante que le pusieron para el dolor, se acercó y posó un beso en la frente de su novia dejando las flores en su mesa de noche.
-No sabes cuánto te extrano mi amor - dijo el rubio apartado unos mechones de cabello del rostro de la joven para poder besarla y cuando le tomó la mano mientras hablaba con ella pudo sentir con la chica apretaba su mano como si estuviera luchando contra algo que le causaba dolor, el rubio se asustó y llamo al doctor para que la revisaran mientras a él miles de cosas le pasaban por lamente.
¿Y si el demonio no había muerto y quería volver a tomar el cuerpo de Franky? No lo sabía solo tenía que esperar los resultados de los medicos!
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