Categoria:anunció de embarazo

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Lágrimas corrían por mis mejillas, mientras miraba por la venta del auto, una de mi manos apretaba mi suéter más a mi pecho, mientras que la otra estaba unida a la de mi esposo, el le daba unas suaves caricias a mi mano, mientras conducía, ambos estábamos destrozados, nos acababan de dar una noticia que hizo a ambos nos rompiera el corazón.

Cuando llegamos a casa el fue a la cocina, dónde cogio la tetera y puso a calentar agua, yo me senté en la sala, dónde apoye mis codos en mis rodillas, cubriendo mi rostro en las palmas de manos, deje que más lágrimas escaparan de mi... simplemente el dolor era insoportable.

-amor...-me llamo sentándose a mi lado y poniendo la taza de té, sobre la mesa-M'lady

-no...-susurré con la voz entrecortada-no...

-lo siento mucho-se disculpó, para después envolverme entre en sus brazos.

Fue cuando no pude soportarlo, rompí a llorar en sus brazos, mis sollozos hacían eco en la habitación, mi cuerpo temblaba, y cada ves que quería parar, sentía que me ahogaba.

De un momento a otro, ya no solo se escuchaban mis sollozos, si no también los de el, ambos estábamos arruinados, destrozados y rotos, habíamos perdido a un posible compañero o compañera, un posible amigo, un posible confidente, un posible hijo....

Mi embarazo no había durado ni tres meses, cuando el feto dejo de desarrollarse, el solo pensar en los momentos tan dulces que pudimos haber compartido, su primera palabra, sus primeros pasos, la sensación de cariño cuando nos dijera "te amo".

Y habíamos perdido la oportunidad de vivir esos bellos momentos, después de unos minutos ambos nos calmamos,pero  seguiamos aferrados uno al otro

-Babe-le llame con la voz un poco ronca, el me miró y acunó mi mejilla en su mano-te amo

-yo también te amo-me aseguro dándome un cálido beso en los labios.

Después ambos nos dimos una ducha, y nos acostamos aún abrazados, cuando el se quedó dormido, me levanté con cuidado para no despertarlo, me fui directo a la cocina y de ahí tomé un vaso con agua, me senté nuevamente en el sofá, mi mente no podía dejar de dar vueltas sobre el asunto, me sentía una maldita inútil, sentía que podía haber hecho algo para salvarlo, pero ya era tarde.

-¿Cariño?-escuché detrás de mi, mire hacia atrás y ahí estaba el, mirándome, se acercó a mí, y se sentó a mi lado-¿Quieres..¿Quieres hablar de lo que sucedió?.

Yo negué

-esta bien-acepto el.-Astrid..

-¿Si?-

-no es tu culpa-

Rei con amargura, lo mire con el ceño fruncido negando.

-no es cierto, YO lo tuve dentro de mi, en mi cuerpo y no supe que algo andaba mal y  si hubo algo malo, entonces no lo note o lo ignore-mi voz de nuevo se entre corto-si alguien aquí es culpable, ¡SOY YO!, Yo lo mate....

-no vuelvas a decir eso jamás-exclamo enojado, tomándome de los hombros, y mirandome fijamente, era la primera vez que lo veía enojado y eso me asustaba un poco-tu no tienes la culpa de nada, ni yo, ni el bebé...estas cosas pasan y si, esto es un asco, pero lo superaremos, hemos superado cosas peores, podremos con esto-las lágrimas se comenzaban a acumular en sus ojos.

-lo siento-me disculpe y lo abrace, colocando su cabeza en pecho, está vez fue el quien rompió a llorar, sabía que se sentía igual de culpable que yo, no quería que se sintiera así, como el tampoco quería eso para mí, pero si no sabía cómo calmar esos sentimientos en mi, ¿Cómo podría calmar los de el?.

Los dias pasaron y al parecer las cosas se habían relajado un poco, el dolor no se había ido, pero aprendimos a vivir con el rápidamente, hasta que llego una llamada del hospital...

-¿Hola?-dije atendiendo el teléfono

-¿Sra. Hadoock?-preguntó una voz femenina.

-¡Cariño ya llegué!-se escucho desde la puerta.

-estoy en la cocina-le avisé y luego volví a la llamada-em.. si soy yo.

-soy la Doctora Meyers, y tengo los resultados de sus análisis-me informó, mi corazón dió un salto.

-me permite un momento por favor-le pedí y aleje un poco el teléfono de mi oreja-¡Babe!, ¡Tienes que venir!

Y casi al instante de haberlo llamado, llegó a mi lado, coloque el teléfono en la mesa y puse el altavoz para que pudiéramos escuchar ambos.

-listo, la escuchamos-dijo mi esposo mirando fijamente el teléfono.

-como le decía...tenemos sus resultados y...-pausó mientras suspiraba, era un suspiro de tristeza, sabía que algo malo pasaba-lamentó infórmale que sus posibilidades de volver a quedar embarazada son pocas, lo siento mucho.
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La llamada había finalizado, y ambos nos encontrábamos aún en la cocina, ninguno se esperaba esto, ya habíamos perdido un hijo y ahora la oportunidad de tener otro se había esfumado.

Nadie decía ninguna palabra y cada vez que abría la boca la volvía a cerrar, solo me acerque a él y lo abracé por la espalda, sentía su calor reconfortante y su olor relajaba mis fosas nasales.

El giro hacia mi, y me envolvió en sus brazos, ambos nos quedamos así unos momentos, juntos, con unos cuantos suspiros, hasta que el sonido del microondas nos saco de nuestra burbuja, suspiré pesadamente una última ves y me aleje de el, pero antes de que llegara, el me tomo por los hombros, me giro delicadamente hacia el, y coloco sus manos en mis mejillas.

-ésto que nos a pasado, no cambia nada entre nosotros, que eso te quede claro-me dijo mirándome fijamente-no quiero que te estés torturando a ti misma por esto, nada de esto, ¡Nada!, me podrá separar de ti, te amo mucho aunque tengamos  dificultades...

-lo se..-le respondí llevando mi mano a su mejilla, comenzando a acariciarla-yo también te amo..

Y así ambos nos fundimos en un beso dulce y lleno de amor.
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De nuevo me encontraba derramando lágrimas, pero está vez eran lágrimas diferentes, lágrimas de felicidad, ya habían pasado unos cuantos meses desde esos días que para mí no tenían salida, sin embargo últimamente me había sentido mal, tenía vómitos y mareos, además de tener un cansancio y unas ganas de dormir todo el tiempo.

No le dije a Hiccup, pues cuando me enfermo, el suele ser un poco sobreprotector, incluso cuando me he enfermado de una simple gripa, se queda conmigo todo el tiempo, hasta llegó a faltar al trabajo, no es que me moleste no nada, adoro que me preste atención, pero que a veces me hace sentir como una invalida.

En fin, fui con un médico y medio la noticia que menos esperaba y no veía la hora de contárselo a Hiccup.

Prepare toda la sorpresa, no era algo extravagante, quise hacerlo algo sencillo y especial, ya tenía todo listo y en ese mismo momento tocaron la puerta, al abrirla me tope con mi persona favorita...

-hola M'lady-saludo el con una sonrisa coqueta, parecía galán de novela y eso lo hacía ver mucho más sexy de lo que ya es, levantó una de sus manos dónde venían algunos paquetes de comida china, el sabía que a mí me encantaba esa comida.

-hola Galán-dije riendo mientras el pasaba y dejaba la comida en la cocina, cuando cerré la puerta escuché:

-amor..¿Que es esto?-preguntó el mirando una pequeña cajita.

-oh...-dije recordando la noticia-es una sorpresa para ti, ábrelo.

Y en cuanto lo hizo, dejó caer su mandíbula y sus ojos se abrieron más de lo normal al ver el interior de la caja, un pequeño chupete, un pañal y una ecografía que me habían hecho ese mismo día.

-no es una broma, ¿Verdad?-

-no.., es real..estoy embarazada-en cuánto lo confesé, el llegó a mi corriendo, tomando mi rostro y repartiendo besos en el.

-estoy es un milagro, Hiccup-le mencioné entre besos

-no.., es nuestro-corrigió, aún besándome-es nuestro pequeño milagro, solo nuestro.

Aún recuerdo muy bien los momentos de tristeza y de felicidad, pero eso no cambia nada en mi, aún sigue doliendo la perdida de nuestro primer bebe no nato, pero juntos logramos salir adelante,

Mi embarazo fue todo un éxito está vez, tuvimos a nuestra pequeñita, a nuestra Zephry, y aún es nuestro pequeño milagro.

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Hola!!
Esta es la segunda categoría y la hice un poco más dramática, ¿Porque?

!por qué me dió la maldita gana!,( Perdón me exalte), y bueno creo que me voy a seguir con el siguiente,

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Adiós