Al día siguiente.

Rebecca y yo nos encontrábamos en la plaza, ella me había pedido que la acompañara a comprar algunas cosas.

Drake.

Hoy nos había tocado descansar de grabar los spots, así que Josh y yo decidimos ir a dar una vuelta por la plaza, aún no comprábamos nada pero queríamos despejarnos un poco de nuestra rutina. Estábamos escabulléndonos por ahí con unos disfraces tan fuera de moda para poder pasar desapercibidos.

-Vamos Josh, acabamos de llegar ¿y ya te quieres ir? -le pregunté.

-Esto de las compras no es lo mío, me aburre.

-Pero vienes conmigo y no soy una chica -dije.

-¡Las chicas si que toman su tiempo! -exclamo.

-¡¡Lo sé!!

-Sólo porque eres mi amigo, me quedaré contigo -dijo.

-Gracias amigo -respondí sarcástico y él rio.

-Era broma... ¡espera! -se detuvo en seco y deteniéndome también con su mano sobre mi pecho.

-¡¿Qué pasa?! -pregunte asustado.

-¿Ves a esa chica? -señalo.

-Sí, ¿qué pasa con ella?

-Se me hace conocida... –pensaba- ¡ya sé, es Rebecca!

-¿Crees que venga con Vanessa?

Aunque no era difícil imaginar que sí estuvieran juntas.

-No sé, iré a saludarla. ¿Habría algún problema? -me pregunto angustiado.

-¡Por mi no te preocupes! Si quieres nos vemos en la entrada, me mandas un mensaje -me apresuré a decir.

-¿Seguro? -insistió.

-¡Claro! -sonreí.

-Esta bien, te veo en la entrada -me dio una palmada y salió corriendo a encontrarse con Rebecca.

-¡De acuerdo! Suerte -grité-. Bueno... ahora sí, a lo que venía.

Josh se fue y yo tenía que conseguir ese disco, no podía irme sin él. Ya me habían dicho que aquí lo podía conseguir.

Vanessa.

Mientras ella entro a una tienda, yo me distraje con la tienda de discos exclusiva de clásicos, amaba esas épocas a pesar de que aún no nacía. Entonces mis ojos se iluminaron, estaba frente a el preciado Abbey Road de The Beatles, era uno de mis favoritos. Lo estaba buscando desde hace un tiempo, pero justo cuando iba a tomarlo, alguien más puso su manos en el...

-Disculpa, yo lo tome primero -me aferré a él.

-¿Por qué no buscas otro? Debe haber miles -respondió jalándolo hacia su dirección.

-Lo mismo digo -dije enojada.

-¡Por favor! -suplico-. Es mi oportunidad para llevármelo.

Era tanto mi enojo, que no había notado esa voz... yo ya la conocía, volteé a verlo y él estaba admirando aún el disco, poco a poco lo solté.

-Está bien, puedes llevártelo -dije-. Lo siento, me vi un poco grosera -continué-, yo lo puedo comprar después.

-No, no sería justo -lo acercó a mí-. Además tú lo viste primero -me volteó a ver por fin.

-De verdad Drake, puedes llevártelo.

-¿Cómo me reconociste? -inquirió asombrado.

-Reconocería tu voz, aún con los ojos cerrados -mencioné.

-¡Wow! -exclamó.

-Escuchar tus canciones fue de ayuda -sonreí-. Bueno, tengo que irme -concluí.

-¿Por qué? -dejó el disco en el estante y puso cara de confusión-... digo si puedo saber...

-Voy a buscar a mi amiga.

-Por ella no te preocupes, está con Josh y él me avisará cuando terminen de charlar -explicó.

-¿De verdad? -me sorprendí.

Ese Josh no pierde el tiempo, pensé.

-Sí. Mejor vayamos a tomar un café, te invito -propuso.

-Bueno -acepte.

Salimos de la tienda de discos y nos dirigimos a la cafetería que estaba ahí, ordenamos nuestros cafés y después nos fuimos a sentar a una de las mesas que estaban ahí.

-¿Josh tiene novia? -pregunté.

-¿Y por qué te interesa saber eso? -respondió con otra pregunta.

-Porqué Rebecca es mi mejor amiga, como una hermana... es lógico que siempre me voy a preocupar por su bienestar -expliqué.

-¡Excelente! Pues bueno, puedes estar tranquila, Josh es soltero y te puedo asegurar que le será fiel por el resto de su vida.

-¿En serio? -dije entusiasmada como si yo fuese a ser su novia, pero si ella sería feliz yo también.

-Sí -sonrió.

Continuamos charlando, sobre cosas distintas. Drake es muy divertido y el tiempo se nos pasó volando.

Drake.

Todo pasó muy rápido, de repente entró una llamada interrumpiendo la charla que tenía con Vanessa... era Josh y yo sabía que ya era tiempo de partir.

-¿Ya es hora, Josh? -pregunté después de descolgar.

-Sí, te espero en la entrada.

-De acuerdo. Vamos para allá -dije.

-¿Vamos? ¿Con quién estás? -inquirió.

-Con Vanessa.

-Bien, entonces nos vemos.

-Sí -colgué.

Le avisé a Vanessa que teníamos que irnos. Ella pidió un momento para ir rápido al baño y después de pagar nos salimos, para caminar hacia la salida.

Vanessa.

Llegamos a la entrada para encontrarnos con Rebecca y Josh.

-Hola -nos saludamos Josh y yo al mismo tiempo.

-Hola -de igual modo lo hicieron Rebecca y Drake.

-Le comentaba a Rebecca, que sería buena idea salir los cuatro juntos -dijo Josh entusiasmado.

-Suena bien -acepté.

-También lo creo, pero mañana tenemos llamado -respondió Drake.

-Puede ser terminando, sino, en nuestro próximo descanso -propuso Josh.

-Sí, no estaría mal -dijimos al unísono los tres.

-Bien. Entonces nosotros les avisamos -puntializó Josh.

-Claro -le sonrió Rebecca.

-Ahora si nos permiten, las llevamos a sus casas -intervinó Drake.

-Gracias -dije y caminamos hasta el estacionamiento para buscar el auto de Drake.

En el camino íbamos escuchando música y charlando un poco. Drake nos pasó a dejar primero a Rebecca y a mí, y continuó su camino junto con Josh hasta su hotel. Le pedí que me avisará cuando estuviera ahí.

Tiempo después mientras yo estaba en mi habitación a punto de tomar un baño, me llegó un mensaje... era Drake.

"Hola soy Drake, ya llegué."
"Qué bueno que llegaste bien, por cierto, creo que no te lo dije pero gracias por todo."
"No tienes que agradecer, creo que te salve de morir aburrida, esperando a Rebecca."
"Jaja, al parecer no dejaras de hacerme burla con eso, ¿cierto?"
"Tal vez... pero por ahora lo disfrutaré."
"De acuerdo. Tendré que acostumbrarme por el tiempo que llegué a durar."
"Jaja, me parece bien."

Y hasta ahí deje la conversación, ya no sabía que decirle y además tenía que bañarme ya. Mañana otro día más en mi rutina.

Lunes.

I can't believe I've fallen for you.
A rusted silhouette embracing burning filament.
I can't believe I've fallen for you.
A verbal avalanche is serving up your innocence.

A lo lejos escuchaba como sonaba incansablemente mi alarma avisándome que ya era hora de despertar para otro día más de escuela, seguido de trabajo en la tienda de discos por la tarde.
Logré moverme para por fin apagarla, mientras me sentaba en la cama, seguido de eso tallé mis ojos y caminé hasta el baño para lavar mi cara y dientes, posteriormente baje hasta la cocina para desayunar y después regresar a mi habitación para cambiarme la pijama por el uniforme.

En el colegio, me topé por desgracia con Lauren.