11| Un momento para hablar.
Capítulo 11: Un momento para hablar.
Apenas y puedo subir los escalones que llevan a la puerta principal del colegio. Estoy tan agitada que tengo que apoyarme contra la pared para poder recuperar el aliento.
Sé que he de haberme visto ridícula, pero supongo que aquí se aplica lo de situaciones desesperadas requieren medidas desesperadas.
Por supuesto, no paso por alto las miradas extrañadas por parte de algunos estudiantes, pues claro digamos que no es tan normal encontrarte a una chica jadeando como perro mientras se asoma poco a poco por la puerta observando entre tantos chicos a uno en especial.
Me doy por vencida cuando no logro distinguirlo. Bueno, supongo que podré hacerlo más tarde. Suelto un suspiro y ya un poco más recompuesta subo con cordura las escaleras que guían hacia la segunda planta.
Una vez llego al salón de clases, todo es un bullicio al punto de que pareciera como si es una jaula llena de pericos parloteando sin parar. Diviso a Mitsuki con su cabeza sobre el pupitre y a Lely acariciando su cabello con una mano mientras que con la otra sostiene su móvil, parece tan concentrada y lo único que se me viene a la mente es que se encuentra leyendo alguna historia fascinante para que la tenga de esa manera.
—¡Buenos días! —exclamo dejando la mochila sobre el suelo.
—¡Eh! —Es lo único que dice sin despegar la mirada del celular. Niego con mi cabeza y me agacho un poco para tratar de ver el rostro de la asiática, pero su cabello lo cubre y por su lenta respiración supongo que está durmiendo, cosa que admiro porque no sé como puede hacerlo con semejante ruido a su alrededor.
Como estoy siendo ignorada no me queda más que sentarme en mi sitio, colocarme los auriculares para escuchar música y sacar mi cuaderno de historia. Ya que ayer me quedé dormida y no investigué nada para la tarea supongo que puedo hacerlo ahorita.
Apenas llevo una página con algunas ideas apuntadas cuando el timbre resuena por todo el lugar. Quito uno de mis auriculares y dirijo la mirada hacia la puerta justo cuando Kian va atravesándola. Ambos cruzamos miradas y creo que tardo más en mirarlo cuando la aparto rápidamente dirigiéndola hacia mi cuaderno como si fuera lo más interesante del mundo.
Sería una mentirosa si dijera que solo con su mirada percibo su estado de ánimo, la verdad es que fue un milisegundo, pero la paranoia se está adueñando de mi mente y no me sorprendería si el chico estuviese molesto.
Y como para querer corroborar esa hipótesis giro lentamente mi cuello hacia donde él se sienta y le veo tranquilo tecleando algo en su móvil, pero de súbito, alza su mirada y en el momento el que lo hace yo aparto mi vista de él, haciéndolo con tal brusquedad que escucho como mi cuello cruje ante el movimiento.
—¡Auch! Eso me dolió y ni siquiera me pasó a mí —musita Lely sacudiendo el hombro de Suki en un intento de despertarla.
—¿Has terminado de leer? —pregunto sobando mi cuello.
La chica asiente emocionada.
—Se llama Cazadora de hadas y ¡Por todos los cielos! Tenía bastante tiempo de no leer un libro de fantasía de tal magnitud.
—¿Algún personaje guapo?
—Uff si —Se abanica el rostro con sus manos mientras ríe—. Pero la protagonista está muy bien también, esa chica tiene agallas.
—¿De qué hablan? —murmura Suki restregando sus ojos.
Le doy una breve sonrisa y estiro mis manos hacia su rostro para quitarle algunos mechones que se le han pegado en el rostro. Pobre, está muy despeinada y tiene sobre su rostro las marcas de lo que creo es el espiral de un cuaderno.
Vaya. Desventajas de usar un cuaderno como almohada.
—¿Dormiste bien, bella durmiente? —Lely se coloca detrás de ella para recogerle el cabello en una coleta.
—No me quejo —Es su respuesta.
Lely se queda a medio hablar pues el profesor de Lengua entra al salón de clases dando un golpe en la pizarra, método que sirve para que todos guardemos silencio y los que aún estaban de pie corran a sus respectivos asientos.
Luego de ello el profesor empieza a dar la clase y con ello mi triste rutina diaria da inicio.
—Estaba pensando en ir la biblioteca para buscar información sobre la exposición, —comenta Lely luego de darle un sorbo a su bebida— siento que lo que encontremos en internet no será suficiente.
—Yo estuve buscando en la mañana —Corto un pedazo de filete en trocitos para luego llevármelo a la boca—. Encontré poca, pero considero que es de una fuente confiable.
—¿Trabajamos en ello luego de clases?
—Me uniría a ustedes cuando llegue a casa, Suki —Limpio con una servilleta la comisura de mis labios—. Tengo que darle tutorías a Asher y luego ir a la academia.
—Con que no te duermas, es suficiente para mí. —Me mira de manera recelosa causando que me atragante un poco porque me da gracia su mirada. Parece un gatito pequeño tratando de lucir amenazante.
—Ayer fue un día agotador mentalmente —murmuro—, creo que el sueño fue mi única escapatoria.
Lely termina de comer y deja su bandeja a un lado para luego colocar sus codos sobre la mesa y apoyar su mentón en sus manos.
—¿Sucedió algo con Asher?
Abro mi boca para responder, pero luego empiezo a procesar la pregunta. ¿Asher? ¿A qué viene eso?
—¿Asher?
Ella asiente.
—¿Te dio problemas o algo?
Arrugo mi entrecejo y dejo escapar un leve «¿qué?»
—¡No claro que no! ¿Por qué supones que es con…? —Ni siquiera termino de formular la pregunta pues la sonrisa llena de culpabilidad que esboza es suficiente para descubrir lo que está pasando por su mente.
—Tienes que dejar de shippear todo lo que ves —Le reprocho—. Eso ya no es normal.
—Lely no es normal. —Interrumpe Suki refregando sus ojos y no es hasta que me concentro en su gesto que diviso unas leves ojeras adornando su parpado. Últimamente esta chica anda muy somnolienta, y casi siempre bosteza causando que imite su acción sin razón aparente.
—Dejemos mi anormalidad a un lado y mejor cuéntanos que te desestabilizó mentalmente.
Miro el reloj en el móvil, aún falta media hora para que termine el almuerzo. Nosotras prácticamente ya acabamos nuestra comida así que podríamos tomar estos minutos como «el momento del chismecito»
Les explico todo, y mientras lo hago empiezo a recordar que su actitud no cambió el día en que hicimos grupos, sino que fue cuando lo encontré discutiendo con Asher el día del juego de baloncesto. Creo que ahora todo empieza a cobrar sentido.
Al menos un poco.
—¿Me estás diciendo que esta vez si le lanzaste un café de forma intencional porque eres una impulsiva en ocasiones, te dormiste enfadada y cuando despertaste recordaste todo y ahora estás preocupada porque piensas que el chico está enfadado contigo? —pregunta Lely casi sin aire.
Doy un leve asentimiento.
—¡Pues no lo pienses, está enfadado! —reprocha sacudiendo sus brazos en el aire—. ¿En qué cabeza te cabe que no se molestará por ello? Que te costaba hablar, hablando se resuelven la cosas, actúas igual que Asher.
—¡Hey! —me quejo—. Ya sé que está enfadado y eso es a lo que le temo porque no sé como puede reaccionar si le pido disculpas.
—La vida está llena de riesgos —murmura de forma distraída la asiática—. Tal vez ambos no lo hicieron a propósito, pero debes de ponerte en el lugar de un chico que constantemente es acosado.
» Para nadie es una sorpresa que desde segundo año Kian viene soportando las malas actitudes por parte de Asher y aunque sus amigos no lo hagan, ellos también son cómplices porque ven los hechos, pero no actúan y no dicen nada, al igual que todos nosotros que lo dejamos estar, ya sea porque no nos gusta meternos en la vida de los demás o por represalias por parte de Asher. Al final todos nos convertimos en victimarios por guardar silencio y permitir que eso continúe…
—Entiendo lo del acoso —replico—, pero ¿Qué tiene que ver eso conmigo?
—¿Como te perciben los demás? —pregunta adoptando una postura seria—, ¿alguna vez has pensado en ello?
—A ojos de los que están fuero de nuestro circulo eres como la chica popular de mis libros —responde Lely acariciando su mentón—. Tenemos dinero, estudiamos en un colegio de alto prestigio y poco a poco te vas relacionando con quién también es considerado como el chico popular. Si esto fuera un libro y yo fuera una lectora creo que percibiría y entendería de cierta forma la manera recelosa en la que Kian se comporta —Se encoge de hombros—, porque se vería como si tú también estuvieras formando parte de su sequito poco a poco y por ende adoptando ciertas actitudes del otro chico.
—¡Pero no soy así! —me defiendo—. Yo los veo a todos por igual y el hecho de que sea un becado no da entrada a que sea víctima de acoso.
—Ese es tu opinión más no la de Asher —Apunta Lely—. Y además Kian y los demás no pueden saberlo porque no se relacionan mucho con nosotras. Creo que para los demás por tu posición podrías parecer hasta un poco engreída y…
—A eso quiero llegar —Suki se acerca más a mi para hablar más bajo—. Kian no sabe eso y percibo que quizás desde el momento en que te vio que ibas a los vestidores a mostrar tu apoyo directamente al capitán, le dio una idea de que eres muy cercana con él y que muy probablemente tienes las mismas actitudes, y solo a lo mejor pensó que la vez que le derramaste café encima si lo hiciste adrede.
Tarto de procesar sus palabras y analizaras. Sí soy consciente de que muchos me ven como ellas me lo han planteado, pero no al punto de parecer una agresora.
—Lo triste es que esa vez ni siquiera se lo lancé, sino que Asher me empujó el vaso —Refriego mi rostro con ambas manos.
—Yo solo te digo mis teorías —dice Suki tratando de sonar desinteresada—, pero creo que quien puede explicártelo mejor es el mismísimo Kian una vez que vayas a pedirle disculpas.
Le miro fijamente pues sus ojos ya no están enfocados en mí, sino más bien en alguien detrás de mí, así que con disimulo giro poco a poco para percatarme que a quién mira es a Kian. El chico está solo, comiendo con tranquilidad en una mesa un poco lejana. Vuelvo la vista hacia ella y solo arquea una ceja diciéndome solo con ese gesto que queda en mi la decisión.
—Deja la cobardía a un lado y hazlo antes de que me levante y te obligue a hacerlo —Amenaza Lely revoleando sus ojos.
Muerdo mi labio sopesando la idea. Aunque realmente no sé por qué lo pienso tanto, es solo ir a pedirle disculpas y ya, nada del otro mundo.
Me pongo en pie y mis amigas empiezan a hacer gestos de ánimos lo cual en lugar de hacerme sentir mejor me pone más nerviosa porque siento como que si me estoy preparando para ir a la guerra. No sé ni en que momento mis pies me han guiado sin percatarme y ya voy a la mitad del camino, mis ojos no se despegan de él por lo cual no es de sorprenderse cuando para lo único que desvío la mirada es cuando siento el cuerpo de alguien colisionar con el mío.
Por instinto sobo mi frente mientras alzo la mirada. Una sonrisa socarrona se esboza en su rostro y mi atención hacia Kian se pierde pues el chico frente a mi cubre la vista que tenía hacia él.
—Uh, ¿estás bien?
Asiento con desesperación queriendo mirar por encima de su hombro.
—¿Segura? Pareces un poco inquieta.
Mi móvil empieza a vibrar.
—¿Qué quieres, Asher? —suelto poniéndome en puntillas para tratar de tener una mejor vista, pero este chico es muy alto para mí que tan solo con un movimiento lento me cubre todo el paisaje de atrás.
—¡Bah! Solo quería evitar que chocaras con otra persona y causaras desgracias —murmura.
Suelto un suspiro dándome por vencida y enfocando mi atención en él. Sus ojos grises tienen ese peculiar brillo, y sus labios no dejan de sonreír. Atrás de él se encuentra Dirk y Dechen y no puedo evitar recordar las palabras de Lely con respecto a mi apariencia y la de Asher.
Si parece un chico popular de los que existen en los libros de Lely, y si nos guiamos por esos estereotipos, ellos siempre son un peligro, por lo cuál ¿será Asher Kane un peligro para mí?
» Y también decirte que memoricé todos los elementos de la tabla periódica —Sus labios ahora se tornan en un tierno puchero y empieza a balancearse con la punta de sus pies de un lado hacia otro.
Bien, ¡en hora buena Asher! Pero por favor, que hoy no quiero hablar.
—¿Elemento 115 de la tabla periódica? —pregunto sin pensarlo, con la esperanza de que con ello me dé pase libre.
—Unbipentium
—¡Oh! —parpadeo sorprendida al escuchar su respuesta—. ¡Si has estudiado!
Asher empieza a reír mientras niega con su cabeza.
—Me duele que no confíes en mis palabras.
Su mano va hacia su pecho simulando estar lastimado en esa área y le doy una sonrisa.
—Eres un dramático.
—¿Y hasta ahora te das cuenta? —Una voz que reconozco como la de Dirk resuena tras sus espaldas. Tengo que ladear la cabeza hacia mi lado derecho para verlo asomar por el hombro de Asher, sonriendo y saludándome con su mano.
—Muy bonita charla, pero, estamos estorbando el paso y segundo, señor capitán, tenemos que ir con el entrenador —Esta vez es Dechen quien habla en general, pero a diferencia de su compañero se mantiene serio. Parece que esta abrupta parada no le fue de mucho agrado.
Sin embargo, este chico me acaba de dar la excusa perfecta para zafarme de esta situación por la que decido aprovecharla.
—Siendo así te veo en la tarde —Palmeo el hombro de Asher como gesto de despedida—. Tienes cosas que hacer.
—Eh… pero…
—Nos vemos luego —exclamo haciéndome a un lado para rodearlo y poder continuar con mi camino. Ni siquiera espero su repuesta y si en caso lo hizo, su voz se perdió entre todas las de los demás estudiantes.
Empiezo a buscar con la mirada a Kian, pero se me es imposible encontrarlo, me giro hacia la mesa donde se encuentran mis amigas y las veo enfrascadas en su móvil tecleando algo. Segundos después mi celular vibra y cuando veo los mensajes me doy cuenta que mi oportunidad, Asher se la ha llevado.
Lely🦔💕: [12:55 p.m.]
—¡ASHER QUITATE MALDITA SEAAAAA!
Suki🦊💕: [12:57 p.m.]
—Acaba de levantarse.
Lely🦔💕: [12:57 p.m.]
—SE ESTÁ YENDO Y ELLA AHÍ PARADOTAAA
Suki🦊💕: [12:58 p.m.]
—¡Rizziaa! ¡Reaccionaaa!
Sí bueno, como iba a reaccionar cuando no estaba viendo el móvil.
Lely🦔💕: [13:00 p.m.]
—Está de más, regresa en lugar de quedarte ahí.
Y justo cuando alzo nuevamente mi mirada hacia ellas, el timbre suena anunciando el fin de almuerzo y ambas chicas niegan con su cabeza decepcionadas.
Bueno, otra oportunidad más desperdiciada.
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Vengo rapidito a dejarles el capítulo porque estoy en clases😂
¿Qué les pareció el capítulo de hoy?
Lamento la tardanza pero espero me entiendan, estoy en las últimas semanas de la U y eso significa: tareas, desvelos y exámenes 🐼
Espero podamos leernos este fin de semana.
Baaaiii💛💛
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