¿Nuevos?




¿Por qué no dejaban de besarse?

Izuku me había asegurado que no jugaría conmigo, pero besar a Shoto no era exactamente la mejor manera de demostrarlo.

No sabía cómo reaccionar. Era literalmente lo único que le había pedido, lo único que le había dicho que no podía tolerar y lo estaba haciendo.

Ni siquiera yo podía distinguir bien las emociones dentro de mí. Lo único que tenía claro eran dos cosas; la primera, que deseaba partirle la cara al idiota de Todoroki, y la segunda, que necesitaba mandar a la mierda mis sentimientos por Izuku.

Me estaba jodiendo.

El taxi se detuvo, pero yo no fui capaz de bajar de él. No fui capaz de moverme.

Una vez que finalmente se separaron, Shoto me observó a lo lejos, encargándose de mostrarme todo el odio que sentía por mí. Apenas y bastó un segundo para que Izuku comprendiera lo que sucedía y comenzara a buscarme con la mirada.

Cuando Izuku me encontró, una mueca de horror se dibujó en su rostro.

— Espera — lo escuché a pesar de la distancia.

Él comenzó a caminar hacia mí, sus piernas moviéndose en mi dirección. Había dado dos pasos cuando Shoto lo retuvo del brazo.

— No, Izuku — le pidió.

— ¡Kacchan, por favor espera!

— No vayas — repitió. — Quédate conmigo.

No respondí.

No podía soportar seguir estando ahí.

Le pedí al taxi que me llevara de vuelta a casa.


By Izuku

No pude hacer nada, simplemente se fue.

Sólo hasta ese momento, Shoto por fin cedió y me liberó de su agarre.

— ¿Por qué hiciste eso? — giré para encararlo en cuanto perdí de vista el taxi de Katsuki, esta vez molesto como nunca antes.

— Fue para protegerte, Izu.

— ¿Es una maldita broma? — ladreé, sintiendo como la sangre me hervía a través del cuerpo.

— Izuku, ¿no te das cuenta? — me miró con cariño pese a todo. — Él te acaba de abandonar. Si en verdad quisiera estar contigo, entonces te habría dejado explicarle, ¿pero lo ves aquí? No, yo soy la única persona que está a tu lado justo ahora. Yo sí estoy dispuesto a intentarlo, estoy dispuesto a darte otra oportunidad.

— Pero..

— Tranquilo — me interrumpió, tratando de atraerme hacia él en un abrazo. — Yo seguiré contigo, después de todo, creo que está claro que soy quien más te ama.

Lo observé con detenimiento.

¿En verdad estaba diciendo toda esa mierda?

— Perdóname — fue lo único que me limité a responder, de otro modo le habría dicho algo de lo que probablemente me arrepentiría más tarde. — Por favor, vete. Lo nuestro se terminó.

Caminé hacia dentro de mi departamento y sin esperar su respuesta lo empujé ligeramente hasta cerrar la puerta detrás suyo, dejándolo fuera.

[•••]

Ya habían pasado dos semanas desde que había dejado las cosas con Shoto. Dos semanas desde que Katsuki me había apartado también.

Durante las clases, Todoroki intentaba mantenerse cerca mío utilizando como excusa a Ochaco, quien era nuestra mejor amiga. Gracias a eso había tomado la decisión de hacerme a un lado de ambos por un tiempo. Ahora pasaba mis días junto a Momo y Jirou, dos compañeras del instituto que eran bastante amables conmigo.

Sobre haber terminado con Shoto, todo el mundo se enteró. No supieron a ciencia cierta el por qué, hubo muchos rumores, pero ninguno cierto. La verdad era que nadie sabía realmente que había dejado de salir con uno de los chicos más atractivos de la academia para poder salir con otro.

¿Sobre el otro chico atractivo?

Katsuki continuaba ignorándome.

Eran pocas las veces que se dignaba siquiera a mirarme, sin embargo, incluso cuando eso pasaba parecía fingir que no había nada que ver en realidad.

La situación se había vuelto bastante incómoda.

El día en que las cosas ocurrieron, de inmediato quise contactarme por todos los medios con él. Le envié mensajes de texto, de voz, le llamé cientos de veces e intenté ir a verlo a su casa para explicarle todo, pero nunca tuve suerte.

Al parecer, yo había dejado a Shoto, y Katsuki me había dejado mí.

Era un tema del que únicamente sabíamos el rubio, Shoto, Ochaco y yo, pero eso no significaba que no me sintiera juzgado por todos.

Las últimas semanas habían sido horribles, en verdad nefastas. Momo y Jirou me agradaban, sí, pero no podía sentirme por completo cómodo con ellas. Sentía como si conocieran mi secreto, como si todo el mundo lo hiciera y me odiara por ello.

Era espantoso y aunque probablemente lo merecía, lo más feo de todo era saber que Katsuki me odiaba, que no soportaba estar cerca de mí.

¿En dónde había quedado todo lo que alguna vez me había prometido?

Llegué a pensar que quizá Shoto tuvo razón todo el tiempo. Quizá Bakugo no me quería en serio, al menos no como tanto solía decir.

Era imposible no sentirme culpable y al mismo tiempo traicionado de cierto modo.

[•••]

Lunes.

El profesor llevaba un retraso en su clase de casi veinte minutos.

Katsuki conversaba con su grupo de amigos en los asientos de atrás.

Shoto y Ochaco se encontraban al frente y cada cierto tiempo me dedicaban miradas que decidía ignorar olímpicamente.

Jirou nos explicaba a Momo y a mí algo sobre su banda favorita del momento.

El resto parecían estar en lo suyo.

De pronto, nuestro profesor cruzó por la puerta del aula junto con uno de los directivos.

— Buen día, jóvenes.

— Buen día, profesor — respondimos al unísono.

— Siento la demora. Cómo saben, el día de ayer recibimos a nuestros estudiantes de intercambio — todos lo observamos con atención. — Creo que querrán escuchar las noticias del directo Nezu.

El aludido dio unos pasos enfrente, se aclaró la garganta y habló con entusiasmo.

— Justo como les comentó su profesor, el día de ayer llegaron a U.A dos jóvenes de Francia que afortunadamente fueron seleccionados para estudiar en esta clase. Nos dimos la tarea especial de arreglar sus papeles cuanto antes y finalmente hoy se integran con ustedes — Nezu se detuvo un instante antes de presentarlos. — Por favor, les pido que les den una cálida bienvenida.

Eran un chico y una chica. Ambos rubios, bastante atractivos y con un aroma exquisito que los envolvía paulatinamente.

Por las feromonas se notaba que ella era una omega y él un alfa.

— Profesor Aizawa, los dejo en sus manos — agregó Nezu junto a una pequeña reverencia. Después regresó por donde vino.

— Por favor, preséntense — le pidió Aizawa a los nuevos.

Por un instante me pregunté por qué yo no no había tenido una bienvenida como esta.

La chica parecía bastante animada. Dio pasos hacia adelante y analizó el grupo entero antes de hablar.

— Espero podamos llevarnos bien — sonrió, segura de sí. — Mi nombre es Camie.

Era preciosa. Sus grandes ojos café hacían un contraste perfecto con su piel blanca y sus labios jugosos ligeramente rojizos.

Su cuerpo era de pasarela, fuera de este mundo y ella lo sabía, lo sabía muy bien, en cada movimiento que realizaba se notaba la destreza con la que lo hacía.

— ¿Y qué hay de usted? — Aizawa se dirigió al muchacho.

El chico no avanzó hasta donde se encontraba ella. Él sólo se mantuvo de pie recargándose un poco sobre la pared.

— Mi nombre es Neito. Es un placer.

También era bastante atractivo. Neito era un joven alto, de ojos azules y cabello desordenado. Su porte era impresionante y su sonrisa burlona demasiado como para ser real.

— Bien — el profesor continuó. — Espero que la institución sea de su agrado. Cualquier cosa en la que pueda auxiliarles, por favor no sean tímidos y háganmela saber. Ahora tomen asiento en los sitios disponibles para comenzar con la clase.

La chica comenzó a avanzar mientras les dirigía una linda sonrisa a todos en él aula, enamorando a más de uno con esa acción.

Por otro lado, el chico comenzó a caminar tranquilo, con bastante estilo a decir verdad.

Y algo ocurrió.

Cuándo el ya se encontraba pasando por mi asiento se detuvo un segundo, me observó y me guiñó un ojo.

¿Qué demonios?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top