NUEVO COMIENZO


Me encontraba completamente jodido. Era algo que había sabido desde hacia un año.

Yo de verdad no podía negarle nada a Izuku.

Como si fuera un soldado entrenado acaté la orden de inmediato, levantándome de encima del pobre imbécil a quien había dejado casi inconsciente.

Vaya.. soy una maldita bestia, ¿por qué lo hice si en primer lugar a quien deseaba golpear era a alguien más?

Recordatorio: Necesitaba medirme más a la hora de usar mis puños, Monoma sangraba de casi 4 partes diferentes en su rostro mientras que yo apenas y tenía unos 2 o 3 rasguños, sumándole el rodillazo a mi estómago que en un principio me dejó sin aire.

Sin más, me incorporé y con la cabeza gacha dirigí mi semblante hasta Deku, él se hallaba evidentemente preocupado, de hecho podría jurar que una pequeña lágrima se asomaba por su orbe izquierdo. Quería acercarme a él y abrazarlo pero un estúpido beta de cabello café ya me había ganado.

Nico tenía su brazo sobre su hombro, los dos al igual que los demás al rededor solamente observándome boquiabiertos, quizás esperando mi próxima acción.

Sin pensarlo dos veces busqué a Toga con la mirada y al conectar con ella adentro de la habitación por fin me desahogué.

— Hiniko — la llamé suave, sabiendo que todos nos veían y escuchaban.
— Mmm — ella solo murmuró ante mis palabras.
— Hasta aquí, tu y yo terminamos — espeté decidido de una buena vez, acto seguido, todavía con los nudillos rojos comencé a abrirme paso para salir del lugar, no quería más atención.










—POV IZUKU—


¿Por qué? ¿Por qué sentía tantas ganas de llorar?

Desde que volví había sido fuerte pero ahora, teniendo enfrente al alfa que menos deseaba, viéndolo golpear grotesco a otro pobre chico sometido en el suelo.. yo yo quería llorar en serio. Nunca había visto a Katsuki así, los orbes rojos que hacia un año atrás me miraban con amor en aquel momento solo podían transmitir furia, aunque claro, no hacia mi.

Quizás dije algo que no debía, solo.. solo se me salió.

"Kacchan" fue la palabra y era obvio que el rubio la escuchó, quería creer que solo él y yo éramos conscientes de lo que significaba para ambos pero no era así. En cuanto lo dije el brazo de Nico que estaba sobre mi hombro me apretó un poco... sin duda mi amigo también lo comprendía.

Antes de poder reaccionar Bakugo terminó con su novia frente a todas las personas que nos hallábamos ahí observando la escena, justo después se puso de pie y salió del lugar.

¿Qué sucedía conmigo?, yo quería ir detrás de él pero ¿por qué?, no había una buena razón, no éramos nada y en realidad hasta seguía molesto con él, aún así y aunque sonara patético algo dentro de mi pedía seguirlo, alcanzarlo, sin embargo no lo haría.

— Izu ¿estás bien? — cuestionó Nico quien por un instante se me olvidó estaba a mi lado.

Yo solo asentí.

— Deberíamos irnos ya, no creo que sea buena idea quedarnos más tiempo — concluyó el y yo le di la razón.
— Si, por favor.. va-vámonos —

Los murmullos de los demás se oían claramente, había gente acercándose a Neito para asegurarse que estuviera bien o al menos que continuara respirando.. también se asomaban algunos hacia adentro en la habitación, al parecer Himiko aún seguía en el suelo llorando un poco.

— Fue un gusto chicos, me alegra bastante haberlos conocido al fin, espero que no sea la última vez que bebamos juntos — se despidió por ambos mi amigo beta.
— Si Nico, también nos alegra, fue un placer, ahora vayan con cuidado y no te preocupes, cualquier cosa seguimos en contacto — Uraraka le respondió de igual forma.

Yo ni siquiera pude decirle un simple "adiós", ni a Shoto ni a Ochaco, me hallaba ido y solo me limité a tomar de la mano a mi amigo, dejándolo encaminarme hacia la salida.

Fue una noche larga...

^
Regresamos en taxi a mi departamento. En todo el camino ninguno de los dos dijimos una sola palabra pero aún así no había tensión en el ambiente, era más que nada un silencio comprensivo, como si Nico me estuviera dando mi tiempo para hablar.

Una vez en mi sala de estar supongo que se cansó y decidió romper con la atmósfera.

— Oye Izu... — habló suave.
— Mmm —
— Tu.. tu lo llamaste.. —
— ¿Mmm? —
— Lo llamaste.. lo llamaste por ese apodo.. ¿por qué?, ¿en verdad estás bien? —

No lo sé...

— Ciertamente no quiero hablar de eso... —

Lo conocía tan bien, el no iba a obligarme a hacer algo que yo no quisiera, por más que la curiosidad lo matase si yo no estaba dispuesto a contarle el no lo haría incómodo y no me lo preguntaría dos veces.

— De acuerdo — Nico suspiró resignado. — Sabes que igual estoy para ti ¿verdad?, no dudes ni un segundo en eso, si quieres hablarlo o simplemente desahogarte siempre me tienes a tu alcance —
— Gracias — murmuré.
— En fin, pues fue una fiesta algo.. interesante — agregó haciendo énfasis en interesante. — Pero aún nos queda tiempo, ¿qué te parece si vemos una película?, tú puedes elegirla —

Era obvio que a pesar de todo buscaba alégrame de cualquier manera o en su defecto distraerme.

— Mm bien — respondí esbozando una de mis sonrisas más sinceras. — Creo qué hay palomitas en uno de las taquillas en la cocina, si quieres tu hazlas en lo que yo preparo la sala —

Nico copió mi gesto y de igual forma sonrió amable.

— ¡A la orden! — exclamó lanzando un beso al aire para justo después encaminarse por la botana.

Pffff... estoy cansado...

^
La madrugada aconteció, mi amigo y yo vimos una de mis películas favoritas, una de súper héroes.

Los dos nos quedamos dormidos juntos en el mismo sofá como muchas veces en Argentina, al despertar Nico ya se había levantado, el estaba buscando algo en la cocina mientras que yo intentaba quitarme lo adormilado.

Por supuesto que no iba a ir a clases, de hecho, estaba seguro de que nadie más iría, aunque era Lunes seguro el 80% de quienes estuvieron en la fiesta faltarían, además en mi caso quería aprovechar mis ultimas horas con mi mejor amigo.

^
Todo el rato la pasamos recostados viendo el televisor y conversando de cosas mínimas que estando juntos se nos hacían de lo más interesantes. Nos divertíamos mucho haciéndonos compañía.

Fue como cualquier otra día común en argentina, el tiempo pasó y cuando ambos nos dimos cuenta ya era de noche otra vez. Nico ya había alistado sus cosas desde la tarde y como era de esperarse llegó el momento de acompañarlo al aeropuerto.

Al llegar no quería dejarlo ir, en serio que no, sin embargo no podía hacer más que abrazarlo fuerte en nuestros últimos minutos y esperar paciente a su siguiente visita.

— Midobebé no llores — espetó limpiando las delgadas lágrimas que recorrían mis mejillas.
— Mfff es que mfff te voy a extrañar —
— Y yo a ti. Sé que fue mi idea que regresaras a NY en primer lugar pero diablos, realmente desearía que no me hubieras hecho caso —
— Ja — sonreí entre llanto. — ¿Ahora quieres que vuelva contigo a Argentina? —
— Sabes que si por mi fuera nunca te habrías ido de ahí... aún así sigo creyendo que lo mejor para ti es estar aquí, aquí podrás ser más feliz —
— Pero tu no estás aquí —
— No, yo no pero Katsuki si... —

¿Ah?

— ¿Nico..? —
— Solo por favor sé muy fuerte y decidido Izuku, ¿de acuerdo?, no dejes que nadie te haga sentir menos de lo que eres, que nadie nunca te pisotee como en el pasado o sino.. haber vuelto a NY para callar la boca de esos idiotas no te habrá servido de nada —
— Nico pero... —
— Shhhh — me silenció con su índice sobre sus labios. — No tienes que darme explicaciones de nada, hagas lo que hagas y decidas lo que decidas estaré para apoyarte, después de todo eres junto a mi familia de las personas más importantes en mi vida.. tu eres.. eres mi mejor amigo.. solo quiero que seas feliz, eso es lo que he deseado para ti desde que te conocí —

Nicolás era increíble, las personas que tuvieran la dicha de conocerlo serían realmente afortunadas.

Ahora mis lágrimas brotaban por las palabras tan lindas que él beta me había dedicado.

— Mfff de acuerdo mff, te prometo hacer las cosas bien para poder ser muy muy feliz — dije entre mocos.

El castaño sonrió de nuevo.

— Bien.. ahora, dije que te apoyaría en todo pero si algún idiota te lastima una vez más no dudes ni por un segundo que no tomaré otro vuelo desde mi país y viajaré otras 10 horas solo para patearle el trasero, aunque se trate de tu próximo novio —
— Dios, ¿por qué siento que hablas en serio? —
— Siempre habló en serio cariño — respondió guiñándome el ojo acción ante la cual ambos reímos y acto seguido nos abrazamos durante minutos enteros, sabiendo que en cualquier momento tendría que subir al avión.

Ya quiero que Nico vuelva a visitarme..







[•••]







Martes 9:00 am.
Nico había vuelto a su hogar el día anterior y ahora yo tenía que volver a mi vida también.

Llegué más temprano a mi aula de lo normal, aún faltaban 15 minutos para el comienzo de clases, de hecho no había casi nada de gente, al parecer yo era de los primeros y es que la mayoría a diferencia mía sabían conducir, yo tenía que seguir tomando el transporte de la academia.

En fin, me encontraba ahí, solo con otros cuatro compañeros; Tenya Iida, Fumikage Tokiyami, Tsuyu Asui y Mezo Shoji. Ellos conversaban normal pues al parecer eran ¿cercanos? y claro, yo me sentía excluido pero no lo suficiente como para acercarme así que me levanté y me dirigí a los baños, iba a lavarme las manos o a directamente fingir que orinaba, todo únicamente para no verme como un jodido asocial.

Dentro de los cubículos al final opté por lo de las manos, abrí el grifo y las enjuagué a pesar de estar completamente limpias, cerré el grifo y me vi en el espejo frente a mi, Dios, esperaba que al volver a mi aula ya hubieran más personas, al menos Momo o Jirou para pasar el rato.

Había tardado 5 minutos casi y ya estaba dispuesto a regresar, me encaminé a la puerta para salir pero de nuevo un maldito aroma delicioso llegó hasta mi y mi nariz.. un maldito aroma delicioso que se acercaba cada vez más y más.

No no no, no quiero no quiero no quiero.. ¿o quizás si..?

— Katsuki — exclamé por inercia al verlo frente a mi cuando giró la manilla de la puerta del baño y entró.
— Izuku... —

Los dos nos quedamos en silencio poco más de 3 segundos, yo estaba dispuesto a salir corriendo pero sus palabras fueron más rápidas.

— Izuku... ¿podemos hablar?, esta vez será bien, lo prometo — pidió tranquilo, con su característica seriedad. — Por favor Midoriya, solo hablemos —

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top