Más que amigos

Nota del autor.
Aclaración: Personas que únicamente vengan a esta lectura por Katsuki x Izuku, Izuku x Katsuki, por favor continúen leyendo porque aún queda demasiado por pasar en esta historia. Créanme que habrá bastante contenido de ellos dos, sólo sean pacientes.


[•••]

Había pasado casi un mes desde la primer grande, también casi un mes desde que Shoto había tenido la confianza de abrirse conmigo.

Desde aquel día, el alfa y yo nos habíamos vuelto mucho más unidos. Por supuesto, seguíamos siendo los tres; Ochaco, él y yo, pero algo que no podíamos ocultar había cambiado entre ambos.

No sabía muy bien cuáles eran mis sentimientos.

Mi amigo y yo comenzamos a convivir demasiado tiempo juntos, algo que no había sido un problema hasta una semana atrás que mi cuerpo decidió manifestar cambios.

Mis reacciones eran diferentes cuando me encontraba con Shoto. No entendía si aquello significaba un cambio hormonal en mi celo, o si simplemente mis emociones anunciaban algo más.

Lo único seguro era que las cosas habían cambiado.

Cuando Shoto se acercaba de más a mí, yo sentía que mi cabeza daba vueltas. Mi omega se ponía como loquito siempre que pasaba tiempo con él.

¿Así se sentía estar enamorado?

Trataba de no pensar mucho en ello.

Mi madre llevaba ya casi dos meses sin volver a Estados Unidos. Inko estaba demasiado ocupada con el remake de una película que había sido muy famosa en los noventa. Cargaba con mucha presión encima para cubrir con las expectativas de los fanáticos que la esperaban.

Por otro lado, el tío Yagi tampoco se encontraba en el país, él continuaba fuera atendiendo los mismos negocios desde que me había mudado.

Según lo que me había platicado Shoto, su padre y él tendrían que viajar a donde se hallaba el tío Yagi para apoyarlo con algunos documentos, así que aún no planeaba volver.

Ya ansiaba verlo y poder agradecerle en persona. No sólo me había dado un departamento en el que vivir, también me había dado la oportunidad de estudiar en un instituto maravilloso lleno de personas increíbles.

Y hablando de personas del instituto increíbles, Katsuki aún me ignoraba por completo.

Ya no era como si me odiara, ahora simplemente no existía para él. Me había reducido a menos que un mueble cuando estaba en su presencia.

No entendía que había hecho mal, aunque tenía la ligera sospecha de que estaba relacionado con la noche de la primer grande. Algo dentro de mí me decía que aquella vez que me había dejado pasar la noche en su casa, yo le había hecho algo. Quizá estando ebrio me comporté grosero con él mientras trataba de ayudarme, no lo sé.

Pero no había nada que pudiera hacer.

No podía disculparme sin saber lo que había hecho mal, y bueno, si Katsuki no cooperaba conmigo, pues tampoco me iba a desgastar por intentar agradarle a una pared.



Martes.

Me encontraba en una de las mesas del jardín principal de la academia almorzando junto a Ochaco y Shoto.

— Entonces, Izu — me llamó el alfa. — ¿Nos vemos en tu departamento después de clases?

— Claro, ¿a qué hora llegan?

— En realidad — Ochaco parecía apenada. — Yo no podré ir hoy, Izu, perdona.

— ¿Por qué?

Era tarde de películas entre los tres. Ya era costumbre pedir nuestra pizza favorita y hacer un maratón.

— Había olvidado que hoy debo ayudarle a mis padres con unas cosas, pero por favor, ustedes diviértanse sin mí.

— No te preocupes, Uraraka — le respondió Shoto. — Ya habrán más oportunidades.

Intenté reaccionar del mejor modo posible, en realidad no me molestaba pasar toda la tarde solo junto a mi amigo, ¿pero era normal sentirme tan nervioso?

— Por esta ocasión pueden ser ustedes — explicó Ochaco mientras le daba un sorbo a su soda.

— Si no te molesta, Izu, puedo quedarme contigo desde temprano. La verdad no tengo nada a que regresar a mi casa e ir de ahí a tu departamento no tendría caso.

— De acuerdo — fue lo único que atiné a responder. — Así probablemente alcancemos a ver aún más películas — le sonreí, nervioso.

— Pues ya está.

Una vez en mi departamento, Shoto y yo nos sentamos juntos en el sofá más grande de mi sala para ver las películas. Ambos nos cubríamos con la misma manta mientras un tazón de palomitas nos separaba por el medio.

Después de unas horas, casi era momento de que mi amigo se fuera a su casa. Decidimos darnos un descanso y pausar la película para ir por un poco más de botana.

Yo fui quien se puso de pie para servir más palomitas en la cocina, pero cuando volví, él no reanudó nuestro maratón.

Shoto únicamente me observaba.

Esperaba que hiciera algo más, que se levantara para ir al baño o que fuera a buscar más soda, pero en su lugar se mantuvo quieto. Sus ojos no dejaban de recorrerme con atención.

Un silencio incómodo comenzó a apoderarse del lugar hasta que me armé de valor y decidí romper con él.

— Sho, ¿pasa algo?

— ¿Sabes qué es esto? — me ignoró por completo, cambiando el tema mientras señalaba su pecho.

— ¿Tu corazón?

Él asintió.

— ¿Qué pasa con tu corazón? — me reí un poco, intentado amenizar el ambiente. — ¿Tiene un problema?

— Eso parece.

Quise continuar bromeando, pero su expresión era seria.

— Shoto, ¿estás bien?

— Izuku, cuando estamos juntos siento que el corazón se me va a salir del pecho.

Lentamente el alfa comenzó a acercarse cada vez más, acorralándome en el mismo sillón que él.

— Izuku, ya no puedo más, por favor sal conmigo.

Su rostro estaba a centímetros del mío.

No sabía en qué dirección moverme o de qué forma articular las palabras de forma correcta.

De un momento a otro lo único en lo que pude pensar fue en el calor creciente en mi vientre.

¿Qué estaba sucediendo?

— Es..

— Si la respuesta es no, lo entenderé, pero necesito que me mires a los ojos y me digas que no sientes lo mismo que yo.

Sin tiempo a reaccionar, Shoto tomó mi mano con delicadeza y la llevó a su pecho, dejándola reposar ahí. No fui capaz de apartarla.

Podía sentir el color rojo cubriéndome entero.

Las palabras simplemente no me salían.

— Sé que es apresurado, pero hemos estado conviviendo mucho juntos y eso ya no me basta. Quiero conocer más de ti.

— Todoroki, yo.. — antes de poder responderle mis labios fueron silenciados por los suyos en un gentil beso.

Intentaba procesar lo que ocurría mientras mi amigo se hallaba a escasos centímetros frente a mí entregándome su corazón.

Él fue el primero en hablar.

— Nunca me había sentido así por nadie. Por favor acepta salir conmigo, Izuku — pidió una segunda vez.

Trataba de pensar, pero todas las ideas de mi mente estaban revueltas.

— De acuerdo.

Al final sólo eso le pude responder.



Nota del autor.
A las personas que únicamente vienen por Katsuki x Izuku, Izuku x Katsuki, por favor sean pacientes. Habrá demasiado de ellos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top