Culpable
¿Por qué me estaba ignorando?
¿Qué mierda estaba pasando?
Fui hasta su asiento.
— Oye, Izuku — lo llamé. — ¿Podemos hablar?
Ni siquiera me miró cuando respondió "Ahora no, estoy ocupado".
"Es increíble, Momo, ¿y qué pasó después?"
"Que cool"
"Cuando yo era niño creía que funcionaba distinto. Siempre fui un poco torpe con eso"
— Yaoyorozu, regálame un segundo con Midoriya, por favor — tuve que pedírselo a ella porque al parecer Izuku no planeaba hacerlo por su cuenta. — Necesito aclarar unas cosas con él.
Parecía que la chica estaba a punto de ceder, hasta que la irritante voz de Uraraka resonó en el aula.
—¡Izu!
— ¡Occha!
Su amiga se acercó con emoción, envolviéndolo en un fuerte abrazo que duró lo que a mí me pareció toda una eternidad. Pero que tontería..
¿Porque se abrazaban de ese modo?, como si no se hubiesen visto apenas dos días atrás. No era para tanto, Dios mío.
Con ella ahora era prácticamente imposible tener una conservación decente con él. Al final, terminé por resignarme. No hablaría con Izuku en esa clase.
Tragué saliva, intentando no estallar ahí mismo, yendo a mi asiento.
Así avanzó el resto del día.
•
Mientras mis amigos y yo almorzábamos en una de las cafeterías, no lograba sacarme ese pensamiento intrusivo de encima, ese que me decía que algo andaba mal, que encendía las alarmas de mi cuerpo y me gritaba que saliera en busca de respuestas.
Me encontraba bastante ocupando conmigo mismo cuando la voz de Eijiro me trajo de vuelta a la mesa.
-Eijiro: ¿Entonces?
-Katsuki: ¿Qué?
-Denki: Dijo que quites esa expresión de todo me huele a mierda de tu rostro.
-Mina: Te juro, ni siquiera puedo disfrutar mi ensalada si tengo que ver su fea cara mientras como.
-Katsuki: Váyanse al carajo.
-Sero: Hermano, ¿en serio estás bien?
-Katsuki: ¿Por qué no lo estaría? Estoy malditamente bien.
-Eijiro: Pues para empezar, no has hablado con nosotros en todo el día. Apenas y te molestas en responder con monosílabos.
-Sero: Además, tu cara de pocos amigos es peor que de costumbre.
- Eijiro: ¿Hay algo que podamos hacer por ti?
-Denki: Exacto, ayúdanos a ayudarte.
-Mina: Sí, deja de hacer berrinches como una adolescente hormonal y cuéntanos.
-Denki: Dios mío, acabo de imaginarme a Katsuki siendo una chica y sólo diré una palabra, ASCO.
-Katsuki: Hey, hasta siendo una chica apuesto a que sería más hermosa que tú.
-Denki: No, serías fea como Mina.
-Mina: ¿Cómo has dicho?
-Eijiro: Oigan, cálmense.
-Mina: ¡Sero, dime una cosa! ¡¿Soy fea?!
-Sero: No, aunque no saldría contigo. No es que seas fea, pero definitivamente no eres mi tipo.
-Mina: ¿Qué demonios significa eso?
-Denki: Te mandó a la zona de amigos.
Mientras discutíamos de nada en particular, a lo lejos logré ver a Izuku caminando hacia uno de los sanitarios individuales de la academia.
-Mina: Y por eso es que nunca has estado con nadie. Das el mismo asco que das siendo hombre si fueras mujer.
-Denki: Pues todos los que han estado contigo lo han hecho por lástima. Ese beta de hace un mes ni siquiera sentía nada por..
-Katsuki: Iré al baño. Ahora vuelvo.
-Sero: ¿En verdad se fue?
-Eijiro: Sí.
-Denki: Pero bueno, que quede claro que si yo fuera una chica sería la más bonita de nosotras.
•••
Me abrí camino hacia Izuku, claro, no sin antes asegurarme que nadie me siguiera. En cuanto él entró, me lancé detrás suyo dentro del pequeño cubículo, trabando la puerta con pestillo.
— ¿¡Qué haces, Katsuki!?
— ¿Katsuki? — fruncí el ceño. — ¿Qué pasó con Kacchan?
— Escucha, Katsuki, lo estuve pensando y en serio no creo que debamos seguir con esto. Por favor sal de aquí. Lo que pasó fue un error.
¿Dijo error?
Auch.
— ¿Es broma? — me reí sin nada de gracia. — Tú fuiste quien me besó después de que acordamos no intentar nada hasta que hablaras con Shoto.
El lugar era más pequeño que el de los demás baños generales del instituto. Al ser un sanitario individual, era mucho más reducido que el resto, aunque aún continuaba habiendo espacio suficiente para que dos personas estuvieran dentro sin volverse necesariamente estrecho.
Yo me quedé de pie junto a la puerta, él se hallaba en el otro extremo, apenas a poco más de un metro de mí.
— Lo sé, pero no sé por qué lo hice — terminó por confesar. — Lo lamento.
— ¿Lo lamentas?
— Sí, perdón.
— Oh claro, lo lamentas. Bueno, pues eso lo arregla, eso arregla todo de hecho — el sarcasmo en mi voz parecía lastimarle, pero no podía concentrarme en eso, no cuando estaba bastante ocupado con mi propio dolor.
— Sé que no lo hace, sé que nada de lo que te diga puede arreglar las cosas que he hecho, pero aún así quiero disculparme. No mereces esto.. y Shoto tampoco.
Ambos nos quedamos en silencio durante un momento.
— ¿Entonces ya está? — continué cuando me quedó claro que él no planeaba hacerlo. — ¿Te disculpas y hacemos como que lo de nosotros nunca pasó?
Negó.
— Lo de nosotros sí pasó y estuvo terriblemente mal — intenté que sus palabras no me rompieran tanto. Fallé. — No podemos fingir que no, pero te pido que aún no lo saquemos a la luz, al menos no hasta que hable con Shoto en persona y pueda explicarle las cosas.
No supe qué responder. Izuku agregó:
— Escucha, no quiero justificarme, pero es la primera vez que me siento así por un persona. Es la primera vez que me siento de este modo y no sé de qué manera afrontarlo. Admito que besarte fue egoísta, pero en verdad te juro que hacerte daño jamás ha sido mi intención. Ahora sé que no quiero estar con Shoto, no de la forma en que él quiere estar conmigo por lo menos.. sólo que.. quiero hacer las cosas bien, ¿sabes?
— ¿Y qué hay de mí? — me acerqué un con movimientos lentos, tentando a mi suerte, no muy seguro de lo que haría a continuación. — ¿Aún quieres estar conmigo?
Negó de nuevo.
— Por favor no hagas esto, Katsuki — pidió, casi con súplica. — No hagas que sea más difícil, no ahora.
No me detuve. Llegué a él en menos de un segundo.
— ¿Difícil para ti? — me burlé. — No eres el único al que le pesa esta situación. Creo que merezco eso, ¿no?, que me digas la verdad para saber qué hacer o cómo manejar esto.
Intentó retroceder, pero ya estaba chocando con la pared detrás.
— Izuku — repetí, asegurándome de no perderme ni un solo detalle que pudiera revelarme en sus ojos verdes. — Por favor, necesito una respuesta, ¿aún quieres que haya algo entre nosotros?
Durante un tiempo nos mantuvimos quietos, observándonos el uno al otro a escasos centímetros de distancia, escuchando no más que el sonido de nuestros latidos y respiraciones ir y venir en sincronía.
— Sí — fue lo que respondió, sin despegar la mirada de la mía.
— Bien, eso es lo único que necesito saber.
Continuamos así lo que me pareció una vida.
No supe en qué momento me descontrolé tanto.
De un momento a otro me abalancé sobre sus labios con urgencia, desesperado, como si estuviese muriendo y la única cura estuviera al rededor de su lengua, en su saliva.
Él no se apartó. Continuó buscándome igual de impaciente que yo.
De pronto terminamos besándonos tan frenéticamente que caía en lo brusco, en lo lascivo.
Mis manos sobre su cintura, las suyas atrayéndome del cuello, desordenando mi cabello.
Estaba en el cielo.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top