Quédate Conmigo
Estoy sola en la oscuridad de mi alcoba, sentada en mi cama a la luz de la luna que se ve a través de mi ventana, sólo permanezco callada, observando este desgastado estoque que me acompañó desde hace mucho tiempo, el cual he cuidado como mi más preciado tesoro. Muchos dirían que esta arma ya no está ni afilada, y que no es nada en comparación a mi Sieglinde, pero simplemente no puedo restarle valor. No es sólo la primer arma que porté para defender mi tierra, tú me la entregaste para protegerme, porque te preocupabas por mí, es un regalo que me diste y siempre cuidé por ti.
La importancia que lleva este estoque, y el recuerdo que ronda en mi cabeza desde hace meses, han abierto mis ojos, mis dudas están disipadas. Guardo el estoque en el cajón que le designé y salgo de mi alcoba corriendo por los pasillos del castillo de Renais, buscándote. No puedo soportar más estos sentimientos reprimidos, que se han mantenido de este modo desde la última vez que hablamos al respecto, aquella confesión que inició mi tormento.
***
"Seth, ¿tienes un momento? ¿Puedes ayudarme con mi entrenamiento ahora?"
"Princesa Eirika... Antes debo deciros una cosa."
"¿Sí?"
"Perdonad mi descaro... Princesa, solo soy un súbdito más, pero últimamente hemos estado muy unidos. Un miembro de la familia real no debería estar tan cerca de sus súbditos."
"Oh... Pero si... Yo solo me preocupaba por tus heridas... Solo..."
"Es cierto. La herida que me hicieron el día que nos escapamos de Renais..., todavía no se ha curado. Es posible que me duela hasta el fin de mis días. Sin embargo, sería un error creer que me debéis algo por esta herida. Solo he cumplido con mi deber."
"Pero has sufrido por mí..."
"Lady Eirika. Sois la princesa de Renais. La sangre real no debe nada a sus súbditos. ¿Cómo podríais fomentar su lealtad si tenéis un trato de preferencia con alguno?"
"..."
"Ese tipo de relación puede suponeros un obstáculo a la hora de gobernar. La victoria requiere sacrificios. Si no sois capaz de ver morir a los vuestros, es posible que no podáis gobernar."
"... Entiendo... Seth... Tienes razón. He olvidado mi posición y mi deber. Perdóname."
"..."
"Aquella tarde... Nos escapábamos de los soldados de Grado... Me abrazaste y me defendiste de las armas enemigas... Quizás... Creo que sentí algo más por ti ese día. Pero... Eso no es propio de una princesa de Renais. Soy princesa y tú eres un caballero a mis órdenes. Si no entiendo esto, la reconstrucción de nuestro reino podría correr peligro."
"Gracias por vuestra comprensión, princesa. Si me disculpáis..."
"..."
"Princesa Eirika. Si me permitís añadir una cosa..."
"Seth..."
"Aquella noche... sentí lo mismo que vos. Cuando os cogí en brazos y os apreté contra mi pecho... Esa fue la única noche de mi vida en la que olvidé mi deber de caballero. No pensé en vos como en mi superior, sino como en alguien a quien quería proteger a toda costa. Lo habría dejado todo... Os habría llevado a algún lugar lejano para estar los dos solos... Eso fue lo que sentí..."
"Seth..."
"Perdonadme. Os juro que nunca volveré a olvidar mi deber de esa forma. Con vuestro permiso. La próxima vez que nos veamos, seré un perfecto caballero de Renais... Y entregaré mi vida si hace falta para proteger a mi princesa."
"... Seth..."
***
Perdóname por esta falta, mi indeleble caballero, cuyos mechones rojizos que cayeron sobre tu frente perdieron mi visión en ellos, asemejados al fuego con el que me abrigué entre tus brazos aquella noche. Siempre me protegiste, jamás dejaste de velar por mi seguridad, por mi vida, por la de las personas que me hacían feliz. Siempre te mostraste frío, distante, tan lleno de respeto y lealtad, y sin embargo, nunca dejaste de ser amado y admirado por la gente, en especial por mí. Perdóname, no cumpliré con aquella oración que dije por nuestro bien.
Sí tenemos una oportunidad más, sólo una para que vuelvas a hablarme con sinceridad, esta vez no te dejaré marchar. Por favor no temas, este sentimiento es verdadero, no huyas de mí. Te quiero.
¿Me quieres? Los has dicho mientras te alejabas y me ha herido no haberte detenido. Pero no te preocupes, que tu fidelidad no se ha reemplazado por las emociones, siempre has sido un perfecto caballero para el reino, y un perfecto caballero para mí. Iré por ti, no dejaré que renuncies, nuestra historia ha comenzado con el fin de la cruel guerra, ya nada puede asustarme y no van a separarnos.
He corrido con todas las fuerzas de mi alma hasta encontrarte, en aquel balcón donde os veo a ti y a mi querido hermano. A paso calmado, me acerco a vosotros dos sin que notéis mi presencia todavía.
- Seth, te pido que lo reconsideres, no es muy normal que tomes una decisión como esta sin más.- Oigo a mi hermano angustiado, ¿qué está sucediendo?
Seth... Como me retumba ese nombre, justo en mi corazón para hacerlo latir más fuerte. Sin embargo, el poseedor de dicho nombre luce afligido, su expresión es la misma en seriedad, pero sus ojos desbordan desdicha. Seth... ¿Qué ocurre, Seth?
- Le suplico me perdone, rey Ephraim. No me es posible cambiar esta decisión, y siento que no podría contarla, pues la deshonra que provoca en mí no me deja con la cara para confesar.- Ha respondido.
- ¿Ephraim? ¿Seth?- Me atreví a hacer notar mi presencia. Inmediatamente mi caballero ha volteado el rostro como si evitara mirarme, cosa que apuñala mi corazón peor que una espada, pero que finjo no notar.
- Eirika, Seth quiere retirarse de la guardia real...-
La palabras de mi hermano me han dejado con los pelos de punta, pues no podía ni quería soportar una noticia como esa. ¿Por qué, Seth? No es posible, no puedes irte... De mi lado.
- Pero... ¿Por qué...?-
- No quiere decirlo, y de ese modo no puedo convencerme.- Mi hermano ha vuelto a mirar al caballero.- Seth, si no me das una razón no dejaré de insistir en que te quedes. Eres el hombre más confiable para mí y para mi hermana, como lo fuiste para nuestros padres. Aún eres muy joven para decir que quieres retirarte, y los curanderos ya han dicho que estás perfectamente sano incluso después de la guerra. Nos has ayudado a levantar el reino y ahora deseas marcharte sin más, debo saber por qué para no pensar ciegamente que te ha ocurrido algo muy malo.-
- Seth, por favor responde. No queremos que te vayas, te necesi... tamos...- Me abochorné al casi soltar un "Te necesito", por suerte no ha notado ninguno que hablé entrecortada.
Sin embargo, él está callado, sin alzar la mirada, cosa que a Ephraim y a mí nos consternó, no parecía nuestro Seth. Por primera vez lo vi con ese semblante afligido, mostrando a una persona debajo de la intangible armadura, un hombre con emociones... Me apena mucho verlo así, pero no puedo evitar que mi corazón reaccione ante esa imagen que me enamora aún más.
- Al menos... Piénsalo por esta noche, y me dices mañana tu respuesta, ¿está bien?- Mi hermano se ha mostrado comprensivo en sus palabras, al igual que yo le ha afectado ver a Seth así.
Ephraim se ha retirado tras el asentimiento de Seth, dejándonos solos en el balcón.
No sé que decirle, sigo observándolo, y él sigue sin darme la cara. ¿Estará... Enojado conmigo? No sé, no recuerdo que hayamos tenido un problema recientemente. A lo mejor no es eso, pero tiene que ver con el hecho de que me está evadiendo. Tengo miedo de preguntar...
- Esto... Seth... ¿Hay algo que pueda hacer... Para que no te vayas?- Pregunté con tristeza la cual no pude disimular.
- Princesa Eirika... No me es posible quedarme, le pido que comprenda...-
- ¡¿Pero por qué?!- Al final he perdido la calma.- Yo no quiero que te vayas, no quiero perder a nadie más ahora que estamos en paz, y mucho menos a ti... No quiero perderte a ti, eso no...-
Él me ha dado la cara, sorprendido por mi actuar. Ninguno de los dos puede mantener su máscara ahora, se han roto en mil pedazos.
- Princesa, por favor cálmese...-
- Seth, no me dejes. Por favor no te vayas, o al menos dime que pasó para que quieras marcharte. Si es algo relacionado a mí o a Ephraim, puede decirlo. Eres mucho más que nuestro general, eres una persona muy importante... Muy importante para mí, ¡lo sabes!-
He bajado mis defensas ya que lágrimas han rodeado mis mejillas y mi voz se está quebrando. Es peor que un rechazo, es una dolorosa despedida que no estoy dispuesta a aceptar. ¿Por qué... Esta sensación se hace presente de nuevo? Estoy sintiendo... Un abrazo de Seth...
- Seth...-
- Eirika...-
Mi alma se ha estremecido con la voz de mi caballero, llamándome por mi nombre tan sutilmente, sin mi título de por medio. Puedo sentir su aliento en mi cabello, junto con sus firmes manos que lo acarician, mi rostro está oculto en su pecho, y mis manos aferrándose a su ropa, se nota que es más alto que yo.
- Eirika, no puedo quedarme, no con la falta que he cometido al romper mi palabra con vos... Incluso si me comprometí a ser un perfecto caballero de Renais, siento que estoy decayendo cada día, y eso se debe al sentimiento que rechazo y arranco con cada vez más fuerza, pese a que vuelve en un instante para atormentarme. Estoy fallando, me estoy contradiciendo, la situación me supera y pronto no podré soportarlo... Porque sois mi princesa y debía ser fiel a vos como vuestro servidor, no como un hombre que se guía por sus emociones y desea cuidar de una dulce dama...-
- Seth...-
- Nada de eso corresponde, si soy capaz de decirlo debo mantenerlo, pero se desborda y no puedo volver atrás. Es una herida que no podrá curarse, y me dolerá hasta el fin de mis días, soy el único culpable de esta herida, pues vuestra presencia siempre fue más sanadora que cualquier magia, y sin vos ya jamás dejará de sangrar... Pero he decidido asumirlo antes que lastimar a quien debe cumplir con su reino antes que con un soldado que ha olvidado su deber...-
- No, Seth... No es verdad...- Mis lágrimas han cambiado su sentimiento, ya nada puede detenerme.- No digas algo como eso. Desde aquella noche que sentí esto, durante el día en que lo confesé, hasta ahora, no ha parado de crecer como nuestros recuerdos. Desde el día en que nos conocimos, cuando eras un muchacho y yo una jovencita, nunca has dejado de cuidarme como si fuese tu propia Piedra Sagrada, pendiente de cada uno de mis pasos, volviéndote indispensable en mi vida sin esperar nada a cambio. El día en que salvaste mi vida, rememoré cada una de tus cualidades por las que me sentí intrigada hacia tu persona y comprendí mis sentimientos. Seth, nunca me has fallado, siempre has hecho todo lo contrario, siempre has sido quien me da fortaleza para seguir adelante, y el más valioso hombre que he conocido en toda mi vida.-
- Eirika... Yo...-
- No te vayas, Seth, quédate aquí... Conmigo, no quiero aceptar tu distancia nunca más, sólo quiero que seamos felices juntos.-
- Pero, vuestro hermano...-
- Sé que aceptará, porque me quiere y porque sé que él confía en ti, como nuestro padre lo hizo.-
Con cuidado me separé un poco para acariciar su rostro, noto como pese a que no ha derramado lágrimas sus ojos están humedecidos, y por primera vez me mira de esa manera tan tierna. Parece que mis palabras le han tranquilizado.
- Eirika, yo... No quiero sentir que estoy siendo bendecido sin merecerlo... Vos sois la verdadera bendición de los cielos, me cuesta pensar que su corazón corresponde al mío y no es un sueño como los que me han invadido desde nuestra confesión...- Me dice tomando mi mano que acaricia su mejilla.
- No es un sueño... Ya no, ya no volvamos a soñar si podemos hacerlo realidad... Mi indeleble caballero.- Le sonrío.
Él sonríe, una sonrisa que me acabó de atrapar por completo, la que por tanto tiempo he esperado y desde hoy siempre me irá enamorando.
- Yo... Te amo, Seth.-
Él se arrodilla tomando mis manos, cosa que me sorprende mas no alcanzo a detenerlo y me quedo paralizada con las palabras que escucho.
- También... Te amo, Milady.-
Cuando se acabó la guerra, Eirika y Seth se casaron con la bendición de Ephraim y de los caballeros de Renais. La historia de amor del caballero y la princesa se transformó en una bonita leyenda de Renais.
*******************************
No he encontrado fanfics de Eirika x Seth (en español), por lo que decidí escribir uno tal como lo imaginé al jugar ^^ Esta sin duda fue mi pareja favorita de todas las que hice en el juego, y es que la historia de ellos es simplemente hermosa desde el inicio hasta el fin. Perdón por aquellos que lo shippearon a Seth con Natasha y a Eirika con James u otro, pero yo me quedo con este shipp.
También quiero remarcar algunos detalles que se vieron aquí presentes:
- Sobre el estoque, sé que hay formas de conseguir más de la primer arma que porta Eirika. Pero que sepan que (y creo no haber sido la única) yo me pasé todo el The Sacred Stones con el mismo estoque que portas al principio del juego, no conseguí más. Lo reservé sólo para los jefes importantes al inicio del juego, pues no quería desgastar y perder un regalo que Seth le dio a Eirika, sin importar que haya sido sólo para defensa. Expresé los sentimientos de Eirika hacia ese estoque como yo lo imaginé al jugar.
- En muchas conversaciones Seth se muestra como un hombre más expresivo, incluso ríe y muestra emociones como lo más natural. Sin embargo, nunca tomó esa misma postura con Eirika o Ephraim, siempre se le vio bastante frío y es entendible, son sus príncipes. De cualquier forma, pese a que me quedó un vacío en la tercera charla de apoyo de Eirika y Seth, me llené de dicha cuando vi en el final que se casaron, y pensé que seguramente fue de esta manera ^^
No os quito más su tiempo, gracias por leer. Bye-bye!
PD: Moría y revivía cuando Seth llamaba Milady a Eirika n///n
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top