37 ultima noche

Estos días al lado Aiden han sido maravillosos pero, han sido tan buenos que cuando me he querido dar cuenta ha llegado el días​ en el que vuelvo a casa a pasar las Navidades con mi familia, si mañana cogeré un avión que me llevara hasta España, y no es que no quiera ver a mi familia, simplemente​ es que se que durante esos días voy a echar muchísimo de menos a Aiden, durante estos días, he dormido con el cada noche, se que lo voy ha extrañar.

Pero antes de irme me gustaría darle un pequeño detalle Aiden antes de irme, algo que pueda llevar con el y, que cada vez que lo vea se acuerde de mi, así que le pedí a Sam que me acompañara a comprarlo.

Así que aqui estoy a la salida de la universidad esperando a mi amiga.

- Hola pequeña, ¿Nos vamos a casa?

- No Aiden, hoy regresare a casa con Sam, tenemos que ir hacer un cosita antes de volver a casa. Nos vemos allí vale.

- Esta bien, pero no tardes, te vas mañana y, necesito aprovechar contigo todo el tiempo que podamos.

- No te preocupes, no tardaré mucho, enseguida llegaré a casa.

Me acerque a Aiden me puse de puntillas y lo bese, el me agarro por la cintura y me levanto profundizando mas el beso, nos separamos y lo mire a los ojos, cada vez que lo hacia me perdía en ellos, me acerque a su oido y, le susurre un Te quiero.

- Bueno tórtolos dejen los besos y los arrumacos para cuando esten solos.

- Gracias enana por cargarte este momento.

- Bueno si bla bla bla Ariadna nos vamos.

- Si Sam, vámonos, Aiden nos vemos luego.

- Y bueno, Ariadna ya tienes pensado en que le vas a regalar a mi hermano.

- Si, es solo un pequeño detalle, le daré otro regalo cuando vuelva de españa, he pensado en comprarle una púa de plata con un gravado en ella ¿Crees que le gustara?

- No creo que le guste, le va a encantar Ariadna, Aiden ama los pequeños detalles, las cosas personales, así  que estoy mas que segura de que le gustara.

- Gracias por acompañarme Sam, no quería que sospechara nada.

- No te preocupes, sabes que puedes contar conmigo siempre.

Llegamos a la tienda y le dije al vendedor la frase que quería que grabará en la púa y, luego le pedí que me lo envolviera en una cajita para regalo.

- Buena ¿Cuando se la darás a mi hermano?

- He pensado en dársela esta noche, porque mañana seria muy precipitado.

- Yo esta noche me quedare a dormir en casa de Jay, ya se lo dije a Aiden y, como mis padres están de viaje de negocios, tendréis la casa para ustedes solos.

- Gracias Sam, eres la mejor.

- No me des las gracias y aprovecha tu última noche con Aiden.

Cuando salimos del centro comercial nos encontramos con Jay.

- Ariadna le pedí a Jay que viniera a recogernos ¿No te importa verdad?

- Como me va a importar tonta.

Nos subimos al coche de Jay y, llegamos enseguida a casa.

- Ariadna mañana nos vemos, que pases una buena noche y, ya sabes disfruta.

- Hasta mañana Sam y gracias.

Llegue a la puerta de la casa y, comencé a sentirme nerviosa, las manos me temblaban, y no tenía sentido, no debería sentirme así, ya he estado muchas veces a solas con Aiden, esta noche no tendría que ser diferente.

Deje de pensar estupideces y, abrí la puerta de casa, al entrar vi que en la cocina había luz, así que me dirigí hacia​ allí.

- Al fin llegas, ya estaba empezando a empacientarme, he preparado la cena, espero que te guste.

- Eres el mejor, estoy hambrienta y, seguro que me gusta.

- Estupendo, que te parece si subimos a ducharnos y luego bajamos a cenar.

En ese momento se me vino la imagen de Aiden bajo la ducha y comencé a ponerme roja, mis hormonas me estaban traicionando, solo esperaba que Aiden no lo notara.

- ¿Que te pasa Ariadna te pusiste roja? Es que quieres que nos duchemos juntos.

- ¡Aiden!, no digas tonterías.

- No digo ninguna tontería, para empezar tu eres la que esta mas roja que un tomate, a saber que estaba pasando por tu cabecita y, yo no tendría ningún inconveniente en que nos duchasemos juntos, al contrario seria un placer.

- Vamos deja de hablar cosas sin sentido y subamos a ducharnos por separado.

- Como quieras pequeña, solo estaba dando una idea.

Subí y prepare todo para la ducha, cuando sali de ella decidí ponerme un vestido morado, quería que esta noche me viera bien, peine mi cabello y, lo deje suelto, luego me maquille algo natural y sencillo.

Baje, a buscar Aiden, cuando llegue a la cocina lo encontré preparando la mesa y, colocando los platos y, como siempre estaba perfecto, pero esta noche se había vestido un poco mas formal, en su estilo claro y, estaba guapísimo.

- Pues ya estoy aqui, ¿Te puedo ayudar en algo?

- No, sientate ya lo tengo todo listo, por cierto estas muy guapa.

- Gracias, tu tampoco estas nada mal.

- Me alegra saberlo, he pensado que como no vamos a poder pasar las navidades juntos, al menos podríamos tener una cena para los dos.

- Me parece bien, y ¿Que nos ha preparado esta noche el chef?

- Pues para empezar he preparado una ensalada con frutos secos, luego unos tallarines con gambas y para terminar una moose de chocolate, espero que todo sea de su agrado señorita.

- Guau Aiden, me has dejado impresionada, seguro que todo esta riquísimo.

La cena termino y tenía que admitir que a Aiden no se le daba nada mal la cocina.

- Te tengo que felicitar, todo estubo buenísimo, eres un gran cocinero.

- Gracias, me alegra que te gustase. Y ahora que te parece si subimos a mi habitación, tengo algo allí para ti.

Aiden me tomo de la mano y corrio tirando de mi hasta llegar a la puerta de su dormitorio.

Entramos y me senté en la cama, mientras el buscaba algo en el cajón de su escritorio, cuando lo tubo se giro hacia mi.

- Bueno Ariadna, no es gran cosa, solo es un pequeño detalle, como no sabia que te irías no he tenido tiempo para buscarte un regalo de Navidad, solo espero que te guste.

Aiden coloco una pequeña cajita entre mis manos, lo mire a los ojos y pude ver emocion y nerviosismo en ellos, le sonreí y me dispuse a abrir la pequeña caja.

- Seguro que me gusta Aiden, cualquier cosa que venga de ti será perfecto.

Abrí la caja y, dentro había un colgante con forma de guitarra, era perfecto porque cada vez que lo mirara me acordaría de el.

- Es precioso Aiden, siempre que lo vea pensaré en ti.

- No es solo un colgante Ariadna, es un USB con canciones tocadas y cantadas por mi, para que puedas escucharlas y, te acuerdes de mi.


- Oh Aiden, es perfecto, no podrías haberme regalado nada mejor, sabes que me encanta escucharte.

- No es nada, solo un pequeño detalle.

- Es mas que eso, por que es algo tuyo y, solo por eso es mas valió, por favor colocamelo.

Me sostuve el pelo para que Aiden pudiera ponerme el colgante, cuando ya lo hubo puesto me gire y lo bese.

- Gracias, te quiero y, sabes yo tambien tengo un pequeño regalo para ti, espera aqui, voy a mi habitación por el.

Sali corriendo y entre en mi habitación, busque donde había guardado hace un rato el regalo para Aiden, lo cogí y sali de nuevo corriendo hasta su habitación.

- Bueno Aiden, no es gran cosa pero espero que te guste.

Le entregue el pequeño paquete y comencé a ponerme nerviosa mientras lo habria.

- Gracias, Ariadna, es perfecto, como no me iba a gustar, parece que los dos hemos pensado en algo similar. Por favor ponme el colgante.

- Que bueno que te gustase, por que la verdad estaba un poco nerviosa.

- No seas tonta cualquier cosa que tu me hubieras regalado me unirse gustado, porque viene de ti.

- Te voy a echar tanto de menos estos días.

- Yo tambien te echaré de menos, pero vamos a vivir el momento. Besame Ariadna.

Lo pensé dos veces y lo bese, en el momento que nuestros labios se unieron comencé a sentir como pequeñas corrientes que recorrían todo mi cuerpo, Aiden me tumbo sobre la cama y, se quito su camisa, quedándose desnudo de cintura para arriba.

Jamás me acostumbraré a verlo así, el tenerlo sin camisa frente a mi, solo me provocaba mas deseo de besarlo. El se coloco sobre mi, pero sin dejar caer su cuerpo sobre el mío, aun así podía sentir el calor que emanaba su piel.

Comenzó a besarme de nuevo y, con cada beso que me daba sentía mas placer, mas ganas de tenerlo pegado ami. Pase mis manos por su pelo y

tire de el, en ese momento Aiden soltó un gruñido de placer.

Aiden comenzó a acariciar mis piernas desnudas y Dios se sentía tan bien, solo quería que siguiera con sus caricias y besos, estaba perdiendo la cabeza.

Poco a poco sus manos fueron subiendo hasta llegar a la mitad de mis muslos donde empezaba mi vestido.

Aiden empieza a levantarlo y, me siento nerviosa pero otra parte de mo desea que siga con sus caricias, en pocos segundos me encuentro solo en ropa interior frente el.

Entonces el me mira a los ojos y me pierdo en los suyos, mis nervios desaparecen y, ahora son reemplazados por el deseo.

Aiden se quita sus pantalones quedando en ropa interior como yo y, es perfecto, ver su cuerpo solo hace que tenga mas ganas de que siga con sus besos, cada roce de sus manos en mi piel hacen que arda en pasión.

Aiden vuelve a mirarme y comienza a darme pequeños besos por el cuello, poco a poco va bajando hasta mi pecho, los masajea con sus manos y, dios es tan placentero que solo quiero que continue, sigue besándome por mi vientre hasta que llega al borde de mis bragas, entonces gime de placer.

- Oh Ariadna, eres tan preciosa y, tengo tantas ganas de probarte.

Al oir sus palabras noto como vuelvo a ponerme roja de vergüenza, ahora me siento tan expuesta a el, yo no tengo ninguna experiencia en el sexo y, eso me hace sentir insegura.

- Aiden yo...

- No hace falta que digas nada, no haré nada que no quieras.

- Es solo que no yo nunca he estado con nadie.

- No te preocupes pequeña, ¿Confías en mi?

La forma de mirarme y de pronunciar sus palabras me hicieron perder todo el miedo que tenía, estaba segura de que Aiden nunca me habría daño. Lo mire a los ojos y asentí con la cabeza.

En el momento que le di me aprobación, Aiden volvio ha dejar besos por mis muslos, empece a sentir pequeñas descargar por todo mi cuerpo, ahora no quería que parara necesitaba mas.

- Hueles tan bien Ariadna y estas tan mojada...

No pude contestar a sus palabras porque un pequeño gemido se escapo de entre mis labios.

Entonces Aiden me quito la última prenda de ropa que me quedaba y, entonces me hizo subir al cielo con su lengua.

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¡¡¡FELIZ Día DE SAN VALENTIN!!!

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Aqui os dejo otro capitulo, espero que les guste por favor no olvidaros de votar y dejen sus comentarios me gusta saber que es lo que piensan o que les gustaría que pasara.

Bueno os mando muchos besos nos leemos prontito.
                                                         Alexa.

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