¿Qué tan bien?
El aturdido pelirrojo bebe otro sorbo de cerveza mientras lo vuelve a recordar.
La imagen aún no se iba, y no sabe cuanto durará.
Katsuki; su amigo desde siempre, y ese joven de cabello verdoso.
Ambos encerrados en aquel cuarto de baño del antro al que fueron todos a bailar,
borrachos de placer cogiendo en un baño.
¿Cómo demonios pudo pasar eso?
¿Por qué rayos Katsuki nunca se lo dijo?
Pasan las horas y la duda sigue ahí.
Mientras no puede dejar de atormentarse por sus propios comentarios ignorantes, de una novia que nunca existió.
Siempre fue él, ¿no?
El chico arbusto.
No se considera homofóbico, pero esto estaba dos peldaños más arriba de todo lo que imaginó.
No debió mirarles, pero ahora que lo hizo...
La curiosidad,
puede más.
¿Qué se sentirá hacerlo con un hombre?, se pregunta el pelirrojo de dientes afilados, esperando estar muy borracho como para seguir aquella conversación con el sorprendentemente desinteresado Kaminari, quien no parecía ni espantado por la temática:
Homosexualidad.
Probablemente estuviera ebrio también. Tenía que estarlo para encogerse de hombros ante sus preguntas y soltar prácticamente un: "¿Y qué?", tan desinteresado que generaba asombro.
ー Igual debe ser extraño, digo, es un agujero así ー menciona Eijirou haciendo un gesto con la mano, que simulaba un diminuto orificio
ー ¡Eso debe doler una mierda! Solo pensarlo me da escalofríos...ー agrega estremeciéndose de solo imaginarlo y casi ahogándose en su bebida cuando otro flash mental de aquel baño en la disco regresa.
Pobre chico.
Katsuki le debió partir todo el culo,
el solo verlo dolió.
Se decide a olvidarlo y toma un gran sorbo a su bebida, ahogando en ella los recuerdos de su deslealtad, donde había osado a mirar donde no correspondía. Luego rodando de un lado de la cama al otro como si fuera una mecedora.
Está ebrio y con justa razón, aquello no se ve todos los días y espera que el alcohol ayude a que la fuerte imagen se vaya.
ー Si lo haces bien, no duele tanto.ー explica Kaminari relajadamente, abriendo su tercera botella de cerveza, o quizás la sexta. Kirishima ya había perdido la cuenta e intenta en su ocio contar las tapas de botella restregadas por la habitación de este. Eran más de seis.
Comprensivo como es, asiente al comentario. Luego analizando realmente la aberrante explicación.
ー ¿Qué? ー pregunta confundido ante la inesperada repuesta.
ーQue hay... "Formas" ー explica el rubio, haciendo un gesto de comillas con los dedos y tumbándose en la pared, sentado en el suelo, aparentemente borracho hasta las cejas.
ー ¿Y cómo sabes tú eso?ー deja salir su duda, apartando su cerveza a un lado y sin poder ocultar en su mirada su gran curiosidad ante el inesperado giro de los eventos.
No sabe si esto es una charla de borrachos o qué, pero le resulta interesante.
.
.
Tal vez demasiado.
...
ー Sólo lo sé. Dicen que se siente bienー aventura Kaminari en su ebriedad, aprovechando de lanzarle un anzuelo.
Llevaba años esperando a que el muy idiota de Eijirou le vea como algo más que amigos, causa que ya daba perdida.
Este era muy ingenuo. No vería sus verdaderos sentimientos ni aunque se los deletreara.
O al menos eso creía,
antes de aquella pregunta.
ー ¿Qué tan bien?
La que vuelve a dar esperanza,
a un reprimido corazón.
.
.
ー¿De verdad quieres saber?ー pregunta Denki devuelta, sobrio como nunca.
Aquella insospechada oportunidad evaporó cualquier rastro de alcohol de su sistema.
Eijirou ha mordido el anzuelo y es momento de traerlo a la orilla.
Algo le dice que de no recoger el cebo ahora, se arrepentirá.
ー ¿Y qué con esa cara?ー pregunta el pelirrojo al ver los ojos de su amigo, fijos en él.
Si no fuera porque se trataba de Denki, su casi hermano, juraría que se lo estaba comiendo con miradaー ¡Era broma idiota!ー exclama un tanto nervioso por que este no apartara la vista.
ーDime, ¿y si jugamos a algo?ーpregunta aún con aquella mirada que su amigo no logra descrifrar y que en silencio da a entender, que ha soltado a todos sus demonios.
No sabría decir si es por cansarse de esperar o por la ebriedad, pero ya no le importa nada.
ー ¿Qué cosa?ー pregunta el pelirrojo, sin saber el porqué tiembla cuando este se sienta en la cama junto a él.
Siempre han sido muy cercanos y nunca han tenido problemas para compartir lugar de dormir, pero hoy se siente extraño, indebido.
ーA fingir.ー responde recostándose de espaldas con su botella de cerveza en mano y quedando igual que su amigo, mirando el techo de su habitación repleta de pósteres de bandas.
ー¿Cómo un juego de roles?ーpregunta Eijirou, entusiasmado. Le gustaban mucho esos juegos.
ー¡Quiero ser un samurai!ーpide girando el rostro hacia su amigo, el cual alza una ceja, decepcionado.
ー¿Y por qué un samurai?ーpregunta de regreso, girando también el rostro hacia él.
Están cerca.
ー¡Pues porque son geniales! Son masculinos y honorables.
ーOk, entonces yo seré... un noble. Y tú estarás a mi servicio.
ーBueno, y entonces. ¿Contra quien peleo?, "mi señor"ーpregunta riéndose, sumido en su rol.
ーNo debes pelear, debes salvarme.
ー¿Cómo? ¡¿Te pasó algo?!ー pregunta asustado, olvidando por un segundo que era un juego rol.
ー¡A mi no idiota, soy un noble! Y no me tutees, que estoy millones de rangos sobre ti.ー Le regaña, dándole un golpe en la cabeza por torpe.
ーOh, disculpe su majestad.ー responde riéndose otra vez, avergonzado por salirse de su papel.
Denki actuaba extraño, pero parecía estar bien. El siempre era raro. Además, aquel juego era divertido, ¡podía ser un samurai super masculino!
ー¿Qué puedo hacer por usted?, mi señor. ー pregunta quedando atónito cuando ve a Denki lanzarse toda la cerveza encima, empapándose por completo, hasta el rostro.
ー¡Hey! ¡Se te cayó la cerveza!ー exclama ante lo obvio.
ーNo es cerveza, es veneno.ー corrige el rubio.
ー¿Cómo?ーpregunta sin entender qué parte del juego era esa.
ーSi no lo quitas moriré.ー Le apresura.
ー¿Qué hago?, ¿voy por una toalla?ー duda alarmado ante la hipotética situación.
ーEres un honorable samurai dispuesto a dar su vida ¿no?. ¿Y si cayó en mi boca?, ya podría estar degradándome por dentro.ーexplica entretenido ante la cara de espanto de Eijirou, perdido en su rol que tanto soñó.
ーEntonces, ¿qué hago?ー pregunta nervioso, viendo como la cerveza ("veneno") cae por el cuello de este, manchando la cama.
ーQuítalo y asegúrate de que no quede nada.ー pide esperando que sea tan idiota como para no preguntar más.
ー¿Cómo?
ーBébelo.ー Le aclara.
ー¡¿Qué lo que?!ー pregunta mientras una distorsionada imagen mental llega a su cabeza.
La sola idea le provoca un cosquilleo en el vientre. Hacer eso era extraño, se vería muy mal.
ーBébelo, está bien. Es solo un juego.ーLe relaja, sonriendo como el borracho que es en esos segundos.
Uno sin pudor de exponer sus deseos más profundos, aunque sea de esta forma tan ridícula.
ーOk...ーresponde tragando saliva y mirando nuevamente las gotas que caían por su cuello, para luego, acercarse y succionar una con los labios ー¿A-así?ー pregunta sin mucha confianza en lo que está haciendo.
ーSí, algo así...ー responde intentando disimular el temblor en su voz.
El cuerpo le va a estallar.
Cuando los labios trémulos de Eijirou vuelven a posarse sobre su piel, cerca de la clavícula, Denki reprime un suspiro.
No se mueve un milímetro pues siente cualquier movimiento en falso puede romper aquel encantamiento, terminar esa gloriosa sensación de su boca acariciando su piel.
Temeroso como nunca, se limita a sujetarse con ambas manos de las sábanas y cerrar los ojos, mientras la persona que hace tanto tiempo desea recorre su piel. Primero tímidamente... y luego, ya no tanto.
ー¿N-no no te molesta?ー pregunta el pelirrojo antes de acercarse a sus labios aún con restos de cerveza, los que guardó como un área prohibida que debía dejar para el final, pues se saltaba todas las normas de lo que era simplemente "jugar".
ーTe dije que podías ーinsiste respirando agitado.
Está excitado.
Su cuerpo, su aroma, todo en él le provoca.
Le adora así de idiota y aunque no se atreve a pedirlo, quiere que lo devore por completo, que pierda el control.
Que sienta esas mismas cosquillas que él, cada vez que le toca.
Eijirou no responde, al menos no con palabras.
Sus manos, las que permanecieron en todo momento apoyadas sobre la cama haciendo distancia, se doblegan. Acerca sus labios y se aventura a limpiar el "veneno mortal" del mentón de "su señor", poseído por un deseo que no logra comprender, pues recostado sobre Denki, su amigo del alma, no siente repulsión alguna.
Al contrario, su cuerpo es cálido y su piel suave. Tocarle se siente bien y no sabe si es por la fiebre del alcohol, pero comienza a ver reacciones en este que le incitan a continuar, a buscar más expresiones de esas que agitan su corazón.
ー No me veas así, que me pones nervioso...ーpide admirando el sonrojado rostro del rubio, quien parecía apenas poder respirar.
ー¿Así cómo?ーpregunta jadeante. Su cabeza daba vueltas. Nunca pensó que su plan avanzaría tanto y ahora no sabe qué hacer.
ーComo si...ーSus palabras se detienen al notar algo que congela todos sus músculos.
ー Cierra los ojos o no voy a poder.ーpide avergonzado por las reacciones de su cuerpo, con intenciones que si le preguntaran hace unas horas por ellas, se reiría ante lo ridículas que eran.
ー ¿Poder qué cosa?ー pregunta Denki, sonriendo travieso pues ya sabe la respuesta y de todas formas quiere escucharla.
ーTu sabes... besarte. ー responde sin pensar, perdido en el roce de ambos cuerpos.
ー Solo si quieres.ー menciona dándole una última chance de echarse atrás. De olvidar esto y dejarlo así, antes de avanzar hacia puntos sin retorno.
Sin saber, subestimando sus propios encantos, que tenían a su leal amigo en un gran dilema, el cual es ignorado a favor de su instinto que le indica avanzar. Cautelosamente, pero avanzar.
ーTus ojos... ー Le insiste acercándose, mientras sus manos, ansiosas, lo sujetan por las caderas y aquella parte de su cuerpo que ha despertado, endureciéndose, vuelve a pedirle que vaya a por más.
Denki obedece y cerrando los ojos se entrega a lo desconocido, pues realmente no sabe como proceder desde acá.
Cuando sus bocas se rozan, sus cuerpos tiemblan.
Cuando sus lenguas se tocan,
inician un juego sin final.
Eijirou, con una paciencia insospechada, le besa lentamente mientras sus manos avanzan, casi pidiendo permiso, colándose bajo su ropa empapada en cerveza hasta lograr despojarle de la camiseta. Entonces, a torso desnudo, este desvía levemente la mirada y Eijirou en un arranque de lucidez, finalmente comprende a donde van.
ー¿Quieres intentar?ー pregunta recibiendo una mirada sorprendida de parte del rubio, la que luego se vuelve en aquellos ojos turbios, los que esta vez, el pelirrojo si logra traducir.
Piden a gritos lo mismo que él.
Entonces, vuelve a besarle, bajando por el cuello hasta su pecho el que muerde con suavidad, haciéndole soltar un sonoro jadeo.
Apaga la luz de la lámpara de noche y avergonzado se desviste con suma lentitud, ayudándole también.
Luego dedicándose a estudiar con sus dedos aquel cuerpo delgado de una forma que nunca esperó, sorprendiéndose al notar como este encaja cómodamente entre sus manos y tiembla ante su tacto, sacándole más de una sonrisa nerviosa.
Y dejan de ser un noble y su fiel servidor,
ya no están jugando.
Los jadeos que Denki emite contra su oído mientras aquella zona íntima de él se frota sin piedad contra la suya, no tienen elegancia ni protocolo alguno, propias de un señor feudal.
Motivado por el calor del momento, Eijirou le besa el pálido cuello a lo que los muslos de este entreabren, invitándole y dando paso entre besos sabor a cerveza, a actos que superan una simple amistad.
Y que permanecerían luego en su mente,
modificando su relación.
Dando una nueva luz a su forma de mirar,
donde cosas que eran simples en el rubio,
ahora llaman su atención.
Cuando el cuerpo desnudo y aún con restos de cerveza de Denki se retuerce bajo él, Eijirou no analiza bien lo que están haciendo.
No puede pensar en nada, solo puede oír claramente el como su amigo jadea extasiado su nombre, pidiendo por él. A lo que, enternecido por aquel nuevo tono de voz, tan dulce, le complace con más rudeza de la que luego en su sobriedad desearía haber tenido, ingresando hasta lo más profundo de su ser y comprendiendo...
Que a pesar de ser un pequeño espacio, se adaptaba a él.
Denki tenía razón, se sentía bien.
Terroríficamente bien.
...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top