Capítulo 12

—¿Lucas? ¿Lucas Jones?

—¿En serio?

—Pero... ¿pero por qué?

—Eso no está bien, no puede ser.

—¡Debes haber oído mal! ¡Míralo!

Los murmullos se escuchan por todas partes mientras camina entre la multitud de gente en el pasillo de las taquillas, asegurándose de mantener la cabeza gacha. Parker lo lleva del brazo, mirando a cualquiera que se atreva a mirarlo.

—Parker —sisea en voz baja—, ¿por qué hablan todos de esto, de Jamie y de mí? Solo somos compañeros en un proyecto, joder.

—No lo sé —murmura su amigo—, pero sea cual sea la razón, es una maldita estupidez. Vamos, mantén la cabeza alta, Lucky Luke. No tienes por qué avergonzarte.

El rubio levanta la vista y ve ojos por todas partes; tantos ojos, todos sobre él. Todas las personas por las que pasa le miran directamente. Vuelve a agachar la cabeza y se concentra en el movimiento de sus pies. Pie izquierdo adelante, pie derecho adelante, izquierda, derecha.

—Dios, joder, no entiendo esto —dice de nuevo.

Esta vez, sin embargo, no obtiene respuesta. Hace un mohín y, de repente, se da cuenta de que no siente calor en el brazo derecho, y levanta la vista para ver que Parker ya no está tirando de él por el pasillo... En realidad, Parker ya no está. Se detiene en seco.

—¿Parker?

Nada. Lo único que obtiene como respuesta son más susurros en voz baja y más miradas atentas. Respira hondo y sigue serpenteando por el pasillo, y cuando llega a su taquilla, se lleva una grata sorpresa. Allí, apoyado en la pared de taquillas que hay junto a la de Luke, como aquel día, cuando Jamie le acompañó a clase por primera vez, está Jamie, con el labio inferior metido en la boca y mirándose los pies.

—¡Jamie! —grita y el chico levanta la vista, solo que sus ojos no se ven brillantes y alegres, y no lleva esa sonrisa tontorrona tan característica suya. Parece disgustado y, de hecho, algo enfadado. Se le acelera el corazón y, de repente, tiene la sensación de tener un enorme ladrillo en el estómago que le pesa. Se acerca lentamente a su taquilla y la abre de un tirón, sin dejar de mirar a Jamie.

—Hola —Jamie asiente con la cabeza, pero no dice nada. Se detiene unos segundos, ignorando por completo su taquilla abierta en favor de volverse hacia Jamie y apoyarse él mismo contra la pared de taquillas—. ¿Pasa algo?

Jamie suspira, apartándose de la pared y metiéndose las manos en los bolsillos.

—Sí... —Se rasca la nariz—. La verdad es que sí.

Luke traga saliva. —Oh —dice en voz baja, tratando de mantener su voz firme y casual—.  ¿Qué ha pasado?

Jamie se lame los labios y lo mira directamente a los ojos por primera vez en toda la conversación. Están vacíos.

—No... no creo que podamos. Realmente... ya no quiero... hacer el proyecto contigo.

Luke se queda con la boca abierta. —¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué?

Jamie se encoge de hombros y tose en la mano. —La gente está hablando, y, están... dicen cosas sobre nosotros que no son ciertas. Que estamos saliendo o algo así. Y yo no quiero... hum. No creo que pueda... hablar contigo... nunca más.

—Pero... como... es un proyecto asignado, ¿por qué estarían hablando? Y, ¿cómo podrías dejar el proyecto?

Jamie se encoge de hombros otra vez. —Hablé con Stevens ayer, y le conté lo que todos están diciendo. Me dijo que no pasaba nada si me cambiaba. Voy a hacer el proyecto con Cara.

Se le llenan los ojos de lágrimas. —¿Qué? ¿Pero qué pasa con su compañera? ¿Por qué haces esto? —Jamie se le queda mirando, con ojos fríos y sin remordimientos—. ¿No eras tú el que me dijo que no importa, que estas cosas no importan? ¿Qué todos son estúpidos cuando inventan rumores de mierda como éste? Lo que dijiste sobre George, y sus mentiras... y lo que estás diciendo ahora... nada de eso tiene sentido. No lo entiendo. —Jamie no dice nada—. ¿Hay algo más? ¿Hay algo más que te moleste?

—Sí, hay algo más.

El pecho de Luke se expande un poco, se expande con esperanza.

—Bueno, ¿qué? —Jamie parece incómodo. Vuelve a hablar—. Sabes que puedes confiar en mí, puedes contarme cualquier cosa. ¿Qué pasa?

Jamie suspira exasperado. —Vale, mira. Esto es lo que te pasa: tú. —Siente que alguien ha cogido un bate de béisbol y le ha partido el pecho con él—. Tú... crees que somos amigos, y me hablas todo el tiempo. Y, no creo que sea justo ocultarte la verdad. Yo... no quiero ser tu amigo, Luke. Tú eres tú, y yo soy yo. Esto... no funciona. No lo hace, no lo hizo, y no lo hará. Así que... Lo siento.

La cosa es, sin embargo, que no parece sentirlo en absoluto. No puede hacer otra cosa que mirarle boquiabierto, con los ojos llenos de lágrimas.

—Adiós, Luke

Y entonces Jamie gira sobre sus talones y empieza a alejarse, y algo raro le pasa a la visión de Luke: todo se oscurece, excepto Jamie, y entonces algo le pasa y se vuelve muy, muy brillante.

Como una luz cegadora, y luego se convierte en una bola gigante de luz naranja y desaparece.

Y entonces mira hacia arriba, y ya no está en la escuela, está mirando a un cielo negro, y mira hacia abajo y está en un barco por alguna razón, y hace frío y la gente está gritando y alguien está diciendo '¡No me dejes ir!' y él está sosteniendo la mano de alguien mientras se suben por el lado de la barandilla del barco y luego está girando, está girando muy rápido. Y luego lleva unos ridículos pantalones rojos mientras espera en la puerta de un piso, y llama y no entiende por qué, y entonces Jamie abre la puerta y hay una chica morena por ahí que le llama alegremente por su nombre y Jamie dice '¡El, es tu novio!'

Y entonces todo vuelve a dar vueltas, y está conduciendo un coche, escuchando a Fall Out Boy e Imagine Dragons con Jamie sentado en el asiento del copiloto y dice algo sobre ver a The Script y algún sitio llamado Brookside, que, ¿qué? Y luego Luke está en un hospital, llorando y sosteniendo el gorrito rojo de Parker, y luego está llorando un poco más en un sofá con Jamie abrazándolo.
Y luego está en una librería, abriendo un trozo de papel con un dibujo tosco de un cachorro, una línea desordenada garabateada debajo: 'Me gustan los cachorros. Deberíamos tener uno. - Jamie xxx'

Y luego está en un aula de la universidad, subiéndose las gafas por el puente de la nariz y escribiendo en un pequeño bloc de notas mientras escucha a un profesor hablar sobre Shakespeare, y luego está en una cafetería y Jamie está sentado frente a él y se están riendo, y Nick es un empleado en el mostrador por alguna razón, no tiene sentido. Después de eso, está en una puta biblioteca, llevando una fea etiqueta con su nombre. Se mira los brazos y los tiene cubiertos de tinta de colores brillantes, y cuando levanta la vista, Jamie entra por la puerta principal, lleva unas gafas y parece tímido y adorable. El mundo vuelve a girar, ¿¿¿¿lleva ahora una larga túnica negra???? y está en el puto Hogwarts, como. ¡¿De Harry Potter?! Está sentado en una larga mesa apilada de comida, y Parker está mirando a Jamie mientras camina hacia otra mesa. Jamie lleva una corbata roja y dorada, y cuando Luke mira hacia abajo, la suya es verde y plateada. Y entonces está en un escenario, rodeado de una multitud que grita y canta, en el escenario hay un micrófono y Jamie cantando con él, sonriéndole con ojos suaves. Y Jamie le roza levemente, un roce muy significativo, pero hay un hombre entre bastidores que les observa con ojos brillantes y siente un odio repentino e inmenso hacia él, una necesidad repentina de darle la espalda y coger a Jamie y besarle allí mismo, delante de la multitud que le aclama.

Y entonces el mundo gira por última vez y se sienta en la cama con un grito ahogado, temblando y apretando con fuerza las sábanas. Cierra los ojos y desea que su respiración se ralentice, secándose el sudor de la frente.

¿Qué ha sido eso? Se queda allí sentado, jadeando, durante un rato, antes de que sus revueltos pensamientos se unan. Busca su teléfono, que se está cargando en la mesilla de noche, y mira la hora. LAS TRES DE LA MADRUGADA. Se queja en voz baja y se tapa la cara con las manos. Vale. Solo ha sido un sueño. O sueños. Una serie de sueños muy extraños, en todos esos lugares extraños, protagonizados por él y Jamie.

Bueno, no todos eran lugares raros. Uno de ellos era real, uno de ellos era el mundo en el que viven. Era Jamie diciéndole que se alejara de él, todo el mundo hablando mal de él por ser amigos

Está temblando otra vez. ¿Es esto lo que está pasando? ¿Todos lo están juzgando por ser amigo de Jamie? Le manda un mensaje rápido a Parker.

《¿Estás despierto?》

Espera quince minutos y no recibe respuesta. Está bien, lo tomará como un no entonces. De todas formas, no esperaba que Parker estuviera despierto. Ese chico nunca dejará de aprovechar cada segundo de sueño que pueda.

Se recuesta en la almohada, se hace un ovillo y traga saliva. Sólo ha sido un sueño. Jamie no le odia, nada de lo que dijo en el sueño era cierto. ¿O si lo es?

***

—¡Ha sido raro de cojones, Parker, en serio!

Parker se ríe de él mientras llegan al estacionamiento de la escuela, su amigo estacionándose en un lugar disponible mientras él hace pucheros y decididamente no lo mira.

—¿Estabas colocado antes de irte a la cama? Sinceramente, Luke, es lo más estúpido que he oído nunca.

—No fue estúpido, fue aterrador —sigue haciendo pucheros.

La risita de Parker se apaga mientras suben las escaleras de la entrada del instituto en dirección a la sala de taquillas. Traga saliva.

—Parker, no creo que tenga que ir a mi taquilla ahora mismo.

El moreno se encoge de hombros. —Vale, acompáñame a la mía, al menos.

Se le corta la respiración y niega con la cabeza. —Creo que estoy bien, de verdad, no necesito nada de mi taquilla. Está bien.

Parker le levanta las cejas. —¿Es por el sueño? —ensancha los ojos en respuesta—. Mira, Lucky Luke, nadie va a estar susurrando cosas y mirándote fijamente. A nadie le importa una mierda de quién es amigo nadie, de verdad. Si quieres ser amigo de Jamie, a nadie le importará. Si quieres salir con Jamie, bueno, a la gente le importará y hablará mierda, obviamente... pero eso es lo que pasa con todas las relaciones. Siempre hay gente que habla y siempre hay gente que critica cuando dos personas empiezan a salir, pero al final, eso no importa una mierda. Lo único que importa es lo que sienten el uno por el otro. Además, en cualquier caso, estoy bastante seguro de que nadie en el instituto los odiaría si salieran juntos. Ni por asomo.

Sigue congelado, incapaz de responder siquiera al mini discurso de Parker.

Su amigo exhala ruidosamente y lo agarra a del brazo, tirando de él, y el siente que se acerca un grave deja vu.

—Parker, esto es lo que estabas haciendo en mi sueño también, ¡estabas tirando de mi brazo!

Parker tira con más fuerza. —Era un puto sueño. Deja de comportarte como un niño.

Llegan al vestuario y contiene la respiración. Los grupos de amigos pasan unos junto a otros, pero nadie le dedica a él ni a su amigo ninguna mirada. Ni susurros, ni miradas de soslayo.

Luke suelta un pequeño suspiro de alivio. Parker suelta su brazo.

—¿Ves? Te lo dije.

Se ríe temblorosamente. —Sí, supongo que estaba siendo estúpido. Tenías razón.

Pero entonces levanta la vista, y, bueno... Joder, de pie, frente a él, está Jamie... y está apoyado contra la pared de taquillas, justo al lado de la taquilla de Luke, igual que en el sueño. Está con su teléfono, escribiendo rápidamente.

—Parker, Parker, Parker, joder, me está esperando junto a mi taquilla, igual que en el puto sueño ¡¿qué coño se supone que tengo que hacer?!

—Vas a ir a hablar con él, eso es lo que vas a hacer. Tranquilo. El sueño no era real, ¿recuerdas? Estarás bien.

Luke se reafirma y asiente. —Vale. Sí. Estaré bien.

Su amigo le da ánimos con la cabeza. —Bien hecho. Ahora ve a por él.

Le da un ligero empujón y se dirige a su propia taquilla con un discreto pulgar hacia arriba, y respira hondo. Vale, es hora de ir. Se dirige a su taquilla y saluda.

—¡Jamie! —Los segundos siguientes suceden a cámara lenta, contiene la respiración, Jamie levanta lentamente la cabeza para mirarlo y su corazón late con fuerza en su pecho. Está tan asustado de ver unos ojos fríos y oscuros y una expresión de enfado en la boca de Jamie. Pero lo que ve son dos brillantes ojos verdes y unos labios que se abren lentamente en una amplia y brillante sonrisa.

—¡Luke! Hola. —Jamie le responde alegremente, y exhala, evitando a duras penas reírse a carcajadas de su propia estupidez. Todo va bien.

****

Jamie une su dedo índice con el de Luke durante la clase de historia de esa mañana, cuando han terminado de tomar apuntes y tienen algo de tiempo libre para hacer una hoja de ejercicios o algo así. (Normalmente Luke y Ryan pasan su tiempo libre en Historia hablando y bromeando... pero hoy, en cuanto Ryan ha hecho ademán de levantarse, le ha lanzado una mirada y le ha hecho un discreto gesto hacia Jamie. El pelirrojo puso los ojos en blanco y se hundió en su asiento con un suspiro, sacándose los auriculares del bolsillo y conectándolos a su teléfono).

La respiración se le entrecorta, Jamie le dedica una sonrisa secreta y está casi seguro de que se pone rojo como un tomate. Le habla con voz suave y dulce, moviendo la mano para que cubra la suya. La presión es cálida, segura y agradable, y siente que va a explotar. Pero lo mejor de todo es que Cara no aparta los ojos de sus manos hasta que termina la clase. Y cuando suena el timbre, sale corriendo del aula en lugar de esperar a acompañar a Jamie, como hace siempre.

Una sonrisa de suficiencia se apodera de él y el estómago se le calienta al ver hablar a Jamie, con esos ojos brillantes y esa sonrisa cegadora. Siempre ha sido de los que pierden, en casi todo. Bueno, quizá no perder... solo no quedar nunca en primer lugar. Siente que nunca ha ganado en nada. Y piensa que, de alguna manera, finalmente, después de todo este tiempo, ha tenido la oportunidad de tratar de ganar una vez más. Tal vez tenga una oportunidad. Tal vez Jamie podría quererlo. Tal vez, podría tener una oportunidad de una relación real –una significativa. Y esta vez, no va a perder.

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