Sábado 19:30
- Nora venga tía, espabila que llegamos tarde. Te recuerdo que hemos quedado a las ocho en Callao y no vives al lado precisamente
- Voy Eva, dame unos minutos - Nora estaba terminando de retocar por tercera vez sus labios rojos, porque si algo caracterizaba a la joven americana era su fijación por pintarse los labios.
- ¿Tú sabes que en cuanto veas a Alejandro adiós pintalabios no? No entiendo para que tanto retoque
- Idiota, no se quita porque es de los buenos - al mirar la marca sonrió levemente, se lo había regalado su hermana hacía un año, cuando se fue de vacaciones a Londres con ella.
- Oye ¿va a venir el buenorro?
- Eva compórtate, que obsesión os ha dado a todas con él
- ¿Tía para que tenemos los ojos si no es para admirar la divina creación? - al escuchar las palabras de su amiga la miró con el ceño fruncido. Desde que había presentado a Miquel, todas sus amigas estaban hipnotizadas con el recién llegado, en especial Eva, debido a que Cristian estaba en la universidad y se habían distanciado bastante por eso ahora la joven del flequillo optaba por entretenerse de otra manera.
- Sí viene, pero relájate guapa que le vas a espantar - en el fondo a Nora no le hacía mucha gracia que le sexualizaran de aquella forma, ¿Es que acaso estaba celosa? En absoluto, pero conocía a Eva y sabía que era un torbellino, cualquiera se podría enamorar de la joven madrileña pero no sería ella la que acabaría con el corazón roto, más bien su amigo Miquel, y por eso no estaba dispuesta a pasar.
- Le quieres todo para ti, ¿no?
- Teníamos doce años, reconozco que en ese momento sí me hubiera puesto muy celosa pero ahora todo es distinto, te recuerdo que mi novio se llama Alejandro
En ese momento el teléfono de Eva empezó a sonar, era Cristian pero a la joven no le hacía ninguna gracia recibir aquella llamada. Optó por no responderle pero Cristian no era de los que se quedaban de brazos cruzados, así que le mandó un WhatsApp.
- Que plasta de verdad... - en realidad a Eva le dolía enormemente que ella y Cristian se hubieran distanciado, aunque la culpa no la tenía ninguno, sino más bien el tiempo y la universidad.
- ¿Qué te ha dicho?
- Pone que si nos vemos esta noche que unos colegas de la carrera van a hacer una fiesta, que puedo llevar a quien quiera
- ¿Fiesta de universitarios? Oye no es mal plan la verdad, igual así Miquel conoce gente que le vendrá bien
- ¿Para qué, si ya me tiene a mí?
- Que boba eres, no creo que Miquel tenga ganas de novias, hablaba de conocer gente y hacer nuevas amistades
- Bueno pero yo puedo ser su mejor amiga
- No perdona, ese puesto es mío - dijo Nora con recelo.
- Anda vamos, que al final llegamos tarde
Pasado un rato, las dos jóvenes se encontraban saliendo de la boca del metro de Callao. En ese momento vieron a un grupo de gente hablando animadamente, además estaba Miquel quien acababa de llegar, se había pasado todo el día buscando curro de lo suyo, llevando currículums a ver si había suerte. También estaba Alejandro conversando animadamente con ellos, Nora sonrió al ver a su chico tan integrado en el grupo. En cuánto Alejandro vio a Grace, se acercó para darle un beso en los labios. Eva tenía razón, el pintalabios iba a durar menos que un telediario. Por suerte Nora siempre lo llevaba en el bolso, cero dramas para una adolescente como ella.
- ¡Por fin, ya nos estábamos aburriendo de tanto esperaros! - exclamó Dylan.
- Oye que son las ocho menos diez - añadió Eva.
- ¿En dónde? Porque aquí pone las ocho y veinte guapa - dijo Jorge mostrando la hora del móvil. Eva y Nora se miraron sin poder contener la risa, se había quedado sin pilas el reloj, vaya mala suerte la suya.
- Cristian le ha dicho a Eva que hay una fiesta de universitarios y estamos invitados - comentó Nora, cosa que ni a Eva ni mucho menos a Jorge les sentó del todo bien, en cambio Miquel estaba encantado con la idea, lo mismo pensaba Alejandro quién hacia mucho no coincidía con su amigo del alma.
- ¿Para que dices nada Nora?... A ver, que solamente me lo ha comentado pero vamos que podemos hacer otra cosa, por mí ir a tomar algo de chill
- Mira Eva no me seas muermo anda, donde esté un buen fiestón que se quite lo demás - esta vez la que habló fue Cris, que escuchaba la palabra fiesta y se venía arribísima.
- Podemos ir donde queráis, por mí no hay problema - comentó Jorge. Todos sabían que no le hacía mucha gracia la presencia de Miralles, pero si la mayoría estaba de acuerdo con el plan, no podía montar una pataleta, que ya no era un crío.
- Great! Me encanta la idea - Miquel estaba entusiasmado, la gente en Londres era un poco seca, así que estaba deseando hacer amigos españoles.
- ¿Estamos todos no? - preguntó Viri.
- Que va, falta Lucas a ver si llega de una buena vez - respondió Hugo, quién acababa de mandarle un mensaje a su amigo.
- ¿Quién es Lucas?
- Un amigo de los chicos, bueno el mejor amigo de Jorge y Eva - respondió Nora a la pregunta de Miquel.
- Pues nada Eva, llama a Cristian y dile que vamos para allá - Alejandro tenía una gran sonrisa en el rostro, y Nora se dio cuenta de ello.
- ¿Te pone feliz ver a Cristian a que sí?
- Mucho Nora, es que a ver es mi amigo de toda la vida
- Lo sé cariño, a mi también me gusta veros juntos - la amistad de Cristian y Alejandro se había enfriado un poco pero no lo suficiente como para dejar de verse. Cristian y Nora habían empezado a llevarse mejor desde que Alejandro formaba parte de su vida. Por otro lado estaba Eva, quien se había quedado totalmente prendada del joven desde que se conocieron, aunque actualmente las cosas entre ellos no estuvieran igual de bien que meses atrás. Minutos después apareció Lucas, quién fue saludando uno a uno a todos los allí presentes. Tras un buen rato llegaron a la casa donde era la fiesta, aunque más bien parecía una mansión. Fue Cristian quien les dio la bienvenida.
- ¿Cómo estás bro? - abrazó a Alejandro, mientras que Eva miraba para otro lado tras hacer contacto visual con el susodicho.
- Qué bien te sienta la universidad cabrón - respondió Alejandro.
- Pues nada, bienvenidos chavales. Beber todo lo que queráis, como en vuestra casa - añadió mientras la gente le iba saludando e iban entrando a la casa, hasta que llegó el turno de Eva. Cristian y Eva se miraron, la mirada gélida de Eva era para él como un golpe en el estómago.
- Gracias por invitarnos
- ¿Qué pasa nena, no me vas a hablar? - preguntó sujetándola del brazo.
- Te estoy hablando ¿o no lo ves? Lo estoy haciendo en este momento. No me llames nena, que al final la tenemos
- Muy graciosa Eva, ¿qué he hecho para que pases de mí?
- Tu sabrás - Cristian puso los ojos en blanco, no era muy bueno adivinando lo que pensaban los demás, además la actitud tan infantil de Eva le ponía de mala leche.
- No Eva, dímelo. Que no soy adivino
- Desde que estás en la universidad solo tienes tiempo para tus nuevos amigos, pero para los de siempre no... Sabes a qué me refiero
- ¿En serio estás mosqueada por eso? Pero si no paro de hablar de vosotros a mis nuevos amigos como dices tú. Oye, ¿no será que pensabas que estaba con otra? - Eva se encogió de hombros, y Cristian sujetó la mano de la joven mirándola a los ojos. - Eva, sabes que lo que me pasa contigo nunca lo había sentido por nadie, ni por Lara ni nadie, así que porfavor no pienses que te voy a dejar de lado, no es cierto. Porque además yo...
- ¿Tú qué?
- Que te quiero boba - Eva se quedó perpleja, era la primera vez que Cristian la decía que la quería y seguramente sería la única vez que se lo hubiera dicho a una chica. Con aquella confesión se le había pasado el cabreo en un santiamén, así que se acercó a su chico y le besó, con lengua y todo, para que escatimar cuando se lo puede permitir. Quién no estaba muy contento con lo que estaba viendo era Jorge, ya que permanecía agazapado en una de las ventanas de la planta baja observando a la feliz pareja. Nora se dio cuenta de ello y fue a hablar con él.
- Lo superarás tranqui
- No sé si podré hacerlo Nora, Eva y yo éramos más que novios pero...
- ¿Oye por qué no te traigo un cubata y nos vamos a bailar con estos? Quién sabe igual conoces a alguien especial esta noche - cambió de conversación al instante, Jorge se había convertido en una persona muy especial para ella y no quería verle tan desganado. Sabía que el alcohol no era la opción pero de vez en cuando no es un pecado tampoco.
- Venga vale, un ron cola para empezar está bien. Gracias Nora - Jorge se encogió de hombros y por una vez en aquella noche hizo caso a su amiga, quizá le vendría bien olvidarse de Eva por unas horas.
------------------------------------------------------------
Siento muchísimo la espera, tuve un bloqueo creativo pero jamás os dejaría colgados. Espero que lo disfrutéis mucho, prometo volver pronto con más capítulos.
Pd: a ver en qué termina la fiestita esta, miedo me da. Por cierto se viene un shippeo nuevo, muy atentos.
Abrazos con olor a palomitas <3
SilviaClandestina
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top