III: Los demás niños.

"¿Es conveniente formar lazos en una situación así? Los niños tienen una forma inocente de ver las cosas, una de ellas es la amistad...piensan que duran para siempre".

Sus pensamientos se vieron interrumpidos por Lenny, ya había pasado un par de horas desde que aquel niño se había ido arriba con los dueños de aquel orfanato y aún no regresaba, su estomago sonó llamando la atención de su contrario es que todavía no se acostumbraba a esa mala rutina de alimentación bien dicho jamás le había faltado ninguna comida en el día, no habían desayunado ni vestido decentemente por lo que sólo se resigno a lo que viniera tampoco tuvo la ilusión de salir al aire libre ya que desde los agujeros del lugar podría notarse los rayos de sol claro si se había pasado una tormenta bastante grande por lo que no quiso darle importancia a nada sólo se dispuso a ver en su bolso blanco que traía debajo de la gran remera que tenía que la pudiese ayudar. Había un paquete de galletas de vainilla por lo que no dudo en abrirlo y invitar a los demás niños a sentarse en ronda, todos comían menos ella que tenía una galleta entre sus manos estaba atenta al marco de la puerta como si esperaba que apareciera alguien más especifico un niño de mal carácter. El chico de cabellos castaños lo noto llamando su atención poniendo su mano enfrente de su rostro sacudiendo para que lo mirara.

-Hay veces que no vuelves por días...

La niña sin embargo no contesto nada ganándose un suspiro por parte del castaño que sonrió de forma amistosa mirando a los demás empezando a señalarlos, ya era buen momento para que conozca sus nombres.

.-Él es Aiden...-. señalo a un niño a su lado, este tenía rasgos físicos extraños, sus ojos estaban rasgados por lo que podría ser un extranjero, su tez era blanca y de cabello oscuro.

-Él es Lans-. señalo el chico de su izquierda, un pelirrojo que le faltaba un diente de tez morena pero se veía muy amable, o fácil de entablar una conversación.

-Él es Victorino-. señalo a un niño justo de su lado, su cabello era rubio y sus ojos de color verde intensos acompañados de un lunar debajo de su labio inferior del lado derecho, este sólo se encogió en su lugar por la timidez.

-Él es David-. esta vez señalo a su derecha, un niño que estaba pelado sin saber la razón o eso creía, pero su sonrisa era luz.

-Y él se llama Peter-. el último niño que señalo era de apariencia albina, sus ojos eran de color azules oscuros, se notaba demasiado sus heridas por el color de piel era pálido.

Rachel los miraba mientras memorizaba sus nombres en su mente pero no se sentía del todo satisfecha ya que por más que pregunto nadie sabia el nombre del chico de vendas por lo que inflo sus mejillas armando un tierno puchero mientras guardaba en su bolso aquella galleta que tal vez le haría falta, y así fueron pasando las horas donde se sentía agotada y en ese primer día recordaba sus momentos en el preescolar causándole unas ganas de llorar pero espero a que llegará la noche para que eso sucediera, sus manos sostenían la manta con la que había despertado esa mañana y mientras los niños dormían ella se aseguro de no dejar lágrima sin derramar, no entendía que hacia ahí.

-Supongo que me lo merezco...

-¡Niña! Ya mojaste mi manta ahora quedatela tsk.

Al levantar la mirada se encontró con aquel niño que apenas se podía mantener de pie, estaba lleno de sudor y barro como si estuviera en el patio todo ese tiempo, se llegó a preguntar que tanto estaba haciendo pero algunas cosas eran mejor no saberlas o eso dijo su mirada cuando quiso abrir su boca para hablar, sólo se alejo de ella mientras la miraba, no podía despegar su mirada de aquella figura y recién era el primer día, su mente era un caos pero no quiso indagar en aquel asunto, su remera blanca se vio atrapado por la pequeña mano de la niña haciendo que su ceño se empiece a fruncir sin poder evitarlo de todos los niños ella era la primera en hacer eso, le incomodaba por lo que se resistió al agarre haciendo que lo soltara pero ella era más rápida al tiempo que el azabache se disponía a irse le extendió una galleta de sabor vainilla llegando a abrir sus ojos de la sorpresa pero suponía que ya no tendría más comida para darle así que la acepto por el hambre que hacia que sus entrañas se retuerzan, de agradecimiento porque no se lo diría se quedo al lado de ella, su vista era ella en esos momentos, esa niña también era callada y lo agradecía porque no le gustaba entablar conversaciones.

No,si luego tendría que cargar con su cuerpo inerte.

Pero fue el bostezo de aburrimiento que advirtió a la rubia que era tiempo de dormir, insistió una y otra vez para que se recueste a su lado el niño sólo quería alejarse pero la buena escusa del frío logro convencerlo, no quería agarrar ninguna enfermedad por falta de abrigo así que ambos cuerpos se recostaron en el suelo de tierra, Rachel se llevo una advertencia del niño, que no le dijera a los demás de aquellos sucesos o se las vería.

Fue suficiente para que le saque una sonrisa a la rubia, una pequeña ya que ambos estaban frente a frente tapados por la manta vieja que ya se había secado, ¿no qué se quedaría con la manta? Se veía ahora como un extraño así que chasqueo la lengua cerrando los ojos de mala gana y volviéndolos a abrir para encontrarse aquellas dos lagunas que seguían mirándolo haciendo que su mano vendada llegue al rostro de la niña apartándola un poco, bruscamente dejando que sus ojos se cierren de nuevo más tranquilo, y en el medio de aquella noche un susurro se escapo de aquellos labios haciendo que los ojos de la niña recobren el brillo aunque sea por unos breves instantes.

-Isaac...Foster...


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top