𖥻064

—¿Cómo deje que me pisoteara tanto?—Susurró dejando que las gotas de la ducha cayeran por su cabeza, recostando su cabeza contra el azulejo, bebiendo un poco más de la botella de cerveza en su mano, haciendo una mueca por el sabor del líquido.—¿Cómo te dejé hacerme esto, Taehyung?

Ya había dejado de llorar, no valdría la pena pues lo único que le traería era una jaqueca con unos ojos hinchados, ya no quería verse al espejo con los ojos rojos signo de haber llorado. Solamente iba a beber un poco, así podría olvidar y camuflar un poco el dolor de su pecho.

—Debería de salir, voy a resfriarme.–Se dijo a sí mismo mientras soltaba una risilla.

Se sostuvo de la pared y rezó a los cielos para que no se tropezara, no quería quedar inconsciente en el baño con una botella de cerveza a su lado, aún así si moria por el golpe sus padres se idearían una forma de revivirlo para volver a matarlo por haber bebido en su casa. Rió, en su cabeza aquella situación era muy cómica.

Envolvió su cuerpo en una bata y bebió lo que restaba de la botella, de odiaba por estar bebiendo cerveza, él la detestaba pero era lo único cerca para ahogar sus penas en el líquido agrio. Camino hasta postrarse frente al espejo y sonrió a su cara borracha, rió para después llorar.

Uno no se muere de un mal de amor, claro que no lo hace, pero este te hace creer que te estás muriendo, por todo el dolor que sientes subir desde tu pecho hasta tu garganta.

—Ya, Jimin, deja de llorar.—Pidió para luego pasar una toalla por su cara, así quitaría todo rastro de humedad.

Salió del baño asegurando su bata, cerró la puerta a su detrás y escuchó un golpeteo en su puerta, guardó la botella en algún estante, asegurándose de no tener una cara demacrada fue a abrir. Era su madre quien le sonreía. m

—Tienes visitas.

—¿Quien es?

—Taehyung.

—Dile que se vaya.—Dijo soltando un suspiro.—Dile que no estoy.

—Uh, ya le dije que estabas.—Hizo una mueca.

Taehyung no se iría hasta hablar con Jimin, él lo sabía muy bien, tenía una excelente insistencia, no se rendiría hasta por lo menos hablar con él.

Bien, Jimin podía hacerlo, podía volver a mirarlo a los ojos mandándolo al diablo, estando ebrio tenía algo más de valentía.

—Que esperé en la puerta, no lo dejes pasar.—Pidió, a lo que su madre con una sonrisa asintió.

No tenía ganas de arreglarse si quiera un poco, quería que Taehyung vea lo que había hecho, quería que sienta algo de remordimiento por haberlo arrastrado en sus juegos todo este tiempo. Se puso una sudadera ancha y unos pantalones de chandal, seco un poco sus cabellos y dándose un último vistazo en el espejo salió de su habitación, llenándose de valor para terminar lo que hace cinco años habían empezado.

Llenándose de valor para terminar con ese camino de rosas y espinas en el que estaba caminando debido a su apego ciego.

Estando frente a la puerta principal sintió como sus manos empezaban a sudarle y como su pulso se ponía como loco, trato de calmarse botando el aire que se había acumulado en sus pulmones, abrió la puerta luego de sentirse pleno y lo vio de espaldas fumándose un cigarrillo.

—¿A que viniste?—Soltó.

Taehyung se dio la vuelta, tirando el cigarrillo contra el pavimento y apagándolo con la punta de su zapato.

—Vine a hablar.

—Ya dije lo que tenía que decir, no hay más.

—Si hay más, Minnie.—Se acercó a Jimin pero el rubio dio un paso atrás.—Vamos, cariño, déjame explicártelo.

—¿Qué me vas a explicar, Taehyung? ¿Lo mucho que te gusta burlarte de mi?—Soltó con rabia.—Alguna vez...tú ¿sentiste algo por mi?

—Sabes que si, lo sabes mejor que nadie.

—Entonces ¿por qué me haces esto, Tae?—Dio un paso adelante imponiéndose a Taehyung.—Yo...tuve una relación algo estable, tuve una relación donde alguien si me quería y me lo demostraba, pero tú te dedicaste a entrometerte en ella, te dedicaste a endulzarme el oído con tus palabras bonitas y vacías.

—Oh, vamos Jimin, no me quieras decir que llegaste a sentir algo por Kook, cuando tú solo lo utilizaste para volver conmigo y darme "una cucharada de mi propia medicina".

—Yo apreció mucho a Kook por haber estado conmigo cuando tú me escupiste en la cara. Lo utilice, sí, lo hice y no sabes como me arrepiento. Me arrepiento de haber usado a la única persona que verdaderamente me amo.

—Yo lo hago.—Dijo con el rostro neutro.

Jimin quiso reír, Taehyung tenía un concepto retorcido de amor.

—Entonces dilo, di que me amas, dilo como si te quemara en el alma, como si el mundo se detuviera solo por mi y por cuanto me amas. Dilo como si de verdad lo sintieras.—Pidió, rogando con la mirada.

—Lo hago, Jimin, sabes que lo hago.

Respuesta incorrecta, Taehyung.—Negó con la cabeza, viendo cómo la última pizca de esperanza se esfumaba en el aire.—Terminamos, por favor deja de buscarme, déjame en paz.

No le dio oportunidad alguna a Taehyung para decir algo, solo le dio la espalda y entró a su casa, sintiendo como nuevamente su alma era rasgada desde el fondo.

Jimin había tocado fondo, solamente le quedaba tratar de llegar a la superficie y tomar un poco de aire, le hacía falta después de estar tanto tiempo dentro del agua ahogándose.

Quiso llorar, quiso abrir la puerta y correr a los brazos de Taehyung, pero solo hizo la primera, lloro por los recuerdos perdidos en un laberinto sin salida, corriendo uno tras otro tratando de encontrar la salida. Tratando de sobrevivir.

—Minnie, ¿por qué lloras?—Escucho la voz de su madre cerca, lo único que pudo hacer fue buscar refugio en los brazos de la mujer.

Necesitaba aquel calor maternal, necesitaba algo de consuelo para su corazón roto. Así que abrazado a su madre se rompió, la ultima vez que iba a hacerlo. Pues ya era tiempo de ir recolectando las piezas de su ser que habían sido derramadas por todo el pavimento.

Afuera, con el viento despeinando sus cabellos, Taehyung aún miraba la puerta del hogar de Jimin, sin poder procesar las últimas palabras soltadas por su ahora ex novio.

Podría llenarse la boca diciendo que Jimin volvería, pero su intuición le gritó que no era así, había hecho que Jimin toque fondo, lo había lastimado como nadie nunca lo había hecho y ahora él empezaba a nadar para sacar su cabeza de la marea.

El fin de su camino al lado de Jimin había sido sentenciado a la pena de muerte, Jimin fue el juez que dictó la sentencia.

Y no podía creer como su mundo entero se había volteado, hasta el día de ayer aún tenía a Jimin a su lado, envolviendo su cintura y sintiendo el olor de su colonia, ahora lo último que tenía era un "déjame en paz".

Era algo que pasaría alguna vez, algo en Taehyung siempre le recordaba eso. Él lo amaba, lo hacía y a su manera, a su manera frívola manera de amar. El sentimiento que desprendía su pecho al verlo era indescriptible, ni siquiera él que sentía toda esa ola abrumadora de sentimientos lo podía describir.

Había jugado a ser alguien todopoderoso, había jugado a ser alguien que tenía a todo y todos a su alcance, pero en ese juego perdió a dos personas importantes para su vida. En el caudal de juegos sucios Taehyung había perdido a su mejor amigo y al amor de su vida.

Cada una de las palabras dichas por Jungkook y Jimin le martilleaban en la cabeza, el dolor en sus voces clavaban dagas en su corazón.

Después de un gran transcurso jugando con las personas y después de haber lastimado a las dos centinelas de su vida, tenía que empezar a admitir que era alguien malo. Alguien a quien no le interesaba nada más que su propio beneficio.

—Un cerdo narcisista.—Susurró.

Saco su cajetilla de cigarros y prendió uno de estos para luego llenar sus pulmones de tabaco. Pensando en todo lo que había hecho.

Arrepintiéndose.











5/5

el maratón ya acabó 😞, perdón por publicar la última parte tan tarde jeje

ahora les hago un anuncio algo triste, ah, ahora oficialmente el au está en el camino del desenlace😞👍🏼

nos vemos

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