𖥻057

Arreglo la bufanda que estaba en su cuello, el viento soplaba directo a su cara, él solo trataba de proteger su pequeña nariz con la bufanda.
Miró en su celular la hora, apretó sus labios pensando en lo que iba a hacer. Aún era temprano para la salida de Taehyung.

Jugó con sus dedos mientras pensaba, una sonrisa se dibujó en su rostro, ya sabía lo que haría, iba a darle una sorpresa a su novio.
Había ido un par de veces a recoger a Taehyung de sus clases así que conocía el camino hasta el salón asignado.

Entro al lugar viendo pasar a demás personas con sus respectivos grupos de amigos o solos supuso ya habían terminado su hora en el instituto, siguió caminando aún con esa bonita sonrisa debajo de la bufanda. Ya se acercaba hacia el salón de Taehyung, podría decirse que se conocía el camino de memoria ya que algunas veces había caminado con las manos entrelazadas junto a su novio, se percató de que por aquel pasillo salían muchas personas, parecía que su clase ya había terminado, sonrió aún más, no le gustaba esperar. Iba a ver a su novio más rápido de lo que esperaba.

Se apoyó en una de las paredes tratando de esperar por él, aún con la bufanda cubriendo la mitad de su rostro, quería que fuese una sorpresa, la prenda de algodón cubría su nariz y solo sus ojos eran vistos por los demás, hacia frío.

Jimin pensó en sorprender a Taehyung en el pasillo, pensó en abrazarlo por la cintura y plantarle un beso en la mejilla, planeó. Pero ninguno de esos planes le salieron bien.

Porque la sorpresa fue para Jimin.

Cuando diviso a su novio entre las personas, apuntó de levantar su mano para que lo viese, su corazón se partió en dos, sintió como pasaba todo en cámara lenta y en como su respiración se cortaba al verlo. Un chico más bajito entrelazaba su manos con la de Taehyung mientras lo llevaba hacia atrás, Taehyung no se hizo esperar y rodeando la cintura del muchacho le besó mientras seguían caminando para ir hacia los pasillos de la ala este.

La respiración de Jimin se cortó, congelándose en su lugar y sintiendo como su corazón era destrozado. Sentía como el mundo se había desvanecido de su vista y que solo era él quien se encontraba sintiendo como su corazón crujía con cada respiración soltada.

No quiso seguir ahí, con los ojos aguados en lágrimas salió del instituto corriendo, al estar afuera pudo recuperar un poco del aire robado, el nudo en su garganta aún estaba ahí y se incrementaba con el pasar de los segundos, el dolor en su pecho se agudizaba cada vez que recordaba lo que sus ojos habían captado. Tocó su pecho con su mano, por el tacto de su mano podía sentir como su corazón palpitaba, sentía a través de su tacto como golpeteaba en su pecho. Sintiendo morir.

Una a una las lágrimas fueron desmoronándose en sus ojos.

Fue incontenible, él era débil. Demasiado.
Las lágrimas empezaban a rodar por su rostro empapando su bufanda que ahogaba los jadeos dolorosos que soltaba. No podía creerlo.

Y no quería hacerlo, quería creer que fue una mala jugada de su cerebro o algo parecido, pero pensar en eso le haría ver como un estupido, aún más de lo que ya era visto.

Había pasado frente a sus ojos de forma tan rápida que no pudo asimilarlo, no lo podía hacer porque no podía creer que Taehyung le había fallado, de nuevo.

Sentía como su cuerpo empezaba a temblar desconsolado, estaba plantado fuera del instituto mientras trataba de ahogar todo el dolor que sentía en aquella bufanda empapada de lágrimas saladas.

Había pasado, otra vez.

Esta vez le dolía más que la primera, le había prometido cambiar le había jurado hacerlo, había susurrado en su oído lo mucho que lo amaba y que nunca volvería a hacerle daño. Pero todo era mentira, nuevamente se encontraba llorando sin ningún tipo de consuelo, una vez más Taehyung había pasado encima de él sin importarle en lo absoluto.

Y se sentía un estupido, él no debería de estar llorando, él debería de haberlo enfrentado. Pero, eso significaba asimilar que Taehyung era malo para él y él no quería eso.
No quería darle la razón a todas las personas que le decían aquello, no quería pisar tierra.
Pues Taehyung era todo lo estable que había tenido en su vida, era la única constante en su vida, aferrado a él de todas las formas posibles.

Levantó su cabeza y limpió sus lágrimas. Todo siempre tenía una explicación, quería eso.

A cuadras de aquel lugar se encontraban riendo a carcajadas Yeri y Jungkook, con un helado en sus manos mientras reían por el incidente que le había pasado a la castaña, tenía toda la mano pintada de blanco ya que en la pintura había caído una de sus monedas. Jungkook señalaba su mano pintada mientras reía y comía de su helado.

Jungkook la pasaba bien sin imaginarse que a unas cuantas cuadras de ese lugar se encontrara Jimin con el corazón entre las manos.

El destino nuevamente los pondría en la misma situación de un principio, Jungkook encontrándose con un Jimin desconsolado por el corazón roto que Taehyung había dejado en él. Solo que, estaba vez sería distinto.

Jungkook se dio cuenta de la persona que se encontraba a una cuadra de él, se dio cuenta pues lo reconocería en cualquier lugar ya que durante mucho tiempo se había dedicado a memorizar la silueta de la persona que más había amado durante estos últimos años.

—Crucemos al frente.—Pidió sosteniendo el brazo de Yeri.

—Está bien.—Sonrió.—Pero veamos a los costados, no queremos que nos atropellen para después cantar en el piso.

—Supéralo.—Rió.

—Jamás.

Esperando a que el semáforo se pusiera verde miró de reojo a la dirección de Jimin, quien también se preparaba para cruzar la calle.

No puedo tener tan mala suerte como para topármelo, se irá a otro lado. Pensó.

Al estar en la otra acera parecía que el destino le detestase, ya que se encontró con Jimin caminando hacia su dirección algo distraído.

Suspiro cansado, en el peor de los casos le reconocería y trataría de hablarle con toda la normalidad del mundo, como había intentado hace un par de semanas.

Entre la pena y angustia que su pecho cargaba, mirando sus pies mientras caminaba y tratando de distraer su cabeza para dejar de pensar en lo que había visto, levantó su cabeza mirando entre el tumulto de personas, encontrándose con unos ojos redondos, aquellos ojos que le daban cierta calma y cierto cobijo, una pequeña sonrisa se formó en su rostro. Camino en dirección de Jungkook quien venía hacia él, con una sonrisa cubierta por su bufanda, la tristeza desaparecía de su pecho y sus ojos llegaban a iluminarse en alegria.

Su refugio estaba frente a él.

—Hola.—Dijo poniéndose frente a él.

—Hola.—Respondió Jungkook de forma cansada.

Podría ser grosero, tenía derecho de serlo, pero él no era como ellos. No era como Jimin y Taehyung.

—¿Cómo has estado?

—Bien.

—Me alegro mucho.—Sonrió.—¿Irás a algún lugar en particular?

—Iba a ir a comprar algunas cosas.

—¿A donde? Podría acompañarte...

—No gracias. Iré con Yeri.

¿Yeri?

Fue cuando Jimin se dio cuenta que Jungkook no venía solo, sino que tenía de compañía a una chica de cabellos castaños quien le daba una sonrisa amigable.

Frunció el ceño confundido.

¿Quien era ella? ¿De donde había aparecido?
Preguntas que rondaban por la cabeza de Jimin.

—Oh...

—Si...nos vemos, Jimin.

Dicho lo último Jungkook rodeó a Jimin y se fue sin mirar atrás.

Una vez más se sentía solo, no sabía porque.

Había sido engañado frente a sus narices hace un par de minutos atrás y lo único que podía pensar era en la indiferencia en la voz de Jungkook.

Lo único que martilleaba en su cabeza ahora era la indiferencia en los ojos redondos de Jungkook.

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una semana y más en la que no me aparezco por aquí, estaba estudiando para mi examen de admisión jeje y bueno aprobé ese examen ehhhh.

así que estoy muy feliz, pienso hacer una maratón esta semana de este au jeje así que espérenlo.

gracias por haber esperado
nos vemos mañana

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