seulgi.

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Taehyung dejó su celular encima de su mesita de noche y envolvió sus brazos alrededor de su novio, le dio un beso a su mejilla izquierda y se deleitó con la suave risita que este había soltado.

Jimin se dio la vuelta y sostuvo entre sus pequeñas manos el rostro de su novio, haciendo que gracias a la presión las mejillas de Taehyung se abultaran y formara un piquito el cual fue besado por Jimin. Se acurruco en el pecho del castaño mientras se dejaba envolver por sus brazos.

Se sentía bien al escuchar el palpitar del corazón de su novio, se sentía a salvo en sus brazos mientras este le depositaba besos en su cabellera, no podía sentirse más feliz de estar nuevamente entre sus brazos.

Las caricias siguieron alrededor de su cintura, los dedos finos y largos de paseaban por su espalda, amoldaba con las puntas de sus dedos los hoyuelos de venus que se encontraban en la espalda baja de Jimin, tomó entre sus manos el rostro de su novio para empezar un beso, para hundirse nuevamente en otra sesión de besos.

Sus bocas se encontraron y sin perder ni un segundo empezaron a moverse al mismo ritmo, besando con suavidad los labios del otro, suspirando en medio del beso, perdiéndose entre este. Jimin se subió a horcajadas sobre el regazo de Taehyung aun besándole y aún teniendo las manos del castaño sobre su cuerpo. Se sentía bien besar a la persona que amas, se sentía bien ser sostenido entre los brazos de la persona que era dueña de tu corazón.

Pero siempre había algo que le faltaba, algo que punzaba en Jimin.

El celular de Taehyung vibró en la mesita incontables veces distrayéndolos de su labor de besarse mientras se acariciaban con devoción.
Con un suspiro frustrado Jimin tuvo que dejar de moverse encima de Taehyung, el castaño con una sonrisa burlona tomó el celular entre sus manos para saber la razón de los tantos mensajes.

Leyó los mensajes uno por uno y con preocupación en su rostro se irguió en la cama aún con Jimin encima de él.

—¿Que pasa?—Pregunto Jimin preocupado por la reacción de Tae.

—Kook...—Susurró aún viendo su celular y empezando a marcar en el.

—¿Que pasa con Kook?—La preocupación en su tono era notable.

Taehyung no respondió y llevó su celular a su oreja, esperando a que alguien conteste. Aquello solo desesperó aún más a Jimin, quería saber que era lo que le había pasado a Jungkook, un mal presentimiento le invadió, la ultima vez que había hablado con él fue hace dos días atrás.

—Mierda.–Taehyung volvió a murmurar mientras seguía marcando.

—Tae, ¿que pasó?

—No me contestan, nadie recibe mi llamada, ni Joohyun.—Frunció el ceño intentando una vez más.

Nadie contestaba a sus llamados, solamente la operadora que le sugería volver a llamar.

—¿Qué...fue lo qué pasó con Kook?

—Está en el hospital.—Dijo con una mueca.

El corazón de Jimin parecía haberse caído de su pecho, sintió un enorme vacío en su estómago y cómo su corazón palpitaba en su oreja.

—¿Q-qué? ¿Por qué está ahí?

—Yo que se.—Echo su cabeza atrás contra la almohada.—Nadie quiere contestarme.

Jimin se preocupó, ¿que podría haberle pasado? ¿estaría bien?
Eran preguntas que invadían la cabeza de Jimin, preguntas que no iban a ser contestadas pues no sabía nada más que lo que Taehyung le había dicho. Aún encima del regazo de su novio se puso a pensar en todas las cosas que pudo haber pasado, tal vez era un resfriado, una operación de improvisto o algo parecido, pero aunque fuese la cosa mínima aún así le preocupaba en demasía.

Sintió los dedos de su novio acariciar sus muslos desnudos, aquel toque le sacó de sus pensamientos, sonriéndole al castaño.

—¿Seguirás insistiendo en llamarlos? Me preocupa Kook...

—Eres tan hermoso, Jimin.—Susurró aún acariciando la piel suave.

—Tae, vuelve a llamarlos.–Insistió.

—No me contestarán.—Susurro levantándose del respaldar de la cama para así estar cara a cara con el rubio.

Aún paseando sus dedos sobre el cuerpo de Jimin y acariciando con su nariz el cuello al descubierto de su novio, envolviendo sus manos en las caderas del rubio, subiendo poco a poco la camiseta que le cubría.

—Tae...vuelve a llamarlos.—Insistió nuevamente tratando de contener un jadeo placentero por los besos de Taehyung sobre su cuello.

—Lo haré después.—Mordió el cuello de Jimin para luego pasar su lengua sobre el lugar afectado ganándose un pequeño gemido de Jimin.

—Pero los vas a llamar. Ah~ quiero saber que le pasó a K-kook.—Jadeo gracias a los besos de su novio.

Taehyung asintió para luego terminar sacando la camiseta de Jimin y tirándola en alguna parte de la habitación. Envolvieron sus brazos en el otro abrazándose mientras se besaban.

Los dedos de Taehyung contra su piel hicieron acto de presencia, recordándole a Jimin aquel vacío que había sentido desde que volvieron. Aquel hueco que se hacía en su pecho cada vez que le tocaba.

El tacto de Taehyung sobre su piel se sentía duro, siempre había sido así, pero ahora lo notaba más. Taehyung era rudo en el sexo, le gustaba tener a Jimin en el límite, destrozando cada parte de cordura en su cuerpo, aquello en su tiempo le gustaba a Jimin.

Pero ahora, era diferente.

El sexo con Taehyung era bueno, muy bueno, pero era eso, sexo. Ya no había aquella pizca de suavidad que a veces lograba percibir en sus encuentros antiguos.

Porqué Jimin sabía distinguir entre el sexo y hacer el amor.

Y lo que ellos tenían era sexo.

Su mente a veces le hacía sucias jugadas y le hacía recordar las veces en las que estuvo en los brazos de Kook, cuando lo besaba por todas partes, le acariciaba con devoción y le miraba como si fuera una obra de arte. Aquellos recuerdos siempre hacían sonreír a Jimin, nunca fallaban, pues le gustaba recordar el bonito amor que Jungkook le tenía.

Pero después de sonreír siempre venía el dolor y el arrepentimiento, lo había herido, lo había usado y le había hecho llorar, a pesar de que Jungkook lo amo y le miró como a una obra de arte él no supo valorar aquello.

Y tal vez se arrepentía.
O tal vez no.

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taehyung.

jimin.