𖥻039
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—Estas muy nervioso.—Susurró Jimin acariciando el dorso de la mano de Jungkook.
—Bastante.—Rió nervioso mientras tomaba la mano de Jimin y la entrelazaba.
Jimin sonrió y vio frente a él, una pequeña casa pintada de blanco con pequeños toques marrones, una puerta azul y un pequeño jardín en el frente. Miró de reojo a Jungkook quien tomaba aire para luego expulsarlo por su boca en señal de nerviosismo, soltaron sus manos y Jungkook se encaminó hasta la casa que estaba frente a ellos.
Cuando Jungkook estuvo frente a ella Jimin susurró un leve "ten cuidado".
Por alguna razón tenía un mal presentimiento acerca de aquel lugar.
Jungkook miró por última vez a Jimin quien se encontraba en la acera del frente mirándolo expectante, le sonrió consolando sus nervios y eso fue todo lo que necesito para tocar el timbre de aquella rústica casa. El sonido del timbre sonó trayéndolo a la realidad, otra vez volvía a ver a una de las personas que más le había hecho falta en su vida, todo sobre la idea de volver a ver el rostro de su padre le ponía nervioso. ¿Cómo sería ahora? ¿Seguiría conservando la barba oscura que cubría su mentón? ¿Tendrá canas? Cualquier pregunta fue respondida en el momento en el que la puerta frente a él se abrió, mostrando al mismo hombre que recordaba, claro que con algunas canas y arrugas, la barba aún seguía presente en su rostro resaltaba su cara con algunas canas en ella.
Jungkook volvió a cuando era niño, un niño pequeño que corría a los brazos de su padre para que lo subiera a sus hombros, una sonrisa se dibujó en el rostro de Jungkook sintiéndose nuevamente un niño en busca de la protección de su padre.
—Haz crecido mucho.—Rió, desordenando los cabellos de su hijo.—Hola Jungkook.
—Hola papá.—La sonrisa que se había dibujado en la cara de Jungkook era una que podría servir como un faro en la mitad de la noche.
—Ven, dale un abrazo a tu padre.
Jungkook no espero nada, envolvió sus brazos contra su padre sonriendo aún más al ser envuelto por los brazos de su este.
Jimin aún en la acera de enfrente vio todo con una pequeña sonrisa, desde su lugar podía sentir toda la felicidad que Jungkook estaba irradiando, su corazón se sintió feliz de ver a su novio tan contento.
—¿Él chico de enfrente quien es? ¿Es tu novio?—Preguntó separándose de Jungkook.
—Sí.–Asintió.–Es mi novio.
Se giró a ver a Jimin y con una seña le dijo que viniera, Jimin hizo caso y en poco tiempo ya se encontraba al lado de Jungkook.
—Él es Jimin, papá, mi novio.—Presento Jungkook con una sonrisa orgullosa.—Jimin, él es mi padre Jeon Youngsoo.
—Un gusto señor.—Sonrió Jimin estrechando la mano del padre de Jungkook.
—El gusto es mío.—Aquel hombre tenía la misma sonrisa de Jungkook, Jimin pensó que era tierno.—Pueden pasar, mi casa es su casa.
Jungkook tomó la mano de Jimin y juntos se adentraron a la casa, el lugar era pequeño, las paredes eran de color marrón adornado con pequeños cuadros y algunas plantas colgando. El lugar se veía bastante cómodo y acogedor.
Entraron a la sala y se sentaron en un sillón lado a lado mientras que el papá de Jungkook tomaba en sus manos una botella de whisky y la servía en tres vasos.
—Se que Jungkook ya tiene la edad legal para beber alcohol, pero no se de ti Jimin.—Sonrió.—Pero un pequeño vaso no hará daño a nadie ¿No es así?
Ambos asintieron riendo.
El hombre les pasó sus respectivos vasos mientras se sentaba frente a ellos, antes de beber hicieron un pequeño brindis y tomaron el líquido al mismo tiempo, sus gargantas ardieron por un breve momento pero todo cesó.
—Y bien, cuéntame de ti Jungkook, que ha sido de ti.
—No hay mucho que contar.—Se encogió de hombros.—El próximo año es mi último año en el colegio, pienso estudiar artes y postular a alguna universidad de Seúl. Espero que puedas ir a mi graduación.
—Claro que podré.—Le sonrió guiñándole el ojo.—¿Que ha sido de tu madre? Nunca responde mis mensajes o llamadas cuando le pregunto por ustedes.
—Mamá me echo de casa.—Hizo una mueca mirando sus manos, Jimin lo noto y acarició el muslo de Jungkook reconfortandole.—No sé mucho de ella, sigue con las exposiciones de arte que hacía, le va bien.
—Si, eso oí. Pero dime ¿Por qué te echo?
—Robe un par de joyas de su buró, ella lo descubrió y se enojó tanto que me echo, tuve que irme a vivir con Joohyun.
—¿Enserio?—Rió mientras se servía más tragó en su vaso.—Hye siempre ha tenido ese carácter insoportable, le importa más sus joyas que su familia. ¿Y cómo está tu hermana? Ya debe de tener ¿veintiún?
—Veintisiete, tiene veintisiete.—Corrigió.—Ella esta bien, trabaja en una empresa como contadora.
—Debiste traer a tu hermana también, hace mucho que no la veo, hasta se me olvidó su rostro.—Rió negando con la cabeza.—Si mal no recuerdo ella tiene el carácter de su madre.
—Algo así, es estricta pero tiene un buen corazón, sin dudarlo me recibió en su casa y nunca me ha pedido nada más que mi bienestar.—Comentó Jungkook sonriendo.
—Me alegro.—Miró a Jimin quien estaba a un lado de Jungkook excluido de la conversación.—¿Y cómo se conocieron ustedes dos?—Los señaló.—Cuéntenme su historia de amor adolescente.
Jungkook sonrió con cariño mientras miraba a Jimin, acarició su mano que estaba contra el sillón mientras seguía mirándolo.
—No es la gran cosa, nos conocimos cuando empecé el colegio creo que desde el momento en el que lo vi me gusto.—Soltó una risilla.—Jimin era novio de Taehyung por lo que yo siempre miraba desde afuera, pero cuando ellos terminaron pudimos darnos una oportunidad ¿No es así, Minnie?
—Sí.—Asintió.
—Entonces le robaste el novio a tu ex mejor amigo, todo un pillo me saliste.—Comentó con una sonrisa burlona.—Aunque bien, no podía esperar nada menos de un Jeon.
Jimin lo miró con el ceño fruncido. Jungkook no le había robado nada a nadie, él jamás se había metido en la relación que tuvo con Taehyung. Con eso la mala vibra de aquel lugar
y de aquel hombre le fue confirmada, el hombre frente a él se mostraba totalmente ausente de las cosas que ahora le contaba Jungkook con toda alegría y esperanza, daba sonrisas burlonas y de vez en cuando le miraba aburrido.
—Una vez pase por Busan.—Dijo.—Me encontré con un viejo amigo, no se si recuerdas a Minho.—Jungkook negó.—Bien, pasa que Minho me comentó que una vez te vio en una pelea clandestina.
La sorpresa de Jungkook fue palpable, abrió los ojos sorprendidos y tosió nervioso.
—Ah si, antes yo estaba metido en esas peleas...
—Tenias una buena racha, me lo comentaron.
—Uh, sip, la tenía.
—Acá también se practica aquello.—Sonrió.—Pero es más ¿duro? ¿intenso? que en Busan, se apuesta por inmensas cantidades de dinero, si tan solo te digo que el mínimo en una noche se llega a ganar quinientos dólares, ¡dólares! ¿puedes creerlo?
—¿Que está sugiriendo?—Preguntó Jimin.
—Nada, solo se los comentaba.—Se encogió de hombros dejando el vaso sobre la mesita y levantándose de su sillón.—¿No quieren ir a sus habitaciones? Deben estar cansados.
Ambos asintieron y tomar las mochilas que habían llevado con ellos. Siguieron al padre de Jungkoook por las escaleras siendo guiados por este al piso de arriba. Se detuvieron cuando el padre de Jungkook abrió una habitación frente a ellos.
—Los dejaré dormir juntos, ya que no hay más habitaciones.—Codeo juguetonamente a Jungkook.—No hagan mucho ruido.
Jimin sonrió incomodo esperando estar a solas con Jungkook sin la presencia de su padre, que a parte de causarle un mal presentimiento le causaba incomodidad.
—Saldré a comprar la cena, espero que no les moleste comer hamburguesas con queso.
—Cualquier cosa esta bien, papá.—Sonrió Jungkook.
Una vez que el hombre bajo por las escaleras Jimin por fin pudo estar tranquilo, entraron a la habitación que estaba tendida con una manta blanca y Jungkook se tumbó en ella. Con una sonrisa en el rostro palmeó al lado para que Jimin le acompañará. Jimin lo hizo, se descolgó su mochila y la dejó en el piso.
—¿Estas muy feliz?—Preguntó.
—Sip.—Asintió.—Parece surreal que lo vea después de ¿ocho años?
—Ya veo...¿Cuanto tiempo nos quedaremos?
—Ni idea, ¿una o dos semanas?
—Está bien.—Se tumbó a su lado.
—¿Estas cansado, Minnie?—Preguntó ladeando su cabeza para mirar el perfil de Jimin.
—Un poco.—Hizo lo mismo que Jungkook, quedando nariz con nariz.
El silencio los invadió mientras se miraban a los ojos, la luz de luna era la única que iluminaba la pequeña habitación, Jungkook acarició con la punta de su nariz la naricita de Jimin robandole una risita. Jungkook coló sus manos en las mejillas de Jimin y junto sus frentes, cerró sus ojos mientras suavemente frotaba sus narices de forma suave y tierna, Jimin lo miraba expectante y con las mejillas rojas, cuando Jungkook abrió sus ojos sonrió al ver las mejillas sonrojadas de su novio, plantó un beso en sus labios, su nariz y por último su frente.
—Eres tan hermoso, Jimin.—Susurró.
–Tú también, Jungkookie.
Luego se besaron, un beso suave y tierno, con ninguna intención de por medio, solo pequeñas respiraciones y caricias que eran repartidas por el rostro de Jimin. Jungkook se sentía feliz, tan feliz de poder besar con devoción los labios de Jimin y sentirse desfallecer por los suaves labios de su pequeño novio.
—Te amo mucho, Jimin.—Murmuró sobre los labios de Jimin para luego volver a besarlos.
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hola y adiós, nos vemos a la próxima 😔🤝
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