—Ese bastardo.—Dijo Jimin mientras pasaba una gasa por la mejilla de Jungkook.—Espero que le hayas dado unos buenos puñetazos también.

—Lo hice, tranquilo.—Rió tratando de ocultar lo mucho que ardía el alcohol medicinal en su mejilla.

—Me alegro.

Jimin sonrió con sorna imaginándose como Jungkook golpeaba a Taehyung, un sentimiento de satisfacción le invadía. Pero a la vez un sentimiento de amargura se instalaba en su pecho.

¿Cómo habían llegado a eso?

Por mi.

Jimin sabía que el castaño y el tatuado eran los mejores amigos de toda la vida, siempre hacían las cosas juntos, eran inseparables. Entonces...¿cómo? ¿cómo llegaron al punto de golpearse hasta dejarse heridas físicas notorias? y claro, heridas emocionales que se iban a guardar en sus almas.

Le causaba conflicto consigo mismo saber que Jungkook y Taehyung se habían peleado por su culpa, aunque Jungkook no lo admitiera Jimin lo sabía muy bien. Había notado el gran distanciamiento entre ellos, no se acercaban ni siquiera por un momento al otro, ni cuando estaban con su grupo, parecían dos extraños.

—¿Ya terminarás?—Preguntó Jungkook con una mueca.

—Solo espera un poco más.

Seguía pasando la gasa por la piel de Jungkook, limpiando los restos de sangre, estaba tan concentrado en su trabajo de limpiar la herida que no noto los ojos redondos de Jungkook mirarlo como si de un diamante se tratara. Aunque, Jimin jamás notaba la mirada de Jungkook.

—¿Que hacía Taehyung aquí?

La pregunta tomó imprevisto a Jimin y Jungkook pudo notarlo.

El rubio desvió la mirada de los grandes ojos curiosos del tatuado, soltó un suspiro y siguió con su labor.

—No lo sé.

Los recuerdos de Taehyung en su habitación le invadieron, recordando las firmes manos de su ex novio sobre su cuerpo mientras lo abrazaba y lo besaba con tanto cariño reviviendo muchos recuerdos juntos, sonrió inconsistente. Pero la sonrisa se borró en cuanto recordó todas las mentiras que le había metido Taehyung a su cabeza, le había hecho odiar a su prima por mucho tiempo, le había hecho daño mintiéndole desde el principio.

Las manos frías de Jungkook se colaron en las mejillas de Jimin haciendo que este lo mirara, Jimin no quería, por qué como en otras veces había pasado se pondría a llorar en el pecho de Jungkook. Ya no quería eso.

—Anda, mírame.—Sonrió Jungkook mientras acariciaba las mejillas de Jimin.—Quiero ver tus ojitos de miel.

—¿De miel?—Rió por fin mirándolo a los ojos.

—Por qué son dulces como la miel.

Ambos rieron. Jimin dejó las gasas y el alcohol sobre la mesita de noche dándole la espalda a Jungkook para luego acomodarse en su lugar para sentarse frente a Jungkook.

Nuevamente las manos de Jungkook se posaron en las mejillas de Jimin acariciandolas con tanta ternura que hicieron sonrojar a Jimin, soltando una risita se apegó más a estas buscando más contacto, Jungkook sonrió tiernamente pues Jimin parecía un gatito bebé buscando caricias.

—Eres tan hermoso Jimin.—Murmuró.

—Gracias.—Rió.

De repente el silencio les había envuelto, uno acogedor en el que solamente se miraban a los ojos, el espacio parecía haberse reducido por qué sus alientos chocaban de vez en cuando. Empezaron a acercarse lentamente, chocando narices y chocando sus alientos cada vez más.

Terminaron con el espacio entre ellos uniéndose en un beso, los labios de ambos se movían en una sincronía increíble parecían conocerse desde hace muchos años, destinados por la vida a que llegaran a unir sus labios en un vaivén tierno y cálido.

Jungkook se separó para chocar su frente con la de Jimin, tratando de calmar la marea de sentimientos que chocaban contra su ser, mareándolo viendo solo a Jimin.

Siempre a Jimin.

—Kook...—Susurró Jimin sobre los labios de Jungkook—Quiero...que tú y yo dejemos de ser solo amigos.

La sonrisa que se plasmó en el rostro de Jungkook valía un millón de dólares, pues parecía haber ganado la lotería o algo parecido. Su sonrisa brillaba y sus ojos desprendían un brillo espléndido, reflejando todo lo que su pobre corazón sentía.

—Quiero intentarlo contigo.

Quiero dejar de amarlo, hazme olvidarlo.

El plan de traer a Taehyung hasta él de rodillas había perecido hace mucho, cuando descubrió que el único que hacía un esfuerzo en retomar lo suyo era Jimin su plan pereció, por qué su corazón se rompía en mil pedazos viendo a Taehyung disfrutar con otras personas.

Quería sacarlo de su ser, quería dejar todo atrás aunque pareciera imposible.

Hacía mal tratando de usar a Jungkook, hacia muy mal, pero quería intentarlo, intentar amar a Jungkook como amaba a Taehyung.

—¿L-lo dices enserio?

—Sí.—Sonrió confiado.—¿Por qué no intentarlo?

Jimin acaricio la mejilla herida de Jungkook ganándose una mueca por parte del tatuado, beso la nariz de Jungkook para tomar sus manos y entrelazarlas.

—¿Quieres ser mi novio, Jungkookie?

Aquella pregunta no necesitaba una respuesta, los ojos de Jungkook la daban.

Un beso fue lo único que necesito para responder a Jimin, un beso y un abrazo por parte de Jungkook.

Envolviendo su pequeño cuerpo contra sus brazos, sosteniéndolo fuertemente contra su pecho, besándolo suavemente.

Empezando una nueva etapa entre ellos.

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¿esperaban q sea jimin quien pidiera noviar con jungkook?😳👉🏼👈🏼

bueno, nos vemos a la próxima 💗