#11
La sala se encontraba sumergida en silencio, este se debía al asombro y confusión que todos tenían, la pregunta que rondaba en la cabeza de casi todos relacionados en la mafia era una muy simple:
¿¡Que rayos estaba haciendo en ese lugar Mukuro Rokudo!?
Solo tres personas tenían otra duda diferente, ¿Que hacía Mukuro levantado cuando se supone que debía estar descansando?
Los pétalos de loto seguían cayendo en el lugar, Mukuro observaba todo con una sonrisa burlona, divirtiéndose con las caras de todos en la sala. Observo con atención a su cielo, el cual lo miraba confundido pero aliviado a la vez, miro con detalle todo el lugar para después de unos segundos comenzar a caminar.
- Kufufufufu ya que él come malvaviscos y la pequeña comentaron el porque te agradecen yo también lo hare, escucha con atención Tsunayoshi-kun que será la única vez que diga todo esto – Dijo Mukuro captando nuevamente la atención de todos, camino lento pero firme hacía donde se encontraba su cielo. – Kufufufufu me perdonaste aun cuando intente dañarte, a pesar de estar encerrado tu querías sacarme sin importar lo que hice además de que lo lograste, me comprendiste y ofreciste una nueva vida, has protegido a Chrome como me lo prometiste, me has ayudado en maneras que jamás imagine. Realmente eres el único al que alguna vez le otorgare mi lealtad y respeto, eres el único al que considerare mi cielo, kufufufufu – Termino de decir con una ligera sonrisa.
Al llegar a lado de Tsuna este se encontraba rojo por la palabra de uno de sus guardianes de la niebla, nunca se le ocurrió que Mukuro haría algo como eso, a pesar de estar más rojo que un semáforo, sentía cálido su pecho al oír esas palabras, con ellas solo reafirmaba que ese cuento de querer poseer su cuerpo era eso, solamente un cuento. Estaba tan sumergido en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando Mukuro de arrodillo a su lado.
- ¡¿Mukuro?! – Grito Tsuna sorprendido al verlo, aunque inmediatamente se arrepintió de hacerlo.
La garganta le comenzó a doler a horrores además de que comenzó a toser de manera brusca, asustando a sus guardianes y alterando a todos los relacionados con la mafia; los estudiantes miraban esto con diversión "Para que aprenda a no relacionarse con gente importante", "Se lo merece", "Ojala hubiera hecho el corte más profundo", esos eran los pensamientos de todos los demás, también comenzaron a reírse de la desgracia del pequeño.
Mukuro y Chrome que podían leer los pensamientos de la gente, captaron los estos horribles pensamientos, además de que al oír sus risas de burla los molesto a todos los unidos al pequeño cielo, lo que estaba ocurriendo los enfurecía y con gran placer se hubieran encargado de ellos en esos momentos, pero primero lo primero, ayudar a su cielo.
- ¡Dame-Tsuna comete una píldora! – Le ordeno Reborn con su mirada oculta.
Mukuro vio la caja naranja a un lado y ayudo a Tsuna a comerse una de las píldoras, mirando con odio a los demás alumnos junto con el profesor consiguió que se callaran.
- Gracias Mukuro – Murmuro Tsuna una vez que comió la píldora.
- Solamente no vuelvas a hacer eso Tsunayoshi-kun kufufufufu – Respondió Mukuro para después sacar de su chaqueta una cajita larga negra cerrada con un listón de color índigo que la mantenía cerrada y al mismo tiempo le hacía de moño. – Este es mi presente para ti, Tsunayoshi-kun – Explico al momento de extenderle la caja al castaño.
Tsuna mas sorprendido que antes tomo la caja, miro agradecido a su guardián para después observar con curiosidad la cajita, con cuidado retiro el listón y al abrir la caja de encontró con un brazalete negro con una piedra naranja en el centro con dos piedras pequeñas de color índigo a sus lados, a pesar de verse sencillo se podían ver algunas cosas escritas en otro tipo de escritura que no comprendía. Después de apreciar un poco más el brazalete, el castaño volvió a mirar a su guardián que a pesar de parecer tranquilo el logro ver algo de nerviosismo en sus ojos.
- Muchas gracias Mukuro, me encanta – Agradeció Tsuna con una sonrisa.
La niebla no respondió, solo tomo el presente y se lo coloco en la muñeca izquierda al castaño que solo se volvía a sonrojar.
Mientras que ellos dos estaban en su mundo, el resto de los presentes los veían de diferentes maneras:
Los alumno y el profesor Nezu los miraban en shock, no comprendían lo que pasaba y menos las palabras que habían dicho el peinado de piña, además de que la forma en que este los miraba les causaba escalofríos además unas tremendas ganas de salir corriendo y esconderse donde pudieran.
Nono y Reborn miraban divertidos como el castaño se ponía más rojo que un jitomate, sabían que tendrían que explicar la presencia de Mukuro a todos, pero antes, disfrutarían del momento.
Los guardianes y Enma también se encontraban en un pequeño shock, solo que ellos querían matar a Mukuro por acercarse demasiado a su cielo; Chrome solo quería saber cómo es que Mukuro estaba en ese lugar y ella sin enterarse, a pesar de que todos demás también querían saber, eran más sus ganas de golpear a la piña.
- Escuchen con atención – Intervino Reborn, salvando sin querer al guardián de la niebla, pues, los demás guardianes ya comenzaban a sacar sus armas. – Les presento a Mukuro Rokudo, es un estudiante de la escuela Kokuyo al igual que Chrome, él también fue seleccionado para venir pero por problemas personales llego más tarde que los demás, compórtense con el que no nos haremos responsables si lo provocan, ahora, continuemos con la cena – Explico Boreen-sensei para inmediatamente seguir comiendo.
Ante las palabras del Hitman ya nadie pudo decir nada, todos apreciaban sus vidas, así que Mukuro corrió a Enma del lugar de Tsuna y se sentó con él. Esto provocó que el portador de la llama de la tierra se molestara, pero sabía que no pida hacer nada contra Mukuro por lo cual resignado regreso a su asiento original. A pesar de que todos querían pedir algunas explicaciones sabían que no era el momento ni el lugar, todo sería aclarado después de la cena cuando los civiles no pudieran escuchar.
El resto de la cena paso con el ambiente un poco pesado, los estudiantes seguía con sus pláticas pero en un tono más bajo, los guardianes comían en silencio ( Cosa que asombro a varios ) pero no despegaban su mirada de Mukuro el cual se divertía molestando a Tsuna con cualquier cosita. Chrome era la que no lo dejaba de mirar, hasta había dejado de comer con tal de asegurarse que lo que estaba pasando no era producto de su imaginación, Mukuro se dio cuenta de las acciones de la chica y con una ligera sonrisa la miro.
- Querida Chrome termino tu cena, prometemos que explicaremos todo al terminar – Aseguro Mukuro.
La pequeña al escuchar esas palabras solo se sonrojo y asintió con la cabeza para seguir con su comida.
Al acabarse la cena todos los civiles fueron llevados a sus habitaciones, algo que extraño a Tsuna pues él sabía que aun en la noche ellos podían ir a una de las salas de entretenimiento, la biblioteca o incluso los jardines si querían no directamente a su moradas, a pesar de tener curiosidad lo dejo de lado por el momento pues sus guardianes ya lo llamaban al despacho de Nono para hablar cómodamente.
Al estar ya todos en el despacho Tsuna tomo asiento en un sillón cercano al escritorio de Nono, a su lado derecho se sentó Reborn y al izquierdo Mukuro, los demás guardines junto con Enma se acomodaron donde quisieran, Chrome tomo el lugar más cerca de Mukuro y no dejaba de mirarlo.
- Escuchen con atención – Dijo de repente Reborn. – Esto se los tiene que contar Tsuna, no se hagan repetir, saben que su garanta no soporta mucho por el momento así que se les explicara breve y rápido que este Dame aún necesita descansar, así que ya sabes Dame-Tsuna date prisa – Advirtió el Hitman para acabar rápido e irse a dormir.
Todos aceptaron las palabras del ex-arcobaleno y miraron con atención a su cielo que acababa de comerse otra píldora, al terminar de tragarla observo con cuidado a su guardianes y soltó un pequeño suspiro.
- Desde hace meses que quería liberar a Mukuro de Videnci – Comenzó a relatar el castaño. – Pase noches en vela pensando en cómo sacarlo, deseaba tener a toda mi familia unida y fue así que una semana antes de venir a Italia se me ocurrió algo, hablar directamente que Bermuda y negociarlo; por eso, cuando veníamos en el avión le conté a Reborn lo que quería hacer y al llegar aquí también se lo conté a Nono, ambos me apoyaron y me ayudaron a contactar con ellos. Cuando llegaste Enma le confirmaron a Reborn que hablarían conmigo, pero solo conmigo, no querían a nadie más al momento, acepte. Esa fue la razón por la cual regrese tarde de la escuela el primer día, las cosas tardaron más de lo planeado pero al final logre hacer un trato con Bermuda para que dejara en paz a Mukuro – Relato Tsuna, saltándose un parte demasiado importante, cosa que su tutor noto.
- Dame-Tsuna explica lo que te falta – Le ordeno Reborn.
- ¿Qué falta Décimo? ¿Cuál fue el trato que hizo con Bermuda? – Pregunto con algo de temor Gokudera.
- Al inicio Bermuda no acepto nada de lo que decía – Volvió a hablar Tsuna con un tono más bajo. – A pesar de que tenía un último recurso no quería utilizarlo, pero al final no me quedo de otra – Agrego.
- Habla omnívoro – Le ordeno Hibari, no tenía aun buen presentimiento, a decir verdad, los guardianes junto con el portador de la llama de la tierra y el cielo mayor tenían un mal presentimiento, Reborn solo mantenía oculta su mirada.
- Le dije a Bermuda que si Mukuro volvía a hacer cometer algún crimen tan grave que fuera obligatorio regresarlo a Videnci, que también me llevara a mí. Como su cielo, mi deber es asegurarme que siempre tengan felicidad, seguridad, protección y, como dice Reborn: Un fallo de mis guardianes es un mío; fue la única cosa que acepto Bermuda para dejar en libertad a Mukuro – Contesto el décimo cielo con una sonrisa, demostrando de esta manera que no se arrepentía de nada de lo que había hecho y que lo volvería hacer de ser necesario.
El lugar quedo en completo silencio después de eso, todos intentaban asimilar las palabras del pequeño cielo y es que no les gustaba para nada lo que había sucedido en esa reunión pero sabían que no había más que hacer más que apoyar al castaño en su decisión y vigilar con más esfuerzo a la piña que si llegaba a hacer algo lo matarían, aunque, algo en ellos les aseguraba que la niebla se lo pensaría muy bien antes de hacer algo, tal vez las palabras en la cena los dejaba pensando.
- ¿Qué hacías en la cena Mukuro? Se supone que debías estar descansando por lo menos hasta mañana – Cuestiono Reborn después de un momento de silencio.
- Kufufufufu ya me sentía mejor y que mejor demostrándolo en medio de unos inútiles que desean ser torturados, además, quería asegurarme que mi pequeña Chrome y Tsunayoshi-kun estuvieron bien ya que los sentí muy inquietos en las últimas horas, solo comprobé que debo "jugar" con algunos inútiles que estaban comiendo – Respondió Mukuro con una pequeña sonrisa que prometía mucho dolor a alguien.
- ¿Para qué es el brazalete que le diste a Tsuna-kun? – Pregunto Nono saliendo del pequeño shock del que se encontraba.
- Ese brazalete lo protegerá de aquellos que quieran usar ilusiones contra el Kufufufufu – Explico la piña. – La piedra del centro brillara y creara una barrera contra la llama tipo niebla, lo escrito se podría decir que son palabras de protección que hacen más fuerte la barrera Kufufufufu – Termino de aclarar, mientras que Tsuna miraba con asombro el brazalete en su muñeca.
- Bueno ya váyanse adormir, mañana llegaran más personas y ustedes deben tener energía para soportarlos, además de que van a la escuela – Comenzó Reborn con una invisible mueca dé desagrado al recordar quienes llegarían mañana. – Mukuro compartirás cuarto con Chrome, su habitación está dividida en dos para ustedes así que no habrá problema – Termino para después desaparecer
Nadie quiso desafiar al Hitman por lo cual se despidieron de Nono para ir directamente a sus habitaciones, en el camino hablaron un poco para tratar de aligerar el ambiente, para cuando llegaron a sus destinos desearon buenas noches a los demás y entraron a sus cuartos. A pesar de ir a dormir nadie podía conciliar en sueño: Los guardianes de la tormenta, lluvia, nube y solo recordaban las palabras de su cielo; los guardianes de la niebla en la comodidad de sus cuartos hablaban de todo lo que debían contar mientras que el rayo estaba profundamente dormido ajeno a lo que pasaba
El décimo cielo ya estaba listo para dormir cuando de repente recibió una llamada, al ver de quien era el número se comió otra píldora rápido para contestar inmediatamente.
- Hola – Saludo alegremente tras asegurarse que su tutor no se encontraba en ningún lugar de la habitación. – Estoy bien, las píldoras me han ayudado mucho – Respondió a la pregunta del otro lado.- ¿Vienen para acá?.... ¿Mañana llegan?.... ¿¡Enserió!?.... No puedo creerlo realmente podremos hacerlo.... Estoy seguro.... Está bien, mañana nos vemos y hablamos mejor de esto.... Nos veremos pronto, salúdalo de mi parte, bye – Se despidió el castaño al momento de terminar la llamada.
Dejo el teléfono en la pequeña mesa que había cerca y con gran felicidad de lanzo a la cama, abrazando su peluche de Natsu miraba por la ventana que había en su cuarto, apreciando las estrellas que se alcanzaban ver.
- Pronto, muy pronto podremos lograrlo – Susurro con gran alegría
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A la mañana siguiente el desayuno se llevó acabo con normalidad o lo más normal al tener a toda la décima generación Vongola junta.
Lambo peleaba con Gokudera en medio de una guerra de comida, Yamamoto intentaba calmarlos siendo ignorado totalmente, Ryohei gritaba que era extremo lo que estaba ocurriendo, metiéndose a la pelea de los guardianes de la tormenta y rayo; Hibari miraba con odio a Mukuro y viceversa, de la nada, la nube saco sus tonfas y la niebla mayor su tridente, se pararon de sus asientos y comenzaron a pelear; Chrome miraba todo con una ligera sonrisa sin dejar de comer; Tsuna y Enma platicaban tranquilamente ignorando por completo lo que sucedía a su alrededor ( Enma había recuperado su lugar a lado de Tsuna ya que Mukuro se sentaba a lado de Chrome ).
Los civiles miraban asombrados y aterrados lo que sucedía en el extremo de la mesa, estaban preocupados de que todo lo que estaba ocurriendo molestara a Nono pero este parecía más entretenido en su plática con Boreen-sensei y Dino.
Yuni y Byakuran miraban divertidos todo lo que ocurría, las caras pálidas de los estudiantes eran algo digno de recordar, él come malvaviscos trataba de no reírse a carcajadas mientras que la exportadora del pacificador del cielo sonreía con malicia al escuchar unos pasos apresurados acercarse.
De repente la puerta del comedor se abrió del golpe, provocando que todos dejaran lo que estaban haciendo y miraran hacia los responsables de esa acción.
- ¡¡Tsuna-kun/Tsuna-san/Tsuna-nii!! – Se escuchó el grito de parte de dos chicas y un pequeño niño.
- ¡Kyoko-chan, Haru, Fuuta! – Exclamo sorprendido Tsuna con moderación sin elevar mucho la voz pero asiendo escuchar por todo el lugar.
Las primeras dos mencionadas portaban el uniforme de la Scuola speciale Vongola con una camisa blanca mientras que el niño vestía como siempre, los tres tenían una gran sonrisa además de unas bolsas en sus manos.
- ¡¡¡HOLA KYOKO!!! ¡ES EXTREMADAMENTE BUENO VERTE DE NUEVO! – Grito Ryohei al ver a su hermanita
- Buenos días Oni-san, buenos días a todos, lamentamos la demora pero nuestro proyecto necesito un poco más de tiempo – Soltó de repente Kyoko con una sonrisa.
- ¡Hahi! Eso es cierto pero ya hemos terminado, desu – Siguió de la misma manera Haru.
- ¡Tsuna-nii tienes que ver lo asombroso que ha quedado el trabajos de Kyoko-nee y Haru-nee! – Exclamo emocionado Fuuta con una gran sonrisa, acercándose rápidamente a su hermano mayor.
Todos los civiles en la sala se encontraba bastantes confundidos por lo que estaba pasando, no comprendían porque la chica más linda de la escuela llagaba tan tarde y con tanta familiaridad a la mansión Vongola, además de la chica que la acompañaba, ¿No pertenecía a la escuela Midori?
- ¡¿Se puede saber que está pasando?! – Pregunto irritado Mochida al ver como las dos chicas lindas iban hacia Dame-Tsuna.
- Es demasiado sencillo – Comento Boreen-sensei como si nada tomando su expreso. – Esas dos chicas hace algunos meses enviaron algunas ideas al décimo Vongola para abrir una línea de ropa apoya por él, al décimo le agrado la idea y solicito que ellas fueran las encargadas de esta nueva era, por eso, ellas vinieron antes a revisar que todo estuviera bien ahora finalmente se desocuparon y vinieron para acá al enterarse que su clase estaba aquí – Finalizo la explicación.
Todos los estudiantes junto con el profesor Nezu se encontraban bastantes sorprendidos al saber que Kyoko trabaja con Vongola además de manejar ya una línea de ropa, razones por las cuales odiaban más a Tsuna, pues este tenía toda la atención de ambas chicas.
- Tsuna-kun hemos hecho ropa especialmente para ti – Se escuchó decir a Kyoko emocionada.
- ¡Cierto Tsuna-san debe probársela desu! – Acompaño Haru.
- Pero ya no tardo en irme a la escuela – Murmuro Tsuna tratando de no sonrojarse, cosa que le fallaba.
- Vamos Tsuna-nii, quiero ver cómo te queda la ropa – Trato de convencerlo Fuuta poniendo su carita más tierna.
- Pero... - Trataba de pensar en algo el castaño para poder escaparse, pero no se le ocurría nada
Además, Tsuna no quería que las chicas y Fuuta vieran la cicatriz que tenía en el cuello, es más, no quería que nadie la viera por esa razón llevaba cuello de tortuga.
- Chrome-chan ayúdanos a convencer a Tsuna-kun – Pidió ayuda Kyoko a la chica del parche que miraba la escena con una ligera sonrisa.
Chrome sabia porque su Boss no quería probarse nada, pero de eso ella se podría encargar, miro por un momento a Mukuro que había vuelto a su pelea con Hibari ignorando a las chicas y este al saber que su pequeña lo miraba regresa la acción, supo de inmediato lo que ella le intentaba decir y solo asintió con su cabeza para inmediatamente bloquear un ataque de la alondra.
- Esta bien – Respondió Chrome con una voz suave, se paro de su lugar y se acerco al castaño que se aferraba a Enma para que no se lo llevaran. – Boss vamos – Dijo al momento de separar a los Dames del tipo abrazo que tenían.
- ¿Eh? – Confundido el castaño noto que ya no esta aferrado a su amigo peli rojo. – ¡Pero Chrome...! – Intento alagar Tsuna, solo para ser tomado de sus brazos por las otras dos.
- ¡No te preocupes Tsuna-kun! ¡Estoy segura que la ropa te quedara genial! – Aseguraba Kyoko comenzando a caminar jalando al castaño de su brazo derecho.
- ¡Hahi! ¡También los accesorios que traemos le gustaran Tsuna-san! – Añadió Haru, ayudando a Kyoko a arrastrar a Tsuna pero ella por su brazo izquierdo.
- No se preocupe Boss, yo me encargo de eso – Susurro Chrome al oído de Tsuna mientras ella lo empujaba por la espalda.
La puerta se cerró pero aún se podían escuchar algunas quejas de castaño, todos se encontraban en silencio a excepción de la niebla y nube que seguían con su pelea.
- ¿Tsuna si llevaba su pastillero, verdad? – Pregunto Yamamoto para romper el silencio.
- Se lo metí a Tsuna-kun cuando me separaron de el – Respondió Enma sin despegar su mirada de la puerta.
- Boreen-sensei, ¿Ellas eran las personas que nos comentó ayer? – Pregunto Gokudera, ganándose las miradas curiosas de los demás alumnos.
- En parte – Respondió el profesor con una sonrisa burlona al recordar la cara de su pupilo. – Se supone que ellas llegarían en la tarde con los demás, pero al parecer, pidieron llegar más temprano para acompañarlos a la escuela – Aclaro las dudas mientras tomaba su expreso.
Pasaron unos minutos cuando la puerta volvió a ser abierta, dejando ver a las tres chicas que tenían una gran sonrisa.
- ¡¡Aquí esta/Aquí esta, desu!! – Gritaron Kyoko y Haru al momento de dejar pasar a Tsuna.
El castaño traía puesto una camisa naranja con un chaleco negro encima, además de unos pantalones y una corbata del mismo color junto con un cinturón café, también traía puesto el brazalete que le había sido entregado en la noche pasada y como accesorio para el cabello, traía puesto una fedora negra con una cinta naranja que recordaba mucho a alguien conocido.
Para sorpresa de varios, su cuello se veía como si nada hubiera pasado, molestando y sorprendiendo a Mochida; los involucrados en la mafia, supieron de inmediato que eso se debía gracias a una pequeña ilusión de parte de Chrome.
- Ese tipo de vestimenta, ¿No les recuerda a alguien? – Pregunto al aire Enma.
Los guardianes, junto con Dino, Yuni, Byakuran y Nono miraron con más atención al castaño, el cual estaba bastante sonrojado al saber de lo que hablaba su amigo; pasaron unos segundos antes que de la mayoría de los relacionados con la mafia abrieran sus ojos en señal de sorpresa mientras que el Hitman ocultaba su sonrisa. El castaño estaba vestido como normalmente lo hacia Reborn, solo cambiando unos colores.
- Boreen-sensei, ¿Tsuna-kun puede ir así a la escuela? – Pregunto de repente Kyoko con una sonrisa.
- Yo dijo que si, ¿Tu que dices Nono? – Pregunto con diversión Reborn al ver como el castaño se sonrojaba más que antes.
- No le veo ningún problema, solamente una cosa, ven aquí Tsunayoshi-kun – Hablo tranquilo Nono con una sonrisa cálida dirigida a su nieto.
Tsuna quería que la tierra se lo tragara, ahora entendía porque su abuelito y Reborn se llevaban tan bien. A pesar de no querer ir por las miradas de sus compañeros, tampoco podía ignorar a Nono así que ignorando las miradas que recibía y su deseo de desaparecer se acercó con timidez a su abuelito.
Nono trataba de no reírse ante los pequeños pucheros que inconscientemente hacia su nieto, cuando lo tuvo cerca hizo una seña a un mayordomo para que le trajera algo, a los pocos minutos a Nono le fue entregado un saco negro con detalles en los bordes de color naranja, en la parte del corazón estaba el emblema de la familia Vongola en dorado. Con una sonrisa cálida lo coloco el saco a Tsuna el cual estaba más rojo que antes, al terminar de colocárselo le acaricio la cabeza.
- Con este saco no abra problema alguno con la escuela, te lo regalo Tsunayoshi-kun, no es necesario que me lo regreses – Comento Nono con la misma sonrisa.
Los estudiantes miraban con rabia a Tsuna, varios pensaban el cómo hacerle pagar al castaño por todo lo que estaba recibiendo mientras que los metidos en la mafia solo miraban con diversión y satisfacción lo que sucedía, incluso Mukuro y Hibari habían parado su pelea para mirar lo que sucedía, en el rostro de todos ellos había una sonrisa que prometía más dolor y sufrimientos a los malditos que en el pasado y aun actualmente se burlaban/aprovechaban de su cielo.
- Bueno ya que estamos con los regalos otra vez, no me quiero quedar fuera de nuevo – Soltó Dino sorprendiendo a casi todos.
- ¿Dino-san? – Pregunto con algo de miedo Tsuna.
- Te eh dicho que me llames hermano mayor, Oni-san – Recalco Dino con una sonrisa al momento que se levantaba de su lugar y caminaba hacia el pequeño castaño. – Vamos afuera – Dijo al momento de pasar su brazo por sus hombros e ir al lugar indicado.
Casi inmediatamente después de que el rubio saliera con el castaño, todos los demás se pararon de sus asientos y salieron casi corriendo del lugar siendo encabezados por los guardines del castaño y el portador de la llama de la tierra. Nuevamente en el comedor solo quedaron Yuni, Byakuran, Nono y Reborn.
- Ese Dame-Dino, le dije que era mejor hasta que llegara de la escuela, eso solo demuestra que le falta entrenamiento – Comento Reborn ya con su ropa de siempre y con una sonrisa sádica.
- Vamos viejo amigo, ya era justo que él tuviera un poco de tiempo con mi querido nieto – Tratando de salvar a Dino del sadismo de Reborn, Nono intervino con una sonrisa nerviosa.
- ¿Tío que te pareció la ropa de Tsuna-san? – Cambio el tema Yuni, sabiendo que so seguían por eso camino solo condenarían mas a Dino.
Reborn ante la pregunta de la pequeña solo sonrió ocultando su mirada bajo de fedora, provocando unas ligeras risas de parte de Yuni y Nono.
- Parece que el ex-arcobaleno se siente alagado – Soltó Byakuran con una sonrisa burlona comiendo sus malvaviscos.
Siguió con esa sonrisa aun cuando una bala le pasó rozando la mejilla...
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Un poco mas largo de lo normal, pero no tan largo como el anterior...
Créanme que lamento mucho la demora, pero, la semana pasada fue el día del padre y estuve bastante ocupada, luego tuvimos problemas con el Internet y en el transcurso de la semana subí con problemas un especial de KHR por la fecha que había pasado ( Les invito que lo lean y me digan ahí que les pareció ).
Ahora, después de las explicaciones, espero que les allá gustado el capítulo de hoy, como pudieron ver el nuevo enigma se hace notar cada vez mas, ¿Que estará tramando Tsuna? ¿Quienes serán las personas que llegan a la mansión en la tarde? ¿Que regalo le dará Dino a Tsuna? ( Déjenme sus opciones por favor que aun estoy en pleito con eso )
Por favor dígame todo lo que piensan que piensan que me ayuda mucho en la creación del fic, ¿Qué les pareció el regalo de Mukuro?
Gracias a todos por comentar y votar, sobre todo por su apoyo por este horrible lapso de espera, ojala les allá gustado el capítulo n.n
Les tengo una buena noticia, al fin salí de vacaciones y ayer hice mi examen de la UAM, así que al fin tengo algo de tiempo libre, si la inspiración me lo permite, las actualizaciones semanales volverán, aunque no prometo nada n.n
Bueno sin más que decir me despido, ¡Hasta la próxima! n.n/
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