Día siguiente

Al igual como hace mi hermano, me pasé toda la noche hablando con Usper, apenas dormí 3 horas, mi papá lo notó enseguida y le dije que no pude dormir por que hacía mucha calor, él al parecer me había creído.
Usper tocó la puerta, yo tomé mi mochila y salí para irme con él a la escuela, mis padres se despidieron de mi en la puerta, ambos nos despedimos mientras caminábamos; aún no faltaba mucho por llegar cuando Usper levantó mi cabeza y me besó, me tomó por sorpresa y no supe como reaccionar, él se rió por mí cara

- ¿estás bien Chexi? - me preguntó sonrojado tomando mi mano
- si - le respondí sonriendo, cualquiera que nos viera así en la calle diría que Usper y yo somos hermanos, pues nuestros distintos portes y maneras de tratarnos nos hacían ver como un par de hermanos.
Finalmente habíamos llegado a la escuela, nos sentamos en el mismo lugar de todos los días, el profe llegó, yo saque mi cuaderno tranquilamente y mientras el profe buscaba un tema para hablarnos, Usper se dedicó a llenar una hoja de su cuaderno con su nombre, yo lo miraba tranquilamente; el día pasó muy rápido y volvimos a casa a paso lento, Usper parecía no querer soltar mi mano, yo menos quería, a lo lejos vi a mi hermano acercarse a nosotros, yo solté rápidamente la mano de Usper, él intentó tomarla de nuevo hasta que vio a mi hermano también

- ¡hermanito! - me dijo Gerland, yo lo abracé fuertemente
- hola hermano ¿como estás? - le pregunté
- muy bien ¿y ustedes?
- bien - respondimos al mismo tiempo, él sonrió
- ¿que haces por aquí? - le pregunté, él caminaba junto a nosotros
- papá se preocupó por que no llegabas y me mandó a buscarte, al parecer se pone muy nervioso si llegas unos minutos más tarde de lo normal, debe ser por que eres el menor - me dijo riendo, nosotros igual reímos
- Gerland ¿sabes si mis padres ya llegaron a casa? - le preguntó Usper a mi hermano, él lo miró
- si, hace como una hora - le respondió mi hermano; ya habíamos llegado, Usper se despidió de nosotros mientras entrábamos a casa

- por fin llegaron, los estábamos esperando para comer - nos dijo nuestro padre México sonriendo desde la cocina, nosotros saludamos y comimos con nuestros padres, luego de eso fui a dejar mis cosas a mi habitación y le dije a mi hermano que quería hablar con él si era posible

- ¿que pasa? - me preguntó apenas estuvimos encerrados en mi habitación, yo estaba nervioso
- hermano... ayer cuando salí de la escuela, Usper se me declaró y le dije que si... es mi novio ahora - le confesé con un sonrojo gigante en mi rostro, él me miró con la boca abierta, cuando pudo reaccionar me abrazó fuertemente y me felicitó
- ay hermanito... ¡que bueno! - me dijo con una gran sonrisa
- ¿no crees que es raro? - le pregunté, él puso una mirada bastante paternal mientras sonreía
- mientras seas feliz hermanito, no es raro ¿que importa que sea mayor que tu? Mientras lo ames está bien - me dijo, yo sonreí y lo abracé
- por favor no le cuentes a nadie, no quiero que nuestros padres se enteren y me hagan terminarlo - le dije algo preocupado por que eso pasara
- tranquilo, por mi parte nadie se va a enterar de nada, tú confías mucho en mi y no me gustaría perder esa confianza de hermanos - me dijo, acarició mi espalda lentamente mientras llenaba mi frente de besos, me sentí muy tranquilo entre sus brazos, me dejó en mi cama cuando ya no pude seguir despierto y cerró cuidadosamente la puerta para no despertarme de mi sueño.
Al día siguiente no habían clases, por lo cual me desperté tarde, me levanté y me acerqué a la ventana para ver hacia afuera, Usper había olvidado cerrar su cortina y pude verlo dormir, se me hacía bastante tierno, habían pasado quizás 15 minutos cuando al fin despertó, se sentó en su cama y vio por la ventana, me vio enseguida y con una gran sonrisa me saludó con un movimiento de mano, yo respondí de igual manera, él se acercó a su ventana y la abrió

- ¿como dormiste? - me preguntó mientras ordenaba su pelo con una mano, era la primera vez que lo veía sin su gorro
- muy bien ¿y tu? - le pregunté mientras sentía el viento chocar en mi cara
- igual bien ¿quieres ir a algún lado hoy? Nos podemos juntar en la tarde y salimos a pasear - me dijo, yo sonreí por su sugerencia
- voy a comer primero y luego te digo si me dieron permiso -le dije y tras despedirnos cerré mi ventana, él hizo lo mismo con la suya.

Más tarde

Mis padres no me habían dado permiso, yo me enojé por eso y a la vez me puse triste, por que ni había razón por la que no me dejaran salir, le conté a Usper y él me dijo que no había problema, que nos podíamos ver por la ventana, yo acepté y subí a mi habitación.
Estuvimos hablando mucho rato, apenas nos alcanzabamos a tocar las puntas de los dedos, pero para un chico enamorado como yo, solo eso era suficiente, él me miraba tan tiernamente que yo no podía evitar sonrojarme

- Chexico... te quiero mucho - me dijo, yo me sonrojé y me reí nerviosamente por aquello que me dijo
- yo igual te quiero - le dije, para mi mala suerte mi papá justo entró a mi habitación, pero al menos no nos había escuchado, Usper me miró asustado y rápidamente cerró su ventana

-¿hijo, que haces? - me preguntó, yo me puse un poco nervioso por el susto que había tenido
- estaba... mirando las estrellas, si, miraba las estrellas - le dije, él sonrió y se sentó en mi cama y yo cerré la ventana con cuidado
- Chexico, te noto algo extraño... desde que tienes a ese amigo... Usper ¿pasa algo con él? -me preguntó
- no papá, Usper es el mejor amigo que pude tener, además no tengo más amigos y él es el único para mi - le dije, él sonrió
- ¿te gusta verdad? - me preguntó, yo me reí y asentí
- si...
- ay mi niño, espero que no pase nada, él es muy grande para ti - me dijo, mi sonrisa se borró enseguida
- pero la edad no importa - le dije, él me miró algo serio
- Chexico, solo tienes 12 años y el 15, no lo voy a permitir, vamos, baja a cenar, ya se hace tarde - me dijo, yo algo desganado asentí y bajé a cenar.