Parte de la rutina... ¿o no?

Disclaimer: los personajes de esta historia pertenecen a Masashi Kishimoto. Obra inspirada a fin de entretener y sin fines lucrativos.

"....." pensamientos
-.....- diálogos
●●●● cambio de escena

Cinco minutos más — murmuró somnolienta sin querer pararse de su cama — Sólo cinco minutos más... —

Estaba cansada, a pesar de que había ido a dormir temprano la noche anterior. Su desgaste físico y mental no se iría con sólo unas horas de sueño, así que quería seguir descansando. Pero su despertador no dejaba de sonar de forma estruendosa, y cuando escuchó el sonido del primer autobús acompañado de los rayos del sol filtrándose por su ventana lo supo.

¡Iba condenadamente tarde para el trabajo de ese día!

"Maldición Hinata" se dijo apresurada, mientras tiraba sus ropas y caminaba en dirección a tomar una ducha "Tenías que llegar tarde justo hoy"

Aplicó crema, loción y algo de perfume en su piel luego de su rápido baño. Tomó la típica blusa blanca acompañada de una falda negra de tubo hasta sus rodillas y sus tacones. Pintó sus labios de un color discreto, espolvoreó su cara y aplicó la máscara de pestañas. Peinó su cabello en una coleta alta y arregló su flequillo, tomó su cartera y los papeles que había preparado para la reunión y salió disparada de su hogar hasta la estación de autobuses, que gracias al cielo iba diez minutos tarde de su hora usal.

No hubo tanto tráfico como esperaba, pero sí el suficiente para obligarla a redoblar sus esfuerzos para caminar hasta la empresa una vez bajó de su transporte. Saludó al guardia de seguridad de la entrada, y a las recepcionistas de la primera planta por educación, nunca se había llevado bien con esas mujeres que la catalogaban de mojigata. Tomó el ascensor hasta la cuarta planta, donde se encontraba el salón de reuniones más amplio, y se tomó un momento para mirarse al espejo, cosa que no había hecho en todo el camino. Se veía algo sudorosa y su cabello ya no seguía tan intacto como antes, cosa que era una mala noticia para ella.

Las puertas del ascensor se abrieron una vez se detuvo y sin muchos miramientos salió de él, iba mirando dentro de su bolsa buscando su credencial para colocarla en su camisa cuando chocó con una amplia y fornida espalda. Se tambaleó unos momentos antes de dignarse a dirigir su vista a aquel a quien había impactado.

D-Disculpe — reverenció avergonzada, ese hombre parecía una persona importante y estaba acompañado por un pelinegro que la miró con algo de desprecio.

Tranquila, no pasa nada señorita —

Al parecer los empleados de aquí no saben hacer su trabajo — bufó quien la miraba con mala cara — Incluso manchó tu camisa con maquillaje, hermano — 

No había recaído en eso hasta ese punto, su cara se tornó roja y en sus ojos bailó el miedo de ser despedida. No podía permitirse perder la única fuente de ingresos estable para su familia, la vida de su hermana dependía de eso.

No hagas tanto alboroto Sasuke — lo reprendió cual niño pequeño al percatarse de la mirada de terror en la pálida chica — No es la gran cosa, puedo cambiarla sin problemas 

Eso retrasará la reunión

Igual ya está retrasada — se encogió de hombros y volvió su vista a la nerviosa chica — Puedes retirarte para seguir con tu trabajo, por este incidente no te preocupes —

G-Gracias, si me disculpan entonces — reverenció una vez más y caminó a la sala de juntas, no sin antes escuchar al menor decirle a su hermano que era muy blando.

Aún con el susto vigente en sus entrañas, entró al lugar encontrándolo vacío, salvo por una persona que terminaba de colocar todo en su lugar. En efecto, aquello que había dicho aquel chico parecía ser verdad, la reunión se había retrasado.

Al fin llegas Hinata — exclamó con alivio la preciosa rubia que tenía por amiga — Pero... ¿no crees que olvidas algo? 

Mirándola confundida sin entender, trató de hacer memoria pero nada venía a su mente. Hasta que Ino señaló los cafés y las donas que estaban a un lado, sobre un carrito de bebidas. 

"Mierda, lo he olvidado" no pudo más que abrir sus ojos con sorpresa y mirarla con culpa.

L-Lo siento Ino —

Heheh, tranquila — la vio reírse de ella y lo despistada que era — Cuando vi que no llegaste a la hora de siempre me hice una idea, así que me encargué de ello 

Te debo una — acompañó su sonrisa de forma sincera, ella era la única buena compañera que había hecho en la empresa a pesar de todos esos años.

Muchas mujeres eran envidiosas y calumniadoras, miraban su puesto con recelo esperando hasta el mínimo de sus errores para aprovechar la oportunidad y sacarla de enmedio. Kakashi, el vicepresidente, era un hombre codiciado por todas pero era ella quien tenía el honor de ser la mujer más cercana a él de todo el departamento.

Ino también era una asistente personal, de nada más y nada menos que el mejor amigo del Hatake, Maito Guy. Siempre se quejaba de su actitud explosiva y descuidada, llenándola de más trabajo del que normalmente debería encargarse. Pero debido a esto era mejor remunerada que muchos allí, aguantar el pelinegro era todo un reto.

Te tomaré la palabra, pagarás la cena cuando hagamos nuestra salida del último viernes  — era una tradición entre ellas eso de salir el último viernes de cada mes para aflojar tensiones, algo que la rubia consideraba sumamente necesario — Ahora ven, ayúdame a colocar los documentos 

Sin más se pusieron manos a la obra, no sin antes arreglar lo suficiente su apariencia como para dar una buena impresión a cada uno de los accionistas, menos para aquel muchacho a quien parecía no agradarle del todo.

●●●●

¡No lo puedo creer. Viste lo que hizo, ¿verdad?! — su amiga estaba muy indignada, lo que pasaba de manera usual cuando se trataba de esa mujer.

Debes tranquilizarte Ino — le aconsejó mientras pinchaba su ensalada sin muchas ganas.

Se habían tomado un respiro luego de la reunión para comer. La reunión había durado hasta las cuatro de la tarde, estaban famélicas y cansadas. Pronto irían a casa, solo debían arreglar unos archivos, pero concordaron que un estómago vacío no podía pensar correctamente.

No, Hinata. La muy zorra es una aprovechada — su amiga no tenía intenciones algunas de apaciguar su molestia — Cree que porque es la asistente del presidente puede delegar sus obligaciones, estamos las tres al mismo nivel, ella también debe hacer su trabajo 

Aquello no era del todo cierto, si bien eran las asistentes de puestos importantes, la mujer contra quien su amiga despotricaba estaba un escalón por encima, aunque no se lo había ganado del todo, o al menos eso creían en la empresa.

N-No tienes que llamar zorra a Samui-san 

Y una mierda, olvida esa nobleza patológica que tienes por un momento — le reprochó, pues por esa misma razón siempre se aprovechaban de ella — Sabes que ese puesto no se lo ganó limpiamente, seguro entregó el cul... — pero no pudo terminar su oración, pues Hinata había colocado sus manos en su boca para que se callara.

¡Ino! — ella casi escupe su alimento cuando la escuchó decir aquello, pero la mencionada sólo rodó los ojos — Ten cuidado al hablar así 

Ay por favor — se quejó continuando su berrinche — Sabes que todos piensan eso, que se acostó con el jefe para que la ascendieran — asintió sin poder contradecirla.

Pero ese no es nuestro problema, demasiados tenemos como para añadir más a la lista — quería zanjar el tema, no le gustaba criticar a las personas a sus espaldas y más si amigos de esta podían encontrarse cerca.

En eso tienes razón — seguido hizo un puchero, mirándola como niña regañada — Odio cuando tienes razón —

Las risas volvieron a ser la compañía de ambas mientras comían su comida y veían a los niños jugar en el gran parque central. Era un lugar hermoso y familiar, ideal para ir a pasar un buen rato y despejar la mente. En momentos como ese, deseaba poder estar con su hermana y verla jugar con normalidad, tal y como debería ser para un niño de su edad, pero la realidad era dura de procesar. Sus ojos se tiñeron de tristeza y su amiga, quien conocía bien su situación, supo que debían volver y así lo hicieron.

Caminaron una al lado de la otra hasta cruzar la calle y entrar al gran y deslumbrante edificio. Iban charlando tranquilamente, hasta que los perlados ojos se posaron en los que iban saliendo del ascensor. Su rostro tomó un color rojo casi de inmediato y sólo atinó a preguntarse qué hacían ellos aún en la empresa, si la reunión había acabado ya.

¿Eh, Hinata? — la rubia paró su andar al ver a su amiga en tal estado — ¿Qué sucede? — antes de poder responder su duda, aquellos se acercaron y el hombre de esta mañana habló sorprendiendo a Ino y llamando la atención del grupo de víboras que se hacían llamar recepcionistas.

Oh, señorita Hyūga — Itachi corroboró su apellido leyendo la chapa metálica colgada a la izquierda de su pecho — Lo hizo bien en la junta de hoy a pesar de su nerviosismo  

G-Gracias — no podía estar más avergonzada por toda la atención que estaba recibiendo.

No hay de qué — entendiendo que estaba incómoda, decidió terminar con su charla de forma rápida no sin antes dedicarle una de sus deslumbrantes sonrisas, captando suspiros de más de una — Ha sido un placer, que pase buen día — se dirigió a Ino por primera vez al reparar en ella — Para usted también 

Sólo atinaron a asentir, a la par que lo veían alejarse junto a su hermano, que volvía a verla de manera fría y altanera. Ino, por su parte, no entendía que había sido eso. Hinata se sonrojaba algunas veces, y la mayoría era por su torpeza o cuando hablaban de cierto rubio. Pero verla así de nerviosa por esos dos era algo nuevo, pues la mayoría del tiempo era imperturbable y profesional con los demás.

¿Quieres explicarme qué rayos acaba de suceder? — tiró un poco de sus mangas mientras le susurraba para que nadie las escuchara de camino a su planta.

— ... — sin embargo su amiga se removió nerviosa y no dijo nada, pulsando el número de su piso una vez cerraron las puertas del ascensor.

¿Acaso ya olvidaste al jefe y decidiste salir a pescar carne de calidad? — la codeó con picardía, amaba molestarla.

¡Oh, sólo cállate Ino! — la vio reír por el sonrojo que se acentuó en sus mejillas. Sin duda, su amiga era muy peculiar.

~~~~~
Aclaro que en este universo alterno Hanabi es muchísimo menor que Hinata. Le lleva 10 años para ser exactos así que no se vayan a confundir.

Ahora sí, con todo claro nos vemos en la próxima (✿◠‿◠)

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top